Hola a Todos, me llamo Ernesto, tengo 28 años, mido 1.74 y considero que tengo un buen cuerpo, no me la paso metido en el gimnasio, pero trato de ir 2 o 3 veces a la semana. Soy Dentista y algunas veces me tocan unos días bien pesados en el consultorio; hacer ejercicio me ayuda a relajarme y de paso mantenerme en forma.
Les quiero compartir una aventura que vivi con Mi Vecino Paco, un hombre casado de 46 años que está mas bueno que cualquier actor de porno que he visto. Es su esencia masculina natural y tan fuerte lo que mas me atrajo de EL. Tiene un cuerpo de Semental que atrae como el imán. Es de esos hombres con los cuales la genética fue muy generosa, de pies a cabeza todo perfectamente distribuido. No va al gimnasio y tiene un cuerpazo para derretir a cualquiera.
Mi aventura con EL se las voy a contar con detalle a continuación…
ENERO
Era una tipica mañana super fria de invierno. Era Sábado y yo descansaba. No tenia ganas de levantarme de la cama. Habia tenido una semana larga y ocupada en el consultorio, estaba haciendo mucho frio y tampoco tenia ganas de ir al gimnasio. Me destapé la cara para ver que hora era, 10:30am. Me volvi a cubrir la cara con la sabana y cerré mis ojos, estaba cansado pero no tenia sueño. Seguí recostado por un buen rato mas. Que triste y patética era mi vida social de unos meses a la fecha, específicamente desde que había terminado con mi ex novio. Hacia mucho que había caído en la rutina de mi casa al trabajo y del trabajo al gimnasio y de regreso a mi casa. No recordaba cuando había sido la ultima vez que había salido a un antro a bailar y tomarme unas cervezas. Me había concentrado tanto en mi ex novio que por un tiempo me olvidé de mis amigos y cuando me quedé solo, mis amigos ya estaban haciendo su propia vida en pareja y aunque ellos me invitaban a salir, yo no quería hacer mal tercio. Mi amigo Cesar era el único que seguía soltero, pero siempre andaba conociendo a alguien, siempre con un "date". A veces íbamos al cine y a cenar, pero esas salidas cada vez se estaban haciendo menos frecuentes porque Cesar había conocido a un chavo que lo traía loco, parecía que ésta vez la cosa sí iba en serio.
Este era otro fin de semana sin planes para mi, otro fin de semana solo con mi soledad. Y lo mas preocupante era que me había acostumbrado a estar solo y ni siquiera me daban ganas de conocer chavos para coger y pasarla rico. No había renovado la membrecia de las aplicaciones en mi celular para platicar, ligar y conocer hombres.
Mi apetito sexual no había disminuido, al contrario, seguía siendo el mismo calenturiento de siempre, pero masturbarme mirando porno en mi computadora portátil se había convertido en mi pasatiempo favorito.
Estaba a punto de encender mi computadora para darme una buena jalada de verga mañanera, cuando escuché unos ruidos en la casa de enseguida. Me levanté rápidamente de la cama para averiguar qué estaba pasando.
Desde la ventana de mi cuarto vi con nostalgia como un enorme camión de mudanza se estacionaba en la casa de al lado.
Esa casa había sido de mi hermano mayor y de su esposa. Ellos la habían puesto a la venta porque mi hermano había aceptado un ascenso en su trabajo y aparte de obtener un muy buen sueldo, tenia que mudarse de la ciudad. Me intrigaba saber quienes iban a ser mis nuevos vecinos. Mi hermano me había comentado que la casa la había comprado un matrimonio mayor y que tenían un hijo solamente.
Minutos después de que el camión se había estacionado, llegaron tres camionetas y un carro. Ahí debían venir los nuevos vecinos.
No pude ver quienes eran porque mi teléfono celular empezó a sonar. Cuando finalmente terminé de hablar con mi amigo Cesar, regresé a la ventana para seguir observando a mis nuevos vecinos. Vi a varias mujeres y varios hombres, era difícil saber QUIENES formaban el matrimonio que había comprado la casa.
Así pasaron varios días, hasta que una tarde cuando regresé del consultorio, vi a una mujer barriendo la banqueta de la casa que había sido de mi hermano, debía ser mi nueva vecina. Me bajé de mi coche y caminé hasta ella.
--"Buenas Tardes, Me llamo Ernesto y vivo en la casa de al lado." me presenté yo amablemente.
--"Buenas Tardes, Vecino. Me llamo Minerva." me contestó la mujer sonriendo. Mi hermano había exagerado cuando me dijo que la casa la había comprado un matrimonio mayor. La mujer no tenia mas de 45 años y aunque no tenia una cara atractiva, si tenia muy buen cuerpo. No me gustan las mujeres, pero sé reconocer su belleza.
--"Queria decirle que la próxima semana van a venir a quitar la puerta que conecta nuestros patios." le informé yo regresando la sonrisa.
Mi hermano había comprado la casa primero que yo, y cuando se dio la oportunidad yo compré la mía. Decidimos hacer una puerta en la cerca que dividía nuestros patios, para que sus hijos pudieran usar mi alberca cada vez que los dejara mi cuñada, y también porque era mas fácil y cómodo cruzar el patio trasero que dar la vuelta por el frente. Pero ahora que mi hermano se había mudado, tenia que quitar la puerta y cerrar el espacio con una cerca de madera.
--"A mi esposo y a mi no nos incomoda esa puerta, Vecino. Su hermano nos dijo que Usted se iba a encargar de quitarla, pero no se preocupe, no hay prisa." me aseguró ella.
Y así estuvimos platicando cerca de 10 minutos. Nos caímos bien. La Vecina se veia muy buena onda. Hasta me invitó a tomar un café, pero no pude aceptar su invitación porque tenia que verme con mi amigo Cesar para cenar.
Sin embargo me daba mucha curiosidad saber cómo era mi Vecino. Y fue 4 días después que lo pude conocer. Había aceptado la invitación de mi Vecina Minerva a tomarme el cafe que me había invitado la otra vez.
