Friday, October 31, 2014

SERIE CALIENTE: El Esposo De Mi Tia ( Episodio # 4 )


Mientras observaba el chupetón que me acababa de hacer mi Tio Ignacio, sus palabras retumbaban en mi mente y mis oídos:

--"Eso es para que el hijo de la chingada que te la clavó esta noche, sepa que el único dueño que tienes soy Yo, tu Tío Ignacio y nadie más."

Su voz ronca era como una caricia sobre mi piel desnuda, era una advertencia de que estaba celoso?? Mi verga estaba dura de tan solo pensar en esa posibilidad. Todo esto era morbosamente excitante. A tan solo unos metros de distancia estaba la recamara de mis Tios. Mi Tia había regresado y ahora compartía la cama con SU marido. El Macho mas delicioso que yo conocía y que acababa de salir de mi cuarto dejandome una marca en mi cuello. Como si yo fuera de su propiedad. Dejando bien claro que no me iba a compartir con nadie. Marcando su territorio.
Me mordí el labio inferior recordando los sabrosos momentos en que le había chupado la verga y sacado su leche a mi Tio Ignacio. Con una mano me empecé a jalar la verga y con la otra me apreté mis tetillas, fuerte, bien fuerte…una auto-tortura deliciosa.
No había pasado mucho tiempo desde mi acostón con Carlos y mi verga estaba endurecida otra vez y mi culo hambriento como si no me hubieran dado aquel tremendo revolcón. No había duda alguna que había gozado la reventada de culo que Carlos me había dado. Era un Semental completo.
Pero esta calentura interminable e incontenible tenia un nombre: Mi Tio Ignacio. Su efecto sobre mi era imposible de describir, de entender.
Mi calzoncillo cayo al piso y abri mis ojos para verme frente al espejo. A Carlos le había gustado mi cuerpo, sus manos me habían recorrido todo, explorando, disfrutando, a mi me gustaba un chingo el suyo. Pero el cuerpo de mi Tio Ignacio era mi veneno; mi mente lo sabia, pero mi corazón no lo entendía.
Cerré mis ojos para seguir disfrutando del placer que me estaba regalando a mi mismo. Mi Tío me había dejado una marca en mi cuello para que lo recordara cada vez que la viera.
Pero si a EL le gustaba andar cogiendo con todas sus "muñequitas", y no me refiero a mi Tia, ella era su esposa y yo así lo entendía. Pero a las otras mujeres seguramente se las iba seguir cogiendo cada vez que pudiera… entonces yo también me iba a seguir acostando con Carlos si él me lo volvía a pedir. Aunque me moría por sentir la verga de mi Tío Ignacio adentro de mi, no iba a despreciar a un macho como Carlos.

Aceleré los manotazos sobre mi verga, ya no aguantaba mas, necesitaba encontrar el alivio y venirme.

--"No puedes dejar de pensar en mi."

Pensé que lo estaba imaginando, pero cuando abrí los ojos, vi a Mi Tío Ignacio de regreso en mi cuarto. Se acercó a mi hasta quedar a milímetros de distancia, yo podía sentir el calor de cuerpo atrás del mío, yo traté de cerrar la distancia entre nosotros y le quise restregar mi trasero y mi espalda contra su pecho y su verga, pero no me dejó; dio un paso hacia atrás.

--"No me toques, Cabrón. Te fuiste a buscar otra verga y me dejaste aquí…" su voz era baja, era un reclamo casi silencioso, pero acusador.

Mis bolas estaban duras y necesitaba chorrearme, tener a mi Tio Ignacio tan cerca de mi, sentir el aliento de su boca era el detonador que necesitaba para terminar de auto-satisfacerme. Yo queria tocarlo, pero EL no se dejaba. Yo podia ver su cara a traves del espejo. Estaba enojado conmigo.
Yo me di la vuelta y quedamos frente a frente.

--"Pero Usted estaba con mi Tia, yo pensé que nosotros no teníamos una posibilidad esta noche…yo creí que…"

--"Callate, Cabrón." me ordenó con esa seguridad y dominio de si mismo que tanto lo caracterizaba. "Tu Tia y yo cachondeamos bien chingon pero no me la cogí porque anda en sus dias. Y no me la pude coger por atras porque no le gusta darme el culo."

Recordé la escena que vi en su cuarto, donde mi Tia se la estaba mamando y mi Tío se venia a chorros. Su explicación  me dejo sin palabras. Mi Tio Ignacio iba a cumplirme su promesa si yo no me hubiera salido de la casa??
Me acerqué a EL, quise abrazarlo, pero no me dejo, volvió a dar otro paso hacia atrás. Su verga estaba semi dura.

--"No me toques, Cabrón." Me volvió a ordenar.

--"Pero yo no quiero que este enojado conmigo." le dije esperando que entendiera que estaba siendo sincero.

Su mirada se clavó en mi verga dura.

--"Se te puso dura recordando la cogida que te dieron, verdad?" su tono de voz era acusador y hasta de rabia. O eran ideas mías??

--"Nooo." le contesté yo y no me di cuenta que subí mi voz.

--"Habla bajito, tu Tia está dormida y no quiero que se despierte, Cabrón."

--"Se me puso dura porque estaba pensando en todos los momentos que compartimos Usted y yo antes de que regresara mi Tia. En las ricas mamadas de verga que le di. En las deliciosas sacadas de leche que le di."  Y me acerqué a EL. Esta vez no se movió, estabamos a solo centímetros de distancia. Su cuerpo desnudo irradiaba un calor caliente y torturador.

EL se escupió una de sus manos y luego tomo mi verga para empezar a jalarmela. Yo quise acariciarle su musculoso y velludo pecho, pero otra vez no me dejo hacerlo.

--"Tu no me puedes tocar, hasta que yo te de permiso!!"

Me sentia frustrado de no poder tocarlo y al mismo tiempo estaba temblando por el placer que me estaba dando al masturbarme con sus manos; eran unos movimientos precisos y deliciosos que hablaban de un macho que sabia como masturbarse EL mismo y ahora me lo estaba haciendo a mi. Cerré mis ojos y me entregué al placer que me estaban dando aquellas manos fuertes y masculinas. No pasó mucho tiempo antes de que me viniera en chorros enormes de leche, me estremecí de pies a cabeza. Disfrutando cada espasmo de placer. Cuando abrí mis ojos, vi que casi todo mi semen estaba en las manos de mi Tío Ignacio.
EL sonrío de esa manera cachonda y pervertida que tenia que tanto me excitaba.

--"Eres un secreto prohibido que no voy a compartir con ningún hijo de la chingada, ENTENDIDO?"

Y antes de que yo pudiera contestar, mi Tío Ignacio me paso sus manos por mi rostro, llenandolo de mi propia leche, abrí mi boca y saboree aquel exquisito y tibio jugo. Mi jugo.

Me quedé inmóvil mientras EL fue a lavarse las manos al baño, cuando regresó yo me acerqué a EL.

--"Usted es el unico que me vuelve loco Tio Ignacio. Nadie mas me importa." le dije con toda la sinceridad del mundo.

--"Eso me lo vas a tener que probar. Yo te voy a decir como le vas a hacer para ganarte mi verga adentro de tu culo, Cabrón." exclamó EL mientras me paso los dedos de su mano derecha por el chupetón que me había hecho. Y sin decir mas, salió de mi cuarto.

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Era ya muy tarde cuando desperté, era un día soleado de Octubre. La casa estaba en total silencio. Era Sábado y seguramente de lo cansado que estaba no había escuchado ningún ruido. Después de darme un buen baño, me vestí y salí de mi cuarto. No había nadie en la casa.
Cuando pasé por el cuarto de mis Tíos, la puerta estaba abierta y no pude controlar mis ganas de entrar. Todo estaba en orden.
Por alguna razón, un sobre color anaranjado que estaba sobre uno de los buró me llamó la atención. Era una invitación para una fiesta de disfraces de Halloween, la organizaba la compañía para la que trabajaba mi Tío Ignacio. Se llevaría acabo en uno de los salones de eventos mas importantes en el área hotelera de la ciudad.
No me imaginaba a mis Tíos asistiendo a un evento así, pero la celebración mas que de Halloween era para celebrar los 100 años de fundada la empresa.
Dejé el sobre cuidadosamente sobre el buró, tratando de que no se notara que alguien lo había movido.
Caminé sin pensarlo hasta el baño de la recamara de mis Tios y el aroma de afeitar y el jabon que usaba mi Tio Ignacio me llegó hasta las entrañas. Me vi al espejo y el chupetón que EL me había hecho ya estaba pasando de color rojo a un color morado. Tenia que ponerme una camisa que lo escondiera mejor. No podia arriesgarme a que alguien me lo fuera a ver y me empezaran a hacer preguntas incomodas.
Mi verga se empezó a alborotar cuando vi la canasta de la ropa sucia. Tomé una de las camisas del trabajo de mi Tio Ignacio y la empecé a oler. Su aroma de Macho no se comparaba con nada, su olor de hombre, su esencia masculina era total y completamente adictiva; pero cuando tomé uno de sus calzoncillos y me embriagué de su aroma mi verga estaba totalmente endurecida y mi culo protestaba en frustración. Cuanto tiempo mas iba a tener que esperar antes de sentir por primera vez la verga de mi Tio Ignacio??

El sonido de mi celular me sacó de mi mundo calenturiento. Era un mensaje de texto de Carlos.

[[[[ Hola Edgar !
Solo quería decirte que me la
pasé bien rico contigo anoche]]]]]

Aquel mensaje me dio bastante gusto, porque yo también me la había pasado muy bien.

[[[[ Yo también Carlos !
Eres increíble ]]]]]

Le contesté yo. Y así inicio una serie de mensajes entre Carlos y Yo que poco a poco fueron subiendo de tono. Yo había pasado una gran noche con él y no iba a perderme la oportunidad de volver a gozarlo. Solo tenia que tener cuidado que mi Tío Ignacio no me descubriera. EL tenia a todas sus muñequitas… yo tenia a Carlos.

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Aquella tarde cuando mis Tíos regresaron, yo estaba en la sala con mi lap top haciendo tarea. Sus risas se escuchaban desde que se bajaron de la camioneta. Sentí algo desconocido dentro de mi. Era la primera vez que iba a verlos juntos después de la ausencia de mi Tia.
Ella me saludo con la misma efusividad de siempre y yo me sentí un miserable por sentir lo que sentía por su marido. Pero el leve remordimiento pasó rápidamente cuando vi a mi Tío Ignacio entrar a la casa. Traía puesto unos shorts negros y una camisa verde sin mangas que marcaban y remarcaban el tremendo cuerpo que tenia. Bajo sus lentes oscuros no podía ver ni leer su mirada, pero se que me estaba mirando. Yo me había cambiado de camisa, para asegurarme que no se viera el chupetón que EL me había hecho.

Cuando mi Tia y yo nos quedamos solos, ella me contó que habían ido a la tienda a comprar unos disfraces para la fiesta del trabajo de mi Tío Ignacio.
En el fondo de mi, pensé que me iban a invitar. Pero no. Ninguno de los dos me invitaron. Quizá el cupo era limitado.
Por la noche, mis Padres regresaron de visitar a sus familiares en la ciudad y pasaron la noche con nosotros. El Domingo fui a desayunar con ellos antes de que se regresaran al pueblo. Mi Papá me dio la mensualidad del mes y un dinero extra por las buenas calificaciones. Y ese dinero extra solo sirvió para que se me viniera una idea a la mente….

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Una de las tardes que regresé de la Universidad, no había nadie en la casa. Mi Tío Ignacio debía estar en el trabajo y mi Tia seguramente andaba con alguna de sus amigas. No podía desaprovechar la oportunidad.
Sin miedos ni titubeos, entré a la recamara de mi Tios. Pensé que iba encontrar lo que buscaba sin batallar, pero no estaba en el mismo lugar de hacia dias. Pero cuando abrí el cajon del buró, la encontré.
Tomé la invitación para la fiesta de disfraces de Halloween del trabajo de mi Tio. Era Miércoles y la fiesta seria el Viernes.
Yo también iba a asistir a esa fiesta. Yo también tenia una invitación para tan importante evento. Y yo también tenia mi disfraz que me había comprado hoy de regreso a la casa.

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El Viernes durante el desayuno, mi Tia comentó que no encontraba la invitación para la fiesta. Para mi buena suerte, mi Tío Ignacio le dijo que no era necesaria, que podían entrar con el gafete que EL usaba en su trabajo.
Yo no tenia ni idea de que iban a ir disfrazados, pero era importante saberlo para poder llevar acabo mi plan. Por la noche, mi duda quedo despejada.
Mi Tia se disfrazó de Princesa, se veia muy bien, tenia un buen cuerpo y todo lo que se ponía le quedaba bien.
Cuando vi salir a mi Tio de su cuarto, se me quiso detener el corazón; estaba disfrazado de Bombero. Pero no un Bombero cualquiera, un Bombero calenturientamente hermoso y deseable !!

Un disfraz que marcaba su musculoso cuerpo.  El pantalon ceñido a sus fuertes piernas, acentuando sus nalgas paradas y su buen paquete. Aquella verga que tanto me gustaba. La camisa roja pegada mostrando aquellos brazos llenos de músculos, fuertes y masculinos. Se me hizo agua la boca, las manos me temblaban por las ganas incontrolables de acariciar aquel delicioso Macho. Su porte y personalidad formaban el complemento ideal para hacerlo ver rudo e imponente. Un Bombero apetecible escapado de un cuento de hadas, o mejor dicho de una película porno. Mi Tio Ignacio se veia chingonamente antojable y provocador.
Nuestras miradas se encontraron y EL me guiño el ojo mientras ayudaba a mi Tia con su vestido. Después de una semana desde aquella noche en mi cuarto, me daba un poquito de su atención. Seguía molesto conmigo, pero sabia bien que lo estaba admirando, que se veía guapísimo con ese disfraz y mucho mejor sin el. Era un castigo verlo y no poder tocarlo.

--"Vas a ir a celebrar a algún lado con tus amigos, Sobrino?" me preguntó mi Tia.

--"Si, Tia. Al rato va a venir un Amigo a levantarme para irnos a una fiesta. No voy a llegar a dormir." le contesté yo.

Atraves de su mirada,  Mi Tio Ignacio me estaba preguntando a donde chingados iba a pasar la noche. Seguramente estaba asumiendo que con el hombre con el que me había ido hacia una semana. La vena del lado izquierdo se le saltó, haciendose mas visible y eso le pasaba cuando se enojaba y no podía decir nada. Como ahorita, que tenia que irse sin saber a donde me iba a ir  yo. Ni con quien.

