Thursday, December 24, 2015

CUENTO CALIENTE de NAVIDAD


Erase una vez, hace muchísimos años había un país muy grande y muy bello en la lejana Europa Central, ese gran país era gobernado por un Apuesto y atractivo Rey que había heredado su trono al morir su padre hacia poco mas de 10 años.
El Rey cuyo nombre era Carlos II, estaba casado con la Reina Lizabeth una mujer muy hermosa, pero lo que tenia de bella lo tenia de déspota, egoísta, superficial y desalmada. Por azares del destino había conocido al Rey Carlos II antes de que éste alcanzara el trono y EL quedó flechado con su belleza. La Reina Lizabeth había olvidado muy pronto sus humildes orígenes, era muy hábil e inteligente y pronto pudo ocupar el lugar privilegiado que daba ser la prometida del aquel entonces Principe, que luego se convirtió en Rey.

Sin embargo a pesar, de que muy pocos conocían sus orígenes y a pesar de los esfuerzos que ella había hecho por olvidar el pasado, había alguien que se lo recordaba a cada instante, su sobrino Mateo, quien trabajaba como uno de los muchos sirvientes del Castillo del Reino. Mateo era el único sobreviviente de la familia que un día tuvo la Reina,  era hijo de su única hermana, la cual había muerto a causa de una enfermedad desconocida, Mateo había quedado huérfano muy pequeño y había crecido prácticamente en las calles y viviendo de la misericordia del prójimo. Un día, cuando aprendió a leer y buscando en las cosas olvidadas que había en la choza donde una vez había vivido con su madre, encontró una foto y una carta de la Reina Lizabeth ahi descubrió que ella era su Tia. Mateo decidió ir a buscarla y reencontrarse con su único familiar que estaba vivo.

Pero Mateo no estaba preparado para lo que el destino le tenia escrito. Mateo quería que su vida cambiara, ya no quería seguir mendigando por las calles, pero lo que él no sabia era la manera en que su vida iba a cambiar.
Fue muy difícil acercarse a la Reina Lizabeth, ella estaba siempre vigilada y cuidada por sus guardaespaldas, Mateo era un pobre callejero sucio y mal oliente al cual obviamente no se le permitía el acceso a la Reina, fueron muchos días de tratar de acercarse a su Tia, sin embargo después de muchos intentos fallidos, finalmente una noche de intensa tormenta y mientras Mateo esperaba aferrado a la imponente puerta de la entrada principal al Castillo Del Reino, vio llegar un carruaje y como siempre, los guardaespaldas lo trataron de alejar del lugar sin importarles sus gritos y sus suplicas.

--"Qué esta pasando aquí?" gritó un hombre asomándose por una de las ventanas del carruaje. "Quién es ese chico?"

--"Un vagabundo de los muchos que hay por aquí últimamente, vuestra Majestad." contestó uno de los guardaespaldas que trataban de alejar a Mateo.

--"Soy Mateo y soy sobrino de la reina...." gritó Mateo desgarradamente, sus palabras hicieron eco en el hombre, quien salió del carruaje en un salto veloz. La tormenta estaba en su etapa mas intensa, pero eso no lo detuvo hasta que llegó cerca de  Mateo.

--"Que has dicho?" le preguntó con incredulidad el hombre cuando estuvieron frente a frente.

Mateo temblaba de frío, estaba empapado de agua, quedó paralizado al ver de cerca al hombre que estaba frente a él. Era El Rey Carlos II, había visto algunas fotos en periódicos y revistas,  pero no le hacían justicia, era alto e imponente. A Mateo nunca le había cruzado por la cabeza que un día iban a estar frente a frente y mucho menos que podia ser su Tío.

--"Soy hijo de la única hermana que tuvo la Reina Lizabeth." le contestó Mateo con voz temblorosa.

El Rey no podia creer lo que estaba escuchando, se quedó mirando a Mateo por unos breves segundos y en un acto inesperado, se quito su abrigo para cubrir al indefenso vagabundo que tenia enfrente.

--"Subete al Carruaje." le pidió a Mateo.

--"Pero Majestad, es un vagabundo, no puede creer lo que dice." exclamó uno de sus guardaespaldas.

--"Mis ordenes no se discuten." respondió El Rey sin siquiera mirarlo, su atención estaba enfocada en Mateo. "Vamos chico, sube al Carruaje."

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Había pasado un poco mas de una hora y Mateo se encontraba sin poder creer lo que estaba pasando. El Rey lo había llevado hasta el area de la servidumbre y le había pedido a la que parecía ser su nana que se hiciera cargo del vagabundo que habían encontrado a las afueras del castillo.
La buena mujer, que debería tener mas de 70 años le había asignado un cuarto a Mateo y le había dado ropa para que se cambiara después de bañarse.

El ruido de la puerta hizo que Mateo saltara de la cama, el cuarto estaba casi oscuro y una leve luz que provenía de la vela que estaba apunto de terminarse era lo único que lo alumbraba.

--"No te asustes, soy yo."

Era El Rey. Mateo no pudo evitar ponerse tenso.

--"Quiero que me muestres una prueba de que en verdad eres sobrino de mi esposa."

Mateo se quedó inmóvil por unos segundos pero de inmediato recordó que en su ropa vieja y mojada había guardado 2 fotografías. Una donde aparecía la Reina Lizabeth con su hermana y otra donde estaba él con su mamá.
El Rey Carlos II tomó las fotos entre sus manos y se acerco a la vela que alumbraba la habitación.

Mateo se quedó inmóvil otra vez esperando la reacción de El Rey.

--"Son idénticas. Mi esposa y tu madre son idénticas." exclamó El Rey pasando una mano por su abundante barba. "Dónde está tu madre?"

Los ojos de Mateo se llenaron de lagrimas al recordar que su Madre estaba muerta.

--"Mi Mamita murió cuando yo era muy pequeño..." respondió con voz entrecortada.

Sin pensarlo, El Rey se acercó y le dio un abrazo, al principio Mateo no supo que hacer, pero al sentir el calor y la calidez del cuerpo fuerte y firme de El Rey terminó por entregarse al abrazo. Por unos breves segundos se sintió protegido, seguro y cuidado. Una sensación que solo sentía cuando se dejaba abrazar y tocar por el Dueño de la tienda de Abarrotes. Mateo había aprendido que si se dejaba hacer "cositas ricas" por ese señor, podia comer toda la fruta y la comida que quisiera. A veces hasta se podia quedar a dormir en la casa de Don Arnoldo (así se llamaba el Dueño de la tienda de Abarrotes), y no tenia que pasar frío y podía dormir en una cama grande y acolchonada.

--"Mi esposa ahorita esta dormida, ya es noche, pero mañana después del desayuno te voy a llevar con ella." le dijo El Rey dando por terminado el abrazo. "Cómo te llamas y cuantos años tienes?"

--"Me llamo Mateo y acabo de cumplir 18 años." respondió en voz baja.

--"Bienvenido a casa, Mateo." exclamó El Rey con sinceridad. "Mi hija se pondrá feliz de saber que tiene un primo." le dijo saliendo del cuarto.

Y cómo iba a reaccionar La Reina? Sabia ella que su hermana había tenido un hijo? Aquella noche fue la mas larga para Mateo, la curiosidad de cómo lo iba a recibir su Tia no lo dejaba conciliar el sueño.

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Pronto Mateo descubrió la clase de persona que era su Tia. Una mujer que renegaba de sus raíces, en su nueva vida no había lugar para nadie del pasado. El pasado era incómodo y le estorbaba.
Ella había tratado de echarlo del Castillo, sin embargo El Rey no lo había permitido.

--"Tu Sobrino se queda aqui." exclamó El Rey cuando su esposa se negaba a reconocer a su sobrino. "No vamos a dejar al único familiar que tienes desamparado y solo."

Así fue como Mateo se quedó en el Castillo, contra la voluntad de su Tia y con el apoyo de El Rey.

Pero la Reina Lizabeth no se iba a quedar cruzada de brazos y aprovechando que su esposo viajaba mucho, se encargó de hacerle la vida imposible a su sobrino.

--"Te vas a quedar aqui, pero no como parte de la familia, sino como de la servidumbre. Y ni una sola palabra a NADIE de que eres mi sobrino. ENTENDIDO???"

Y desde ese dia, Mateo era parte del numeroso grupo de empleados del Castillo. Nadie sabia que era sobrino de La Reina.

Poco a poco Mateo se fue adaptando a su nueva vida, ayudaba con las labores de limpieza, no le pagaban mucho pero le daban techo, comida y ropa. No se podia quejar, eso era mucho mas de lo que había tenido antes.
También fue conociendo como vivían La Reina y El Rey; ya tenían muchos años de casados y solamente habían tenido una hija que estudiaba lejos, tenían cuartos separados, La Reina estaba muy ocupada en eventos de su reinado y El Rey viajaba mucho.

Una tarde que Mateo había terminado temprano su trabajo, se puso a merodear por el Castillo el cual era enorme, tenia muchos cuartos y muchos pasillos. Cuando se dio cuenta estaba adentro del cuarto de El Rey, tenia una cama grande y tenia su olor. Mateo recordaba perfectamente aquel abrazo que El Rey le había dado la primera noche en el Castillo. Recordaba perfectamente su aroma de hombre, su esencia masculina. El cuarto tenia un closet grande y la curiosidad hizo que Mateo abriera la puerta para entrar a el y estaba tan fascinado viendo la ropa, los zapatos y todo lo que El Rey tenia en su closet que no se dio cuenta cuando alguien entró.

--"Que haces aqui?"

Era la voz de El Rey. Mateo se quedó sin saber que hacer o que contestar. El Rey se acercó y Mateo pudo percibir el olor a alcohol.

--"Por qué traes puesto ropa de la servidumbre?" le preguntó mientras lo observaba de arriba a abajo. Por primera vez Mateo conoció el inmenso color azul de los ojos de El Rey. Ojos grandes y penetrantes. Un pelo rubio y abundante. Una barba perfecta que acentuaba su masculinidad. "Te hice una pregunta."

--"Yo soy parte de la servidumbre." le contestó Mateo tratando de alejarse, El Rey estaba muy cerca y lo estaba excitando. Demasiado.

El Rey hizo un sonido gutural de enfado y cerró sus manos en un puño.

--"No puedo creer que Lizabeth te haya puesto a trabajar como uno mas de nuestros sirvientes. Voy a ir a hablar con ella..."

Pero Mateo no lo dejó, en un impulso natural lo tomó del brazo para impedir que fuera a hablar con su Tia.

--"Nooo... A mi no me avergüenza trabajar." le dijo Mateo con sinceridad.

--"Vergüenza es lo que hizo tu Tia contigo. Estoy tan ocupado que no di seguimiento a lo que hicieron contigo." exclamó El Rey.

--"No se preocupe por mi, su Majestad. Yo agradezco que la Reina me haya dado trabajo, no es fácil encontrar algo allá afuera. No le diga nada, por favor." le suplicó Mateo.

--"De verdad te gusta trabajar como parte del servicio?" quiso saber El Rey.

--"No tengo una vocación especifica, crecí en la calle y le agradezco a la Reina que me haya dado techo, comida y trabajo."

EL Rey se quedó mirando a Mateo por unos instantes, no alcanzaba a comprender cómo su esposa no pudo haberle encontrado algo mejor a su propio sobrino.

--"Por qué la llamas Reina?... antes que nada es TU TIA..."

--"Yo soy un pasado que ella ha olvidado."

Mateo no se avergonzaba del trabajo que le habían dado.

--"Esta bien. Por hoy no hablaremos mas de éste asunto. Pero pronto Yo te voy a encontrar una trabajo mucho mejor y no me importa lo que diga tu Tia." exclamó El Rey.  "Ayudame a quitarme las botas y la ropa." le pidió haciendo una señal para que Mateo se acercara.