Lo vi entrar a la cocina donde ella estaba preparando la cena y platicando conmigo. No recordaba haberlo visto entre todos los hombres que estaban ayudando con la mudanza. Casi se me atraganta el cafe cuando lo vi llegar. Era alto y fornido, un rostro infinitamente atractivo con un bigote y una barba que lo hacia ver extremadamente masculino, caliente y provocativo. Mi hermano definitivamente había exagerado. Minerva y su esposo NO eran un matrimonio mayor, no podían tener mas de 45 años. Traía puesto su uniforme de trabajo y su gorra. Minerva ya me había contado que era Jefe de Plomeros en una empresa nacional. Tambien me había comentado que era muy, pero muy tímido. Cosa que parecía imposible al verlo con ese cuerpo tan imponente.
--"Mira viejo, éste es nuestro vecino, Ernesto." le informó Minerva mientras le daba un abrazo y un beso, al cual EL correspondió, pero con cierta timidez, era obvio que no le gustaba hacer demostraciones de afecto enfrente de otra gente y menos de desconocidos como yo.
--"Buenas Noches, Soy Ernesto Montero." le dije yo poniendome de pie para saludarlo.
--"Buenas Noches, Soy Juan Francisco, pero me dicen Paco." exclamó EL estrechando mi mano firmemente, aquel simple contacto me puso tenso. Tenia unas manos grandes y rasposas, ejemplo claro de hombre acostumbrado a largas jornadas de trabajo duro y pesado.
Tuve que hacer un esfuerzo grande para no devorarlo con la mirada y verme súper obvio.
--"Le digo al Vecino que se quede a cenar, pero dice que no quiere dar molestias." le dijo Minerva ayudandolo a quitarse la gorra. Se veia que era una esposa atenta y enamorada. Y con un esposo como EL quién no lo iba a estar.
--"Cual molestia? Me voy a dar un baño rápido y cenamos." dijo EL y salió de la cocina.
Si antes no quería quedarme a cenar porque tenia muy poco tiempo de conocerlos y no queria molestar, ahora que había conocido a mi Vecino mucho menos. Tenia que salir de esa casa lo mas pronto posible. Minerva no había hecho otra cosa que portarse muy bien conmigo y yo no podía dejar de mirar con ojos calientes a su marido.
--"De verdad me gustaría quedarme, pero mejor lo dejamos para otro día. Tu esposo viene cansado y yo no quiero estorbar."
--"Pero no estorbas. Mi viejo como quiera tiene que cenar. No lo desaires, porque aparte de ser timido, también es muy sentido y no le gusta que le hagan el feo." aseguró ella.
Nadie podía hacerle "el feo" a tremendo Semental. Y ante los ruegos de Minerva para que los acompañara a cenar, terminé aceptando.
Cuando su marido regresó a la cocina, estaba recién bañado y su olor a Macho limpio y fresco me llegó hasta el fondo del cuerpo, específicamente hasta mi verga, haciendo que se alborotara, lo bueno que estaba sentado y nadie podía verme. Ya no traía su gorra puesta y pude ver que aparte de tener una cara sumamente atractiva, también tenia un cabello negro bajito en corte militar, alguna canas lo hacían ver mucho mas interesante.
Y Minerva tenia razón, su marido no hablaba mucho, pero se portó amable y educado durante la cena. Ella hablaba por los dos, era una mujer muy platicadora y chistosa. Nunca se callaba. Siempre tenia algo que decir o comentar. Yo me concentré en la platica con ella. Pero de vez en cuando veía a su marido de reojo. De perfil o de frente me gustaba, varias veces tragué saliva. Lo acababa de conocer y no era posible que tuviera un efecto tan fuerte en mi. Era verdad que tenia varios meses sin coger, pero no era lógico que me pusiera así de solo ver a un Macho tan sabroso como mi nuevo vecino. Definitivamente necesitaba buscarme alguien que me diera una buena cogida, una revolcada en la cama que me hiciera sudar… y lo mas pronto, mejor.
La cena estuvo muy rica y así se lo hice saber a Minerva. Me despedí agradeciendo a ambos la invitación a cenar. Sali de aquella casa lo mas rápido posible, cada vez era mas difícil dejar de mirar a Mi Vecino Paco.
Y aunque EL casi no había hablado, aun así me había impresionado bastante y me había puesto bien caliente de solo verlo.
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Cuando regresé a mi casa, lo primero que hice fue llamar a mi amigo Cesar para contarle acerca de mi nuevo vecino y lo guapo que estaba.
--"Te conozco, Ernesto. Y mas te vale que no te vayas a clavar con él. Controla esa inclinación tuya por fijarte en hombres casados o en el closet." me advirtió Cesar. Eramos amigos de muchos años y me conocía muy bien.
--"Cuando lo conozcas me vas a dar la razón. Lo vi solamente un rato, pero fue suficiente para dejarme impresionado." le confesé yo.
--"No dudo que sea muy guapo, pero está casado. No te metas en terreno sembrado!!"
Mi amigo tenia razón. Sin embargo no podía dejar de pensar en Mi Vecino Paco. Qué se sentiría sentir sus manos grandes y rasposas acariciando mi cuerpo desnudo? Qué se sentiría al pasar mis dedos por su cabello bajito? Cómo seria sentir su bigote y su barba haciendo cosquillas sobre mi piel desnuda? Lo que daría por verlo a EL totalmente desnudo. Con ropa se veía increíblemente bien, sin nada se vería mucho mejor. Cómo seria recorrer mis manos lentamente por su pecho amplio y firme hasta llegar a su entrepierna. Por lo poco que pude ver, se le veía muy buen paquete. Cómo seria su verga? A un hombre como EL yo se la chuparía fuera como fuese que la tuviera. Que suerte tenia Minerva!!