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Media hora después de que mis Tios se habían marchado, el taxi que había llamado llegó por mi. El trayecto al hotel donde se iba a llevar acabo la fiesta de disfraces no fue largo.
Al llegar fui directo al lobby a registrarme y levantar la llave del cuarto que había reservado. Me iba a terminar todo el dinero que me habían dado mis padres para los gastos del mes, pero en este momento no me importaba nada.
Camino a mi cuarto en el quinto piso, pasé por el salon donde se iba a llevar acabo la fiesta, había mucho gente y todo tipo de disfraces. Mi Tío Ignacio trabajaba para una empresa internacional, era obvio que el evento iba a ser muy concurrido.

Ya una vez instalado en el cuarto, puse manos a la obra. Me bañé y di inicio a mi transformación. Mi disfraz tenia que dar el resultado que yo esperaba, causar el efecto que necesitaba para llevar acabo mi plan. Todo tenia que salir bien. Como hasta ahorita. Y así tenia que ser hasta el final.
Paso a paso me fui convirtiendo en una nueva persona, gracias a la magia del maquillaje, los colores, la ropa, la peluca, la mascara y el arte completo de un disfraz.
En poco mas de una hora por fin terminé. Me vi por ultima vez frente al espejo, admirando mi propio trabajo de transformación.
Era una fiesta de Halloween y todos se valia. Todo estaba permitido.  No había reglas. Me había convertido en una provocadora Diabla roja.

Yo estaba listo para el ataque. Listo para hacer caer en mi magia roja al que se dejara. Y el primero en caer tenia que ser mi Tío Ignacio. Al precio que fuera lo iba a conseguir. Durante toda una semana me había castigado con su indiferencia. Seguía enojado conmigo por haberme ido a buscar verga la misma noche que EL me había prometido la suya. Ahora me tenia esperando hasta que EL quisiera. Una espera que yo no estaba dispuesto a soportar. Yo le iba a demostrar que EL no siempre iba a ganar ni a salirse con la suya. Esta noche y con la ayuda del disfraz de Diabla Roja la ultima palabra la iba a tener Yo.
Debo confesar que no me sentia comodo disfrazado de mujer, no por estigmas equivocados, sino por lo incomodo de usar las botas de tacon, la faja para hacerme una cintura de mujer y el brazier con los senos falsos. Pero estaba dispuesto a aguantar cualquier incomodidad y sacrificio por mi Tio Ignacio. Me vi por ultima vez en el espejo, asegurandome que todo estuviera en su lugar. Tomé la invitación a la fiesta y la llave del cuarto. Era hora de bajar al salon y unirme a la celebración.

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Eran aproximadamente cerca de las 10:30 de la noche cuando estaba haciendo linea para entrar a la fiesta. Mientras esperaba, podía ver desde donde estaba formado un poco de lo que estaba pasando adentro, había mucha gente y un gran ambiente. Lo primero que tenia que hacer cuando entrara era localizar a mi Tío Ignacio. Nada me podía fallar. Estaba nervioso, pero emocionado.

[[[[ Me gustaría que estuvieras aquí en
la fiesta de Halloween ]]]]

Era un mensaje de texto de Carlos. No sé porque no me había acordado que él y mi Tío Ignacio trabajaban en la misma compañía. Me había concentrado tanto en esta fiesta y en mi disfraz, que me había olvidado de Carlos por unos días. Tenia que hacer un tiempo para verlo.

[[[[ A lo mejor se te concede ]]]]

Le contesté yo.

Me llegó la hora de mostrar la invitación para entrar a la fiesta. Se me quería venir el mundo encima cuando me empezaron a hacer muchas preguntas, que en cual departamento trabajaba, quien era mi supervisor, etc, etc.

--"Yo soy invitada de Ignacio Montemayor. Jefe del departamento de electricidad." les contesté yo con la voz fingida de mujer, esperando sonar convincente. Había estado ensayando la voz suave de mujer. Todo tenia que salir bien.

Después de varios segundos de revisar la lista de empleados por orden alfabetico en la computadora, me dejaron entrar. Volvi a recuperar un poco de calma.
El salón estaba definitivamente lleno de invitados. Estaba algo oscuro, pero ideal para la ocasión. Y en mi caso, entre menos luz hubiera, mas fácil seria pasar por una mujer y engañar a todos, hasta llegar a mi  único objetivo: Mi Tío Ignacio.
Hacia mucho que no iba a una fiesta de disfraces. Y esta fiesta estaba por todo lo alto. Cuando uno de los meseros se me acercó para ofrecerme una bebida, no perdí tiempo en aceptarla. Eso me iba a ayudar a relajarme. Caminé por el salón buscando a mi Tío Ignacio. A la que encontré primero fue a mi Tia, estaba con un grupo de mujeres. Pero donde estaba mi Tío Ignacio??
Segui caminando entre los invitados y en una esquina vi a Carlos y a su esposa. Carlos andaba disfrazado de Doctor, el perfil de su cara era inconfundible. Se veia muy bien, sin embargo no podia competir con el disfraz de bombero de mi Tio.

Le di varias vueltas al lugar y no podía encontrar al hombre mas cachondo y guapo de la fiesta. Cuando me estaba tomando mi segunda copa, lo vi salir del área de los baños. me tomé el vino que quedaba en mi copa de un solo trago. Que hermoso Semental era mi Tío Ignacio. Que presencia. Que cuerpo. Que ganas de que me cogiera ahí mismo, delante de todos.

Pensé que se iba a ir a buscar a mi Tia, pero se quedó parado en una esquina observando a la gente mientras disfrutaba de su cerveza.
Yo estaba escondido detrás de un muro para que EL no me viera. No era el momento todavía.
Cuando un mesero me ofreció la tercera copa de la noche, vi que una mujer disfrazada de enfermera se le acercó a mi Tio. Sentí que la sangre me hervía, pero era de esperarse que las mujeres anduvieran atrás de EL, semejante machote podia tener a quien EL quisiera y con lo puto que era, todo encajaba perfecto.
Sin pensarlo, me acerque para oir lo que hablaban. La musica estaba fuerte, por lo que tuve que acercarme mas de lo que debía para poder oír mejor.

--"Que guapo te ves Ignacio. Que suerte tiene tu mujer." le decía "la enfermera"

--"Tu también te ves bien buena con ese uniforme de enfermera. Que suerte tiene tu marido." le contestó mi Tío y sin ningún recato le paso las manos por el busto, haciendo que la mujer se estremeciera.

--"Cuando nos vamos a ir por ahí para pasarla bien tu y yo?" le pregunto ella.

--"Tu dime cuando te puedes escapar y nos vamos después del trabajo." le dijo EL.

O sea que trabajaban juntos. Mi Tio era un puto de putos. Se metia con quien fuera. A todas les daba su verga y a mi me estaba haciendo esperar. Era momento de empezar con mi ataque. Aprovechando que una pareja de jovencitos pasaba cerca de mi, me hice el que me empujaron y le vacíe mi copa de vino a "la enfermera".
La mujer estalló en gritos. Mi Tio se ofreció a ayudarla, pero ella se fue corriendo al baño. Yo aproveché para sacarle platica a mi Tio, tratando de que mi voz fingida de mujer me saliera lo mejor posible.

--"Disculpeme. Lo siento mucho por su esposa." le dije yo

--"No es mi esposa." me contestó EL y me sonrió de esa manera que me ponía tan caliente. Su mirada me recorrió de arriba a abajo. Y luego le hizo una señal a uno de los meseros para que me trajera otra copa. Siempre tan caballeroso mi Tio. "Usted vino con su esposo?"

--"No. Soy divorciada. Tengo mucho tiempo sola." le contesté yo en un tono seductor y me mordí los labios, detalle que no pasó desapercibido para EL.

--"Una mujer como Usted, joven y bella no debería estar sola."

--"Gracias. Es que a mi me gustan los hombres mayores que yo y ellos ya están casados." le dije sonriendo.

--"Usted busca algo serio solamente?"

--"No. Aveces algo de diversion es buena." le contesté y me le acerque.

--"A veces No. Siempre es buena." me corrigió EL y se me acerco. Nuestros cuerpos quedaron juntos y yo podía sentir su fuerza. "Me atraen mucho las Diablas y si son rojas, mejor."

No cabía duda de que a mi Tio le gustaba ir directo al grano, sin rodeos. Yo también iba a jugar su juego de la misma manera.

--"Yo necesito un bombero que me apague el fuego del infierno en el que vivo." le dije con la voz fingida de mujer que cada vez me salía mejor. A lo lejos vi a mi Tia buscando a mi Tio. Tenia que darme prisa.

--"Yo te apago lo que tu quieras." me aseguró EL.

--"Me voy a quedar a dormir en este hotel. Estoy en el cuarto 515. Te espero a las 12:30 Me gusta que me den por atras, si te animas te espero." le dije yo pasandole la cola de mi disfraz de diabla por su entrepierna. Y me alejé antes de que nos viera mi Tia.

========

Carlos me seguia enviando textos.

[[[[ Estoy en la fiesta.
Encuentrame. ]]]]

Lo reté yo. Eran las 12:15 cuando subí a mi cuarto. Me moría por saber si mi Tío Ignacio iba a aceptar mi invitación. Las manos me sudaban en anticipación de lo que podría pasar. En mi cuarto me aseguré que mi disfraz estuviera en perfecto orden, le di unos ajustes a la mascara y listo.
Cuando pasaron de las 12:30 y mi Tio Ignacio no llegaba, los nervios se empezaron a apoderar de mi. Finalmente, a las 12:45 tocaron a la puerta. Vi por el pequeño orificio de la puerta, era EL. Mi Macho delicioso.

Antes de abrir la puerta, una idea cruzo mi mente: me jalé la cola de diabla de mi disfraz hasta arrancarla. Me vi en el espejo de espaldas. Había quedado un hoyo redondo en mi trasero, justo en mi rajada a la altura de mi culo.
Idea perfecta, retorcida, sucia pero exquisitamente perturbadora y cachonda.
Abrí la puerta y mi Tio entró con aquellos caminados tan machos y de dominio completo tan de EL. Cerré la puerta. Mi Tio pidió permiso para entrar al baño.
Cuando salió yo lo estaba esperando en cuatro patas arriba de la cama, mostrando el hoyo de mi disfraz.
Ofreciendole mi culo. Regalandome. Pidiendole que me tomara como solo los Machos como EL saben hacerlo.

--"Que rica Puta que eres!!!!" me dijo

--"Dame tu verga Papito Lindo." le contesté como perra en brama.


CONTINUARA el próximo Domingo 2 de Noviembre….. Los Espero Cabrones #Ahuevo











































Friday, October 24, 2014

SERIE CALIENTE: El Esposo De Mi Tia ( Episodio #3 )


Nunca me había subido a un carro deportivo tan chingon y del ultimo año como el que tenia Carlos, el amigo de mi Tío Ignacio. Era imponente y masculino como su dueño. Algún día cuando yo me graduara de dentista y tuviera un buen trabajo, me iba a comprar un carrote así.
El carro tenia el olor inconfundible de sus asientos de piel mezclado con el aroma de semental y perfume de Carlos, en una perfecta armonia que me emborrachaba. Pero no al grado que lo hacia mi Tio Ignacio. Otra vez pensando en EL, comparando todo con EL.
Sacudí mi cabeza tratando de no pensar en mi Tio aunque fuera solo por una horas. A mi lado, en el volante iba un Papasote que no le pedia nada a nadie. No cabia duda que ya necesitaba que me dieran una buena cogida, porque ahora me estaba fijando tambien en el amigo de mi Tio y no había ninguna indicación de que a él le gustaran los hombres.
Cada vez que podia y tratando de no verme tan obvio, lo miraba de reojo, tratando de enfocarme en sus atributos y olvidarme de que mi noche no iba a ser lo que yo había estado esperando por tanto tiempo. Que me Tío Ignacio se estaba dando su buena revolcada con mi Tia, su esposa.
 Y que yo tendría que seguir esperando el día en que por fin pudiera sentir y gozar su verga adentro de mi aunque fuera por una sola vez.

No sé en que momento Carlos se dio cuenta de que yo estaba inquieto, que algo me pasaba.

--"Estas bien? Pasa algo? Si no quieres salir a divertirte conmigo, yo lo entiendo. Quieres que te deje en algún lado?"

--"No. Lo que pasa es que tuve una semana muy pesada en la Universidad." le contesté de inmediato. Otra vez mintiendo, pero ni modo que le dijera la verdad.

--"Recuerdo esos días. Pero creeme cuando te digo que valdrá la pena todo el esfuerzo que pongas y cuando te gradúes y tengas un trabajo que te permita vivir, todo sacrificio habrá valido la pena."

Cuando llegamos al restaurante y Carlos me preguntó que si me gustaba tomar cerveza, yo le dije que si. No tomaba seguido ni mucho, pero esta noche lo necesitaba mas que nunca. y cuando le di el primer trago, el liquido frio y agridulce fue como un remanso de calma para el fuego que estaba encendido adentro de mi alma. Poco a poco me fui relajando y empecé a disfrutar de la compañía y de la noche. La musica del lugar era agradable y no era ensordecedora, era ideal para una conversación agradable y amena. Y mi acompañante no se quedaba atras. Desde que entramos al lugar la presencia de Carlos llamo la atención de varia gente. Y como no lo iba a hacer con ese cuerpazo que se cargaba. Pero el actuaba con una naturalidad y no parecia darse cuenta de la cantidad de miradas que acaparaba. Eso me gustó un chingo, porque no era creído. Muchos con un cuerpo y una personalidad inferior a la suya se sentian paridos por la virgen.
Carlos era un tipazo y yo seria muy pendejo si no disfrutaba su compañía y su interesante charla.

Después de todo mi noche se iba mejorando. Y la noche apenas empezaba.

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Conforme fueron pasando los minutos, yo me fui relajando mas y mas. Durante la cena me concentré solo en el rico Macho que estaba conmigo en la mesa. Adivinando como seria tocar y sentir aquellos músculos que se escondían bajo su camisa apretada. Debía ser una deliciosa tortura sentir sus grandes manos quitandome la ropa y acariciar mi piel desnuda. Debía ser como la entrada a un mundo desconocido de placer caliente y de gozo infinito. Debía ser fascinante coger con el Amigo de Mi Tio.

