Friday, February 26, 2016

Jugando a Los Esposos PRIMERA PARTE


Habían pasado casi 5 meses desde que mi esposa había decidido separarse de mi, desde entonces no había tenido otra panochita para mamar y coger; yo estaba hambriento de una, mi verga pedía, reclamaba y exigía una.
Ya estaba cansado de tanto masturbarme, las ganas de coger me estaban matando,  tenia ganas de una rica hembra para darle una buena mamada de panocha, una larga chupada  que la hiciera casi venirse y luego meterle la verga. Era ya noche y había estado tomando mucho aprovechando que era Sábado e iba a descansar el Domingo. Con cada cerveza que me tomaba, mas caliente me iba poniendo. Necesitaba coger!!
Estaba tan desesperado y con muchas ganas de hembra que no podía pensar en ninguna otra cosa que no fuera donde meter mi verga para chorrearme rico y chingon.

 Me levanté de mi cama para ir a la cocina a traer otra cerveza, hacia mucha calor y yo andaba sin camisa, solamente traía puesto un bóxer negro. La casa estaba casi a oscuras y en completo silencio. Al pasar por el cuarto de mi hijo vi que la puerta estaba semi abierta, me acerqué para cerrarla, pero en lugar de hacerlo, la abrí mas...  vi que él estaba bien dormido y completamente desnudo. 
Era tan parecido a su madre, tenían el mismo color de piel, los mismos ojos y muchos de sus rasgos faciales eran iguales, pero lo suyos en una versión mas masculina. 
No podría explicarles qué me estaba pasando, pero caminé hasta la orilla de la cama mientras mi verga se iba poniendo dura. Mi hijo, quien en realidad era mi hijastro, pero a quien yo había criado como si fuera mi hijo, se movió pero no despertó y quedo en una posición que a mi se me hizo provocadora y cachonda. Lo seguí observando por varios minutos. 

Yo andaba bien caliente, las ganas de coger eran muchas, debía salir de aquella habitación e irme a buscar una puta por ahí para cogermela toda la noche, pero no pude moverme, estaba como hipnotizado viendo el cuerpo bien formado de mi hijo. Su piel joven y llena de vida. Esas nalgas abultadas, suaves, lizas y apetecibles. Que rico trasero tenia el Cabrón. Se me hizo agua la boca imaginando el sabor que debía tener su culo. Un culito rosa y húmedo, exactamente como el de su madre...pero tendría el mismo sabor?? Yo quería probarlo y conocer su sabor. 
Debía estar mas apretadito que su Mamá... Yo quería saber si al meterle mi verga iba a sentir más rico que cuando se la metía a ella.

Me agarré la verga que ya estaba bien dura y erecta, me quité mi bóxer y me dejé llevar por mis deseos mas oscuros e indefinibles. Me metí a la cama y ensalivando mis dedos de la mano derecha me empecé a jalar mi verga. Mi hijo estaba dormido y no sabia lo que estaba pasando, aun así no me importø y le pasé mi mano izquierda suave y lentamente por sus bien formadas nalgas, se me hizo un nudo en la garganta porque sentí un sensación bien chingona, que rica cola tenia el Cabrón. Nalgas perfectas. Al tacto, estaban Más ricas que las de su madre! 
Aquí ya yo estaba completamente ciego de morbo, las cervezas que me había tomado ayudaban a que todo me pareciera fácil y que nada me importara; me acerqué más tratando de no hacer ruido, de no despertarlo, le abrí el trasero para verle mejor su culito y sin importarme las consecuencias se lo empecé a chupar. 

Que rico sabor tenia, un sabor mucho mejor que el de mi esposa!! #SabrosuraTotal

Me concentré en lamerlo, en lenguetearlo y saborearlo; se le fue parando la verga con mis caricias y con mis lamidas, le lamí su culo de abajo hacia arriba y después de arriba hacia abajo, quería devorarlo y desperté a mi hijo en el proceso; me detuve a esperar su reacción, pasaron unos breves segundos antes de que él se diera cuenta de lo que estaba pasando o mejor dicho de que se diera cuenta de QUIEN le estaba chupando el culo.

--"Apá...!! Qué esta pasando? Qué está haciendo?... preguntó él sacado de onda pero su erecciøn no disminuía, por el contrario seguía igual de excitado que yo.