Mateo sintió que un estremecimiento lo recorría de cuerpo completo. El Rey tenia sus ayudantes, pero en éste momento le estaba pidiendo ayuda a él.
El Rey se sentó en un sillón grande a esperar que lo ayudaran a desvestirse. Temblando, Mateo obedeció la orden y empezó por quitarle las botas, el saco, la camisa... El Rey tenia un cuerpo que parecía esculpido a mano, cada parte era una pieza de arte masculina, Mateo sintió que su verga se iba poniendo mas y mas dura... cuando era el turno de quitarle el pantalón, se detuvo y no supo que hacer.
Pero El Rey si sabia, se puso de pie y le hizo una señal de que le desabrochara los botones. Mateo tragó saliva dos veces antes de hacer lo que le pedían.
Lo ayudó a bajarse el pantalón y cuando El Rey quedó casi desnudo, solamente en su ropa interior blanca, Mateo se deleitó con aquel cuerpo de Dios Griego.

--"Traeme una copa de vino rojo." le pidió El Rey señalando la puerta que estaba del lado izquierdo, Mateo entendió que esa puerta debía llevar hasta la barra con las bebidas preferidas de El Rey.
Cuando regresó al cuarto, El Rey ya se había quitado sus calzoncillos y estaba completamente desnudo. La verga se le terminó de poner dura a Mateo.

El Rey se acercó para tomar su copa, sus manos se rozaron y Mateo sintió que una corriente eléctrica lo sacudía,  justo en ese instante alguien tocó a la puerta.

--"Adelante." contestó El Rey como si nada. Mateo no podia creer que dejara entrar a alguien a su cuarto estando desnudo.

Era La Reina Lizabeth la que entró y se quedó muda al ver la escena.

--"Qué esta pasando aqui?" preguntó tratando de disimular su sorpresa y la rabia de ver a su sobrino no reconocido en una área del castillo donde solo miembros selectos de la servidumbre podían entrar. La Recamara de El Rey era un lugar casi sagrado.

--"Tu Sobrino me ayudó a desvestirme y me esta ayudando con mis cosas antes de dormir." le contestó El Rey mirándola retadoramente. "Está cumpliendo con sus deberes. Es uno de nuestros sirvientes. Así lo decidiste Tu, no es verdad?"

La Reina fijó su mirada en Mateo. Se hizo un silencio. Ella no respondió a la pregunta sarcástica y acusadora  de su esposo.

--"Donde está Demetrio, tu ayudante?" quizo saber ella finalmente.

--"Le di el fin de semana libre, mañana cumple 30 años de casado y hoy iniciamos la celebración, tiene una semana libre para disfrutar de su esposa y su familia." le contestó El Rey mientras le hacia una señal a Mateo para que le alcanzara la bata de dormir. "Y como no voy a tener ayudante personal por una semana, Mateo ocupará su lugar." exclamó El Rey poniéndose la bata con la ayuda de Mateo. "Buenas Noches Mi querida Esposa." le dijo El Rey acercándose para darle un beso en la frente y después abrir la puerta para que ella saliera.

Si las miradas mataran, Mateo hubiera quedado muerto con las miradas que le había dado su Tia.
Cuando La Reina salió, se hizo otro silencio, Mateo no podia creer lo que había dicho El Rey, él iba a ser su ayudante personal por una semana!!??

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Mateo aprendió rapido sus deberes como ayudante personal de El Rey. Mateo también aprendió que El Rey no solamente era un hombre sumamente guapo, cachondo y atractivo, también tenia un corazón grande y un alma generosa.

--"Cuando regrese mi ayudante, Tu vas a dejar de ser parte de la servidumbre y vas a ir a la escuela." le informó El Rey mientras Mateo lo ayudaba a bañarse.

--"Yo no tengo dinero para pagar el colegio, a duras penas terminé la escuela elemental y gratuita." contestó Mateo tratando de comportarse normal y que su atracción por El Rey no se notara.

--"De eso no te preocupes, yo voy a cubrir los gastos del colegio. Y no se hable mas del asunto." le aseguró El Rey tomando una mano de Mateo y dándose la vuelta. "Tallarme bien la espalda por favor." le pidió y la verga de Mateo se puso durisima al instante, lo bueno era que El Rey estaba de espalda y no se podía dar cuenta de lo que le estaba pasando.
 Esos eran los momentos que mas torturaban a Mateo, cuando desvestía, bañaba y volvía a vestir a El Rey. Cada vez era mas difícil esconder su atracción, él estaba consciente de que era algo imposible y prohibido.

Pero una de las ultimas noches en que Mateo tenia que cumplir con sus obligaciones de ayudante personal de El Rey todo cambió. Estaba escrito en el destino que las cosas iban a cambiar.

--"He visto como me miras, Mateo..." exclamó El Rey mientras removía la sabana que cubría su cuerpo musculoso y desnudo, tenia su verga parada.

Mateo se puso nervioso, pero no podía dejar de mirar la hermosa verga de El Rey, la había visto antes, pero no estaba erecta y si antes le parecía divinamente hermosa, ésta vez se le hizo agua la boca.
No supo que contestar ni que hacer. Permaneció tenso y sin moverse, pero su verga que también estaba dura lo delataba.

--"Yo... no debería..."

El Rey no lo dejó que terminara de hablar, con su fuerte y firme mano izquierda lo acercó a la orilla de la cama.

--"No tienes que decir nada, no tienes que justificarte." le dijo El Rey pasando suavemente su mano por el trasero de Mateo. "Yo tengo dos gustos, Mateo. Me gustan las mujeres, pero también los jovencitos como Tu..." y en un movimiento lento pero preciso, le bajó el pantalón y los calzoncillos.

Mateo tragó saliva mientras su verga quedaba descubierta. No traía camisa, por lo que estaba desnudo enfrente de El Rey. Y ambos estaban con sus vergas duras y bien afiladas. Ambos estaban calientes y con ganas...con muchas ganas de coger.

El Rey Carlos II tenia secretos... El Rey escondía secretos sucios y calientes, muy calientes.

--"Te gusto, Mateo? A mi edad me encuentras atractivo?" preguntó El Rey acariciandole la verga y haciendo que Mateo gimiera de placer.

--"Usted es el hombre mas guapo y atractivo que mis ojos han visto, su Majestad. Que suerte tiene mi Tia de ser su esposa." le contestó Mateo mordiendo su labio inferior.

--"Tu también puedes compartir esa suerte, si no le dices nada a nadie, si guardas ésto solo entre nosotros, puedo hacerte cosas ricas y sabrosas que te van a gustar mucho." susurró El Rey con voz entrecortada por el deseo.

--"Yo nunca revelaria un secreto suyo." le prometió Mateo temblando de emoción y compartiendo el mismo sentimiento de morbo y deseo.

--"Subete a mi cama, Mateo... quiero sentir tu cuerpo, tu piel joven y desnuda junto a la mía..." ordenó El Rey haciendo una señal para que se acostara a un lado suyo. "Mañana es tu ultimo día como mi ayudante personal y quiero hacerte muchas cositas sabrosas en tu colita.... quiero que ésta noche duermas conmigo. Te gustaría dormir conmigo, Mateo?"

Los ojos azules de El Rey ardían de morbo y lujuria. Mateo reconocía esa mirada, porque así lo miraba El Señor De La Tienda De Abarrotes cuando lo invitaba a estar con él. Pero El Rey era mas apuesto, mas cachondo y Mateo no podía creer lo que estaba pasando. El Rey tenia un cuerpo que solo se podía comparar con un Dios de la literatura Griega.

--"Si... Si quiero dormir con Usted y quiero dejarme hacer todo lo que Usted quiera." le contestó y se subió a la cama rápidamente. El Rey lo acercó a él y lo abrazó por atrás. Mateo se estremeció al sentir aquel imponente cuerpo abrazándolo fuerte. Era un cuerpo grande y velludo.  Un cuerpo de Hombre Perfecto.

--"Me gusta tu cuerpo Mateo, tu piel joven y tersa." le susurró El Rey al oído mientras lo llenaba de caricias y le recorría el cuerpo con sus manos grandes y rasposas. "Quiero hacerte muchas cosas  y que nunca las olvides... Quieres que te haga cositas ricas, Mateo?"

--"Haga conmigo lo que quiera, no voy a negarme a nada su Majestad." le contestó Mateo restregándo su cuerpo contra El Rey y haciendo que éste le besara y le mordiera el cuello, las orejas, la espalda...

El Rey desde muy joven había conocido los placeres de tener sexo con mujeres pero también con hombres. El tipo de hombre que mas lo atraía eran jóvenes y algo introvertidos como Mateo. Al Rey le gustaba la juventud que irradiaban y la energía con la que se le entregaban en la cama, la energía con la que se tragaban su verga por la boca y por atrás... sobretodo por atrás, su esposa la Reina Lizabeth jamas le había permitido que la penetrara por atrás. Era un pecado. Ella no iba a cometer ese pecado.
El Rey por el contrario, había pecado muchas veces... con mujeres y con hombres. Y ésta noche quería pecar con Mateo.

--"Tengo mucho de no cogerme a un hombre, pero ésta noche quiero uno... esta noche te quiero a ti."

--"Aqui estoy su Majestad." le contestó Mateo colocandose en 4 patas sobre la cama. Eso hizo que El Rey perdiera la poca cordura que le quedaba, su verga chorreaba pre semen.

--"Cuándo fué la última vez que alguien usó tu hoyito, Mateo?"

--"Hace mucho tiempo que ya ni lo recuerdo." Mateo decía la verdad, porque generalmente el Señor De La Tienda de Abarrotes solo quería que le hiciera sexo oral, muy pocas veces se la metía, lo cual la mayoría de las veces dejaba a Mateo muy frustrado.

--"Te gusta que usen tu hoyito, Mateo?" le preguntó El Rey tragando saliva y deleitándose con el trasero de Mateo, un trasero abultado y firme. Un trasero que estaba disponible para EL.

--"Me gusta mucho que lo usen, su Majestad... pero hace mucho que nadie me lo ha pedido."

--"Yo lo quiero usar Mateo... quiero culito de hombre."

--"Adelante, su Majestad... Use mi hoyito, uselo como Usted quiera y las veces que quiera." le dijo Mateo pasando una mano sugestivamente  por su trasero. "Uselo para su completo gozo."

--"Tienes un culito rosita y suave, Mateo." susurró El Rey mientras le agarraba las nalgas con cada mano. "Me dejas que lo pruebe?" Me dejas que te lo huela?"

Mateo estaba tan caliente y excitado que ya no podía hablar, solo pudo mover la cabeza para darle permiso.

--"Voy a olerlo hasta llenarme de tu olor...." le dijo El Rey acercando su nariz y su boca al trasero de Mateo. "Mmmmm que rico te huele... Mmmmmmm"

--"Es suyo su Majestad... mi culito es suyo." alcanzó a decir Mateo mientras se arqueaba de placer al sentir la nariz y la barba de El Rey sobre su trasero.

El Rey hizo un recorrido con su nariz y lengua sobre la rajita de hombre de Mateo, la barba raspando su trasero hizo que Mateo mordiera una almohada para ahogar su gemido, quería gritar del inmenso placer que le estaba dando El Rey, pero no debía hacer mucho ruido o los podrían descubrir.

--"Te gusta lo que te estoy haciendo Mateo?" preguntó El Rey dando unos leves mordiscos a cada nalga de Mateo.

--"Me encanta..."

El Rey dio varios lengüetazos mas al trasero de Mateo y luego le escupió el culito para meterle un dedo. Estaba fascinado con aquellas hermosas nalgas y con aquel hoyito apretado y casi virgen. No estaba usado y El Rey quería usarlo, disfrutarlo... devorarlo.

--"Aaahhh.... Ohh... Si, asî no pare, no pare...."

--"Tienes un culito apretado, Mateo... no lo han usado mucho y eso me gusta. Me dejas que lo use toda la noche?"

--"Si. Tiene mi  permiso para que lo use como Usted quiera..."

El Rey intensificó la dedeada que le estaba poniendo a Mateo, mezclando sus dedos con lengüetazos, lanzando a Mateo a un precipicio de locura y morbo sin final.

--"Tu culito palpita con mi lengua y con mis dedos... lo estas abriendo y cerrando Mateo...Quiero penetrarte, usar tu hoyito... usarlo hasta saciar estas ganas que tengo de meterte la verga."

El Rey lo había dilatado completamente y Mateo necesitaba mas. Quería mas.

--"Deme ese gran trozo de carne, su Majestad. Quiero su tronco duro destrozando mi hoyito."