Me meti a bañar, necesitaba relajarme y dejar de pensar en Paco. Pero fue todo lo contrario. Mientras el agua tibia recorría todo mi cuerpo, mi verga me pedía alivio. Tenia 3 días que no me masturbaba y conocer a Mi Vecino me había dejado caliente. Me enjaboné todo, especialmente la verga y me la empecé a jalar pensando en EL... en Paco. Mi imaginación morbosa y sucia empezó a volar. En estos momentos EL debería estar haciendo el amor con su esposa, ella debía estar sintiendo y gozando de un Macho de verdad, se veia que se querían mucho. EL debía estarle dando unos buenos lengüetazos a su vagina, llevandola al cielo con un excelente sexo oral. Algo me decía que detrás de ese hombre serio y tímido, debía esconderse un tigre en la cama. Un Semental que conocía los secretos que todo hombre debe tener para hacer gozar a su mujer.
--"Pacooo… quiero sentir tu verga abriendo mi culo, metemela todaaaa."
Con una mano jugueteaba con mi verga y con la otra me empecé a dedear, imaginando que era la verga de Mi vecino Paco la que iba entrando en mi agujero de macho, en cuestión de unos minutos me vine a chorros. Me tuve que recargar contra la pared de la regadera mientras esperaba a que mi respiración volviera a la normalidad.
Era la primera jalada de verga que me daba en nombre de Mi nuevo Vecino Paco!!!
Cómo era posible que me hubiera impresionado tanto conocerlo?? Esto no estaba bien, EL era un hombre casado y no me había dado ningún motivo para verlo de la manera que lo estaba viendo, sin embargo había algo en los hombres casados que me excitaba, que me calentaba sin poderme controlar; me quedé dormido pensando en EL….
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Después de aquella cena, no volví a ver a Mi Vecino Paco. Nuestros horarios de trabajo eran diferentes, EL se iba muy temprano a trabajar y regresaba tarde. Yo por el contrario, tenia que llegar a mi consultorio hasta las 9 de la mañana y cerraba a las 5 de la tarde. El frió invierno no permitía hacer actividades afuera de mi casa, así que no había muchas oportunidades de que lo pudiera ver o hablar con EL los fines de semana que descansábamos.
Pero con quien si pude ver y hablar seguido fue a su esposa Minerva, quien empezó a visitarme en mi casa casi todas las tardes cuando yo regresaba de trabajar. Nos fuimos haciendo buenos amigos. Ella no trabajaba, era una ama de casa en toda la extensión de la palabra; dedicada a su esposo y a su hijo. También tenían una hija que se había casado hacia 1 año y vivía en México, estaba embarazada y les iba a dar su primer nieto en unos meses.
Conforme nuestra amistad fue creciendo, fue conociendo mas y mas a Minerva. Ella se aburría todo el día sola en su casa, su esposo se iba a trabajar y su hijo a la escuela, así que yo era una especie de "desaburrimiento".
Cada vez me caía mejor y el único defecto que yo le veía era que le gustaba fumar; pero al menos tenia la educación de no fumar a dentro de mi casa.
Así fueron pasando los días hasta que con la confianza que iba creciendo entre nosotros llegó la típica pregunta:
--"Tienes novia o eres gay?"
Minerva era una mujer muy franca y decía las cosas como eran. Yo no anunciaba mi sexualidad, pero tampoco la escondía. No soy el gay mas masculino pero tampoco soy afeminado; pero todos tenemos o hacemos algo que en algún momento nos va a delatar.
--"Soy gay!" le contesté yo con sinceridad y orgulloso de ser lo que era.
--"Yo siempre quise tener un amigo gay. Y que bueno que ahora lo tengo. Porque tu y yo somos amigos, verdad Ernesto?"
Me sorprendió su respuesta, porque aunque en estos tiempos existe mas tolerancia a los gays, no es común encontrarte a una mujer como mi vecina que a sus 46 años, casada, ama de casa y educada de una manera muy tradicional, reaccionara como lo hizo Minerva. O a lo mejor hay muchas, pero a mi nunca me había tocado conocer una.
--"Claro que somos amigos. Aunque a lo mejor cuando nos conozcamos mejor, no te voy a caer bien." y soltamos la carcajada los dos.
--"Creo que será al contrario. Contigo voy a poder platicar de cosas que no me atrevo a hablar con mis amigas por que están educadas a la antigua; yo siempre fui la cabra loca de la familia y me gusta hablar sin pelos en la lengua."
Y conforme la fui conociendo, no me quedó duda alguna de que así era. Cada vez me fue cayendo mejor y mejor. Ella me invitaba a cenar a su casa o a comer los fines de semana. Y en una de esas invitaciones volví a ver a su esposo Paco. Era la segunda vez que lo veía y sin embargo el efecto avasallador fue igual de fuerte que la primera vez que lo vi. Era como un imán que me atraía sin remedio y no lo podía dejar de ver, de deleitarme con su cuerpo, su cara… y su bigote. Cómo seria un beso suyo con ese bigote?
Como ya era costumbre, la platica durante la cena transcurrió basicamente entre Minerva y yo. EL solo se reía o asentía con la cabeza; su forma seria de ser lo hacia mas interesante para mi. Y me gustaba tanto que dos veces me sorprendió viendolo de reojo y era tan timido que no sabia como comportarse, solo agachaba la cabeza o volteaba para otro lado, lo que hizo que me sintiera mas atraído por EL. Lo volví a ver de reojo y esta vez mi atención se fue directo a sus manos grandes, aun recordaba lo fuerte y rasposas de la primera vez que nos conocimos, su anillo de casado me alboroto la verga.
Varias veces me había acostado con hombres casados en el pasado y cuando me acariciaban y me tocaban con su mano izquierda y les veía su anillo mi cuerpo se estremecía de morbo y placer, no sabría definir la fascinación y erotismo que me llenaba la mente cuando eso ocurría, pero era un fetichismo excitante. Era retorcido ver como un hombre que pertenecía a una mujer se volvía loco de deseo y placer conmigo, ver como se le ponía la verga dura y se moria por reventarme el culo.