La cena estuvo exquisita. Bebí muy rápido. Y sentí que el alcohol se me empezaba a subir a la cabeza. La mirada de Carlos era de sorpresa al verme tomar cerveza tras cerveza me hizo reaccionar y le bajé un poco a la velocidad con la que estaba tomando. Después de la cena, no sabíamos a donde ir. Carlos me invitó a un bar para seguir platicando y tomarnos otras cervezas, primero le dije que Si, pero cuando íbamos en camino le tuve que decir la verdad, no tenia que hacerlo, pero envalentonado por las cervezas que me había tomado le dije:

--"Agradezco la cena y la invitación al bar, pero la verdad no seré buena compañía en un lugar así."

Carlos volteo a verme y con la luz de la calle que entraba por la ventana del carro, pude ver su cara de lo sacado de onda que estaba con mi comentario.

--"No entiendo."

--"No le vayas a decir nada a mi Tio Ignacio, pero en este poco rato que hemos pasado juntos, me siento con la confianza de decirtelo. Soy gay y un bar de heterosexuales es lo ultimo que necesito esta noche."

Mi comentario inicial lo había dejado sorprendido, pero mi confesión lo dejo bien confundido y sin palabras. Nos quedamos en silencio por un buen rato. Carlos siguió manejando mientras yo esperaba que me dijera algo. Después de varios minutos de silencio, finalmente él habló.

--"Yo no tengo porque decirle nada a tu Tío, ni a nadie. Es tu vida. Tu eres lo que eres y a nadie mas le debe importar" su voz era serena y tranquila. No había nada despectivo en el eco de su voz.

--"Gracias. No siempre se encuentra uno con gente de mente abierta." le dije con sinceridad. De verdad me sorprendía su actitud. "Si quieres me puedo bajar en la siguiente esquina y me regreso a la casa en un bus."

--"No. Tu saliste de tu casa conmigo y yo te voy a regresar. Pero me gustaría que fuéramos a un bar y seguir pasandola bien. Me invitas a un bar de los que a ti te gustan?" me dijo mientras hacia alto en la luz del semaforo. Y cuando me volteo a ver y su cara tenia su misma expresión de antes de que yo le dijera que era gay, entendí que Carlos era sincero y no me juzgaba, al contrario, hasta me estaba pidiendo que lo invitara a un club gay.

--"Estas seguro?"

--"Si. Bien seguro." me contestó.

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Yo lo guié hasta uno de los club gays que conocía en la ciudad, el lugar estaba llenísimo; era Viernes en la noche y era de esperarse que estuviera así.

--"Pero no me vayas a dejar solo." me pidió Carlos mientras tratábamos de abrirnos paso entre la gente.

--"No. Si te dejo solo, aquí te comen vivo." y los dos soltamos la carcajada.

Cuando llegamos a la barra, pedimos unas cervezas bien frías, yo quería invitarlas, pero él no me dejo pagarlas.
Yo no podía quitarle la vista de encima y estoy seguro que muchos en el club tampoco. Era un hombre muy atractivo. Yo y el juntos debíamos vernos como muchos de las parejas que estaban ahí, como Un Daddy y su Hijo. Carlos debía tener unos 40 o 42 años lo máximo. Estaba en su mero punto. Y con ese cuerpo, se veía mas guapo aun.

La noche definitivamente había mejorado para mi. No había duda que si no hubiera sido por Carlos, me la hubiera pasado mas aburrido y sin parar de pensar en en mi Tío Ignacio y de lo bien que la debería estar pasando en la cama con mi Tia.

Cuando una de las mesas de villar quedo libre, él me invitó a jugar. Yo no sabia como jugar villar, pero Carlos se ofreció a enseñarme. La cercania de su cuerpo me estaba intoxicando. Que sabroso se sentia su cuerpo fuerte y grande junto al mío y cuando se puso atrás de mi para mostrarme como se agarraba el palo para lanzar las bolas, mi verga se me empezó a alborotar sin que yo pudiera hacer algo para evitarlo. Olía a hombre limpio, a hombre sabroso. Yo entendí rápido como se jugaba, pero me hice el loco y que no agarraba la onda, para que siguiera pegado a mi, enseñandome paso a paso como se jugaba villar. Así transcurrió  un buen rato hasta que finalmente tenia que dejar de hacerme el que no aprendía y él se sintió muy orgulloso cuando ya pude jugar solo y ser un compañero de juego de verdad.
Dejamos de jugar cuando el show de medianoche y En vivo empezó. Dos de los Actores Porno del momento se iban a presentar y la locura se desato en el club. Las luces del lugar se apagaron y solo quedaron las de la tarima donde iba a realizarse el show. Los 2 actores Porno salieron y los gritos del publico no se hicieron esperar. El espectáculo que estaban presentando consistia de bailes exóticos hasta quedar desnudos. Carlos estaba junto a mi, en ningún momento se separó de mi. Varios le coqueteaban, le sonreían y cuando uno se acercó a hacerle platica, él amablemente le dijo que venia acompañado.

--"Vengo con él." le dijo al chavo que le quería hacer platica, refiriendose a mi.

--"Que suertudo eres. Dime donde hay mas como este" me dijo el chavo y me dio un apretón de brazos.

Yo sabia donde estaba uno mejor que Carlos. Estaba en la cama haciendole el amor a mi Tia. Llevandola al cielo una y mil veces. Volviendola loca con sus besos y con su aliento de Macho Perfecto.

No. No me podía poner a pensar en mi Tio Ignacio otra vez!!

Me concentré en el espectaculo, el cual iba subiendo de intensidad, los dos actores porno empezaron a cachondearse arriba de la tarima y uno le empezó a mamar la verga al otro. Todo el publico estaba atento y gozando el show. Carlos no era la excepción, de reojo vi como se mordia los labios cuando uno de los actores le ponia la verga bien dura al otro con los lengüetazos que le daba. En un momento hasta vi a Carlos acomodarse la suya que se le estaba poniendo dura debajo de su pantalon apretado.
Y obvio la mía también se estaba endureciendo con aquellos dos machos cogiendo enfrente de todos.

--"Voy a ir al baño." le dije yo.

--"Yo voy contigo." me dijo él. Yo no esperaba que me saliera con eso.

Al llegar al baño, que estaba casi vacío, porque todo mundo estaba embobado viendo el show, vi en la luz que Carlos tenia su verga bien dura y cuando se desabrochó el pantalón para orinar, hizo un gesto de dolor, tenia la verga bien dura y tenia ganas de orinar, eso duele la mayoría de las veces.
Tenia una verga bella. Y yo me había quedado con las ganas de sentir y gozar la de mi Tío Ignacio esta noche y a solo unos centímetros de distancia estaba la verga de Carlos, dura y afilada. Que tortura Cabrón. Que tentación tan grande!
Como pude, yo oriné. Mi verga también estaba dura. Me había calentado viendo a los dos actores porno y mas al ver la vergota que tenia Carlos. Ese cuerpo divino que solo lo superaba el de mi Tio Ignacio.
Cuando los otros tres hombres que estaban en el baño se fueron, yo dejé caer mi pantalón y calzoncillo al suelo, con toda la intención de que Carlos me viera el trasero y mis piernas. Y así lo hizo, disimuladamente, pero me recorrió de arriba a bajo con su mirada. Yo me agaché a levantar mi pantalón y mi calzoncillo, mostrandole mi culo y vi perfectamente como los ojos de Carlos se clavaron en mis nalgas y mi agujero. Su verga seguía bien dura.
Me abroché el pantalon y lo esperé en la puerta del baño. Segundos después el aroma de su perfume me  embriagó los sentidos. Sentí su cuerpo tan cerca del mio.
Ninguno dijo nada y regresamos a seguir viendo el show. Para ese momento el show ya estaba mas subido de tono, mas caliente y mas atrevido. Al actor que le estaban mamando la verga cuando nos fuimos al baño, ahora estaba chupando el culo del otro, le escena era provocadora y no ayudaba a que se me bajara la parazon de verga que yo traia. Y cuando después de darle su buena mamada de culo, le empezó a meter la verga, yo no podía aguantar mas. Mi verga estaba bien dura, necesitaba atención y mi culo también quería sentir la sensación inmensa de placer que solo se siente cuando te lo están rompiendo.

--"Quieres que nos vayamos?" me preguntó Carlos. Como si me estuviera leyendo el pensamiento.

Yo no podía hablar, solo asentí con la cabeza.
Salimos del lugar y afuera, la luz de la calle y el aire fresco me ayudaron a calmarme.

--"Nunca había visto un show de esos." dijo él mientras buscaba las llaves del carro.

--"Lo siento. Debimos salirnos antes. Yo sé que tu no eres gay…" le contesté yo, pero él no me dejo terminar.

--"No. No tienes que disculparte. No estoy diciendo que me la pasé mal. Al contrario."

Y nuestras miradas se juntaron, sus ojos brillaban de deseo.

--"A veces mi esposa y yo vemos vídeos porno. En algunos son un hombre con dos mujeres y en otros dos hombres y una mujer… muchas veces he pensado lo bueno que seria experimentar algo como lo de esos vídeos." me confesó él con sinceridad.

--"Pero ahí adentro era hombre con hombre." le recordé yo.

--"Lo que vi fue un sexo bien caliente. Dos cuerpos disfrutandose mutuamente."

Y los dos nos pasamos una mano por nuestras respectivas vergas. No fue un acto premeditado, solo pasó y no fue desapercibido para ninguno de los dos.

--"No hay nada como el sexo y si es caliente, se disfruta mas." le dije yo mirandolo fijamente a los ojos.

--"Estoy bien caliente. Ese show me puso la verga bien dura." me dijo él en casi un susurro.

--"Estoy igual." exclamé yo.

Y acercandonos uno al otro, él me dijo:

--"Ayudemonos el uno al otro entonces."

=========

La ropa nos estorbaba y el camino al motel se me hizo eterno. Cuando finalmente estabamos en el cuarto y solos, yo me olvidé del mundo. En este momento solo existiamos Carlos y yo. Yo estaba temblando de calentura y deseo.
Carlos era un Semental completo y hermoso. Un Macho que hacia que a cualquier mujer se le mojara su parte noble y que a un gay como yo se le acelerara el corazón hasta el punto de hacer que el culo se te dilatara en anticipación del placer que seria estar entre sus brazos.
Y no tuve que esperar mucho para sentir sus brazos sobre mi cuerpo. Sus manos eran grandes y fuertes. Me tomo por la cintura y me acerco a él con un movimiento experto y sensual.

--"Nunca he besado a otro hombre, pero algunas veces en el gimnasio cuando veo algunos hombres desnudos en el baño, me ha cruzado por la cabeza que se sentiría estar con uno de ellos…" me dijo Carlos y yo podía sentir su aliento casi cerca de mi boca.

--"Yo no tengo un cuerpo de gimnasio, pero…"

--"Ssshhh…" me susurró y me puso su mano derecha para callarme.

--"Tu cuerpo es joven y marcado. Me gusta como se siente tu piel suave y lampiña bajo mis manos." y metió su mano izquierda por debajo de mi camisa para acariciarme la espalda. "Te vi cuando fuimos al baño en el club. Podría cerrar mis ojos e imaginar que estoy acariciando el cuerpo de una mujer, no tienes un solo vello, pero tu cuerpo es mas firme, mas fuerte…"

Cada una de sus palabras me iban incendiando un fuego enorme que solo su verga iba a ser posible de sofocar.

--"Entonces cierra tus ojos e imagina que es una mujer la que tienes aquí…"

--"No. Yo voy a experimentar y vivir este momento por lo que es y como es." me dijo tomando mi cara entre sus dos manos. "Voy a estar por primera vez con un hombre y jamas pensé que seria con alguien tan joven como Tu, pero me gusta esto que siento cuando te tengo así de cerca. Me gustan tus labios…quiero besarlos."

--"No tienes que pedir permiso. Solo hazlo. Yo quiero sentir y saborearte a ti también."

Y yo cerré mis ojos cuando su boca invadió la mía, un beso leve que fue subiendo de intensidad cuando yo le restregué mi cuerpo contra el suyo. Nuestros gemidos se entrelazaron mientras su lengua exploraba la mía. Si mi Tío Ignacio no me hubiera besado antes, los besos de Carlos serian lo máximo.
Nos empezamos a quitar la ropa, yo su camisa y él la mia. Su pecho era musculoso como se adivinaba bajo su ropa. Músculos duros y firmes. Unas tetillas que se antojaban de sobremanera. Y sin pensarlo, se las empecé a lamer, a chupar, haciendo que Carlos tomara mi cabeza con su mano izquierda apretandome contra su pecha, disfrutando de la invasion de mi boca y dientes sobre sus tetillas.
Con su mano derecha se desabrochaba su pantalón. Yo le di unos últimos chupetones a sus ricas tetillas y luego lo ayudé a bajarse el pantalón. Tenia su verga bien dura. Reclamaba atención y yo se la iba a dar.
Después de quitarle el pantalon, se me hizo agua la boca cuando vi su verga grande y suculenta bajo su bóxer y cuando con mi mano medio se lo bajé para verla completamente y sin tela que estorbara, su divina herramienta de placer saltó llena de vida y bien erecta. #SabrosuraCompleta.

--"Que chulada de verga tienes, Carlos." le dije yo sin ninguna pena y ardiendo de ganas por chuparcela.

--"Es toda tuya. Quieres probarla?"

No le contesté, solo me le fui encima. Lentamente recorri cada centimetro de su verga. Mi lengua y mi boca estaban devorando un banquete inigualable y exquisito. Los gemidos de placer que Carlos hacia mientras yo me la iba tragando, eran todo lo que yo necesitaba para saber que estaba haciendo bien mi trabajo.

--"Que rico te la estas comiendo, Cabrón."



--"Con esta verga tan buena que tienes, cualquiera se la come toda." hice una pausa para contestarle y volví a comermela toda otra vez.

Por unos minutos mi boca y mi lengua danzaban sin parar sobre aquella espada dura y afilada.

--"Mmmmmhhh… ohhh… así… así Muchacho, nunca pares…"

--"Quiero que te guste mucho y calentarte bastante hasta el punto de que no aguantes y me la metas por el culo." le dije mientras me bajaba mi propio calzoncillo.

--"Quieres que te la meta por ese culo que se ve bien rico y sabroso?"

--"La quiero toda y hasta el fondo, Carlos."