Las palabras de Mateo enloquecieron a El Rey quien le dio varios lengüetazos jugosos y profundos antes de saltar de la cama.

--"Lubrica mi trozo de carne, Mateo. Arrodíllate y chupa mi tronco..."

El Rey estaba completamente excitado, su verga no dejaba de chorrear pre semen. Mateo también saltó de la cama y no podía dejar de admirar maravillado el cuerpo fabuloso y cachondo de su tío. Aquel hombre no solamente era El Rey, también era el esposo de su tía y eso hizo que todo cobrara un sentido mas sucio y mas caliente. Aquel hombre que se había cogido a su tía innumerables veces estaba apunto de darle verga a él también. Era una locura sucia. Era una locura sublime y perfecta.

--"No he visto una verga mas grande y hermosa que la suya su Majestad." le confesó Mateo arrodillándose y con un hambre que solo se podía saciar al tener aquella enorme verga en su boca, Mateo se le fue encima para devorarla.

El Rey cerró los ojos para entregarse a las sensaciones que le estaba brindando la boca caliente de Mateo. Hacia mucho que no estaba con un hombre, hacia mucho que no le mamaban la verga con aquella vehemencia con la que Mateo se fue apoderando de su espada de carne. Hacia mucho que no se sentía tan deseado e importante como se sentía en éste justo momento en que Mateo se la chupaba con urgencia, con ganas, con muchas ganas.
El Rey gimió de infinito placer. Un profundo placer.

--"Ohhh... Mateo... si eso me gusta... no pares por favor....sigue haciendo eso que haces con tu boca y con tu lengua."

Mientras se la chupaba, Mateo acariciaba las enormes y duras bolas de El Rey, bolas llenas de leche que Mateo se moria por probar, saborear y beber hasta no dejar una sola gota. Mateo quería esa leche para él. Necesitaba cada gota de aquel preciado liquido. Que hermosa verga tenia aquel Semental Divino.

--"Chupas verga mil veces mejor que tu tía..." exclamó El Rey en voz baja y agarrando a Mateo por el cuello, señal de que estaba disfrutando cada segundo de lo que el joven le estaba haciendo.

--"A la orden, su Majestad. Cuando mi tía no lo quiera atender, yo estaré dispuesto a hacerlo. Siempre. A la hora que sea. Como sea y cuando Usted lo mande."

--"Ya no aguanto mas Mateo... quiero enterrar mi espada en tu raja... quiero estar adentro de ti."

Mateo devoró la verga de El Rey hasta traspasar su garganta, haciendo que se le escaparan una lagrimas por el dolor, pero el placer era mas grande y los gemidos que emitía El Rey valían cualquier sacrificio. Era una mamada de verga profunda y desesperada.

--"Entierre su espada en mi raja de hombre... quiero sentirla hasta el fondo de mi, taladrando mi ser hasta partirlo en dos..." le pidió Mateo poniéndose en cuatro, sobre el piso.

--"Te voy a dejar ese rico culito en la miseria, no sabes lo que te espera cuando te la meta toda..."

Era una amenaza, era una promesa que aceleró la presión arterial de Mateo en anticipación de lo que se acercaba.

--"Metamela toda, su Majestad... Deme su verga y demela toda..." le suplicó Mateo. Una suplica que volvió loco a El Rey.

No era la primera vez que Mateo era penetrado, pero hacia mucho, pero mucho tiempo desde la ultima vez, que los nervios y un poco de miedo se apoderaron de él por unos instantes cuando El Rey le ensalivó el culito, era una sensación exquisita sentir aquellos dedos grandes y fuertes frotando, lubricando su hoyito.

--"Aqui te va Mateo, recíbeme y aguanta mi verga porque te la voy a dar toda, te la voy a enterrar hasta el fondo.

El Rey le metió primero la puntita, se detuvo por unos segundos a esperar que Mateo se acostumbrara a la invasión. Mateo se  mordió los labios e hizo un sonido indicándole que continuara. Lentamente El Rey se la fue metiendo hasta el fondo, era una sensación infinitamente deliciosa para los dos. El Rey tomó a Mateo por la cadera para sujetarse y a la misma vez asegurarse de que estaba completamente adentro de aquel caliente y hermoso culo, tan apretado que no lo podía creer.

--"Oohhh Mateo.... que rico hoyito tienes, que rico siento de tener mi verga adentro de ti...."

--"Yo también siento muy rico de tenerlo adentro.... Aaaah... si... así toda adentro de mi, que bello lo que me esta haciendo sentir, su Majestad." susurró Mateo apretando los músculos de su culo para darle mas placer, para hacerlo gemir de gozo y lujuria.

El Rey empezó a bombear con su verga a Mateo, haciendo que éste se estremeciera al sentir las embestidas que iban subiendo poco a poco de intensidad.

--"Aaahhh....Ooooohhh... que rico me la esta metiendoooo..."

El Rey le dio varios besos y mordiscos al cuello de Mateo, la piel se le erizó de sentir la barba de aquel hermoso semental raspandole su piel desnuda.

--"Te gusta como te estoy cogiendo, Mateo?" le preguntó El Rey y le mordió una oreja y después la otra.

--"Me encanta... Quiero mas, no se detenga hasta que me preñe con su leche, quiero toda esa leche que trae en sus bolas bien adentro de mi... chorrearse adentro de mi... por favor, su Majestad."

--"Te voy a dar mucha lechita, Mateo; pero tienes que ser paciente... primero me voy a dar gusto metiéndotela y sacándotela...te voy a dejar el culo destrozado y como premio te lo voy a llenar con mi leche...voy a vaciarme adentro de ti..."

El Rey estaba encendido, desenfrenado y no había ninguna duda de que estaba disfrutando completamente del estrecho culito que tenia Mateo.
Mateo también estaba sumergido en el fuego incontrolado del momento. Que cosas las que le decía y pedía a El Rey.

--"Rompame el culo, no tenga piedad de mi, Papito... Le puedo decir Papito?" preguntó Mateo ardiendo de placer, pero con cierta inseguridad y miedo de pasarse de la raya.

--"Tu me puedes llamar como quieras..." le contestó El Rey sacando su verga bruscamente, Mateo se quedó inmóvil por unos segundos y antes de que pudiera reaccionar, El Rey lo tomó entre sus brazos y lo subió a la cama.

--"Quiero ver tu cara cuando te la estoy metiendo... quiero ver si de verdad estoy haciendo un buen trabajo." exclamó El Rey colocando a Mateo de espaldas sobre la cama y abriéndole las piernas. "Jamas imaginé que tuvieras ese culito tan rico que tienes." susurró casi en un gemido y se le fue encima para llenarlo de lamidas y lengüetazos. El Rey estaba devorando aquel hermoso culo que se le entregaba sin limite alguno, a la misma vez estaba probando el sabor de su propia verga que no hacia ni un minuto se la acababa de sacar. Mateo se retorcía de un lado a otro con las sensaciones que se agolpaban en su cuerpo completo al sentir la lengua tibia y experta de El Rey mamando su culo.

--"Aaahhh... deme verga otra vez, Papito..." era una suplica en voz baja que Mateo hacia y El Rey no tardó mucho en atender, levantó las dos piernas de Mateo colocándo una a cada lado de su cabeza; eso hizo que el agujero dilatado de Mateo quedara justo a centímetros de su verga, la cual entró con urgencia descontrolada toda y hasta el fondo.

--"Mi verga se acomoda perfectamente en tu hoyito, Bebe... Desde hoy eres MI Bebe..." dijo El Rey entre gemidos ahogados en la lumbrada de gozo y lujuria que lo dominaban mientras perforaba sin piedad el culito de Mateo.

--"Si Papito... Yo soy su Bebe y mi culo nunca antes había aceptado una verga como la suya..." le aseguró Mateo agarrándose con fuerza a los enormes y musculosos brazos de El Rey que le  sostenían las piernas sobre sus hombros. El Rey no quería despegarse ni un milímetro de Mateo, quería estar bien adentro de aquella ricura de agujero que le apretaba y su ajustaba a su verga como ninguno nunca antes.
Mateo podia ver el rostro de El Rey y pudo ver la satisfacción y el placer dibujados. Aquel hombre era magníficamente sabroso. Cachondamente delicioso y le estaba pegando la cogida mas intensa y apasionada de toda su vida. A Mateo le dolía el culo pero era mas el placer que aquel Semental le estaba dando y Mateo aguantó cada una de las embestidas que fueron aumentando mas y mas, había llegado el punto de no regreso, la vena del lado derecho del cuello de El Rey estaba bien marcada y sus gemidos eran la señal inequívoca de que estaba a punto de venirse.

--"Aaaahhhh.... ya no aguanto mas, me voy a vaciar adentro de ti Bebé..."

--"Si Papito...dame tu lechita....por favor dámela toda..."

Y toda se la dieron. El Rey se sacudió de pies a cabeza mientras le llenaba el culo a Mateo con su leche blanca y tibia. Pasaron unos segundos en los que El Rey recuperó un poco la respiración normal  y lentamente le sacó la verga a Mateo, haciendo que éste gimiera en protesta, era la primera vez que Mateo tenia aquella verga en su hoyito, pero era como si hubiera sido hecha para él, solamente para él y para tenerla siempre adentro, bien adentro.

--"Que rico te ves sudado y con el culito bien preñado..." susurró El Rey y en un movimiento innato se acomodó para chuparle el culo a Mateo una vez mas, saboreando, probando su propia leche. Eso hizo que Mateo ya no pudiera aguantar mas y se empezó a masturbar. "Yo voy a ayudar a que te vengas." le dijo El Rey y le empezó a chupar la verga también. A Mateo le quedó claro que no era la primera vez que El Rey mamaba verga, porque su lengua y sus labios se movían en total perfección, una sincronía que no eran de un novato. No pasó mucho tiempo y Mateo explotó adentro de la boca de su Tío...Si, aquel rico Macho antes que El Rey era su Tío y se había tragado toda su leche sin titubear.

Mateo acababa de coger con el esposo de su Tia y no lo podía creer. Ambos se abrazaron y se besaron  completamente cansados y rendidos. Mateo probó el sabor de su propio semen en la boca de aquel increíble y cachondo Macho.
Que pasaría si su Tia lo supiera?? Pensó Mateo mientras se dormía en los brazos de El Rey.

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A la mañana siguiente, un cielo oscuro anunciaba la llegada de una intensa lluvia, adentro del Castillo El Rey despertó al sentir algo debajo de las sabanas y entre sus piernas. Era Mateo.

--"Quiero lechita calientita y su biberón tiene la leche mas sabrosa que he probado." le dijo Mateo tomando la verga de El Rey entre sus manos. "Me deja tomarme su leche, Papito?"

El Rey sonrió pervertidamente y abrió mas sus piernas para que Mateo se acomodara mejor.

--"A mi Bebé le doy toda la lechita que quiera. Tiene que terminar de criarse bien, para que crezca sano y fuerte." contestó poniendo su verga adentro de la boca de Mateo que la devoró con hambre desmedida. "Chupe y mame su biberón Mi'jo... Su Papito se va asegurar de que nunca le falte lechita... saque toda mi leche."

Mateo no perdió tiempo y mamø y chupø aquella verga como si fuera un biberón y no paro hasta hacer que El Rey se viniera en su boca y le diera a probar una vez mas de su suculenta lechita tibia y caliente.

 --"Aaaahhhh.... Ooh Bebé.... te has bebido toda mi leche, eres como un becerrito que no deja nada, se toma toda la leche que le dan."

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Cuando El Rey le informó a su esposa que Mateo iba a dejar de trabajar como parte de el servicio de limpieza y quehaceres domésticos del Castillo para que fuera a la escuela, la Reina puso el grito en el cielo.

--"No importa lo que digas o hagas, Lizabeth; esta conversación contigo es para notificarte mi decisión, no te esto pidiendo permiso." le dijo El Rey mirándola fijamente a los ojos, la Reina entendió perfectamente que era una decisión tomada y no estaba para ser debatida.

--"No puedo creer que quieras ayudar a un bastardo vagabundo." gritó ella.

--"Ese bastardo vagabundo es TU sobrino aunque tu te niegues a aceptarlo." le recordó él.