Paco no solo era un Semental completo… era casado y eso le agregaba un detalle extra que lo hacia mas antojable para mi.
#MachoSabroso #MuñecoHermoso
En esa misma cena, Mi Vecino Paco me dijo que no había necesidad de quitar la puerta que unía los patios de nuestras casas.
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Los días fueron pasando y la amistad entre Minerva y yo siguió creciendo; convivíamos como si fuéramos amigos de toda la vida.
--"A veces me duele cuando me coge mi marido porque tiene una "cosota" bien grande." me confesó ella una tarde. Yo no pude evitar imaginarme que tan grande podría tenerla Mi Vecino Paco. Ya les había dicho que se le veía buen paquete y ahora la confesión de Minerva me lo confirmaba. Se me hizo agua la boca, Cabrón.
--"Suertuda!!" le contesté yo bromeando y soltamos la carcajada.
--"A veces quisiera que la tuviera un poco mas pequeña, pero lo quiero mucho y me aguanto, no siempre me duele, porque es muy cuidadoso conmigo."
Y mientras Minerva seguia dandome detalles de su marido, mi mente calenturienta se desataba imaginado cómo seria sentir la verga grande de Mi Vecino Paco reventando mi culo. Que suerte tenia Minerva de verdad.
--"Me da gusto que EL te cuide." le dije yo sinceramente.
Y conforme mas nos íbamos conociendo, mas subidas de tono se fueron haciendo nuestras platicas.
--"Le gusta "bajarse" y dura mucho tiempo allá abajo. Me hace muy buen trabajo." exclamó Minerva sin ningún pudor, se sentía en confianza conmigo. Muy lejos estaba ella de imaginar que cada cosa nueva que me contaba, era un detalle mas que yo iba guardando dentro de mi y que iba haciendo que mi obsesión por su esposo fuera creciendo.
--"Y tu Minerva? Te gusta bajarte y hacerle un buen trabajo?" le pregunté yo sin pensarlo.
--"Necesito estar bien caliente para hacerlo. A veces me siento mal porque EL siempre me lo hace, pero yo no."
Me quedé mirandola sin poder entender cómo podían haber mujeres egoístas que disfrutaran del sexo oral que les hacían sus maridos pero ella se negaban a regresar el favor.
Aunque por otro lado, esa era una ventaja para nosotros los gays, porque gracias a ese egoísmo o como se llamara esa actitud o gusto femenino de no hacerle sexo oral a su hombre, ellos nos buscaban a nosotros. De hecho había leído muchas veces que hombres casados habían tenido relaciones gays al menos una vez en su vida para probar el placer del sexo oral que solo un hombre le puede dar a otro hombre.
Una encuesta reciente señalaba que un 57% de hombres heterosexuales y bisexuales encuestados anónimamente habían votado por los gays como los mejores proveedores de sexo oral. Y escuchando a Minerva, me quedaba claro porque los hombres heterosexuales casados y solteros buscaban afuera de su relación formal lo que su esposa o novia no les daba.
--"Dame un consejo para hacerle un buen trabajo a mi marido allá abajo"
--"No hay ningún consejo mágico, solo se trata de hacerlo lo mas naturalmente posible, hacer disfrutar a tu pareja como EL te hace disfrutar a ti." le contesté yo con honestidad. "Piensa en lo feliz que lo vas a hacer. Recorre su trozo de carne de arriba a abajo con la lengua, aprietale las bolas mientras se la chupas, dale lengüetazos suaves y sube de intensidad cuando veas que EL se va calentando mas y mas."
--"Lo voy a probar. Nunca había pensado en darle agarrones a sus bolas. Oye, hace días te quería preguntar si tienes algunas películas para adultos?" me preguntó Minerva mientras veíamos la telenovela de las 6pm.
--"Quéee?"
--"Paco y yo ya tenemos muchos años de casados y aveces necesitamos una ayudita para pasarla bien, me entiendes?"
Si. Claro que la entendia, pero la verdad yo no creía que a su esposo le fueran a gustar el tipo de películas que yo tenia.
--"Es que las películas que yo tengo son de sexo gay. No creo que eso los vaya a excitar a Ustedes."
Aparte eran películas ya viejas, hacia mucho tiempo que había dejado de comprar DVD, ahora era mas practico y fácil subscribírme en algún sitio de la internet o visitar uno gratuito de los miles que abundan por ahí.
--"Sexo es sexo. Y para serte sincera, siempre he tenido la curiosidad de ver ese tipo de películas; Paco no va a decir nada. Prestame una, no seas malo."
La idea me pareció morbosa, porque inmediatamente me imaginé a Mi Vecino Paco desnudo sobre su cama viendo una de mis películas y poniendose bien caliente viendo sexo entre dos hombres.
--"Esta bien. Te voy a prestar dos películas, creo que una es de bisexuales y la otra de gays."
--"Gracias, Ernesto. Ya necesito salir de la rutina con mi marido. Te lo agradezco mucho."
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Antes de irme a dormir, apagué la luz de mi cuarto y me asomé por la ventana para ver la casa de mis vecinos. Todo estaba a oscuras. No había podido dejar de pensar en cómo iba a tomar la idea de ver películas de porno gay Mi Vecino Paco. Me calentaba pensar en la posibilidad de que le fuera a gustar. A esta hora Minerva y EL debían estarlas viendo y seguramente le iban a dar a mi vecina una buena cogida, con ese Macho sabroso que tenia por esposo no podia ser de otra manera.
--"Paco… Pacoooo." grité su nombre cuando en la oscuridad de mi cuarto me metí un dildo en mi culo imaginando que era la verga de mi vecino, imaginando que era a mi a quien Paco le estaba dando unas buenas clavadas. Y me vine a chorros de semen en unos minutos. Era la segunda vez que me masturbaba en nombre de Mi Vecino Paco.