--"Mirame a los ojos, quiero verlos mientras te llenas tu boca con toda mi verga. Lubricamela bien que ahorita te la voy a meter toda por atrás."

Cuando levanté mi mirada, nuestros ojos se unieron por la lujuria que quemaba nuestros cuerpos y por el deseo desmedido que controlaba nuestras mentes.

--"Te la voy a dejar bien mojadita y lista para que me la metas por mi culo. Quiero que me lo rompas todo. Quiero que tu verga encuentre en mi culo el placer que nadie te ha dado…." le dije mientras me comía su verga por mi garganta y me retorcia como fiera en celo.

Y luego de varios minutos en que su verga estaba completamente lubricada por mi saliva y su pre semen, Carlos metió los dedos de su mano derecha entre mi cabello y me empezó a meter su verga por mi garganta.

--"Oohhh muchacho, ya no aguanto mas, quiero sentir mi verga abrirte las paredes de tu culito… me vas a dar tu hoyito, verdad?"

--"Completamente todo. Tomalo cuando quieras."

Carlos me levantø del suelo y yo cargando me llevo hasta la cama. Nos dejamos caer sobre ella y nos fundimos en un beso salvaje y ardiente.

--"Que chingon se siente todo lo que estamos haciendo, Cabrón."

--"Que bueno, Carlos, porque ya no puedo esperar mas, quiero que me la metas, quiero apretarte la verga con las paredes de mi culito hasta hacerte gritar y gritar y que te vengas a chorros adentro de mi…"

--"Ay Cabrón, me excita un chingo esa manera de hablar…eres una puta completa…"

--"Si. Quiero ser tu puta. Quiero que me rompas el culo. Quiero que me des tu jugo de macho."

Y cuando Carlos me acerco su verga dura a la entrada de mi agujero y la empezó a frotar de arriba a abajo y de abajo para arriba, yo senti la primera llamada al cielo.
Después de unos segundos de sentir aquel movimiento provocativo, mi culo se empezó a dilatar, le agarré su verga con mi mano y lo ayudé para que me la empezara a meter.
Y conforme Carlos me la iba metiendo, poco a poco, yo gritaba de placer desmedido. Yo hubiera querido sentir la verga y la fuerza de mi Tio Ignacio taladrandome mi culo, pero el macho sabroso que me la estaba metiendo ahorita, era como un enviado del paraíso y no podia pedir alguien mejor.

--"Así, papi. Enseñale a mi culo que tu verga grande y dura es lo que necesito." le dije y me agarré las nalgas, para abrirme mas y que su verga entrara toda y hasta el fondo.

--"Que rico culo tan apretadizo tienes, Puta Sabrosa." me dijo Carlos entre susurros de placer. Y milímetro a milímetro fui sintiendo como me la iba dejando caer toda. Completamente toda.

--"Ufff Papi, que rica verga tienes…. así..siiii… asiii… toda, la quiero todaaaa…"

--"Aquí le va toda, mi Putita chula…. aprietemela toda…..  así que rico. Mi mujer nunca me deja que se la meta por atrás."

--"Cuando Usted quiera coger un culito, aquí estoy yo, Papi. Ensartamela hasta el fondooooo."

Y con una embestida maestra, hasta el fondo me la ensartó, yo grité y me retorci sobre las sabanas, aventando mis piernas mas hacia atrás para que Carlos se acomodara mejor y la lucha de su verga contra mi culo dio inicio. Un ritmo que me estaba partiendo mi agujero en dos. Embestidas de verga desenfrenadas, aullidos de dos cuerpos ardiendo en las llamas de la calentura animal.
Finalmente mi deseo de sentir una verga adentro de mi culo se había cumplido, habían pasado muchos meses desde que me lo había dejado reventar por ultima vez. Y había soñado días y noches con sentir la verga de mi Tío Ignacio, pero era un sueño que esta noche no se había podido cumplir; sin embargo Carlos con su espada de carne me estaba llevando a la gloria del edén. #MachoDivino.

--"Que culooo tan ricooo….ooohhhh…."

Y me empezé a mover, apretando cada una de sus embestidas, haciendo que gritara de placer. Los reflejos inevitables del climax se empezaron a acercar. Ninguno de los dos iba a poder aguantar mucho mas. Nuestros pulsos estaban arriba del limite, nuestros cuerpos rígidos ante los sepamos que nos sacudieron cuando nos empezamos a chorrear, yo sobre mi pecho y Carlos adentro de mi agujero.

--"Papi… Papitoooo…siento tu leche llenadome mi culito… asiiii…dame toda esa leche…tooodaaa…" le dije entre gemidos y apreté mas mi culo para sacarle hasta la ultima gota.

Carlos no podía hablar, pero su cara de enorme placer, sus gemidos y gestos eran mi trofeo a una de las noches mas esperadas de mi vida, y aunque no había sido como la había imaginado porque mi Tío Ignacio no estaba aquí dandome y haciendome lo mismo que Carlos, no me podía quejar.
Nos quedamos paralizados, pegados cuerpo contra cuerpo. Volví apretar mi culo con mas fuerza, para asegurarme de que toda su leche quedara adentro de mi.
Después de unos minutos donde el único eco en el silencio de aquel cuarto de hotel eran nuestras respiraciones agitadas, Carlos empezó a sacarme su verga poco a poco. Yo quería protestar, pero cuando sentí uno de sus dedos limpiar el semen que me chorreaba por el culo, me quede viendolo embobado.

--"Mi leche tibia esta adentro de ti, Putita cabrona." y se dejó caer sobre mi suavemente hasta apoderarse de mi boca.

=========

Era ya muy de madrugada cuando Carlos me llevo de regreso a casa de mis Tios.

--"Quiero que sepas que me la pasé muy bien contigo, Muchacho."

--"Yo también contigo, Carlos. Y no me digas Muchacho. Llamame Edgar."

--"Okay, Edgar. Intercambiemos numero de telefono. Te parece la idea?"

Por supuesto que me parecía la idea. Y después de intercambiar nuestros números de teléfono celular, me despedí de él y entré a la casa.
Todo estaba en silencio y tratando de no hacer ruido llegué hasta mi recamara. Estaba muy cansado y necesitaba dormir. Después de lavarme la boca y quitarme la ropa, solo me quedé con mi calzoncillo puesto, salí del cuarto de baño y cuando abrí la puerta, mi Tío Ignacio estaba parado a la orilla de la cama, desnudo. Yo me quede viendolo y no sabia que hacer o que hacer. Pero EL si sabia que hacer, se acercø a mi y en voz baja me dijo:

--"Donde chingados andabas, Cabrón?" me preguntó acercandose a mi y agarrandome de la cintura me dio la vuelta y me puso contra la pared. Yo podia sentir su pecho fuerte y firme contra mis espalda. "Te hice una pregunta, contestame."

Y sin darme tiempo a reaccionar, con una mano me sujetaba contra la pared y con la otra me bajó mi calzoncillo.

--"Qué esta haciendo Tío?"

Y senti uno de los dedos de su mano invadir mi culo.

--"Te fuiste por ahí a buscar verga, verdad Cabrón?" me dijo y me ensarto su dedo mas adentro de mi culo y en un movimiento violento me lo saco y luego me dio la vuelta para quedar frente a frente. Lo vi llevarse su dedo hasta su nariz y olerlo. "Quien te dio verga esta noche? Contestameee."

--"Yo quería que Usted me diera verga. Yo quería que Usted me preñara el culo con su leche…pero como mi..."

--"Yo te voy a enseñar como revientan el culo los machos de verdad. Yo te voy a clavar la verga y nunca lo vas a olvidar." Me advirtió y agarrando me cabeza me la echó hacia atras y senti su boca apoderarse de la parte baja de mi cuello.

Senti un placer énorme recorder mi cuerpo, sus labios me estaban torturando, su barba me raspaba y después de unos breves minutos de aquella deliciosa tortura, mi Tío Ignacio se separó de mi.

--"Tu vas a tener mi verga, pero vas a tener que hacer méritos para ganartela."

Lo vi caminar hasta la puerta. Yo me di la vuelta y desde donde estaba parado me vi en el espejo del baño. Tenia un chupetón en la parte baja de mi cuello.

--"Eso es para que el hijo de la chingada que te la clavó esta noche sepa que el unico dueño que tienes, soy yo. Tu Tío Ignacio y nadie mas." me dijo y salió de mi cuarto cerrando la puerta sin hacer ruido.


CONTINUARA muy pronto…. No se pierdan el Episodio # 4 el Viernes 31 de Octubre. Celebrando Halloween
Los Espero Cabrones !!!!













































Saturday, October 18, 2014

SERIE CALIENTE: El Esposo De Mi Tia ( Episodio # 2 )


Esto no lo estaba imaginando. Esto era realidad. De verdad me estaba pasando a mi.

Mi Tio Ignacio estaba parado a un lado de su cama, me estaba sonriendo y recorría con su mirada mi cuerpo desnudo de arriba a abajo. Yo me pasé una mano por mi pecho para limpiar mi semen que cubría todo mi estomago. Nuestras miradas se encontraron y por unos segundo nos quedamos inmóviles y magnetizados con nuestros ojos clavados mutuamente.

Yo me chupé los dedos de mi mano para saborear mi propio jugo de macho y abrí mis piernas aun mas para que mi Tio me viera mejor, para que pudiera verme el culo y se imaginara lo rico que podría pasarla cuando me diera su verga.

Verlo ahí de pie, imponente y majestuoso, me calentaba infinitamente; aun con su pierna derecha enyesada, se seguia viendo como un Machote completo, deseable y hermoso.

--"Abrete mas, Cabrón. Muestrele a su Tio ese agujero que la vida le dio…" Me ordenó EL mientras jugaba suavemente con su verga que poco a poco se iba endureciendo nuevamente.

Yo no perdí tiempo en obedecer sus ordenes y agarré con mis brazos cada una de mis piernas hasta tocar mi pecho, lo que hizo que mi culo quedara totalmente disponible a la vista y deleite de mi Tio Ignacio.

--"Que culito tan mas rico tiene mi Sobrino, color rosita y apetecible… me vas a dejar que lo pruebe, Cabrón? Vas a darle un poco de esa sabrosura a tu Tio?" me preguntó mientras agarraba su calzoncillo y lo aventø hasta el sofá donde yo me le ofrecía como una perra en brama.

--"Limpiate tu leche y ven a mi cama, yo con esta pinche pierna enyesada no puedo caminar sin muletas."

Tomé su calzoncillo y antes de limpiar mi pecho, me restregué su calzoncilo en mi cara, para oler y gozar de su aroma de hombre, de semental calenturiento.

--"Te gusta como huele tu Tio, Cabrón?" su voz era ronca y entrecortada por la calentura que estaba sintiendo; era obvio que la situación lo tenia cachondo, prendido como a mi.

--"Es el olor de Macho mas delicioso que conozco, Tio" le contesté yo y me puse de pie, me empecé a limpiar el pecho con su calzoncillo mientras EL no perdia detalle de ninguno de mis movimientos. Mi verga estaba bien dura, bien parada. La suya también. EL me hizo una señal de que me metiera a su cama.

--"Si tanto le gusta, Cabrón, venga a sentirlo en vivo y a todo color, yo no le voy a decir nada a nadie." me dijo y volvió a darme esa sonrisa cachonda y lujuriosa tan suya, tan única, tan de él.

Yo caminé hasta su cama y dejé su calzoncillo a un lado. Nos quedamos viendo a los ojos y por unos segundos no supé que hacer. Pero Mi Tio ya tenia su plan. Me gustaban los Machos que tomaran la iniciativa y mi Tio era uno de ellos.

--"Quiero que me chupes la verga y las bolas, acuestate boca arriba y acercate a la orilla de la cama para que goze del olor y la fuerza de su Tio."



Seguí paso por paso cada una de sus indicaciones. Esto era real. Esto no lo estaba imaginando. Mi Tío Ignacio y yo estábamos encuerados en el mismo cuarto y haciendo las cosas que solo los hombres le saben hacer a otros hombres.

Ecucharle  gemir de placer con cada una de mis lenguetadas sobre sus testiculos y su verga no tenia precio. Un regalo de la vida invaluable para mi.

--"Que rico y que chingon se siente lo que me estas haciendo, Sobrino…Ooh…si…así..."

Y sus palabras era lo que necesitaba para perderme en esta locura de perversidad y calentura. Aqui estaba yo en la misma cama que EL había compartido infinidad de veces con mi Tia chupandole la verga y las bolas, haciendo que se estremeciera de placer absoluto y que lo disfrutara sin ninguna pena, sin ninguna culpa. 

--"Que bueno que le gusta, Tío. Cuando Usted quiera y todas las veces que quiera yo se lo hago."

Y decidido a que EL nunca pudiera olvidar esta promesa que yo le acaba de hacer, me fui esmerando mas y mas en que cada una de las chupadas sobre sus bolas y sobre su verga fueran mejor y mas intensas que la anterior. 

--"Ooohh… así…asssssiiiii…. Tremenda putita que me salió mi Sobrino; y yo todo este tiempo sin saber lo que tenia en mi casa…."

--"Yo seré su puta todas las veces que Usted quiera, Tio…."

--"Sacame la leche otra vez, Cabrón… asiiii…oooh…así…"

El aroma a hombre limpio que provenía de todo su cuerpo y en especial de la entrepierna me tenia embriagado, borracho de lujuria. Y eso solo aumentó mi hambre insaciable por devorarle su verga y sus bolas. #MachoDivino

--"Quiero que me de toda su verga, Tio…"

Y sin perder tiempo alguno, mi Tío Ignacio me fue metiendo toda la verga por la boca, me dolía la garganta, pero poco a poco me fui relajando hasta permitirle el acceso completo, sus gemidos de placer me trastornaban y yo estaba decidido a que EL jamas olvidara este momento inolvidable para mi.

--"Traguese toda mi verga, Cabrón…Uuff que ricoooo…"

Y no pasó mucho tiempo cuando reconocí esa sensación de cuando sus testículos estaban tensos y llenos otra vez, EL aceleró sus empujadas de verga sobre mi garganta y en cuestión de segundos un liquido tibio y abundante llenó cada rincón de mi boca, me tragué todo su delicioso semen, sin desperdiciar una solo gota. Mi Tío se estremecía de pies a cabeza y las venas de su cuello era una prueba palpable de lo mucho que había disfrutado venirse adentro de mi boca.