--"No hay pruebas contundentes para que hagas tal afirmación."

--"Tu mejor que nadie sabes que Mateo es hijo de tu hermana, porque tuviste una hermana." le recordó él acercándose a ella, lento pero decidido. "Y no voy a seguir hablando del tema, así como tampoco vamos a seguir hablando de mi decisión acerca de tu sobrino. Mateo va a ir a la escuela y ni tu ni nadie lo va a impedir." le aseguró él tomando una mano de la Reina para darle un beso leve.

El Rey salió del cuarto. La Reina caminó hasta el enorme espejo que adornaba su habitación.

--"Eso lo vamos a ver, mi querido esposo." murmuró ella jurando vengarse de su sobrino.

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Antes de partir a su siguiente viaje, El Rey se aseguró de que le compraran ropa nueva a Mateo, de que dejara de ser parte del servicio domestico y de que fuera inscrito en un colegio privado.

--"Voy a estar fuera unos días." le dijo El Rey a Mateo mientras lo cargaba en sus brazos al salir de bañarse. "Pero quiero que si mi esposa te hace algo se lo digas a mi Nana inmediatamente, ella te va a defender."

--"Yo me voy a portar bien, se lo prometo." le aseguró Mateo y lo abrazó fuertemente.

--"Yo sé que tu te vas a portar bien, pero la que no creo que se porté bien es ella." exclamó El Rey mientras colocaba a Mateo sobre la cama. "Tengo mucha hambre de tu culo, Bebé." le susurró.

Ambos recién habían acabado de bañarse y sus cuerpos estaban limpios y frescos, pero por dentro los quemaba el fuego del deseo y la pasión. Mateo echó sus piernas al aire ofreciendole su hoyito.

--"Comame todo, Papito..." le pidió mientras se acariciaba la verga con una mano y con la otra su hoyito. "No quiero que mi Papito se vaya con hambre a su viaje."

Y El Rey comió de aquel hermoso culo hasta saciar su hambre, las nalgas y el culito de Mateo estaban rojizos por la barba de El Rey que raspaba como lija, era una sensación que llenaba de fuego cada parte del cuerpo de Mateo. Y ambos se consumieron en aquel intenso fuego. Y cogieron y cogieron hasta llegar al cielo, olvidándose del mundo, olvidándose de todos. Y no se dieron cuenta de que la puerta del cuarto se había abierto y cerrado.

--"Tienes la funda perfecta para mi espada de carne, Bebé..." exclamó El Rey mientras le chorreaba el culo a Mateo con su caliente y abundante leche.

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--"Tienes la funda perfecta para mi espada de carne, Bebé."

Aquella frase retumbaba en la cabeza de La Reina mientras trataba de contener su furia, su rabia. El Rey y Mateo no se habían dado cuenta de que los habían descubierto. La Reina Lizabeth había visto a su marido con la verga enterrada en el culo de su sobrino.
Hacia tanto que su marido no la tocaba, que ni siquiera la acariciaba. Ahora entendía porque. Pero ella no iba a llorar. Por supuesto que Ella no iba a llorar.
Su Marido había encontrado en su sobrino el objeto para cometer el pecado que tantas veces le había pedido a ella que cometieran y al cual ella siempre se había negado.
 Sin embargo su Sobrino No.
Su sobrino tenia un culo que parecía volver loco a su esposo.

--"Tienes la funda perfecta para mi espada de carne, Bebé."

Ella no iba a poder olvidar esa frase jamas.
Ella tenia que terminar con éste problema... y para siempre.

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El Rey se fue a su viaje y las cosas siguieron como EL lo había ordenado. Mateo emocionado con su nueva vida se entregó por completo a la escuela, pero en las tardes, cuando terminaba sus tareas, le gustaba ir a ayudar a la cocina y pasar tiempo con la Nana. De ella aprendió muchas recetas, sobretodo las favoritas de El Rey.  Un detalle que no pasó desapercibido para la Reina que los sorprendió preparando el platillo favorito de su esposo.

--"Veo que te gusta seguir en la cocina." exclamó ella con rabia contenida.

Mateo no supo que contestar porque aunque su Tia no se lo dijera verbalmente, el podía ver en sus ojos el odio y el desprecio que le tenia.

--"Mateo es muy inteligente y después de hacer sus tareas viene a ayudarme para no aburrirse." exclamó La Nana tratando de aminorar la tensión que había entre Mateo y La Reina.

--"Voy a ir a hacer unas compras, me gustaría que me acompañaras, Mateo." le dijo la Reina dejando a Mateo sin habla.

--"Yo...?" alcanzó a decir el joven cuando finalmente pudo hablar.

--"Si. Te espero en la sala en una hora."

Algo no estaba bien, pero Mateo no tuvo mas que obedecer las ordenes de su Tia.
Y como bien lo sospechaba Mateo, todo estaba mal.
En lugar de ir de compras, la Reina y dos de sus ayudantes lo llevaron a un lugar lejos de la ciudad.

--"A dónde vamos... tia...?"

--"A un lugar que te va a gustar mucho." contestó la Reina sonriendo perversamente y feliz de no tener que fingir mas.

El carruaje se detuvo enfrente de una casa abandonada, el chofer abrió la puerta para que la Reina y Mateo bajaran.

--"No entiendo. Que hacemos aquí?" quiso saber Mateo.

--"Vas a entender mucho mas de lo que imaginas... querido SOBRINO  .

La Reina arrastró cada silaba de la palabra sobrino. Y haciendo una señal con su cabeza a uno de sus guardaespaldas, Mateo recibió un golpe en la cabeza, nublando su vista.

Pasaron varias horas antes de que Mateo despertara, cuando lo hizo estaba desnudo y atado a una cama vieja y sucia. Su vista era borrosa, pero pudo ver el rostro inconfundible de su Tia.

--"Qué es esto, Tia?"

La Reina le dio una fuerte bofetada antes de contestar.

--"No soy tu Tia. yo no tengo un Sobrino ramero y culo regalado como TU."

La verdad quedó descubierta ante Mateo, quien no pudo evitar estremecerse al pensar en lo que su Tia le tenia preparado.

--"Jamas debiste ceder a las "debilidades" de mi marido..."

--"Yo... "

--"Tu eres un bastardo, un vagabundo. Así naciste y así te vas a morir." le gritó La Reina sin fingir nada, ahora estaban solos y lejos del Castillo, ahora ella podía desatar su furia y nadie iba a poder salvar a Mateo.

--"Que me va a hacer...?" preguntó Mateo asustado, lleno de pavor.

--"Miras ésta espada?" le dijo la Reina sacando una espada grande y brillante debajo de la cama. "Tienes la funda perfecta para mi espada de carne, Bebé!!"

Mateo tratø de moverse, de escapar pero estaba atado de pies y manos y solo logró lastimarse.

--"No me haga daño... no volveré al Castillo, desapareceré de sus vidas para siempre."

--"Claro que vas a desparecer y yo me voy a encargar de eso." y sin titubeos de ningún tipo, le encajo la espada en el estomago a su sobrino, haciendo que Mateo gritara de dolor y miedo. "Hasta nunca, SOBRINO."

Mateo gritaba y gritaba ante el dolor y su agonía se hizo mas grande al ver que La Reina no le sacaba aquella espada mortal y se preparaba para marcharse.
Sus gritos no sirvieron de nada. Sus gritos nadie los escuchó.
Mateo inició un camino lento y doloroso hacia su final...

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VARIOS DIAS DESPUES...

Cuando El Rey regresó de su viaje, lo primero que hizo fue ir a buscar a Mateo, no a su esposa, a Mateo, quería darle personalmente el regalo que le había traído.
Mateo no estaba. El cuarto de Mateo estaba vacío.
Seguramente Mateo estaba ahora en otra área del Castillo pensó El Rey, si eso debía ser.
Fue a buscar a su Nana y ésta le dio la triste noticia. Mateo se había ido del Castillo, dejando una carta de despedida.
El Rey no podia creer lo que estaba leyendo. Sus ojos se llenaron de coraje y frustración.

--"Mateo no pudo haber escrito ésta carta..." exclamó El Rey.

--"Yo pienso lo mismo." le dijo la Nana mientras le servia una tasa del té que tanto le gustaba. "Mateo fue obligado a marcharse de aquí."

No fue nada difícil para El Rey saber QUIEN había obligado a Mateo a desaparecer.

--"Lizabeth..." contestó El Rey poniéndose de pie.

--"No la enfrentes, hijo." le dijo la Nana. "Ella sabe muchas cosas de ti que no conviene que nadie mas las descubra."

El Rey cerró sus manos en un puño para de cierta manera contener su rabia y aminorar su impotencia.

--"Tengo que encontrar a Mateo y nadie me va a detener, ni siquiera la posibilidad de que mi esposa revele "mis debilidades" como ella le llama a mis dos gustos."

El Rey sabia muy bien Quien le iba a dar las respuestas a cada una de sus preguntas. No fue fácil sacarle la verdad al Chofer y a los guardaespaldas de su esposa, pero lo logró.
Y las respuestas que obtuvo lo dejaron atónito, su esposa era capaz de todo, jamas le había cruzado por la cabeza que podía llegar a matar.
Mateo estaba muerto. El Rey se desmoronó ante aquella revelación. Mateo estaba muerto por su culpa, él era el culpable por no haberse detenido y controlar sus deseos sucios y lujuriosos por aquel apuesto joven que se le había entregado sin ninguna condición y sin ningún limite. Mateo había sido asesinado y su esposa era la asesina. Pero él no la iba a dejar sin castigo. Ella iba a tener que enfrentar las consecuencias de sus actos. Así como él estaba dispuesto a enfrentar los suyos por haberse dejado llevar por sus deseos prohibidos e indecibles, por no haber sabido luchar contra ellos.

El Rey fue a enfrentar a su esposa.

--"Asesinaste a un miembro de tu propia sangre. Eres una asesina, Lizabeth?" le gritó mientras la levantaba con furia del sillón. "Y vas a pagar por tu asesinato."

--"De que estas hablando?" contestó ella haciéndose la que no sabia de que le estaban hablando.

--"Lo sé todo. Mataste a Mateo porque nos descubriste. Tus guardaespaldas me lo confesaron todo."

La Reina al saberse descubierta dejo salir su verdadera personalidad.

--"Y qué vas a hacer? Meterme a la carcel... Yo me voy a la carcel y tu te vas a la hoguera por pecador y sodomita." lo amenazó ella. "Por mi puedes seguir haciendo tus cochinadas, pero hazlas lejos de mi... revuélcate con quien quieras, pero nunca vuelvas a traerlo a MI Castillo."

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El Rey estaba en medio de una encrucijada, el dolor y la culpa lo estaban aniquilando por dentro. Así inició uno de los episodios mas dolorosos de su vida.
Conforme fueron pasando los dias, las semanas y los meses, fue perdiendo peso y se fue haciendo viejo.
Nunca mas volvió a ser visto en compañía de la Reina. Jamas volvieron a acudir a un evento juntos y a solas no cruzaban una sola palabra.
La vida de El Rey era un infierno, Hasta que un día, el Chofer de la Reina le pidió que lo acompañara a un lugar en el lejano bosque.
Ahi El Rey volvió a ver la luz del día. Mateo estaba vivo, El Chofer de la Reina había regresado a aquella casa abandonada a salvarlo y lo había mantenido escondido por miedo a que la Reina se diera cuenta que estas vivo lo quisiera rematar.

--"Mateo, estas vivo Mateo." exclamó El Rey mientras lo abrazaba con fuerza y alegría.

Mateo no contestó, solo correspondió al abrazo y se refugió en el pecho fuerte y musculoso de El Rey.

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Cuenta la leyenda que La Reina nunca descubrió que su sobrino sobrevivió. El Rey decidió no decirle nada a nadie y se llevó a Mateo a vivir muy lejos.
Los Años pasaron y El Rey y Mateo siguieron mas unidos que nunca. Mateo casi muere por sucumbir a su atracción por El Rey, pero él lo volvería a hacer porque jamas nadie le dio lo que le ha dado El Rey, no solamente a nivel económico, pero sentimental y pasional.