Esto no estaba bien, pero era mucho mas fuerte que yo. Ese hombre no era gay y ademas estaba casado, era prohibido. No había una sola posibilidad con EL. Pero eso era lo que me estaba haciendo que me obsesionara más con EL.
Paco me estaba haciendo sentir cosas que hacia mucho no sentía por nadie… y lo mas triste y patético era que EL ni idea tenia.
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** EL ser humano, es el unico ser vivo que teniendo la capacidad de raciocinio, decide ignorarlo y *se deja llevar por el instinto como si fuese una especie animal, sin pensar en las consecuencias de sus *actos.
*Pero diferencia de los animales, quienes lo creamos o no, si las enfrentan, el ser humano nunca está *preparado para hacerlo. Sabemos que no está bien lo que sentimos y en lugar de detenernos a *tiempo, NO, seguimos adelante como si nada. Y la mayoría de las veces todo termina en eso, en *NADA… O casi NADA. *********************************************************************************
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FEBRERO
No sé cuales palabras usar para explicarles la emoción y la alegría que sentí cuando Minerva me describió brevemente la noche caliente y apasionada que tuvo con su marido.
--"Gracias, Ernesto. Muchas Gracias." me dijo con una felicidad que le brotaba por la piel. "No sabes que caliente nos pusimos mi marido y yo viendo esas dos películas. Y lo contento que se puso cuando me bajé a hacerle lo que me dijiste."
--"Que bueno que la pasaron bien y disfrutaron las películas." le dije yo sinceramente. "Te confieso que no pensé que a tu marido le fuera a gustar ver a dos hombres teniendo sexo."
--"Al principio estaba renuente, así que primero vimos la de bisexuales y cuando se puso buena la cosa, puse la de los gay y la cosa se puso mejor aun. Era una fantasía mía y ahora sé que también era de él. Que buenas películas y que apasionados y creativos son los gays en la cama. Mis respetos." exclamó Minerva mientras me regresaba las películas.
Definitivamente me daba alegria ver a Minerva contenta. Yo nunca había estado en una relación de varios años, así que no conocía de primera mano esa historia o ese mito acerca de la rutina en la que caen muchas parejas después de estar tanto tiempo juntos, pero si había oído decir que la mejor manera de combatirla era intentar cosas nuevas, cosas en las que ambos estuvieran de acuerdo, para darle ese toque de frescura que tanto se requiere para mantener la llama de la pasión viva.
--"Tengo otras que te puedo prestar, pero son de gays solamente." le dije yo. Era morbosamente sucio saber que Mi Vecino Paco se había calentado viendo sexo entre hombres.
--"No importa. Esto solo es fantasia morbosa para mi marido y yo, para ponerle un poco de sazón a la hora de hacer el amor. Son muchos años de casados."
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Muchas imágenes de Paco desnudo cruzaban por mi mente mientras hacia ejercicio en el gimnasio. Ver a tanto hombre guapo y musculoso ahí no me estaba ayudando a calmar mis deseos cachondos por mi vecino. No debía equivocarme, el hecho de que Paco se hubiera calentado viendo vídeos de sexo gay no significaba que EL fuera gay. Yo mismo disfrutaba viendo sexo bisexual o de heterosexuales, me calentaba ver como una hembra era clavada por su macho, pero eso no significaba que me gustara coger con una mujer; era simplemente el erotismo y la calentura de la escena lo que me excitaba y me la ponía bien dura. Eso mismo le estaba pasando a Paco. No había una sola actitud que indicara que EL se sentía atraído por otro hombre. No lo había tratado mucho, pero su sexualidad no estaba en duda. Sin embargo saber que se había cogido a su mujer viendo una película de sexo gay era como si me hubiera estado viendo a mi. Seguramente Minerva ya le había dicho que yo ea gay y que esas películas yo se la había prestado.
De verdad que mi caso era de pena ajena, me estaba emocionando con mi vecino como si EL me estuviera dando alguna razón. Tenia que re-activar las aplicaciones de ligue gay en mi celular, tenia que regresar y usar ese medio para conocer hombres y que me ayudaran a curar la soledad en la que me encontraba, tenia que dejar mis pensamientos por Paco a un lado, clavarme con El no me iba a llevar a ninguna parte.
Cuando regresé a mi casa, vi a Paco también llegar a la suya, fueron solo unos instantes, estaba lloviendo y era una tarde fría típica del mes de Febrero; EL levantó su mano para saludarme y rápido entró a su casa. Era un saludo cordial y amable de alguien educado que saluda a su Vecino; pero yo me quedé embobado viendolo hasta que desapareció de mi vista. Eran tan pocas la veces que lo podía ver, que tenia que aprovechar cualquier oportunidad para darme taco de ojo.
Ya adentro de mi casa, vi un sobre que alguien había aventado por debajo de la puerta principal. Lo levanté intrigado.
QUIEN lo había enviado??
Leí que decía:
Para Ernesto
De Minerva
Lo abri apresuradamente. De que se trataba? Por qué Minerva habia tenido que escribirme una carta, nos veíamos casi todos los días y ella tenia el numero de teléfono de mi casa y celular. De qué se trataba esto?? Dejé mi mochila del gimnasio en el sofá y me senté a leer la carta, la curiosidad me estaba matando.
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Ernesto,
Vas a pensar que estoy loca,
pero no me atrevo a decirte
en persona esta idea que se
me ha metido en la cabeza.
No quiero que te vayas a
ofender o enojar conmigo,
no tienes que aceptar
si no quieres.
Hay una fantasía que yo le
cumplí a mi marido hace
tiempo en un viaje que
hicimos; y fue hacer un
trío sexual con otra mujer. Una
experiencia que disfrutamos
mucho los dos; lo hice para
complacerlo y con la
condición de que algún día él
me iba a cumplir esa misma
fantasía con un hombre que a
mi me gustara.