EL casi no podía hablar, estaba tratando de recuperarse, pero aun así, me dijo con tono agitado y en voz baja pero entendible:

--"En 4 días por fin me van a quitar este pinche casco de yeso y podré volver a recuperar el movimiento completo de todo mi cuerpo…"

Yo me acomodé en la cama, quedando de rodillas frente a EL, con toda mi atención en sus palabras mientras me jalaba mi verga, necesitaba chorrearme y alcanzar el alivio después de este gran momento que quizá no se volveria a repetir nunca mas.

--"Y cuando ya esté totalmente recuperado, su Tío Ignacio le va a enseñar como clavan verga los hombres de verdad. Es una promesa, Cabrón."

Y aquellas palabras hicieron que yo explotara a chorros, era la promesa mas chingona que nadie me hubiera hecho jamas. Mi Tío no perdió detalle de nada, me veía con una expresión en su rostro difícil de entender y al mismo tiempo maravillado de la manera de como yo me había venido a chorros enfrente de EL. Yo le había prometido apenas unos minutos antes que seria su puta todas las veces que EL lo quisiera y EL me acababa de prometer que me daría su verga cuando estuviera totalmente recuperado. Que felicidad tan chingona llenaba mi mente y mi cuerpo.
 Inconscientemente, nos acercamos el uno al otro, el de pie a la orilla de la cama y yo arriba de ella, sin pensarlo, me tomó de mi cabeza y me acercó a su pecho, yo sin pensarlo lo abrazé al mismo tiempo que descansaba mi cabeza sobre aquel velludo, fuerte y musculoso pecho. Todo estaba en silencio. Solo el eco agitado de nuestras respiraciones se escuchaba.

--"Este será nuestro secreto, Cabrón." me dijo con voz ronca y segura. Sentí sus dedos jugar con mi cabello. Una caricia varonil, libre y exquisitamente provocativa. "Tenemos que darnos un baño y cenar. Tenemos que recuperar fuerzas. Me hiciste venirme 2 veces en menos de una hora." 

Yo levanté mi cabeza y mi mirada se encontró con la él. Otra vez tenia esa sonrisa que tanto me gustaba, que tanto me calentaba y cuando me cerró un ojo, no me quedó duda de que este seria nuestro secreto. Solo de EL y mío.

=========

Aquella noche después de bañarnos y cenar, cada quien se fue a su recamara a dormir. 

En mi caso, no pude conciliar el sueño rápidamente. Eran muchos los pensamientos que llenaban mi mente. Mi atrevimiento de mamarle la verga a mi Tío Ignacio cuando estaba durmiendo, había dado mejor resultado de lo que yo hubiera imaginado. Había valido la pena arriesgarme.  Ahora seria nuestro secreto. Y había una promesa que EL me hizo sin que nadie lo obligara: Cuando le quitaran el yeso de su pierna y estuviera otra vez caminando bien, me iba a clavar su verga por el culo. Y yo no sabia como chingados iba esperar sin volverme loco hasta que ese momento llegara. Cerré mis ojos y volví a revivir los momentos en el cuarto de mi Tío. #SabrosuraCompleta 

No recuerdo exactamente cuando me quedé dormido, lo que si recuerdo es el ruido que me despertó cerca de la madrugada. Alguien estaba abriendo la puerta de mi cuarto y bajo la luz tenue que entraba a través de la ventana, vi la figura de mi Tío Ignacio acercarse a mi cama; recargó sus muletas contra la pared y se quedó unos segundos de pie.

--"Necesita algo, Tio? Le duele algo?" le pregunté yo asustado.

--"No. Todo esta bien." Me contestó de inmediato. "Yo pensé que te ibas a ir a dormir a mi cuarto, como los primeros días cuando me cuidabas."

No sé como describirles la emoción que sacudió mi corazón al escuchar sus palabras y en un acto innato, levanté la sabana invitandolo a entrar a mi cama. Mi Tio Ignacio entendió la señal y aun batallando con su pierna enyesada, no le tomo mas que segundos para estar acostado al lado mío. Yo estaba completamente desnudo y cuando me abrazó por atrás, el calor de su piel desnuda, de su cuerpo velludo y fornido, volvieron a sacudirme el alma. Esto tenia que ser un sueño. Pero no lo era. Esto era real. Mi Tío Ignacio había dejado que le chupara la verga dos veces mas temprano y ahora venia a meterse a mi cama. Y ese abrazo era como un viaje al cielo, un sueño cumplido. Y cuando sentí  que su verga se le estaba parando, yo levanté un poco mis piernas para acomodarle el trasero lo mas cerca que se pudiera. Yo me quemaba por dentro, anhelaba infinitamente que me hiciera suyo, que me metiera su verga y ya no me hiciera esperar mas, pero tampoco quería que se lesionara su pierna y se arruinara todo lo que había ganado en estas semanas de recuperación.

--"Que rico se siente estar así." le confesé yo, sin miedo y sin culpa.

--"Hace mucho que no estaba así con alguien. A tu Tia no le gusta dormir abrazados, dice que le da calor. Y a las putas que me cojo por ahí, siempre es de rapidin, porque no tenemos tiempo para mas."

En ese momento recordé las noches desde que mi Tia se había ido; y en que EL había salido y no había regresado a dormir. Recordé a su "muñequita", seguro que ella si se dejaba dormir abrazada, pero mentirle a todas, era una estrategia de cualquier hombre. Yo quería creerle que hacia mucho que no estaba así con alguien. Después de todo, debía ser verdad que tenia mucho tiempo de no abrazar a un hombre. Porque debería haberlo hecho en el pasado?? Era de suponerse que si. Porque sino como era que se estaba dando esto entre nosotros??  Pero ahorita no era el momento para preguntar ni para averiguar. Era momento para disfrutar a tremendo macho que tenia junto a mi. 
Y casi me hace perder el aliento cuando no solamente me abrazó fuerte, sino que me empezó a besar levemente la oreja, luego el cuello hasta llegar a mi boca y apoderarse de ella.


Yo correspondí con la misma entrega, con la misma pasión. Ni en el mejor de mis sueños hubiera podido imaginar esto que estaba viviendo.

--"Me gusta como se siente tu cuerpo tibio, firme y joven junto al mío." me dijo con voz bajita, como si alguien nos pudiera escuchar.

--"A mi me gusta como se siente su cuerpo tibio, fuerte, musculoso y velludo sobre el mío."

--"Quisiera clavartela ahorita mismo, pero no quiero lastimarme la pierna. Pero muy pronto vamos a hacer lo que tanto quiero darte."

--"Yo tampoco quiero que se lastime, Tío. Yo sabré esperar."

Y así entre besos suaves y besos urgidos, nuestros cuerpos se entrelazaron y nos dormimos abrazados. 

=========

Los siguientes 4 días se me hicieron largos y eternos. Cuando estaba en la Universidad solo me la pasaba pensando en mi Tío Ignacio, de que estaba solo en la casa y lo bien que la podríamos estar pasando si yo no tuviera que venir a la escuela.
Cuando regresaba a la casa, generalmente EL estaba viendo la Tele o leyendo sus revistas y libros. Yo trataba de actuar como si nada, aunque me moría por abrazarlo y besarlo, pero tampoco me podía pasar.  Tampoco me podía equivocar y mal entender la situación, lo nuestro no era un romance, lo nuestro no era un noviazgo ni nada parecido. Lo nuestro era calentura, juego pervertido de hombres que se dan placer y nada mas.

Al llegar la noche, yo le preparaba su cena, platicábamos de cosas sin importancia y cuando cada quien se iba a su cuarto y las luces de la casa se apagaban, no transcurrían  ni 10 minutos en que Yo iba a tocar la puerta de su cuarto o EL la del mío. 
Y no perdíamos tiempo, sobraban las palabras, porque nuestras mentes se leían la una a la otra, los dos pensábamos igual y queríamos lo mismo. La noche oscura era testigo de las largas y deliciosas mamadas de verga que yo le daba a mi Tío Ignacio, de la manera como se venia a chorros cuando con mi lengua y mi garganta lo hacia alcanzar el punto máximo de inmenso placer.

--"Nunca me cansaré de que me la mames, Cabrón. La chupas bien rico…ooohhh…si…asiiii…no pare, Cabrón."



Fueron noches en la que faltaba solo una cosa para ser perfectas, sentir la verga de mi Tio Ignacio adentro de mi culo. Pero tampoco me podia quejar, chuparle la verga todas las noches y quedarme a dormir en su cama, o EL en la mia, era mas que perfecto. Sentir su cuerpo abrazado al mio no tenia precio, Cabrón. 

=========

Finalmente el dia en que mi Tio Ignacio acudiera al Doctor para que le removieran el casco de yeso, llegó. Yo me ofrecí a llevarlo, pero EL me dijo que uno de sus amigos le iba a hacer el favor de hacerlo para que yo no perdiera clases en la Universidad.

Y antes de que yo me fuera a la escuela y cuando estaba a punto de salir de la casa, tocaron a la puerta. Al abrir, vi a un hombre casi de la misma edad que mi Tío, debía ser el amigo que lo iba a llevar con el Doctor.
Era un hombre alto, masculino y parecía que la ropa se le iba a romper en cualquier momento de los músculos fuertes y enormes que se escondían debajo.
El olor de su perfume me llegó cuando pasó cerca de mi. Era un hombre muy amable y definitivamente muy guapo. Quizá no tan guapo como mi Tío, pero cachondo al fin de cuentas. Tenia un anillo de casado. Hombres así no pueden estar solos.
Minutos después, Mi Tío Ignacio salió de su cuarto a recibir a su amigo. Los dos eran tremendos sementales. Machos completos.

--"Ya listo, Nacho?"

--"Si. Ya no aguanto este pinche casco de yeso. En unas horas me libraré de este martirio."

--"Ya era hora. Tenemos que ir a celebrar esta noche por ahí. Hay que aprovechar que mi esposa se fue a visitar a mis suegros y tu mujer no ha regresado."

Discretamente, mi Tio Ignacio me guiñó un ojo. EL y yo teníamos otros planes para esta tarde-noche.

--"Vamos a ver que dice el doctor primero. Aunque me quite el yeso, tengo que llevarmela tranquilo, mi pierna se tiene que ajustar a todo el peso de mi cuerpo otra vez. Incluso el doctor comentó que a lo mejor tendré que seguir usando las muletas por dos o tres días hasta que recupere toda la movilidad de mi pierna y pueda apoyarme en ella completamente."

Mi Tio Ignacio me volvió a guiñar el ojo. Y yo entendí perfectamente su señal. EL no iba a ir a ninguna parte con su amigo. Esta noche EL me iba a cumplir su promesa de clavarme su verga.

Yo me despedi y me fui. Mientras iba en camino a la Universidad, no podia dejar de pensar en lo que podría pasar esta noche cuando mi Tío ya no tuviera su casco de yeso y su pierna fuera libre otra vez.
Esta noche yo le iba a dar mi culo y tenia que ser la entrega mas completa, mas chingona que yo le hubiera dado a alguien.  Yo quería que mi Tío se volviera loco de deseo y placer cuando con su verga me  perforara mi agujero. Que mi culo fuera el mejor que se hubiera cogido jamas.  
La tension sexual entre nosotros dos estaba en su máximo punto. Esta noche por fin nos íbamos a desquitar de días de espera. De toda la calentura que estaba contenida dentro de mi cuerpo.
Yo le iba a enseñar que no había mejor lugar para su verga que mi culito. #AhuevoCabron

=========

Creo que nunca había visto el reloj tantas veces como hoy. Cada segundo, cada minuto de cada hora me parecieron eternos. Fue muy difícil concentrarme en las clases; pero lo bueno que era Viernes y que cuando regresara a la casa, mi Tío Ignacio y yo íbamos a pasar la mejor de las noches, al menos para mi lo iba a ser.
Cuando finalmente se terminó la ultima clase, yo salí volando de la Universidad. Quería llegar a la casa lo antes posible, pero antes pasé rápido a una farmacia a comprar condones y lubricante. No tenia ni idea de si mi Tio iba a querer clavarmela a pelo, yo nunca antes me había dejado meter la verga si no era con condón, pero por mi Tio Ignacio yo estaba dispuesto a todo, me moría por sentir su trozo de carne completamente y la sola idea de que fuera sin condón me calentaba como no tienen idea.

Al llegar a la casa, no estaba preparado para lo que el destino me tenia reservado. Al dar vuelta a la esquina de la cuadra, vi la camioneta de mi Padre estacionada enfrente de la casa de mi Tio Ignacio. Mi corazón palpitaba aceleradamente en anticipación a la cogida con mi Tio y se aceleró mas cuando vi que mi Papá estaba de visita. Yo no contaba con esto. Debía darme alegria verlo. Pero por qué había llegado sin avisar?
Y tampoco contaba con que mi Tia estuviera de regreso en la casa. Su casa. Cuando entré, mi Papá y mi Mamá estaban sentados en la sala tomando refresco y viendo la telenovela. A ambos se le alegró el rostro al verme, sus abrazos y efusividad eran sinceros. Yo correspondî, después de todo me daba gusto verlos.
Busqué lo mas discretamente posible con mi mirada a mi Tío Ignacio.

--"Trajimos a tu Tia para que se reconciliara con tu Tio." me informó mi madre. "Esta separación no podía continuar. Ahorita están hablando en su recamara. Nosotros te estábamos esperando para que vayas con nosotros a casa de unos primos que nos invitaron a pasar el fin de semana con ellos."

--"No puedo ir. Voy a ir a una fiesta de cumpleaños de un amigo de la Universidad hoy en la noche." les dije sin pensarlo. Era una mentira. No sé ni porque la dije. Quizá porque aun pensaba que de alguna manera u otra mi Tío Ignacio y yo íbamos a encontrar el modo de que EL me cumpliera su promesa.

Mis Padres no tuvieron mas que aceptar mi excusa. Cuando ellos se fueron, mis Tíos aun seguían encerrados en su recamara. Yo no pude controlar mis impulsos de ir a averiguar que estaba pasando. La puerta de su cuarto estaba cerrada, pero yo me acerqué lo mas que pude para tratar de oír algo.
No fue fácil escuchar, pero algunos de los sonidos que venían detrás de la puerta eran inconfundibles, el rechinado de la cama era la señal inequívoca de que Mi Tío Ignacio se estaba cogiendo a su mujer. Esa mujer era mi Tia y era su esposa. La esposa del hombre que me había prometido cogerme a mi.