--"Quiero meter mi espada en tu funda, Bebé." le dijo El Rey mordiéndole el cuello a Mateo por atrás.

--"Mi funda esta siempre lista para Usted, Papito." le dijo Mateo dando la vuelta para besar a su Rey, quien correspondió con intensidad a aquel beso.

--"Eres lo mejor que me ha pasado." exclamó El Rey.

Mateo caminó lentamente hacia el pasto y se acostó moviéndose provocadoramente.

--"Aquí esta su funda, Papito..." le dijo abriendose de piernas y metiéndose dos dedos a la boca. "Ven y entierramela toda." y se metió sus dos dedos lubricados a su culo.

Verlo así enloquecía a El Rey. Era sucio, era obsceno pero también era caliente, infinitamente caliente y morboso.
El Rey ya no podía aguantar mas y se le fue encima, a devorarle su agujero, no podía hablar por el deseo y el placer que le daba ser el dueño de aquel hermoso joven que se le entregaba siempre como si fuera la primera vez. No se necesitaban las palabras, porque Mateo sabia perfectamente que era igualmente correspondido. Las lamidas y chupadas de culo que le daba El Rey cada vez eran mas profundas y mas prolongadas, a ese Semental le gustaba comer y mamar culo a todas horas y todas las veces que se podía.

--"Mmmm..." era el unico sonido que El Rey podía emitir mientras se comía aquel sabroso culo que se le restregaba contra su boca y su lengua.

--"Asiiii... asi me gusta sentir su boca y su barba abriendo espacio en mi raja, Papito mío." susurró Mateo completamente dominado por el placer que le estaban dando por su hoyito. "Meta su funda... quiero que me llene mi agujero con su espada de carne..."

El Rey le chupø el culo por unos minutos más que fueron como ir y venir al cielo. Que rico sabor tenia. Y verlo como se retorcía sobre el pasto era una recompensa sagrada.

--"Quiero su verga en mi culo... quiero que me haga suyo, Papito... solamente suyo."

Le dio un ultimo lengüetazo a aquel agujero que sabia mejor que su fruta favorita antes de levantarse. Observó como Mateo se quedaba embelesado viéndole la verga dura, grande y lista.

--"Se la voy a chupar, a lubricar con mi boca antes de que me la ensarte toda..."  El Rey No lo dejo que acabara de hablar, porque se le fui encima y le metió la verga por la boca.

--"Así Bebé, chupala toda. Disfrutala toda  porque es tuya…"

EL Rey vio como se le iba toda, como se la tragaba como perrito hambriento buscando saciar sus ganas de comer. Mateo se la estaba comiendo toda. Con cada mamada que le daba hacia que se le pusiera mas dura, EL Rey se apretó los pezones, cerrø sus ojos y se entreguø al placer que le estaba regalando aquella lengua y aquella boca.

--"Aahhh.....MMmmmmMmMm....."

--"Chupamela toda, Bebé. Mamecela toda a su Papi. No pares nunca..... Lubricamela bien que te voy a cojer hasta reventarte el culo......" Y como si ese fuera el gas que necesitara para terminar de incendiar su hoguera. Mateo empezó a mover su lengua alrededor de la verga endurecida. El Rey No tenia que ir al cielo para conocer el paraíso. Esto era el paraíso, aqui en la tierra y con su Bebé.

Esta era sin duda, una de las mejores mamadas de verga que alguien le había  regalado jamas, pero que se la estuviera dando Mateo, la hacia la mejor mamada de verga de toda su vida. 

--"Sientece en mi cara, Papito. Quiero saborear su agujero de Macho. Darle con mi lengua todo lo que se merece..."

El Rey medianamente obedeció,  le puso su trasero en la cara y con una destreza de campeon, Mateo le empezo a lamer el culo. 

El Rey se empezó a mecer sobre su boca, restregando su culo en su cara, para que supiera quien era su macho, para que probara el néctar de aquel culo y jamas olvidara el sabor  De su Papito.

--"Sabor de macho, sabor de cielo rico y canchondo, Papito" exclamó Mateo dandole unas nalgadas y El Rey se empezó a mover mas duro, sintiendo como la boca y la lengua de Mateo se apoderaban de su culo con maestria y destreza asombrosa.--"Que rico sabor de culo, no me cansaria jamas de lamerlo, de chuparlooo..."

--"Sigue así, Bebé... Chupamelo un poquito mas, por Ahorita me voy a adueñar del tuyo y te voy a demostrar  una vez mas como se coge un Macho como yo a un Putito como tu..."

El Rey le dio una ultima restregada a su trasero sobre la cara  de Mateo y le volvió a meter la verga en lu boca para que se la lubricara antes de ensartarcela por su hermoso culo. 

Después de unos segundos, El Rey le saco la verga y se movió encima de su cuerpo, sintiendo como Mateo se estremecía bajo el suyo y apoderandose de su boca lo besø con pasión y furia desmedida. Beso de Machos consumiendose bajo las llamas de la calentura que solo se podia apagar con su verga en el culo de su Bebé. Con su lengua le abrió la boca explorando cada rincón que se entregaba sin barreras ni obstáculos. El Rey sintió como Mateo lo abrazaba con sus manos y sus piernas sobre su espalda y cintura, acomodando su cuerpo para que su verga le entrara sin problema, dandole acceso libre.

Mateo se escupió su mano derecha y se la pasa por su culo, lubricandolo para recibir el regalo prometido. 

--"Estoy listo, Papito. Ya no puedo esperar mas... Haga con mi culo lo que quiera...entierreme su espada."

Y poco a poco,  El Rey fue disfrutando como su verga se iba hundiendo, apoderando y adueñando del culo de Mateo, Ambos se agarraron de las manos entrelazando sus dedos; entregados al placer que El Rey sentia de ir taladrando el culo con su verga y el placer que Mateol sentia con cada centimetro que de aquella enorme verga que le iba reventando su agujero. Entrelazados por el placer carnal que no reconocía ni entendia si estaba mal o bien, solo importaba cabalgar juntos a la cima del placer infinito, intenso.... Se volvieron a besar con fiereza de bestias dominadas por la calentura de cuerpo contra cuerpo, de carne encendida por lo prohibido, donde la unica regla era saciar las ganas, la calentura y nada mas. Nadie importaba, solo ellos dos Ellos dos y nadie mas.

--"Que rico se siente Papito!!!"

--"Te gusta mucho la verga de Papi, Bebé?

El Rey  le mordió una oreja y  con eso  Mateo le abrió todo su agujero y su verga no perdio tiempo en irse completamente hasta el fondo. Mateo aulló  de dolor y de placer.

--"Así, así,... Demela todaaaa"

Y toda se la dieron, se la clavaron con mas intensidad mientras se devoraban  boca contra boca.

--"Putita Rica de Papi. Solo mia, mia"

--"No me la saques nunca, Papito.... Soy tu Putaaaa."

--"Asi, Cabron; aprietamela y suelta, aprieta y suelta...que rica puta que eres...."

--"Quiero sacarte toda la leche, papito. Todaaa, deslecharte y que cada rincón de mi culo quede marcado para siempreee..."

Y como sus deseos de Mateo eran ordenes para El Rey, éste no dudó ni un instante en empezar a pistonear mas fuerte, mas duro para que su verga, su herramienta le dieran lo que Mateo pedía. El Rey sintió como Mateo  le arañaba la espalda con su manos, muestra única e infalible de que  estaba totalmente sometido y rendido ante él y al placer que su verga le estaba dando. 

Con la verga bien adentro El Rey se dio una media vuelta para seguir cogiendocelo de manera opuesta, Intensificando aun mas sus ensartadas de verga sobre su culo, juntos se acercaron al umbral del placer infinito. El Rey se la seguia clavando sin misericordia, destrozando cada fibra de su culo delicioso, de esa gloria que estaban disfrutando, gozando dos machos calientes que se entregan a la lujuria y al placer, sin criticas, sin remordimientos, sin reglas...solo ellos dos.

--"Cositaaa Rica de Papiiii..." susurró El rey dandole una ultima y feroz embestida que Mateo aguantó como los machos y apretándole la verga con su culo, El Rey se empezó a chorrear dentro del aquel agujero del paraíso soñado, de aquel agujero  era suyo...solo suyo.

--"Suyo, Papito...todo suyooooo..." 




Segundos después El Rey le saco  lentamente la verga y se dio la media vuelta para quedar otra vez frente a frente, le temblaban las piernas de la apenas recién terminada jornada de sexo bestial, 

--"Levanta las piernas y enseñame tu culo..."

Y cumpliendo su orden, Mateo se agarrø las piernas y se abrió mostrando su rico culo. Estaba rojo cielo, rosa cielo... un culito simbolo de una rica culiada, de verga recién sacada. Era flor en primavera...ricura total.

--"Eres hermoso, Cabrón. Y Papito te quiere mucho... Te me metiste bien adentro del corazón, Bebé" le dijo El Rey , quien lo mirø con ojos oscurecidos por la pasion y la entrega total. Que chulo estaba su Mateo. Macho con el culo abierto, recién cogido y feliz, muy feliz.
Lo tomó de la cintura, se puso de rodillas y acercó la  cara a su culo para olerlo.

--"Hueles sabroso, Bebé Cabrón  ... olor de culo recién cogido por un macho de verdad..." y sin poder aguantar mas El rey se lo empezó  a lamer con los labios y luego con la lengua.

--"Oooohhhh.... MMMMMMmmmmm...." Era el unico sonido que Mateo podía hacer.

Y no pasaron muchos segundos, cuando El Rey empezó  a saborear  su propia leche del culo de Mateo. Estaba probando su propio jugo de macho mezclado con la esencia  de el culo de Mateo y esto tenia que ser el paraíso prometido del que tanto hablan que existe en un cielo muy lejano.


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Aqui termina el cuento de El Rey y El Vagabundo que vivieron muy felices lejos de la malvada Reina que nunca descubrió que su malévolo plan de deshacerse de su sobrino no había funcionado. 

Mateo a veces le da vergüenza saber lo puntito que se pone cuando se entrega a su Rey y se deja hacer de todo...pero no lo puede evitar!


--"Aquí esta tu regalo de navidad, tu caramelo favorito, Bebé... y tiene chocolate blanco adentro...." le dijo El Rey mientras se dejaba bajar el pantalón.

--"Me lo voy a comer todo, Papito Mío!!" contestó Mateo dispuesto a comerse todo aquel rico caramelo.

El Rey y El Vagabundo les desean 
Una Muy FELIZ NAVIDAD!!

FIN

Saturday, October 10, 2015

Mi Tio, Sus Amigos y Yo (SEGUNDA y ULTIMA PARTE)


Por unos segundos no supe qué hacer o decir y lo vi salir a recibir a sus amigos completamente desnudo, como si fuera lo mas normal del mundo. Pero yo no me sentía a gusto y me puse mis calzoncillos azules.
Me volví a asomar por la ventana y vi que después de saludarlos, sus 3 amigos se empezaron a quitar la ropa. Era obvio que ya habían hecho esto antes. Eran 3 Machotes grandes y fornidos. Eran muy guapos pero para mi el mas guapo era Mi Tio Rolando.

El Chofer traía un sombrero color café oscuro y se puso a orinar enfrente de todos como si nada. Por eso eran amigos de mi Tio porque eran igual de irreverentes y las reglas de la sociedad se las pasaban por el arco del triunfo.
Me llamó la atención su cuerpo definido y su verga grande. Era un Ejemplar Masculino Delicioso. A éste Macho lo llamaremos "El Vaquero". #SementalCompleto

El que venia sentado en el medio de los tres, tampoco se quedaba  atrás, era un Macho bien buenon también. Un poco mayor que los otros 3, con canas bastante pronunciadas pero igual de atractivo. Para su edad se conservaba muy bien. Y aunque no se había terminado de desnudar, se le miraba un muy buen paquete. A él lo llamaremos "El Canoso". #MachoSabroso
Y el tercero era el mas joven de los 3. Era el mas alto y era igual de velludo o mas que mi Tío Rolando. Me llamó la atención su imponente barba. No pude evitar imaginarme como se sentiría esa barba raspando la piel y el area del culo. A éste lo llamaremos "El Barbon" #PapacitoBuenon
Cuando estuvieron totalmente desnudos, Mi Tio los invitó a que entraran a la Casa Rodante, en un impulso incomprensible de mi parte, me fui a esconder a la mini recamara y cerré la puerta para que no me vieran. Y desde ahi podia escuchar perfectamente la conversación entre ellos.