Esto no es algo que se le puede
pedir a cualquiera, pero tu eres
un hombre muy atractivo, ya sé que
eres gay y que no te gustan las
mujeres, pero me estoy atreviendo
a proponerte que vengas a mi casa
la noche de San Valentin, no tienes
que acostarte con nosotros, pero
puedes observarnos haciendo el amor.
Espero que no te ofendas, no tienes
que meterte a la cama con nosotros,
pero la idea de que
alguien me observe teniendo sexo
con mi marido me excita mucho.
Ya le dije a Paco y aunque batallé
para convencerlo, él aceptó. Si dices
que no, esta bien, nuestra amistad
continuara como si nada. Pero si
dices que Si, me haras muy feliz.
Recuerda, será en la noche de
San Valentin, a las 10 de la noche.
Voy a apagar la luz del patio de atras,
esa será la señal de que mi marido y
yo estamos listos en nuestro cuarto,
voy a dejar la puerta abierta de atras.
Piensalo.
Sinceramente,
Tu Amiga y Vecina Minerva
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Terminé de leer la carta con el pulso acelerado. Aquella proposición que me estaba haciendo Minerva no me la esperaba en lo absoluto. Yo jamas había estado en un trio y mucho menos con una mujer. No podía creer que mi vecina me estuviera proponiendo semejante cosa. Y lo que mas me dejaba sorprendido era que según ella, su esposo estaba de acuerdo en que yo me metiera en su cama.
Paco… la sola posibilidad de conocer el cuerpo desnudo de aquel tremendo semental, me hizo tragar saliva y que mi pulso se acelerara aun mas. Yo quería estar con EL, eso no lo iba a negar. Claro que quería tocar, acariciar y besar a Mi Vecino Paco, mamarle la verga hasta ponercela bien dura y luego darme la vuelta para que me la ensartara por mi agujero. Con EL si, con EL todo… pero con su esposa no. Por mas ganas que le tenia a Paco, no iba a poder hacer algo con Minerva.
Paco… ese hombre me volvía loco y esta proposición me iba a terminar de enloquecer. Yo agonizaba por sentir su cuerpo sobre el mío, por levantar mis piernas y echarlas al aire para ofrecerle mi culo y que me lo llenara de su verga y su leche. Pero cumplir ese deseo significaba estar con su mujer y yo no podía hacerlo.
Volví a leer la carta. Decía que no tenia que participar, que no tenia que meterme a la cama con ellos, que los podía observar solamente.
Eso también me excitaba, era como ver porno en mi computadora pero mucho mejor, porque iba a ser sexo real y en vivo. La verga se me alborotó debajo de mi pantalón.
Si, iba a aceptar porque por nada del mundo me iba a perder la oportunidad de ver encuerado a Mi Vecino Paco y de ver como se cogía a su esposa enfrente de mi.
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El dia se me hizo eterno en el consultorio, estaba contando las horas y los minutos para regresar a mi casa. Era 14 de Febrero y esta vez como los últimos 2 años no tenia pareja para celebrar, tampoco tenia ganas de perder mi tiempo conociendo a alguien por internet.
Pero éste día de San Valentin iba a ser diferente, muy diferente a todos los anteriores. Esta noche yo tenia una invitación muy especial e iba a llegar puntual y preparado para disfrutar plenamente esa nueva experiencia.
No tenia idea de como esto pudiera llegar a afectar la relación de amistad con mis vecinos, sobretodo con Minerva que era con quien mas convivía y socializaba; pero no podía negarme la oportunidad de conocer y deleitarme viendo a Mi Vecino Paco hacer gala de sus habilidades de Macho en la intimidad con su esposa.
Cuando salí de mi consultorio me fui directo al gimnasio, queria verme lo mejor posible para esta noche, quería que Paco me viera en el mejor estado físico que yo le pudiera ofrecer, una hora y media haciendo ejercicio iba a ser suficiente para resaltar los músculos de mis piernas, nalgas, brazos y pecho.
Según Minerva esta era la primera vez que invitaban a un hombre a su cuarto. Yo quería verme bien y si había una posibilidad de llamar la atención de Paco, tenia que aprovecharla.
Era después de las 7:30 de la noche cuando llegué a mi casa, me di cuenta de que había varios carros en la casa de mis vecinos. Era la noche de San Valentin y obviamente estaban celebrando con sus amigos.
Me meti a bañar y luego preparé una ensalada para cenar. Ya queria que fueran las 10 de la noche, pero los minutos no pasaban lo suficientemente rápido.
Afuera se escucharon ruidos de carros, me asomé discretamente por la ventana de mi cuarto; los invitados en casa de mis vecinos se estaban retirando. Tragué saliva. Paco y Minerva seguramente se
estaban preparando para nuestra cita.
Paco… Macho Sabroso, estaba a menos de una hora para conocer su aspecto mas privado y excitante. #DeliciaCompleta
Busqué entre mis calzoncillos el que mejor marcara mi trasero, luego un pantalón y camisa que dejara ver mi cuerpo trabajado en el gimnasio. Queria que Paco me volteara a ver, que si acaso había una mínima posibilidad de que EL se sintiera atraído hacia un hombre, ese hombre tenia que ser Yo.
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Eran las 9:55pm cuando me volví a asomar por la ventana, justo en el momento en que mis vecinos apagaban la luz del patio de atras. Había llegado la hora que tanto había estado esperando desde que había leído la carta de la invitación. Me puse un abrigo para cubrirme del frío que hacia y salí de mi casa. Estaba nervioso, no lo voy a negar, pero era mas fuerte la calentura y el morbo que no me importaba nada mas. Abrí la puerta que conectaba mi patio con el de mis vecinos y caminé hasta su casa. Hacia un aire frío característico de una noche de Febrero, pero mi cuerpo estaba ardiendo de deseo y lujuria que no sentía nada de frío, solo calor, mucha calor que me estaba quemando bajo la ropa.