Yo parecía un gato enjaulado en mi cuarto. No podía dejar de imaginarme las escenas de lo que estaba pasando en el cuarto de mis Tíos. Me estaba auto-torturando y no lo podía evitar.
Me metí a bañar, me arreglé para salir a la calle. Yo no podia seguir encerrado en mi cuarto, ni mucho menos iba a poder con la frustración que sentía. No tenia una idea clara de a donde ir. Pero si de lo que quería. Y yo quería verga. Era obvio que por esta noche no iba a poder tener la verga mas hermosa que yo conocía y que mas deseaba adentro de mi. Pero encontrar otra no iba a ser tan difícil. No seria lo mismo, pero al menos me ayudaría a apaciguar la calentura que sentía.

Salî de mi cuarto y cuando pasé frente al de mis Tios, otra vez me acerqué a la puerta sin poder evitarlo.

--"Verdad que extrañaste las cogidas que te doy, muñeca?"

Era la voz de mi Tio. Me mordi los labios para contener mi coraje y sin pensar en las consecuencias, abrí la puerta de su recamara tratando de no hacer ruido. Ellos estaban tan ocupados cogiendo después de todo el tiempo que estuvieron separados que no escucharon un leve ruido que hice al abrir un poco la puerta para verlos.
Justo en el momento en que mi Tio Ignacio se venia a chorros enfrente de mi Tia que estaba de rodillas frente a EL.
Ella le acababa de chupar la verga y estaba disfrutando de su leche tibia y deliciosa como yo lo había hecho mientras ella no estaba. Mi Tio la tenia agarrada del cabello para que se tomara todo su jugo de macho.


Cerré la puerta y ellos ni cuenta se dieron de que los había visto. Con la vista casi nublada por la rabia que me carcomía salí de la casa. Esta rabia nunca la había sentido antes y estaba mal. 
Muy Mal.
Lo que recién había visto en aquella recamara era lo mas normal entre una pareja que se acaba de reconciliar. Ellos eran marido y mujer. Se amaban. 

Iba tan concentrado y mis pensamientos que no me di cuenta del hombre que se bajó del carro deportivo de color negro que estaba estacionado frente a la casa, hasta que el casi me gritó me percaté de su presencia.

--"Muchachooo."

Yo voltee a verlo. Era el amigo que había llevado a mi Tío al doctor esta mañana. Se veía mas guapo. Mas interesante.

--"Esta tu Tio Nacho?" 

--"Si. Pero ya regresó mi Tia hoy en la tarde."

Su cara cambio un poco, pero no mucho. Como que le dio gusto que su amigo se hubiera reconciliado con su esposa. Parecía que al único que no le había dado gusto era a mi. Y me sentí mal. Pero no sabia como evitarlo.

--"Me da gusto por el Nacho. Nunca se habian peleado y separado por tanto tiempo como esta vez." dijo él con una voz sincera.

--"A mi también." le contesté yo tratando de sonar convincente.

--"Nunca nos han presentado. Me llamo Carlos y tu? me pregunto él.

--"Yo me llamo Edgar" le respondi 

Carlos me dio su mano y cuando intercambiamos el saludo, su mano era fuerte y varonil. Tenia una sonrisa atractiva, no como la de mi Tío Ignacio, pero muy atractiva definitivamente.

--"Yo venia a invitar al Nacho a irnos por ahi para celebrar que ya lo dieron de alta, pero como esta ocupado será en otra ocasión." me dijo Carlos mientras me miraba de arriba a abajo. "Quieres que te de un aventón a algún lado."

--"La verdad es que no tengo ni idea de a donde ir. Solo quería salirme de la casa para no estorbarles a mis Tios. Usted entiende"

--"Claro que entiendo. Y no me hables de Usted. Dime Carlos. Soy mayor que tu, pero no un anciano tampoco."

Y su carcajada me hizo reir a mi también. Y claro que no era ningún anciano. Era un hombre maduro y muy atractivo. Dedicado a su cuerpo al juzgar por sus imponentes músculos. 

--"Yo si tengo una idea de a donde ir. Y podemos ir juntos si tu quieres salir a divertirte con un anciano." me invitó mientras sonreía burlandose de su propio chiste.

Yo voltee a ver la casa y en especifico la ventana del cuarto de mi Tios. Esta noche mi Tio Ignacio y yo debíamos estar encuerados en su cama o en la mia, pero encuerados solos EL y yo. Sin embargo no era así. Por ahora no podia ser así y yo tenia que aceptarlo como los Machos.

--"Vamos." le dije decidido a olvidarme aunque fuera por un rato que no tendría el calor del cuerpo desnudo de mi Tío arriba del mío y mucho menos su verga que tanto me gustaba….

C O N T I N U A R A el próximo VIERNES 24 de Octubre….!!!!

Un Adelanto del Episodio 3


--"Quiero que me preñe el culo, Tio. Ya no aguanto mas."

--"Voy a castigarte ese culito como nunca nadie te lo ha castigado, Cabrón. Su Tio le va enseñar lo que es tener una reata de verdad adentro de su culito sabroso."








Saturday, October 11, 2014

SERIE CALIENTE: El Esposo De Mi Tia ( Episodio # 1 )


Debía ser un día normal, pero no lo era. Afuera era un día fresco y agradable del otoño, mi estación favorita del año. Pero aquí adentro de la casa, había un silencio que calaba hasta los huesos, un contraste enorme con los gritos de la pelea de ayer en la noche, cuando mi Tia y mi Tío habían tenido la  discusión  mas fuerte de toda su relación. Tan fuerte que mi Tia había decidido irse de la casa. Mi Tío había hecho hasta lo imposible para detenerla, pero ella ya estaba cansada de EL. Todos en la familia sabíamos que mi Tío era un mujeriego empedernido. Pero a mi Tia eso no le había importado al principio cuando lo conoció, porque cuando estas enamorado crees que vas a cambiar a tu pareja. Un error que ella había descubierto muy tarde. Anoche,  después de 8 años de matrimonio ella se había ido de la casa, jurando no volver jamas. Era la primera vez que se iba. No tenían hijos. Y eso también era parte del problema. Nadie en la familia sabia cual era la razón, pero se rumoraba que alguno de los dos era estéril. Y eso también debía ser una razón muy fuerte para sus constantes pleitos, mismos de los que yo había sido testigo desde que llegué a vivir a su casa para continuar mis estudios que no podía seguir en mi pueblo.

Hoy era Sábado por la mañana. Después de que mi Tia se había marchado anoche, mi Tío se había arreglado como para ir a una fiesta o algo así y no había regresado en toda la noche. De seguro se había ido a quedar a la casa de alguna de sus conquistas o quizá de parranda con sus amigos. Me asomé por la ventana para ver si estaba su camioneta.

No había regresado..
Me preocupaba saber que iba a pasar conmigo si mis Tíos se separaban o peor aun, si se divorciaban. Seguramente mis Padres iban a tener que buscar otro lugar para mi. Pero nada iba a ser como estar en la casa de un familiar tan cercano, como lo era esta casa.
Me estiré en la cama antes de ponerme de pie, traía puesto mi calzoncillo y nada mas, no había nadie en la casa, así que no me tenia que vestir. Tenia algo de hambre. Camino a la cocina, me detuve en frente de la puerta de la recamara de mis Tíos, su cama estaba intacta. El silencio que dominaba cada rincón de la casa era impresionante, yo estaba acostumbrado a ver a mi Tia ir de un lado al otro de la casa, limpiando, acomodando cosas, siempre al pendiente de todo.
Entré a la cocina, todo estaba en perfecto orden, limpio e inmaculado. Usualmente a esta hora del dia la casa estaba inundada de olores exquisitos por los desayunos que ella preparaba y que tanto lo que gustaban a mi Tío Ignacio.
Que era lo que estaba mal entre ellos? Sin duda mi Tia era una buena mujer, decente y muy guapa. Y una excelente ama de casa. Acaso no se entendían en la cama? Era la falta de hijos? Las supuestas infidelidades de mi Tio?

Sacudí mi cabeza, yo tenia que preocuparme por mis estudios y no ocupar mi mente en cosas de casados.
 Después de prepararme algo de desayunar, prendí  la tele y mientras la veia sentado en la mesa del comedor, me olvidé un rato del drama que se estaba viviendo en casa de mis Tios, estaba tan adentrado en la película de comedia que no me di cuenta cuando llegó mi Tio Ignacio, no sé como no escuché el ruido de la puerta, pero el caso es que cuando me di cuenta de que mi Tío había llegado, era porque EL estaba parado a un lado de la mesa, del susto yo salté de la silla.

--"Que pasa, Sobrino?" Me preguntó mi Tio mientras me observaba de arriba a abajo. Ahí fue cuando me di cuenta de que solamente traía puesto mi calzoncillo.

--"No lo oí llegar." Le contesté algo nervioso.

Mi Tio Ignacio se veia cansado, sus ojos casi se le cerraban del sueño, pero con su mirada seguía recorriendo mi cuerpo, nunca me había visto así,  por respeto yo no acostumbraba a andar así por la casa. El se dio cuenta de que yo estaba nervioso y asustado.

--"Relajate, Cabron. Estamos entre hombres. Tu Tia no esta y no se si algún día va a regresar. No tiene nada de malo que andes así por la casa. Yo a tu edad, andaba encuerado cuando mis padres no estaban."

Es aquí donde tengo que confesar que no solo estaba nervioso porque estaba casi desnudo enfrente de mi Tio Ignacio, sino porque EL era la causa de mis desvelos y mis calenturas. Desde antes de que me viniera a vivir a su casa, yo sentía algo por mi Tío y ese sentimiento de calentura y cachondez se había aumentado desde que vivíamos en la misma casa. Yo sabia que esto no estaba bien. EL era el esposo de mi Tia y EL jamas me había dado motivo para que yo sintiera esto que me quemaba por dentro.

--"Me voy a ir a dormir un rato, la peda que me puse estuvo buena."

Y sin decir mas, se dio la vuelta y se fué, mientras se alejaba, yo no pude evitar clavar mi mirada en su bien formado cuerpo, aun con ropa, yo podía deleitarme con su espalda amplia, con sus nalgas abultadas y esas piernas grandes y fuertes. Por eso tenia fama de galán, de mujeriego; porque tenia todo para hacer caer a sus pies a quien EL quisiera. Mi verga se alborotó inmediatamente, lo bueno que mi Tío ya se había ido y no me podía ver. No podía ser testigo de como me calentaba con EL.

Después de lavar mi plato y el vaso, regresé a mi recamara, pero al pasar por el cuarto de mi Tio vi que la puerta no estaba completamente cerrada, la curiosidad me ganó y me acerque tratando de no hacer ruido.
Lo que vi era como una foto del cielo, una postal sacada del eden, mi Tio Ignacio estaba acostado en la cama desnudo, tragué saliva varias veces y mi verga se volvió a alborotar. Nunca lo había visto sin ropa. Que ricura de Macho Completo era mi Tio Ignacio. Me quedé observandolo por unos minutos, estaba profundamente dormido, la borrachera y el cansancio lo tenian rendido. Parecia un tigre descansando en su trono, relajado, pero a la misma vez imponente. Ese cuerpo velludo y musculoso excitaban a cualquiera. Me empecé a frotar mi verga por arriba de mi calzoncillo mientras me deleitaba viendo su cara de muñeco con esa barba que debía sentirse deliciosa sobre cualquier piel desnuda. Lo que yo daria porque fuera sobre la mía, lo que yo daría por tenerlo así desnudo junto a mi y poder tocar, acariciar y besar ese cuerpo de perfección total. Mi mirada se clavó en su verga, tantas veces que me había jalado la mía pensando en la suya. Me mordí los labios porque lo que queria era correr a su cama y chuparcela; probar por primera vez el sabor de aquella verga que sin estar dura se veia deliciosamente suculenta. Yo queria ponercela bien dura y hacer que se  retorciera de placer. Volvi a tragar saliva varias veces y se me ocurrió una idea.

Fui por mi teléfono celular a mi cuarto y regresé a tomarle una foto a mi Tio Ignacio.

No pude tomarle solo una, fueron varias, de lejos, de cerca, de todos los ángulos posibles. Las manos me temblaban y mi verga estaba dura, bien dura y yo podía sentir el pre-semen que mojaba la tela de mi calzoncillo. Mi Tío se despertó cuando su teléfono celular sonó. Yo me hice a un lado de la pared para que no me viera, pero me quedé escondido para saber quien le estaba hablando. A lo mejor era mi Tia, aunque era muy pronto para que ya lo estuviera buscando, no hacia ni 24 horas que se había ido.

--"Llegué bien a mi casa. Gracias por preocuparte, Muñequita. Disculpa se me olvidó llamarte."

Obvio no era mi Tia, era una de las mujeres con las que le ponía el cuerno. Sentí un coraje y una rabia que estaban fuera de lugar, pero no lo podía evitar.

--"Voy a dormir un rato, necesito descansar y que se me baje un poco la cruda; pero esta noche voy a verte otra vez, voy a aprovechar que estoy soltero unos días."

Por un hombre como ese yo daría la batalla y no dejaría que cualquier puta se acostara con EL. Aquí debería estar mi Tia cuidando a su hombre. En su casa, en su lugar de dueña y señora. No cediendo el terreno para que otra gozara de tremendo machote que era su marido.

--"Quiero que me esperes con el calzoncito morado y nada mas. Te llego por alla como a las 8 de la noche. Te voy a comer todita."

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No me cansaba de mirar las fotos que le había tomado a mi Tio Ignacio, de imaginar lo que seria sentir su cuerpo musculoso sobre el mío, su barba raspando mi cara y mi cuello. Me volví  a jalar la verga por segunda vez pensando en lo que seria coger con EL.
Eran las 8:30 de la noche, a esta hora mi Tío ya debería estar con "la muñequita" que le había hablado en la mañana. Ella estaba disfrutando de sus caricias, de sus besos, de su cuerpo…de su verga. EL le había prometido que se la iba a comer toda. Que suerte tenia ella. Tremendo banquete que se iba a dar con semejante semental.

De seguro otra vez no iba a llegar a dormir. Un coraje mas fuerte que yo se apoderó de mi. Pero no podía hacer nada, mi Tío Ignacio nunca se iba a fijar en un hombre y menos en mi, el sobrino de su esposa. Lo que yo sentía por EL estaba mal, muy mal. Por qué me estaba pasando esto a mi?? Me levanté de la cama y me metí a bañar. Después de secarme el cuerpo, me paré frente al espejo. Yo no me consideraba el chavo mas guapo del planeta, pero tenia lo mío, un cuerpo bien marcado, definido, unas buenas nalgas y una buena verga. Debía estar ligando con chavos de mi edad. No era difícil encontrar con quien coger, pasar el rato. En eso debería enfocarme, gozar mi juventud y no estar sintiendo esto que me volvía loco por mi Tío Ignacio. Era una locura que no me iba a llevar a ningún lado. Pero una cosa era lo que la razón me decía y otra mas fuerte la calentura que dominaba mi mente.