--"Y tu crees que el culito rico que invitaste para compartirlo entre nosotros cuatro va a saber como llegar hasta éste escondite?" preguntó uno de los recién llegados.

--"Esta bien complicado el camino para llegar hasta aquí." señalø otro de ellos, por la voz parecía ser el mas joven, El Barbón.

Escuché que destapaban unas cervezas mientras el ruido de unos pasos anunciaban que alguien se acercaba a la recamara. Al abrirse la puerta vi entrar a mi Tío y detrás de EL sus 3 amigos, quienes me recorrieron con la mirada de arriba a abajo con una expresión de sorpresa en sus rostros.

--"No se preocupen, Cabrones… el culito que les prometí para chingarnoslo entre nosotros 4 ya está aqui… y es un culito bien hambriento…" exclamó mi Tio con una mueca de perversión dibujada en toda su cara y luego le dio un trago a su cerveza.

Yo entendí perfectamente su mensaje. YO era ese culito que les había prometido a sus amigos. Tuve miedo pero el morbo y la lujuria fueron mas fuertes que cualquier otra cosa. 
Me subi a la cama, me coloqué a una orilla del colchón y me bajé mis calzoncillos azules… una invitación abierta… una invitación para que hicieran conmigo lo que ellos quisieran… 

--"Que les parece el culito que me conseguí? Nos lo chingamos entre los cuatro o Qué?" les preguntó mi Tio a sus 3 amigos.

Los 3 Amigos se miraron uno al otro aun sin saber qué hacer o decir. Mi Tío Rolando se acercó a mi y empezó a acariciarme ambas nalgas, la piel se me erizó al contacto de su mano fuerte y rasposa.

--"Vamos a experimentar algo nuevo, Cabrones… lo bueno de éste culito es que ademas de estar bien sabroso y apretadito, te lo puedes coger con fuerza y sin tener que parar a la mitad para darle tiempo a que se recupere como pasa cuando te coges a una vieja por atrás… si acaso logras convencerla de que se deje coger por atrás…" exclamó Mi Tío Rolando apretando una de mis nalgas y haciendo que yo gimiera de placer.

El Vaquero fue el primero en hablar:

--"Yo no le entro a eso, nunca me han dado ganas de cogerme a otro hombre, pero si Ustedes quieren hacerlo, yo lo respeto." le dio un trago a su cerveza y salió del pequeño cuarto. 

Mi Tio me apretø la otra nalga y luego me pasó su mano por mi raja de Macho en un recorrido suave pero preciso, ofreciéndoles mi trasero a sus otros 2 amigos. A El Canoso y a El Barbon.

--"Y Ustedes cabrones, le entran o tambien se van a rajar?" les preguntø mientras seguia acariciando mi raja de Macho con su mano izquierda en moviemientos de subida y bajada; haciendo que yo me retorciera de placer.

A través del espejo vi que El Canoso le dio un trago a su cerveza y que su verga se estaba comenzando a poner dura.

--"Yo si… esto quedará entre nosotros y siempre he tenido curiosidad de experimentar con otro hombre, dicen que maman verga como nadie…" exclamó con voz baja, en su tono de voz se denotaba su inseguridad pero a la misma vez las ganas de probar.

--"Este Cabrón sabe chupar verga como profesional… ven y compruebalo." le dijo Mi Tío haciendole una señal para que se subiera a la cama enfrente de mi. "Y tu le vas a entrar o no?" le preguntó a su otro amigo.

--"A huevo, yo le entro a todo y ese trasero se ve y se mueve delicioso." le contestó El Barbon y se acercó a mi quedando en el lado opuesto de Mi Tio Rolando, su verga estaba semi dura y con ella me empezó a dar leves golpecitos sobre mi nalga derecha mientras Mi Tio hacia lo mismo con mi nalga izquierda.

--"Chupale la verga a El Canoso, mira como se le va poniendo bien dura…CHUPACELA!!" me pidió Mi Tio y obedeciendo su orden al instante me le fui encima al trozo de carne que El Canoso me acercó para que se la chupara sin ningún problema. 

--"Aaahhh…" El Canoso se estremeció al sentir la punta de mi lengua tibia rozar la cabeza de su verga, lentamente fui recorriendo su tronco que para ése momento ya estaba completamente duro y poco a poco me lo fui devorando. "Ooooohh…" sus gemidos eran una clara muestra de que le gustaba lo que le estaba haciendo.

Mi Tio y El Barbon seguían jugando con mis nalgas y sus vergas tambien estaban duras. Tres vergas para mi solo, hubieran sido 4 vergas pero El Vaquero habia resultado un pinche cobarde, y lastima, porque tenia una verga hermosa y hubiera sido espectacular que me cogieran entre los 4.

--"De donde sacaste éste rico putito?" preguntó El Barbon.

Yo subi de intensidad los lengüetazos sobre la verga de El Canoso esperando qué respuesta le iba a dar Mi Tio a su amigo.

--"Es mi Sobrino…" contestó EL como si nada, de lo mas normal. "Esto queda entre nosotros, Cabrones" les advirtió Mi Tío a sus 2 Amigos.

--"A huevo." contestaron ellos casi al mismo tiempo aun sorprendidos por la respuesta que les había dado Mi Tío Rolando.
Una respuesta que de alguna manera los había excitado mas, porque El Canoso empezó a mover su verga adentro de mi boca, abriendose camino hasta llegar a mi garganta.

--"COMETELA TODA, Cabrón..." me ordenó 

Mi Tio Rolando me dio una nalgada en señal de que hiciera lo que El Canoso me pedia y toda me la comi, senti un leve dolor cuando su trozo de carne atravesó mi garganta. Así estuve por varios segundos con su verga hasta el fondo de mi boca, haciendo que él casi gritara de placer.

--"Aaaahhh… si así… que rico no pares…."

Y solo paré por unos breves segundos para contestar la pregunta que me hizo El Barbon:

--"Quieres que te chupe el culito?" me preguntó dandome unas nalgadas

--"Si quiero que me chupes mi culo, quiero sentir tu barba raspando mi trasero." contesté yo casi en un susurro y volvi a tragarme la verga de El Canoso haciendo que éste volviera a gemir de deseo y placer.

--"Le puedo mamar el culo a tu Sobrino?" exclamó El Barbon pidiendole permiso a mi Tio.

Antes de contestar, Mi Tio se escupió su mano derecha para lubricarla bien y empezar a jalarse la verga.

--"Te doy permiso, pero no te lo vayas a acabar, deja algo para nosotros también, Cabrón."

Yo moria por sentir la barba y la lengua de El Barbon sobre mi trasero, sobre mi raja de mi macho, sobre mi culo que necesitaba atención rapida y efectiva.
Y cuando sentí aquel anhelado roce de su barba sobre mis nalgas me retorci como animal en celo. El Barbon se estaba devorando mi culo con lengüetazos intensos y cada vez que sus labios y su lengua me chupaban mi agujero yo sentia que iba a perder la razón, que sabroso sentia. Me abandoné a las sensaciones que aquel tremendo Macho me estaba regalando y segui chupando la verga de El Canoso con una urgencia que no parecia tener fin, que verga tan sabrosa y tan grande tenia el cabrón.

--"Que rico chupas verga… Ooohh siii… sigue así no pares…." susurraba El Canoso mientras yo lo masturbaba con mi lengua, mi boca y mi garganta, haciendo que las piernas le temblaran de lujuria y placer.

--"Quieren probar esta rica raja de macho?" les preguntó El Barbon después de varios minutos de darse banquete con mi agujero que se le dilataba sin pudor ni recato. Yo movi mi trasero hacia arriba, ofreciendo mi trasero.

--"Quieres que te lo coma un poquito mas, Sobrino?" preguntó Mi Tio Rolando con la voz entrecortada por el deseo

--"Si Tio, comamelo un poquito mas, quiero sentir su lengua tibia en mi agujero. Chupemelo todo Tio." le contesté yo en casi un suspiro.

El Barbon se subió a la cama y se acomodó a un lado de El Canoso y me puso su verga enfrente de mi cara.

--"Mientras tu Tío te mama el culito sabroso que tienes, chupanos la verga a nosotros." exclamó El Barbon, su verga escurría pre semen.
Yo abri la boca para no desperdiciar aquel jugo claro y salado. El Barbon hizo un sonido animal cuando me vio tragarme su pre semen. Yo abrí mas mi boca y saqué mi lengua para recorrer su trozo de carne duro y caliente. Pero no podía  desatender a El Canoso así que con mi mano derecha le empecé a jalar su verga que estaba bien dura y aun húmeda y lubricada de mi saliva. Los 2 hombres hacían ruidos salvajes y guturales y esos sonidos se sumaron los míos cuando sentí la lengua de Mi Tío Rolando sobre mi raja de Macho y su barba rasparme el culo y mis nalgas. Aullé como los perros en brama cuando Mi Tio me empezó a comer mi agujero con hambre, con ganas, con morbo ilimitado.

--"Pinche culo sabroso y rico que tienes, Cabrón…" exclamó EL entre lengüetazos y leves mordiscos.

--"No pare, Tio… siga comiendomelo, quiero su boca devorando mi culo…" le supliqué yo y seguí mamando la verga de sus 2 amigos. La respuesta de Mi Tío Rolando fue varias nalgadas antes de agacharse otra vez y empezar a comerme el culo, me retorcí una y varias veces ante el placer de su boca en mi raja de Macho, yo podía sentir mi agujero abrirse y cerrarse con cada invasión de su lengua experta y con cada mordisco que me daba entre lengüetazo y lengüetazo.

--"Quieres mi verga, Cabrón?… Quieres que te la meta?" me preguntó Mi Tio mientras me la acercaba y me la frotaba en mi trasero.

--"Si la quiero toda y adentro, bien adentro de mi… rompame el culo, Tio." le pedi yo preparandome para sentir su verga grande y gruesa penetrar mi cueva de macho.

--"No te lo vayas a acabar tu solo, Cabrón… deja algo para nosotros también..." le advirtió El Canoso.

--"Claro que si, entre los tres le vamos a romper el culo y mañana no va a poder caminar…." contestó mi Tio y me empezó a penetrar.

--"Que rico se siente…. que rico esta tu agujero…" casi gritó Mi Tío y en un movimiento experto y preciso me la dejó caer toda y hasta el fondo. "Este es un culo de verdad y no chingaderas….aaahhh que ricooo…"

--"Le gusta, Tio? le pregunté yo mientras su verga se iba abriendo camino en mi agujero y el fuerte dolor iba dando paso al placer inevitable que da una verga cuando se apodera de un culo.

--"Esta delicioso y apretadito, Sobrino…"

--"Todito suyo Tio… y ésta noche también de sus Amigos" le contesté yo y volví a resumir mi actividad oral sobre las vergas de El Canoso y El Barbon, era una verdadera lastima que El Vaquero no le hubiera entrado a ésta experiencia de sexo gay porque de verdad me hubiera gustado mamarle la tremenda verga que tenia, pero él se lo perdia.
El Canoso y El Barbon estaban bien buenotes tambien. Pero vuelvo y repito, el mas buenote, el Macho mas hermoso y caliente para mi, era Mi Tio Rolando.

--"Deme toda su verga,  demela todaaa, Tiooooo…" grité yo socumbiendo a mis deseos mas profundos y mas sucios.

--"Y mi lechita donde la quieres, Sobrino?"

--"Adentro… toda adentro de mi agujero, vaciate adentro de mi, Tio….."

--"Te voy a preñar este rico culo que tienes, Cabrón; te lo voy a preñar con mi leche."

Y Mi Tio Rolando subió de intensidad sus embestidas de verga sobre mi culo hambriento. Yo se que estaba cerca, muy cerca de chorrearse adentro de mi y yo apreté los músculos de mi culo para hacer que se viniera, que explotara adentro de mi.