Tal y como Minerva lo había especificado en su carta, la puerta de su casa estaba sin llave. La abrí con manos temblorosas, entré rápidamente y le puse llave. Me quede un rato parado tratando de que mis ojos se adaptaran al nuevo entorno, había pequeñas velas en la mesa del comedor y en la sala, era lo único que iluminaba la oscuridad del lugar. Yo conocía la casa perfectamente porque ahí había vivido mi hermano con su familia por muchos años. Sabia perfectamente como llegar a la recamara principal. La casa olía a rosas. Había un arreglo de rosas rojas en la sala, era obvio un regalo de Mi Vecino Paco para su esposa Minerva. No solamente era un hombre trabajador, chingonamente guapo y atractivo, sino también detallista y romántico. Sentí envidia, pero envidia de la buena.
Conforme me fui acercando a su recamara, pude escuchar gemidos y susurros. Reconocí esos ruidos, eran los de una de las películas que le había prestado a Minerva. Estaban viendo una película gay!!
Mi verga se empezó a poner dura. Cuando entré al cuarto, solo la luz de la pantalla de TV alumbraba aquellas cuatro paredes, se me quiso detener el corazón cuando vi a Mi Vecino Paco de espaldas. Estaba desnudo, completamente desnudo y se veia mas cachondo, muchísimo mas de lo que yo había imaginado. Un cuerpo perfecto, unas piernas grandes y fuertes, unas nalgas abultadas y firmes; una espalda amplia y poderosa, unos brazos grandes y peligrosos. Que generosa había sido la naturaleza, la genética con EL. Me quedé embobado mirando, observando como EL se devoraba a besos a su esposa, a quien tenia arrinconada contra la pared y le metia manos por todo el cuerpo. Vi caer el calzón de color rojo de Minerva al suelo y Paco hizo un sonido animal cuando su mujer quedó casi totalmente desnuda.
La ropa me empezó a estorbar, me quite el abrigo y la camisa, luego me desabroché el pantalon. El ruido de mi ropa cayendo al suelo les hizo saber a Minerva y Paco que yo había llegado. Y fue en ese justo momento cuando Mi Vecino Paco volteo a verme, nuestras miradas se encontraron brevemente, sus ojos brillaban de deseo por su esposa. Yo lo recorrí de arriba a abajo y tragué saliva cuando vi su enorme, grande y gruesa verga. #Macho #MachoDelicioso
Aquella verga era la mas hermosa que yo había visto en toda mi vida. Y la tenia bien dura y parada. Solo la pude ver por unos breves segundos, porque Paco se dio la vuelta para seguir ocupandose de su esposa que estaba bien caliente y le pedía atención.
Con un movimiento rápido EL le quito el sujetador y lo escuché gemir de placer cuando Minerva quedó completamente desnuda; le empezó a besar el cuello en un recorrido lento hasta llegar a sus senos, mordió levemente un pezón y luego el otro, haciendo que Minerva gritara de placer.
--"Ooooh… Ay que rico…. así, así Papito… Ooooh…"
Paco estuvo varios minutos devorando, chupando, saboreando y jugando con los senos de su mujer mientras yo no les quitaba la vista de encima; calentandome con cada uno de sus movimientos.
Mi verga estaba bien dura y afilada. Me terminé de quitar el pantalon y quedé en calzoncillos solamente.
--"Gracias por animarte a venir…" me dijo Minerva mientras Paco la levantaba y cargandola en sus brazos la llevaba a la cama. Su tono de voz no era normal, estaba tomada, borracha. Tenia un cuerpo muy bello, no me atraia sexualmente, pero tenia que reconocer que se mantenía muy bien.
Paco la colocó sobre la cama, era obvio que EL estaba tratando de actuar relajado, pero mi presencia sin duda lo tenia tenso, yo también lo estaba, esto era algo nuevo para mi.
--"Quitate toda la ropa… mi marido y yo ya estamos desnudos. Queremos verte a ti igual que nosotros." me pidió Minerva.
Vi que Paco asintió con la cabeza y los dos no dejaban de mirarme, me quité los calzoncillos lentamente, ninguno de ellos perdia detalle.
--"Que buen cuerpo tienes, Vecino." exclamó Minerva cuando quedé totalmente desnudo.
Ambos me siguieron observando por varios segundos mas. Me acaricié mi pecho en un recorrido lento y suave hacia mi verga. Paco y Minerva seguían atentos mirandome de arriba a abajo. Pero aquí el que venia a observar era yo, no ellos. Tenia que dejarles claro que yo no me iba a meter a la cama con ellos. Si fuera solamente con Mi Vecino Paco lo haría encantado, pero no podía hacerlo con ella. Simplemente no podía.
--"Yo vine solamente a observarlos…" le dije mientras me acerqué a la cama y acariciandome la verga.
Los dos movieron la cabeza en señal de que estaban de acuerdo.
--"Si… quiero que veas como me coge mi marido… ya le viste la cosota tan grande y hermosa que tiene?" me preguntó Minerva y vi que Paco se apenó un poco, se sentia expuesto. Su timidez me llegaba al fondo del alma.
Y sentí que la sangre me quemaba por dentro de morbo y deseo contenido. Claro que había visto la verga de su marido, no solo era grande y hermosa, era divina y yo me moría por probarla, por conocer su sabor y sentirla adentro de mi.
--"Si, ya la vi…es majestuosa." le contesté tragando saliva. Y la mirada de Paco se clavó en mi y la mia en EL.
--"Tu también tienes una muy buena." exclamó Minerva agarrando a Paco del cuello para fundirse en un beso al que EL correspondió con intensidad. "Hazme el amor delante del vecino… cogeme sin piedad, Papito." le pidió ella haciendo que EL perdiera el control, dejandose arrastrar por el deseo y amor que sentía por su esposa.
Ante mis ojos como únicos testigos, Mi Vecino Paco le empezó a hacer el amor a su mujer, que embriagada de alcohol se le ofrecía sin pudor ni recato, eran marido y mujer, pero también eran amantes, se deseaban y la manera en como sus cuerpos se estaban uniendo me dejó sin aliento.