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Conforme los días fueron pasando, me di cuenta de que el pleito entre mis Tíos era mas serio de lo que pensaba. Cuando hablé con mi Papá me dijo que a lo mejor me iba a tener que ir a una Casa de Huéspedes hasta que se solucionara el problema. Yo no quería irme, no quería dejar de ver a mi Tío Ignacio, pero no había nada que yo pudiera hacer. Aunque yo era mayor de edad, mis Padres me mantenían y yo tenia que hacer lo que ellos ordenaran, hasta que me graduara de la Universidad y encontrara trabajo.

Y hablando de la Universidad, Un dia  que llegué tarde de la facultad, me sorprendí de ver la camioneta de mi Tío Ignacio estacionada afuera de la casa, normalmente EL llegaba hasta mas noche. Sentí una alegria inevitable porque iba a tener mas tiempo para platicar con EL y deleitarme con su cuerpo de Semental Divino. Con esa sonrisa que lo hacia verse mas buenote, mas macho y mas deseable. Chingonamente apetecible. Lo que yo daria por poder metermele entre sus piernas y chuparle la verga hasta sacarle la ultima gota de su leche de macho. #ricuraCelestial

Entré a la casa y no había nadie en la sala ni en la cocina, pero el fuerte olor a perfume de mujer estaba en todas partes. Y no era el perfume de mi Tia.
 Escuché unos ruidos que venian de la recamara principal. Me acerqué, la puerta estaba cerrada, pero yo podía oír lo que estaba pasando.

--"Me tenias muy descuidada, Vecino. Hacia mucho que no hacíamos eso tan rico que Tu sabes hacer." Era la voz inconfundible de la vecina.

--"No podía con mi mujer siempre vigilando todo lo que hago."

--"Que bueno que se fué y que mi marido sigue viajando tanto por su trabajo, porque la verdad ya quería volver a hacerlo contigo, Nachito."

--"Yo también Chiquita. Tienes una panochita bien rica y apretadita."

No podía creer lo que estaba escuchando. Mi Tío estaba cogiendo con la vecina en la cama de mi Tia.

El primer impulso fue irme a mi recamara. No estaba bien lo que estaba haciendo, escuchando detrás de la puerta. Pero lo que ellos estaban haciendo tampoco estaba bien, ambos le estaban poniendo el cuerno a sus respectivas parejas.  Traté de no hacer ruido y me encaminé a mi recamara.

Pero el segundo impulso fue mas fuerte. Salí al patio de atrás y caminé hasta la ventana de la recamara principal. Yo tenia que ver con mis propios ojos lo que estaba pasando; no podía abrir la puerta de la recamara para ver, porque mi Tío me iba a descubrir. Esta era la mejor opción. La cortina de la recamara esta abierta, lo que me permitío ver lo que estaba pasando en el interior.
Desde mi escondite yo podía verlos a los dos. Sentí rabia y morbo, mucho morbo. Mi Tio estaba sin camisa, mostrando su pecho velludo y musculoso y su estomago plano, con el cierre del pantalon abierto y con su verga de fuera y bien dura. PAPACITO RICO. Delicioso. Sabroso.

 La vecina estaba de rodillas, sin blusa y sin brazier, mi Tio Ignacio la tenia agarrada de la cabeza mientras ella le chupaba la verga. Aquella misma verga que yo me moría por probar.
No podía escuchar lo que decían, pero con ver lo que estaba pasando era suficiente para darme cuenta de que mi Tío Ignacio estaba pasandola muy bien.
La vecina le estaba dando una buena mamada, de eso no había duda. Contra mi voluntad, tenia que admitir que aquello me estaba poniendo bien caliente. Era exquisitamente morboso ver a mi Tío Ignacio dejandose mamar la verga.
Mi cuerpo completo estaba ardiendo de deseo y lujuria, la ropa me estorbaba, me desabroché la camisa y me bajé mi calzoncillo y el pantalon para jugar y atender mi verga dura y afilada.


La casa estaba cercada por una barda de ladrillo, ninguno de los vecinos me podia ver.
Después de unos minutos, mi Tío agarro  a la Vecina y la aventó sobre un sillon, le quitó los zapatos, la falda y el calzón de color morado se lo hizo a un lado, EL ya no aguantaba mas, ya no podia esperar mas, tenia que meterle la verga; pero antes de eso, mi Tio Ignacio le empezó a mamar la panocha. Parecia animal que no había comido panocha en años, profundamente hambriento.
Qué tenia que hacer yo para que algún día EL se comiera mi culito de esa misma manera y poder sentir su lengua tibia y su boca carnosa devorando mi agujero...

Yo seguia jugando con mi verga, aquello era morbosamente exquisito. Caliente. Suculosamente  caliente.
Después de que le había dado su buena mamada de panocha, le empezó a chupar el culo.
Mi verga estaba a punto de explotar de imaginar la sensación gloriosa de sentir la lengua y la barba de mi Tio haciendome lo mismo que a la vecina. Yo queria que fuera en mi culo, no en el de esa mujer. Ella tenia que estar en la gloria, y aunque la ventana estaba cerrada, podia escuchar los gemidos y gritos de placer de la tipa. Que envidia sentia yo.

Pensé que mi Tio Ignacio le iba a clavar la verga en la panocha, pero cuando vi que se la empezaba a meter por el culo mi calentura aumentó muchísimo mas. A eso se referia la vecina cuando los escuché detrás de la puerta y ella dijo: Hacia mucho que no hacíamos "eso" que tu sabes hacer tan rico.

A la vecina le gustaba que le clavaran la verga por el culo. Tanto como me gustaba a mi. Pero ella tenia mas suerte que yo, mi Tío Ignacio, mi macho soñado le había chupado la panocha y el culo de una manera salvaje, primitiva y hambrienta y ahora le estaba reventando el culo con su verga.


Aquella escena era casi perfecta, era la escena que yo había soñado, pero el lugar de la vecina debería ser el mío. Yo quería ser el que le estuviera dando su culo al esposo de mi Tia. Mi culo debería estar siendo destrozado por la verga jugosa y dura de mi Tío Ignacio.

Yo debería ser quien estuviera recibiendo las envestidas duras y precisas de su verga, sentir que con cada metida de su trozo de carne me hacia tocar el cielo por primera vez. Pero solo me quedaba conformarme con verlo así, gozando con otro cuerpo que no era el mío.
Mi Tio Ignacio era un animal, un perfecto animal que solo se dejaba llevar por los deseos de la carne, era un animal del cual yo me moría por conocer su furia. Esa misma furia con la que le estaba reventando el culo a la vecina.


Le estaba perforando el culo como si fuera una maquina automática y veloz. Esa mujer tenia que estar alcanzando niveles de placer jamas pensados. La verga de mi Tio tenia que ser la llave que abriera la puerta hacia el escondite prohibido de un placer sucio y pervertido. El placer mas chingon que nadie haya vivido. Y yo queria sentirlo, gozarlo, disfrutarlo...vivirlo. Ya no podia aguantar un solo segundo y apresuré mis manotadas sobre mi verga, viniendome a chorros.

--"Tio Ignaciooooo…" Un susurro que en el silencio de la noche se murió. Me dejé caer sobre el zacate temblando y me recargué sobre la pared de la casa, tratando de no hacer ruido, mientras a dentro de la casa, el esposo de mi Tia le daba tremenda cogida a la vecina. Y yo me tenia que conformar con ver y no poder tocar.

=========

El día estaba muy agradable, ni frío ni caluroso. Un día ideal del Otoño. Perfecto para una buena caminata. Y caminando me regresé del centro comercial a casa de mis Tios. Estaba muy contento de haber encontrado lo que había ido a buscar. Mis Padres me daban una mensualidad para los gastos básicos, personales y de la Universidad. Me iba a tener que sacrificar este mes, pero valia la pena, al menos esperaba que valiera la pena.
Llegué a la casa y obvio mi Tío Ignacio no estaba, aun no regresaba de trabajar. En mi cuarto saqué de la bolsa lo que había comprado.
Un calzoncillo de color morado y una camisa sin mangas  también de color morado. Ese color parecia ser el favorito de mi Tio Ignacio. En la platica por telefono con "la muñequita" le había pedido que lo recibiera solamente con un calzoncito morado.
La vecina traia un calzoncito morado también. Y el otro día que mi Tío no estaba, yo me puse a buscar en las cosas de mi Tia y no encontré ninguna prenda intima de ella en color morado.
Era obvio que a mi Tia no le gustaba ese color. Sin embargo a mi Tio Ignacio le gustaba un chingo. Era un fetiche que lo retecalentaba. Las putas que se cogía lo complacían en todo y al parecer mi Tia no.

Yo también iba a jugar a ser una puta con la ropa interior morada. Solo tenia que esperar por el día y el momento adecuado. A mi Tío le gustaba coger por el culo y yo tenia uno jugoso y apretado para su gozo. Yo le iba a dar el mejor de todos los culos que se hubiera cogido nunca.

Solo tenia que ser paciente y esperar...

=========

Y ese día llegó cuando menos lo esperaba, una noche mi Tío Ignacio sufrió un accidente en el trabajo, no fue un accidente peligroso, pero lo dejó incapacitado para trabajar por unos días. Recuerdo que cuando regresé de la Universidad, vi su camioneta estacionada en el porche de la casa, inmediatamente pensé que de seguro estaría cogiendo otra vez con la vecina. Sentí que me hervía la sangre del coraje y de los celos, pero cuando entré  a la casa y lo vi tirado en el sofá con la pierna derecha enyesada me asusté un chingo.

--"Qué le pasó Tío?" Tuve que hacer un esfuerzo para no correr a abrazarlo como si fuera una colegiala enamorada que enloquece a ver a su príncipe azul. #nomamescabron
Pero tenia un color pálido y la medicina lo tenia como atontado.

--"Tuve un pequeño accidente en el trabajo esta mañana. Me quebré la pierna". Me contestó EL con los ojos semi-cerrados. Era obvio que la medicina que le habían puesto para calmar el dolor lo tenia adormilado.

--"Le voy a hablar a mi Tia para avisarle."

--"NOOO…" Fue casi un grito de mi Tio.

Yo lo miré a los ojos, pero apenas y si los podía mantener abiertos.

--"Tu Tia se fue por su voluntad…" me dijo con voz pausada.  "Yo nunca la corrí de aquí. Si un día regresa será de la misma manera que se fue, por su propia decisión…."

Yo me quedé viendolo en silencio. Se veia tan vulnerable con su pierna enyesada, tirado en el sofá. Era obvio que el dolor no había desaparecido del todo. Su pelo estaba despeinado y la camisa estaba desabrochada a la mitad, dejando ver su musculoso y velludo pecho, tragué saliva. No debía estar mirando a mi Tio de esta manera en estos momentos, pero lo que sentía por EL era incontrolable. Después de unos segundos, EL volvió a abrir sus ojos y nuestras miradas se encontraron.

--"Ni tampoco quiero que les digas nada a tus Padres de mi accidente, no quiero que le digan nada a tu Tia. Entendido?"

--"Entendido, Tio!!"

Y tal y como EL me lo pidió, yo no le dije nada a mis Padres. Pero la ausencia de mi Tia solo sirvió para que yo diera rienda suelta a mis pervertidos y sucios pensamientos. Todo era tan prohibido que mas morbo me daba y mas caliente me ponía. Los dos solos en la casa, escenario perfecto para que yo me diera vuelo imaginando todas las cosas sucias y sabrosas que quería hacerle a mi Tio.

EL tuvo que usar las muletas que el doctor le había dado para moverse de un lado al otro de la casa, pero como no estaba acostumbrado a usarlas, se frustraba mucho al tener que depender de ellas para caminar. Y eso fue la excusa perfecta para que se diera el acercamiento entre nosotros dos que yo tanto quería.

Se fue dando poco a poco, primero ayudandolo a ponerse de pie y agarrarlo por la espalda para que encontrara balance; esa primera vez que con mis brazos lo ayudé a ponerse de pie yo estaba sudando de la emoción y de la calentura, de sentir su cuerpo fuerte y musculoso tan cerca del mio y a la misma vez tan lejos.
Pero era lo mas normal que yo lo ayudara. No había nada de malo en eso. Lo malo era lo que yo estaba sintiendo y que nadie sabia. Las ideas llenas de lujuria que llenaban mi mente.

Yo me convertí en su enfermero por decirlo de alguna manera. Me aprendí los horarios de las medicinas. Le preparaba sus comidas y lo ayudaba a moverse de un lado a otro. Aunque los primeros días se la pasaba dormido, por los efectos secundarios que le provocaba la medicina para controlar el dolor.
Recuerdo perfectamente que la primera noche fue la mas difícil. Primero porque mi Tío Ignacio era un hombre muy independiente y tener que usar las muletas lo tenia bien enojado. Pero no le quedaba otra opción que aprender a usarlas.
Y mas difícil fue para mi cuando tuve que ayudarlo a quitarse la ropa para bañarse la primera noche. Un suplicio delicioso quitarle la camisa y rozar con mis dedos, sin querer su piel velluda de macho perfecto. Mi verga me estaba traicionando porque se me alborotaba de sentirlo tan cerca, de respirar su olor de semental bravio. PAPACITO RICO.
Yo trataba de actuar lo mas normal posible, pero tenia que hacer un esfuerzo muy grande para no abrazarlo, besarlo, lamerlo de los pies a la cabeza. Que cuerpo tan cachondo y musculoso tenia mi Tío Ignacio. Yo me imaginaba lo divino que seria tenerlo encima de mi, abriendome las piernas para apoderarse de mi agujero con su verga jugosa y afilada. Demandando y exigiendo que le diera mi culo para taladrarlo con su verga, para llenarmelo de su néctar blanco de Macho exquisito y único.

Y mientras lo veía bañarse, mi mente volaba sin limites.

Lo que daría por estar bañandome con EL, de poder acariciar con mis manos su pecho hermoso, y recorrer su espalda fuerte. De poder besar cada rincón escondido de ese cuerpo tan caliente, velludo y fuerte, de macho delicioso.