--"Que rico aprietas el culo, Cabrón…" exclamó Mi Tio en voz bajita y después de unos segundos de metermela y sacarmela finalmente explotó adentro de mi mientras yo seguia chupando las vergas de sus amigos.

--"Ahora me toca a mi probar ese culito con mi verga." dijo El Canoso dandome unos leves golpes en la boca y en la cara con su verga dura y bien lubricada por mi saliva.

--"Esta es la unica vez que voy a compartir a mi sobrino con ustedes, Cabrones. Se los advierto por primera y ultima vez…" les avisó Mi Tio mientras me iba sacando su trozo de carne, quise protestar, quise pedirle que no me la sacara, que me hacia falta mas; pero en cuestión de segundos senti la cabeza de la verga de El Canoso entrar en mi agujero.

--"Nomas la cabeza primero… nomas la cabecita…" le pedí yo, pero ya no pude seguir hablando porque El Barbón me hizo callar metiendo su verga por mi boca. Y El Canoso aprovechó para dejarmela caer toda de una sola metida.

--"Ay que rico culo, bien lubricado por la leche de mi Amigo…" exclamó El Canoso e inició
su invasion anal contra mi, el sonido de su verga perforando mi culo lleno de la leche de mi Tio era simplemente fascinante, morboso y deliciosamente sucio.
Era caliente y de gozo absoluto. 

--"Deme mas duro…. duro hasta que me llene de su leche… se lo pido por favor." grité yo olvidando de hasta quien era y solo dejando que las sensaciones y los deseos sucios y malsanos me dominaran.

El Canoso empezó a moverse mas rapido, también dominado por la lujuria y el deseo. 

--"Te gusta el culo que tiene mi Sobrino, verdad Cabrón?" le preguntó Mi Tio mientras le daba un trago a su cerveza y se sentaba a un lado de la cama a observar como uno de sus amigos me la metia por la boca y el otro por atras.

--"Tiene un culito bien apretadito y ademas se mueve bien sabroso…" contestó El Canoso mientras aumentaba de fuerza sus embestidas contra mi agujero, haciendo que yo me arqueara de dolor y placer, una mezcla tormentosa que me tenia ahogado de morbo y gozo.

--"Aprovecha que esta bien lubricado con mi leche y revientale el culo hasta que te vengas adentro, hasta que te desleches completo en ese agujero hambriento…."

El Canoso hizo exactamente lo que Mi Tío Rolando le ordenaba y mientras me devoraba la verga de El Barbon, senti que un poco de la leche de mi Tío me empezaba a escurrir por mi culo, esto era lo mas sucio y depravado a lo que yo había llegado, pero el placer que estaba sintiendo era mas fuerte que cualquier razonamiento para recuperar la cordura.

--"Tu cogetelo por la boca, revientale esa garganta con tu verga…" le ordenó Mi Tio a El Barbon y éste empezó a moverse sobre mi boca, haciendo que me atragantara con su verga que a la fuerza se habría camino en mi garganta, el dolor era inmenso pero pronto me acostumbre y como si se hubieran puesto de acuerdo, El Canoso y El Barbon empezaron a bombardear mis agujeros en movimientos paralelos y sincronizados, haciendo que mi culo y mi garganta se abrieran mas y mas para recibir aquellas vergas gruesas, grandes, duras y hermosas.

--"Mira como esta gozando mi Sobrino, es un pinche depravado peor que yo…" Exclamó Mi Tío mientras se jalaba su verga, no hacia mucho se había chorreado adentro de mi y otra vez la tenia dura y afilada. "Estas disfrutando las verga de mis Amigos, verdad Cabrón?…"

No podía hablar porque tenia la boca llena con la verga de El Barbón pero como pude asentí con la cabeza y al ver mi respuesta El Barbón se empezó a mover con mas fuerza e intensidad. Sentí sus bolas duras en mi cara, señal inequívoca de que estaba muy cerca de venirse.

--"Estoy a punto de venirme…" susurró El Canoso dandome varias nalgadas y apresurando sus clavadas contra mi culo.

--"Llenen los dos agujeros de mi Sobrino calenturiento con su leche, Cabrones…" les ordenó Mi Tio Rolando mientras se ponía de pie. "Quiero que le escurra leche por la boca y por el culo…"

Y en cuestión de segundos un torrente de leche tibia me llenó la boca y la garganta, haciendo que EL Barbón se estremeciera de pies a cabeza al vaciarse en mi y casi inmediatamente El Canoso me tomó de la cintura para mantener el balance y en dos clavadas profundas se vino en espasmos abundantes de leche y de saber que su leche se había mezclado con la de Mi Tio Rolando estuve a punto de chorrearme sin siquiera tocarme. Mi verga estaba dura y necesitaba alivio, parecia que Mi Tio Rolando me había leido el pensamiento, porque les hizo una señal a sus amigos para que me sacaran sus vergas. El Barbón fue el primero en sacarmela y aproveché para tragarme todo su jugo de Macho, jugo salado y delicioso. El Canoso tardó un poco mas en sacar su verga de mi culo, yo podia escuchar su respiración agitada, cuando finalmente lo hizo; Mi Tio Rolando me dio la vuelta y quedé de espaldas a la cama y pude ver su mirada llena de morbo y deseo.

--"Te la voy a clavar otra vez, Cabrón…" me dijo sonriendo pervertidamente. "Voy a darte mas leche…" exclamó y sin darme tiempo a reaccionar me la ensartó de un solo, mi culo estaba bien dilatado y lubricado, no tuvo problema en clavarmela toda y hasta el fondo.

El Canoso y El Barbón miraban fascinados como Mi Tio me la volvia a clavar.

--"No voy a durar mucho ésta vez…" me advirtió Mi Tio mirandome fijamente. "Tu culo se siente bien sabroso y no voy a aguantar." me dijo y tomó mi verga con su mano derecha, haciendo que yo me retorciera de placer sobre la cama humedecida de mi sudor y de leche de Macho que me escurría por mi culo.

Y cuando Mi Tío Rolando apresuró sus manotazos sobre mi verga y sus embestidas sobre mi culo, no pasaron muchos segundos en que ambos nos vinimos al mismo tiempo. Por segunda vez en un mismo rato Mi Tío me llenó de su leche, era demasiado semen adentro de mi agujero y cuando Mi Tío Rolando me la sacó me ordenó que me pusiera de pie y que subiera una pierna a la orilla de la cama.

--"Quiero ver como te chorrea ese culito rico que tienes, quiero ver como expulsas la leche de las tres vaciadas que te dimos, Cabrón…"

Y no tuve que hacer mucho esfuerzo porque mi agujero estaba repleto de aquel jugo blanco de Macho.

--"Que les pareció este rico culito que nos acabamos de chingar?" les preguntó Mi Tío a sus Amigos quienes no dejaban de mirarme, fascinados con mi agujero que chorreaba semen.

--"Un culazo y no chingaderas." contestó El Canoso pasandose la lengua por los labios.

--"Yo no se la clavé pero si se lo chupe y sabe bien pinche rico…" aseguró El Barbón apretandose la verga.

--"Ya abra tiempo para que se la metas por el culo tu también… esto apenas empieza." le aseguró mi Tio. "Pero después de éste fin de semana NINGUNO de Ustedes volverá a tenerlo. Eso que les quede bien claro Cabrones." les advirtió con un tono de voz que no dejaba lugar a dudas. No me iba a compartir con sus amigos otra vez. En el fondo de mi corazón sentí una alegría enorme, porque aunque no podía negar que había disfrutado inmensamente lo que acababa de pasar, yo solo quería ser para Mi Tío Rolando. Para EL y nadie mas.

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Pero el fin de semana apenas empezaba  y no podía dejar de pensar en El Vaquero que de cierta manera me había despreciado, tampoco podía dejar de pensar en cómo seria sentir la verga de El Barbón en mi culo.
Aquella noche mi Tío Rolando y El Canoso prepararon un rica carne asada que los 5 disfrutamos acompañada de cervezas, yo solo me tomé 3 cervezas, pero mi Tio y sus 3 amigos si le entraron duro y tupido a la bebida. Ellos se la pasaban muy bien platicando de cosas y eventos que yo no entendia porque no las había vivido con ellos, en un momento de la platica me aburrí y me regresé a la Casa Rodante desde ahi podía escuchar sus carcajadas y el eco de su charla, no cabia duda de que se llevaban muy bien.
Después de mucho rato, se hizo un silencio, ya estaba entrada la noche y me asomé por la ventana, con la ayuda de la luz de la luna vi que Mi Tío Rolando y sus Amigos estaban acostados sobre unas cobijas que habían tendido afuera en la orilla de la Casa Rodante. Estaban cansados pero tenían una sonrisa dibujada en su rostro. La luz tenue de la luna marcaba su desnudez y delineaba lo cachondo de sus cuerpos. Mi mirada se detuvo en el cuerpo velludo y musculoso de Mi Tio, tragué saliva y la verga se me alborotó. Era el mas chulo y sabroso de todos, fue inevitable que la verga se me alborotara. Tuve que combatir unas ganas inmensas de irme a meter entre ellos y mamarle la verga a los 4.
Y aunque estaban acostados en la misma área, no estaban tan cerca, había un espacio prudente entre cada uno, lo que me dejó claro que no se cogían entre ellos, solo compartían sus conquistas, y hoy habían compartido su primera experiencia de sexo gay.
Contra mi voluntad me fui acostar a la cama donde no hacia muchas horas me habían dado una de las mejores cogidas de toda mi vida. Pasó mucho tiempo para cuando finalmente pude conciliar el sueño, porque donde yo realmente quería estar, era acostado afuera con mi Tío y sus Amigos.

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A la mañana siguiente desperté ya tarde y encontré una nota de mi Tío a un lado de la cama donde me avisaba que se había ido con sus amigos a cazar y que regresarían por la tarde. Me sentí decepcionado de que no me hubieran invitado, pero ni modo, nada podía hacer, así que después de desayunar salí a dar una vuelta por los alrededores. 
El lugar era definitivamente hermoso, lleno de vegetación y vida. No sé que tan lejos estaba del lugar donde habíamos estacionado la Casa Rodante pero encontré un rio lleno de agua, por lo que sin pensarlo me meti a nadar y refrescarme. Estuve nadando por un buen rato y de pronto un ruido que provenía del otro lado me asustó, pero de pronto desapareció y no se volvió a escuchar; pero ya no me pude quedar tranquilo y decidi salirme del agua y regresar a la casa.

Al llegar a la Casa Rodante me di cuenta de que mi Tío y sus amigos aun no regresaban.
Cuando estaba a punto de abrir la puerta sentí que alguien se acercaba y no pude ver quién era porque dos manos me taparon los ojos por atrás.

--"Eres un pinche putito goloso y hambriento…"me dijo al oido el hombre que me tenia los ojos tapados, una voz que no reconocí. Su aliento apestaba a cerveza.

--"Quien es Usted?… Suelteme por favor!!!" le pedí yo asustado.

--"De verdad quieres que te suelte?" me preguntó mientras se acercaba mas a mi y pude sentir su verga dura sobre mis nalgas, un estremecimiento me sacudió de pies a cabeza.

--"Quien eres?" volví a preguntar.

--"Alguien que te va a enseñar como revientan culo los hombres de verdad…" me contestó al mismo tiempo que me quitaba sus manos de los ojos y de un movimiento brusco me dio una vuelta para quedar frente a frente.

Era El Vaquero, el amigo de mi Tio Rolando. Andaba sin camisa y solo traía puesto un pantalón corto. Su mirada estaba fija en mi. Tuve miedo.

--"Pero Usted no quiso probar conmigo cuando mi Tío lo invitó…" y no pude seguir hablando porque él me puso una mano en la boca para callarme.

--"Callate, Cabrón…" me dijo pasando su otra mano por mi espalda. "Vi como te movías cuando los otros 3 te la metieron y te preñaron el agujero con su leche…" me dijo con voz ronca y acercó su cara a la mía. "Yo te voy a reventar el culo solo y no necesito ayudantes…" susurró y mi verga se alborotó al oir sus palabras. "Vamos a ver que tan caliente eres y si de verdad sabes aguantar verga como la mia…" y me dio otra vuelta para quedar de espalda otra vez.