Yo quería estar en el lugar de Minerva, yo quería sentir a aquel Macho encima de mi… empecé a jugar con mi verga en movimientos leves y suaves. Esto apenas empezaba.
Paco y Minerva se colocaron en posición de 69
Yo me había masturbado muchas veces viendo porno heterosexual, pero esto superaba cualquier fantasía.
Esto era real y estaba pasando frente a mis ojos. Yo quería mamar aquella deliciosa verga. Yo quería que Paco me cogiera a mi.
--"Que rica panochita tienes, nunca me cansaré de comermela…" susurró Paco mientras disfrutaba de la parte mas intima de su esposa.
--"Es toda tuya, cometela toda, Papitoooo…." le suplicó ella. Y toda se la comió, vi como EL le restregaba su boca sobre sus labios vaginales una y otra vez, luego le pasó su cara completa, llenandose de sus fluidos, marca inequívoca de que Minerva estaba ardiendo de calentura por las cosas deliciosas que le hacia su Marido con la boca y la lengua.
Así estuvieron por varios minutos, y yo contemplaba embelesado la danza de aquellos dos cuerpos perfectos que se disfrutaban uno al otro total y completamente. Observé sus manoseos intensos y los besuqueos sin parar. Paco aprovechó que ella estaba totalmente mojada, lubricada para colocarla al centro de la cama.
--"Ya no aguanto mas, necesito clavartela…"
--"Damela toda, estoy lista para ti, Papito."
Yo sentía como si el corazón se me fuera a detener en cualquier momento, era demasiada la excitación que estaba sintiendo, Minerva estaba lista para que su marido le diera el mas grande de los placeres. Ser testigo de aquello me tenia fuera de control, mis bolas estaban llenas y duras, mi verga exigía alivio.
Con una mano jugaba con mi verga y con la otra me apretaba mis tetillas.
Vi como Paco se la iba ensartando a su mujer, como ella lo recibía ansiosa y como su verga se iba abriendo espacio en aquel túnel que lo proclamaba su dueño.
--"Aaahhh…ayy… asiiii…asiiii Papito, damela todaaaa… la quiero todaaa." gritaba Minerva mientras su marido se la iba clavando toda, centimetro por centimetro.
Sus cuerpos iniciaron la mas antigua de las batallas, movimientos precisos y sonidos salvajes. Yo lo sospechaba y ahora comprobaba que Paco era un tigre en la cama, Macho Completo que sabia hacer gozar a su mujer. Su verga se movia de una manera natural, masculina y perfecta adentro de ella, llevandola una y mil veces al abismo de la locura y del placer sin limites.
#Macho #Semental #RicuraDivina
Yo estaba a punto de chorrearme viendo aquella escena que jamas pensé pudiera observar y ser testigo en la vida real. En aquel momento no importaba si una mujer me atraía sexualmente o no, aquellos eran dos cuerpos calientes unidos en busca de un mismo fin… una búsqueda por alcanzar el placer mas primitivo que solo dura segundos, pero que el recorrido para llegar a él se disfruta igual de intenso, placer carnal infinitamente delicioso y me calentaba mas que cualquier película porno.
--"Ooohhh….. mas, mas dame maaaas…. ay que rico se siente, Papito… no pares."
Yo estaba embriagado de lujuria, mis bolas necesitaban explotar, no podía dejar de mirarlos, de ver como Paco le clavaba la verga a su mujer, sin darle un solo momento de descanso. Esto era un Semental y no chingaderas.
Aceleré los manotazos sobre mi verga y fue cuando EL volteo a verme y me cerró el ojo; senti que mi corazón se iba a detener para siempre. Y cuando EL se chorreo adentro de Minerva yo también exploté a chorros sobre la cama.
Ella se retorció sobre las sabanas mientras Paco se terminaba de deslechar, de llenarle con su preciado jugo de macho la parte mas intima de su ser.
Se hizo un silencio de varios minutos, mientras los tres recuperábamos la respiración. Paco le sacó la verga a su mujer y ella hizo un movimiento para expulsar la leche de su hombre.
--"Mira como me dejó mi marido, Vecino…" exclamó ella mientras se acariciaba su parte llena de leche de su esposo. "Quieres que mi Paco te la meta? Te lo presto si quieres, Vecino?"
No podía creer lo que estaba escuchando. Las palabras de Minerva me dejaron sin nada que decir. Yo quería que Paco me cogiera, por supuesto que si, pero no estando ella presente. Yo lo quería para mi solo, aunque fuera solo una vez, pero solos EL y YO.
--"Mi Paco esta dispuesto, verdad que si Viejo?" le pregunto ella a EL.
Yo me le quedé viendo fijamente a EL que se estaba limpiando el sudor que le escurría por la frente. Lo vi levantarse de la cama y ponerse de pie. Me estremeci deleitandome con aquel cuerpo perfecto y cachondo.
--"Yo le prometí a mi mujer cumplirle esta fantasía." contestó EL pasando una mano por su verga semi erecta, acaba de eyacular y estaba semi erecto. Sabrosura Total. "Y haré todo lo que ella me pida."
--"Quieres darle tu culo?? Hace mucho tiempo que no le doy el mío…y estoy segura que tiene ganas de clavar culito" dijo Minerva poniendose de pie. "Prueba por una vez su verga. Te lo presto." volvió a repetir ella.
Y los dos caminaron hacia a mi. Ella mas decidida que EL, pero los dos dispuestos a convencerme.
--"Apoco no te gusta esta verga hermosa que tiene mi marido?" me preguntó Minerva agarrando entre sus manos la verga grande y exquisita de su esposo. Era increíble que me lo estuviera ofreciendo así. "Nunca se lo he prestado a nadie, pero te lo presto a ti por una vez, Ernesto."
--"A la orden, Vecino. Usted decide. Si o No??" dijo en voz ronca Mi Vecino Paco.
C O N T I N U A R A=================
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