 Sentir su aliento y su respiración agitada mientras con mi boca le daba la mejor mamada de verga que nadie le haya dado jamas. Enseñarle que solo otro hombre sabe lo que un hombre quiere y busca cada vez que se la chupan.

Cuando lo ayudé a secarse fue la parte mas difícil porque ya no aguantaba mas, mi verga estaba bien dura, bien parada; aunque fuera así lo estaba tocando y en mi mente sucia yo me imaginaba que lo estaba acariciando mientras con la toalla recorría todo su cuerpo…
Mi Tio Ignacio tenia los ojos cerrados y estaba recargado contra la puerta de vidrio de la regadera y yo trataba de no verme tan obvio, pero
EL estaba totalmente bajo los efectos de la medicina que no tenia ni idea de lo que estaba pasando conmigo. De lo mucho que me calentaba, de lo mucho que lo deseaba. Cuando tuve que pasarle la toalla por la entrepierna, EL se estremeció un poco, no esperaba ese movimiento de mi parte, me detuve por unos segundos esperando una reacción mas clara, EL abrió los ojos y me dejó que lo terminara de secar, pude tocar su verga aunque fuera con la toalla, pero lo hice rápido para no dejarmele ir encima y devorarla con mi boca hasta ponercela dura, bien dura…

--"Gracias por toda tu ayuda, Sobrino. No tienes porque molestarte." me dijo con su voz ronca cuando lo estaba ayudando a acostarse en su cama.

--"No es ninguna molestia, Tio. Al contrario, es una manera de agradecerle que Usted y mi Tia me hayan abierto las puertas de su casa mientras me graduó de la Universidad."

--"No tienes nada que agradecer, para eso somos familia."

Yo tragué saliva, era verdad, a pesar del problema entre EL y mi Tia, seguíamos siendo una familia y lo que yo sentía por EL era inaceptable; mas sin embargo no sabia como dejar de sentirlo, de excitarme, de desearlo como lo deseaba.

--"Voy a ir a mi cuarto a darme un baño rápido y me voy a quedar a dormir aqui en su cuarto en el sofá por si se le ofrece algo durante la noche."

--"No tienes que hacer eso, yo voy a estar bien."

--"Solo por esta primera noche." le dije con una firmeza que hasta mi mismo me sorprendió.

EL estaba muy cansado y bajo los efectos de la medicina para oponer resistencia, solo movió la cabeza para aceptar mi propuesta y cerrando los ojos se quedó dormido.

Mientras me bañaba me tuve que jalar la verga reviviendo la escena de mi Tio Ignacio bañandose, me vine a chorros cuando me meti un dedo por el culo pensando en el placer que seria sentir la verga de mi Tio adueñandose de mi.

Después de bañarme me puse el calzoncillo morado que me había comprado hacia días. Había llegado el momento de que mi Tio Ignacio me viera usando ropa interior del color que tanto le gustaba. Y así con el puro calzoncillo regresé a su recamara.
Mi Tio dormia tranquilamente, se veia cachondamente provocador, tambien traia puesto solo un calzoncillo blanco, dejando al descubierto todo su cuerpo velludo y lleno de musculo. Que dichosas eran todas las mujeres que habían disfrutado de su virilidad mientras les reventaba la panocha y el culo. Que envidia me daban, yo daría lo que fuera por sentir eso aunque fuera solo una vez.

Batallé para dormirme en el sofa, pero el cansancio me ganó.

El ruido de la alarma me despertó a las 3 de la madrugada. Era la hora para la medicina de mi Tio. Salté del sofa y mi Tio Ignacio tambien despertó al oir la alarma.

--"Es hora de su medicina." le dije yo mientras le daba un vaso de agua y su pastilla. Nuestras manos se rozaron mutuamente y yo sentí un choque de electricidad sacudir cada parte de mi cuerpo.
Mi Tio abrió los ojos cuando se dio cuenta de que yo traía puesto solo un calzoncillo y que ese calzoncillo era de color morado. Pensé que iba a decirme algo, pero me recorrió de arriba a abajo y luego de tomarse su pastilla me devolvió el vaso vacío y nuestras manos se volvieron a rozar y cuando con su mano fuerte y rasposa me agarro del brazo, me quedé inmóvil y asustado.

--"Ya que te quedaste en mi cuarto para cuidarme, lo menos que puedo hacer es compartir mi cama, es muy incomodo dormir en un sofá."

Obvio EL me estaba ofreciendo su cama para mi comodidad, mas nada, pero el corazón se me quería salir por la boca al escuchar semejante invitación.

--"Esta seguro, Tio? Yo soy de los que se mueve mucho cuando duerme, no me gustaría lastimarle su pierna."

--"No me vas a hacer nada, para eso esta enyesada; aparte la cama es tamaño king, hay suficiente espacio para los dos."

Dejé el vaso sobre la mesa de noche y fui al sofa por mi almohada, no tenia que agacharme, sin embargo lo hise, yo sabia que mi Tio me estaba mirando, podia sentir su mirada sobre mi trasero, viendo como me quedaba el calzoncillo morado. Yo queria que EL me viera así y por fin ese momento había llegado.
Cuando me di la vuelta, su vista estaba clavada en mi, yo caminé lentamente hasta la cama, los pocos chavos con los que me había acostado antes me habían dicho que les gustaba mi cuerpo, lampiño, marcado y que mis piernas y mis nalgas paradas les gustaban un chingo.
Yo quería que mi cuerpo le gustara a mi Tio, que le llamara la atención aunque fuera solo un poquito.
Me recosté en el lado opuesto de la cama, el lado que imagino era el lado de mi Tia, pero esta noche ella estaba muy lejos.

--"Gracias otra vez." me dijo EL con esa voz que derretía a cualquiera y apagó la luz de la lampara.

--"De nada, Tio." le respondí yo en voz baja.

En cuestión de minutos, Mi Tío se quedó dormido. Mientras que para mí era casi imposible hacer lo mismo. El silencio de la noche solo se interrumpía por la respiración tranquila del Semental que estaba a un lado mío. El ejemplar masculino mas cachondo y pervertido que yo conocía. El hombre que me enloquecía la mente, el alma y el cuerpo y que jamas podría tener….

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Los días fueron pasando y yo les confieso que aveces me salía temprano de la Universidad para regresar a la casa a cuidarlo. Mi Tio Ignacio se dio cuenta, pero yo le inventaba excusas. Las escapadas de la escuela no iban a afectar mi rendimiento escolar y por nada del mundo me iba a perder de esta oportunidad de estar tan cerca de EL.
Aunque mi Tío ya estaba aprendiendo a usar las muletas y podía caminar mas con ellas, la medicina lo hacia dormir mucho.

Una de las tardes que regresé a la casa, EL estaba profundamente dormido en su cama, totalmente desnudo y solo una almohada cubría su verga.


Me acerqué a EL como si fuera un imán, parecía un tigre descansando tranquilamente, pero aun dormido se veía chingonamente buenísimo, deseable y apetecible al mil porciento.

En uno de los movimientos que dio mientras dormía, se quitó la almohada que cubría su verga y el corazón se me quiso salir cuando vi lo dura y afilada que la tenia. Tragué varias veces saliva y me quedé inmóvil contemplando aquella hermosa verga que estaba majestuosamente erecta.   Yo quería mamarla, chuparla. Me quedé frente a la cama mientras me pasaba una mano por mi propia verga que también se había alborotado. Me desabroché mi camisa y el pantalón tratando de no hacer ruido y no despertar a mi Tío Ignacio.
Con mi mirada recorrí su cuerpo casi desnudo y me mordi los labios de la calentura que sentia. Ese cuerpo velludo y musculoso me trastornaba, me hacia hervir la sangre. Me quité la camisa y el pantalon y los dejé caer sobre el piso. Mi verga estaba endurecida y mi culo se dilataba imaginando lo maravilloso que seria cabalgar aquella reata llena de vida y que necesitaba atención. Me estaba consumiendo en el fuego de mi deseo, nada me importaba, nada me daba miedo. Me arrodillé a la orilla de la cama y con una mano temblorosa empecé a acariciar la verga afilada de mi Tio. Me estaba valiendo madres todo, yo solo queria satisfacer mi deseo por El Esposo De Mi Tia.
Me valia madre que mi Tio despertara y me descubriera, porque lo unico que me importaba era probar su verga,
Me valia madre que al descubrirme se me fuera a armar un pedo enorme con mi familia, porque lo unico que a mi me importaba era chupar aquella hermosa verga, grande, gruesa y fabulosa,
Me valia madre todo. Todo.

Levemente acaricie su verga con la punta de mis dedos, EL seguia dormido, pero aun así su cuerpo se estremeció, me detuve para ver si iba a despertarse, pero seguia dormido, volvî a pasarle mi mano y poco a poco le fui sobando con mas y mas intensidad su verga hasta que mi Tio Ignacio empezó a gemir de placer aun estando dormido.

--"Chupame la verga muñequita…" dijo EL con sus ojos cerrados, seguro estaba soñando con alguna de las mujeres con las que engañaba a mi Tia; pero yo me aproveché de la situación; su verga hermosa necesitaba y solicitaba atención y yo estaba dispuesto a darle la mejor atención del mundo. Me puse de pie y me subi a la cama suavemente, sin hacer mucho ruido y tratando de no lastimar su pierna enyesada, me agaché y con mi lengua tibia le acaricié aquella verga con la que tanto había soñado. Recorrî su tronco de carne lentamente, asegurandome de que no quedara un solo espacio sin tocar, sin saborear.

--"Aaahhh…muñequita así, así… hazlo como tu sabes…" susurró en su sueño.

Yo fui envolviendo con mi lengua y mi boca aquella verga hermosa y poco a poco me fui apoderando de ella hasta que me la tragué toda.

--"Ooohh…aaahhh... que buena eres para mamar verga, muñequita preciosa….así…oh así…"

Era increíble que mi Tio siguiera dormido, no me cabia la menor duda que EL estaba soñando, solo yo sabia lo que estaba pasando, entre realidad y fantasía yo no iba a dejar pasar esta oportunidad.
El deseo sucio por mi Tío me daba las fuerza para seguirme arriesgando. Su olor de macho me llegó como la adrenalina que necesitaba para olvidarme de todo. Olía a hombre, era exquisitamente perturbador, su olor de Macho limpio era inconfundible, como una adicción imposible de superar.
Y Poco a poco, EL dormido y caliente, Yo despierto y enloquecido nos fundimos en un ritmo de verga contra boca. Yo succioné, lamí, chupé y mamé como si fuera la ultima vez, como si jamas volveria a tener otra verga en mi boca.

--"Que rico se siente muñequitaaa…"

Sus susurros inconscientes, me calentaban y excitaban aun mas. Me apoderé de su verga y con una mano le acariciaba levemente sus testiculos, sus bolas estaban llenas, duras.

--"Oohhh…así, sigue así… no pares…"

Y claro que no iba a parar. No hasta que le sacara toda su leche, hasta la ultima gota.


Yo sabia que de un momento a otro mi Tío Ignacio iba a despertar y cuando eso pasara se iba a enojar al descubrirme mamandole la verga, pero no me importaba que se enojara, porque yo estaba cumpliendo uno de mis deseos mas chingones, disfrutar de su verga aunque el no estuviera consciente de que era yo quien se la estaba mamando y no su "muñequita".

Su verga estaba durisima, sus bolas estaban listas para explotar, seguía dormido, pero los gestos en su rostro era una advertencia de que mi boca y mi lengua lo estaban acercando al punto donde no había regreso.
Al punto del éxtasis total.

--"Ooohhh….aaaaahhh… ya me voy a venir muñequitaaaaaa…."

Y con un estremecimiento de pies a cabeza, mi Tio Ignacio explotó en chorros enormes de leche, y yo no lo pensé dos veces, me la tragué toda, estaba calientita, deliciosa, chingonamente sabrosa. Yo estaba temblando de la emoción de haber podido probar el jugo de tremendo Macho, de ese Semental divino que era El Esposo de Mi Tia.
Disfruté cada gota de su leche y cuando le di un beso suavecito en la punta de su verga para asegurarme de que quedara bien limpiecita, levanté mi mirada para ver el rostro de mi Tio, sus ojos estaban abiertos y fijos en mi…..

Yo me levanté de la cama y le di la espalda a mi Tío, me había descubierto, me quedé parado por unos segundos esperando a que me dijera algo… de seguro me iba a dar una buena regañada. Cuando pasaban los segundos y no dijo nada, me di la vuelta y sus ojos estaban cerrados, pero su pecho seguia palpitando aceleradamente por la reciente descarga de leche que acababa de tener. No sé si se estaba haciendo el dormido esta vez. No sé si solo fue mi imaginación la que me hizo pensar que había despertado y abierto sus ojos por unos segundos. No sé que fue lo que pasó, lo que si sé y recuerdo perfectamente es que mi verga seguía bien dura y necesitaba darle el alivio que tanto reclamaba.
Me escupí mi mano derecha y me la empecé a jalar mientras contemplaba el cuerpo magnifico de mi Tio Ignacio, su verga debía estar descansando después de la mamada que yo le acaba de dar, pero estaba semi erecta.
Senti una ganas enormes de subirme otra vez a la cama, pero mejor me fui al Sofa que estaba enfrente y tratando de no hacer ruido me senté y eché las piernas al aire y con una mano me empecé a dedear el culo y con la otra a jalar mi verga mientras contemplaba aquel Semental que era El Esposo de Mi Tia y mi deseo prohibido.

Cerré mis ojos para entregarme al placer que me estaba autoregalando y después de un dedo me metí otro mas y apresuré las manotadas a mi verga y llegó el momento en que ya no podía aguantar mas y me vine a chorros sobre mi estomago.


Cuando abrî mis ojos vi a mi Tio parado a un lado de su cama jugando con su verga… nuestras miradas se encontraron y en su rostro se dibujó aquella sonrisa de macho conquistador que tanto me gustaba. 

--"Si lo que mi Sobrino quiere y necesita es una verga que le atienda ese culito que se ve muy rico y bueno, lo único que tiene que hacer, es decirmelo…." exclamó EL con su voz ronca y masculina, mientras recorría mi cuerpo desnudo de arriba a abajo.

Lo estaba imaginando o era una realidad. Esto de verdad me estaba pasando a mi??


CONTINUARA el próximo Sábado 18 de Octubre !!!
Aquí los espero Cabrones.
#Ahuevo