Me estremecí cuando con su lengua me lamió la parte de lado derecho de mi cuello, una sensación cachondamente descomunal que me hizo perder el balance, y si no hubiera sido porque él me tenia sujetado hubiera caído al suelo.

--"Yo sé que tu quieres mi verga adentro de ti, la quieres toda y bien adentro. Todos los putitos como tu son iguales…" me susurró al oído mientras me abrazaba fuerte y me restregaba a su amplio y fuerte pecho. "Niega que no es verdad, niega que no quieres mi verga…" me retó y me lamió el cuello otra vez, pero ahora del lado izquierdo.

Por varios segundos no supe que decir. 

--"Si… si quiero su verga, la quiero sentir todita adentro de mi…" le contesté retandolo de la misma manera que él lo estaba haciendo conmigo.

--"Ustedes los jóvenes creen que lo único que importa es la penetración como si el juego preliminar no contara, como si no significara nada…" me volvió a dar otra vuelta para que quedara frente a él de nuevo y en ese instante me di cuenta que era como una marioneta que él podía mover a su antojo. Nuestras miradas se encontraron y fue como sacar las chispas de dos espadas que chocan en la guerra.

--"Lo mejor del sexo es cuando te la meten… sentirla toda y hasta el fondo." exclamé yo sosteniendo su mirada.

--"Yo entiendo porque es importante esa parte para ti, porque quieres sentir el dolor de una verga invadiendo tu culito apretado para poder sentirte dominado y sometido, pero yo te estoy dominando a ti ahorita mismo haciendote esperar y haciendo que tiembles con cada contacto de mi cuerpo sobre el tuyo…" me dijo sonriendo complacido de saber que lo que me decía era cierto. "Yo te voy a enseñar que los hombres de verdad podemos hacer que los jovencitos como tú disfruten del juego preliminar con la misma intensidad que la penetración. Te voy a dar bastante verga por ese culo que tienes, pero antes voy a saborear los placeres de lentamente consumir tu cuerpo joven, suave y fresco, Cabrón!!"  me dijo bajandome el short de un solo tirón.

Yo estaba asustado y a la misma vez bien caliente y cachondo por todo lo que me acababa de decir.

--"Voy a tener más que tu culito. Tu quieres que esto solo sea acerca de sexo pero la parte de ti que realmente yo quiero esta escondida atrás de esa piel calenturienta que tienes… Voy a hacer que me beses lenta y profundamente hasta que sienta que te desvaneces y entonces mi lengua llenará tu boca pequeña mientras te lleno de caricias con mis manos fuertes y grandes…" 

--"Qué me va a hacer?" pregunté yo casi sin aliento y con mi verga bien dura y alborotada.

--"Voy a incendiar un fuego enorme adentro de tu cuerpo y llegaras a un nivel de deseo y cachondez que no has conocido nunca… voy a hacer que tu culito se abra solo para recibir mi verga, Cabrón" 

Su mirada estaba oscura, nublada, por unos segundos tuve miedo, pero era mas fuerte el morbo que me estaba dominando.

--"Haré que te consumas de necesidad y deseo por mi…" me dijo quitandose el pantalón corto que traía y vi maravillado su enorme verga saltar a mi vista cuando se estaba bajando su ropa. Se me hizo agua la boca. Era una verga grande y hermosa. Estaba dura, bien dura. "Aquí yo voy a ser tu Papi que se va a coger al nene calenturiento que le gusta andar encuerado por la casa, siempre provocandome… Voy a hacer que te sonrojes y estremezcas cuando yo traspase los limites de lo permitido al presionar mis dedos contra tu apretado y tierno culito rosa que tienes…"

Y como me lo iba diciendo, me lo iba haciendo yo sentí que mi verga iba explotar con cada palabra y con cada cosa que me decía y hacia.

--"Tu vas a tratar de controlar tus gemidos de placer cuando te invada el culito con un dedo primero… después vas a querer mas y te voy a meter dos…"

--"Aaaaahhh…. ooooh…." gemí entregandome a su dominio total y las cosas ricas que me estaba haciendo.

--"Luego serán tres dedos escarbando profundo la resistencia de tu agujero… tu empezaras a quejarte de placer al sentir que gradualmente te estoy abusando con los dedos de mi mano, me vas a ver a los ojos todo el tiempo mientras tiemblas como el pinche putito que eres… Yo sé lo que realmente eres, Cabrón…"

Y cuando de un solo me sacó los tres dedos no pude evitar protestar con un quejido que se ahogó en el silencio cuando me besø y llenó mi boca con su lengua avasalladora.

--"Y después te voy a acercar a mi pecho para que chupes mis tetillas y sacies tu hambre y el sonido de tus chupadas va a hacer que mi verga chorree pre semen… yo sujetaré tus manos y te voy a guiar hasta abajo para que te alimentes con mi trozo de carne… voy a usar tu boca y tu garganta para mi placer… dandote la probada justa de tortura y dolor que tu culito va a tener que enfrentar…"

Probar su verga era como tocar el cielo con las manos. Que rica verga tenia El Vaquero.

--"Y cuando esté listo, voy a levantarte y te voy a llevar en mis brazos a la cama… te voy a acostar con la espalda al colchón y me voy a subir arriba de ti, vas a sentir todo el peso de mi cuerpo presionando el tuyo contra la cama… Tu abriras tus piernas para mi y yo te voy a levantar un poquito, lo justo para montarte como se monta a una yegua… nuestras miradas estarán fijas, encadenadas en todo momento y cuando tu empieces a sentir mi verga abriendote y llenandote, tu me vas a dar todo lo que guardas… y te voy a coger lentamente para que sientas cada centimetro de mi adueñandose de ti… y tu vas a gritar fuerte mientras te vienes en chorros de leche tibia y abundante…. te voy a abrazar mientras te la clavo… tu estaras completamente deslechado y vas a sentir cada metida y sacada que te de… serå dolorosa e intensa, pero yo no me voy a detener hasta que no te de toda mi leche… bien adentro y profundamente en el fondo de ti… tomandome mi tiempo para disfrutarte, tomando cada rincon de tu ser… deteniendome justo antes de venirme para prolongar el momento del climax… tu te vas a resistir a mis besos porque ya te has venido y no crees en el juego posterior al sexo, pero yo te voy a forzar y te voy a someter y voy a ser un animal brutal con mi verga bien ensartada adentro de ti…"

--"Tu vas a luchar contra mi pero yo te voy a tomar completamente, facilmente…. Tu vas a inhalar mi aliento y mi sudor cubrira todo tu cuerpo… mi aroma invadirå tus sentidos… y eso serå antes de la primera gota de mi leche que llenarå todo tu agujero…"

Y cuando mi agujero quedó lleno de su leche, El Vaquero se dejó caer encima de mi con su respiración agitada y su pulso acelerado, nos quedamos en silencio por unos minutos, tratando de recuperar la calma y regresar a la normalidad.

Pero no había manera de regresar a la normalidad en este viaje, porque después de unos minutos de silencio, se escucharon ruidos, eran los pasos de gente que iba entrando a la Casa Rodante. El Vaquero me sacó su verga y se puso de pie.
Mi Tio Rolando y sus amigos El Canoso y El Barbón entraron al cuarto.

--"El culito rico ya esta listo y lubricado para ti." le dijo El Vaquero a El Barbón. "Dale tu verga y prueba ese agujero sabroso y apretadito."

El Barbón se desnudó en cuestión de segundos ante la mirada fija de todos nosotros. Mi verga se empezó a poner dura y me volví a calentar viendo aquellos 4 Sementales alrededor de la cama.
El Barbón se subió a la cama y de un solo me la clavó, mi culito estaba recién preñado de la leche de El Vaquero pero aun así me dolió la embestida rapida y certera que me dio. El dolor pasó rapido y cuando El Barbón empezó a bombardear mi culo el placer llego inundando cada parte de mi cuerpo.
Vi como Mi Tio Rolando y El Canoso se desnudaban y cuando estuvieron completamente desnudos, empezaron a jugar con sus vergas semi erectas, pronto se les pusieron bien duras.

--"Chingate ese culito, Cabrón. Eras el unico que faltaba." exclamó mi Tio acercandose mas a la cama y mostrandome su verga, su deliciosa y hermosa verga. Yo le hise una señal para que se subiera a la cama y poder mamarcela.

--"Yo también quiero que me la mames." dijo El Canoso y se subió por el otro lado de la cama para que se la chupara a él también y así lo hice, mientras El Barbón me perforaba el culo yo le chupaba las vergas a Mi Tio y a El Canoso. El Vaquero observaba todo desde la orilla de la cama mientras se jugaba con su verga. No había pasado ni media hora de que se había deslechado adentro de mi y estaba otra vez con la verga bien parada y dura.

--"Que rico te mueves Cabrón…" susurró El Barbón disfrutando de la manera como yo apretaba los músculos de mi culo para hacer mas placenteras sus metidas y sacadas. "Así… así masturbame la verga con tu culo y sacame toda la leche que traigo adentro…" 

Y nos fundimos en un movimiento de verga contra culo y cuando sentí sus bolas duras y llenas golpear contra mi trasero supe que el momento de vaciarse adentro de mi estaba muy cerca, me empecé a mover con mas fuerza sobre su verga pero sin descuidar el sexo oral que le estaba haciendo a Mi Tío Rolando y a El Canoso.
El Vaquero no pudo permanecer en la orilla como simple espectador y se acercó a mi mi tomó mi mano para que con ella le masturbara su verga dura y chorreando pre semen, de esta manera tenia a los 4 Machos mas sabrosos que yo conocía unidos en un mismo momento de lujuria, morbo y calentura total.
No pasó mucho tiempo cuando los 4 Sementales alcanzaron el clímax. El primero fue mi Tío Rolando que me llenó la boca y la garganta con su leche tibia y salada, el segundo fue El Barbón que explotó en mi culo haciendo que yo me estremeciera con su movimiento final y profundo; el tercero fue El Canoso que aprovechó que Mi Tío se había venido antes que él para perforarme la garganta sin piedad y usando la leche de Mi Tío como lubricante, en algún momento se me salieron las lagrimas de dolor y placer ante la invasion desmedidad de su verga en mi boca pero no tuve tiempo de recuperarme porque El Vaquero me la metió tan pronto como El Canoso se vació adentro de mi, él fue el cuarto en venirse y probé su jugo de Macho. Me lo tragué todo. Completamente todo. 
Mi Tio Rolando tomø mi verga dura entre sus manos y me empezó a masturbar para ayudarme a encontrar el alivio que necesitaba. El Barbón me metió dos dedos por el culo para dedearme y hacer que me viniera. Y así me vine llenando las manos de Mi Tio Rolando de mi leche abundante y caliente. EL me pasó las manos por mi boca para darme a probar mi propio jugo.
Por un momento el tiempo pareció detenerse. La pequeña recama de la casa Rodante quedó en silencio, la melodía de gemidos por gozo y placer de 5 hombres había terminado, ahora solo quedaba el olor de Macho, de sudor de Semental y el sabor y la marca de su leche en mi boca y en mi culo.

Cuatro Vergas recién ordeñadas… Cuatro vergas que yo había ordeñado y ahora quedaba para la historia. Me había comido la leche tibia y sabrosa de 4 ricos Sementales. Los 4 me habían dado el placer mas grande. Un secreto de nosotros y de nadie mas.
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Había sido un gran fin de semana sin duda alguna. Aun me dolía el trasero de la gran cogida que me habían dado Mi Tío y sus 3 amigos. 
4 vergas deliciosas y riquísimas que había disfrutado por mi boca y por el culo. La verga se me ponía dura solamente de acordarme. Los 4 Machos habían estado increíblemente formidables, ellos y yo habíamos descendido a lo mas bajo, sucio y prohibido de la sociedad, pero la sociedad no te da la felicidad, al contrario, solo te deja un vacío enorme porque nunca les das gusto, si haces algo te critican y si no lo haces también. 
Mi Tio Rolando me había enseñado a ser libre y a sentirme pleno como yo era. La vida no se nos debe ir dandole gusto a los demás, la debemos gastar en darnos gusto a nosotros mismos y a nadie mas. Siempre respetando los derechos de los demás y sin hacerle daños a terceros.
#AhuevoCabron

FIN