--"No te gusta lo que está pasando, Mi'ijo? No te gusta la lengua de Papi lamiendo y saboreando tu culito?" le pregunté yo mirándolo directamente a los ojos y sin dejar de acariciarle su trasero. "Iba pasando, vi la puerta de tu cuarto abierta, me acerqué y estabas aquí desnudo; me paraste la verga. Hace mucho que tu madre se fue y tengo ganas de coger. Quieres que me vaya? Quieres que salga de tu cuarto?"

Mi hijo se me quedó mirando por unos segundos, yo podía ver la confusión en su rostro, pero también estaba caliente como lo estaba yo.  

--"Tu cuerpo desnudo por atrás me recordó al de tu madre... pero el tuyo está mas joven, mas duro, mas firme... mira como estoy..." le dije yo al ver que no me decía nada, pero no dejaba de mirarme. "Me la pusiste bien dura y no aguanté las ganas de probarte, de chuparte tu rico culito..."

Mi hijo cerró sus ojos por unos segundos antes de hablar.

--"Pero es que no entiendo nada, Apá..."

--"Ando bien caliente, tengo muchas ganas de coger. No quiero seguir masturbándome ni tampoco tengo ganas de ir a buscar una mujer por allí." le confesé con toda la sinceridad del mundo. "Quiero que seas mi mujer ésta noche, por una sola vez. No haremos nada que tu no quieras, Mi'ijo. No te gusta lo que te estoy haciendo? La tienes dura." le dije dandole otra lamida a su culo y unos leves mordiscos a sus nalgas. Yo había descendido a lo mas oscuro de la suciedad y de lo permisible. Era un depravado. 
Nada me importaba, solo satisfacer mis ganas de clavar, de coger.

--"Se siente rico, Apá." contestó extendiendo su mano en una señal para que me subiera arriba de él.

Una extraña sensación me sacudió el cuerpo cuando quedé arriba de él, yo era mas alto y mas fornido, se sentía chingon estar así, era como tenerlo sometido y disponible a mis oscuros deseos; él hizo un gemido y entonces me pude dar cuenta de que también estaba sintiendo las mismas extrañas y nuevas sensaciones como yo. 
Y de pronto me empezó a acariciar la espalda con sus dos manos, haciendo un recorrido lento, tímido. Yo le comencé a besar el cuello animándolo, diciéndole que todo estaba bien y que me gustaban sus caricias. Nuestras vergas estaban bien duras y afiladas, yo podía sentir la suya en mi estomago y él la mía en el suyo. Le volví a besar el cuello y después ambas orejas, eso lo hizo cruzar cualquier barrera moral o duda que aun tuviera en su mente, porque me empezó a meter sus manos por mis nalgas, por mi trasero, por la entrepierna y luego regresó a mi espalda.

--"Siempre me gustó su cuerpo, Apá." me susurró al oído. "Pero no quería que supiera que tenia un hijo joto.. Usted todo un Machote y yo un....."

--"Sssshhh..." lo callé yo con un beso en la boca y luego le mordí levemente el labio inferior. "No me gusta esa palabra, Usted y yo vamos a darnos placer sin importarnos lo que diga la gente, nadie tiene que saberlo ni nosotros tenemos que contarle a nadie."

Mi hijo me tomó la cara con sus manos para besarme con timidez, con lentitud y poco a poco eso dio paso al desespero, a la urgencia; estaba ardiendo de ganas igual que yo.
Yo correspondí a su beso de la misma manera y con mi lengua empecé a explorar la suya. #DeliciaCompleta

--"Aaahhh... si Papi, siga así que se siente rico."

--"Si Mi'ijo yo también siento rico y quiero pasar la noche contigo."

--"Si Apá... quédese conmigo toda la noche." me pidió dándome un beso en el cuello y abrazándome la espalda, casi clavandome sus uñas. " Le puedo pedir algo?"

--"Lo que quiera Mi'ijo que yo se lo daré."

--"Hableme como si fuera una mujer... eso me calienta mucho y me pone a mil." 

Yo me le fui encima otra vez para besarlo y llenarle el cuello y las orejas de leves mordiscos, su petición se me hizo bien morbosa, bien cachonda. Era una proposición reprobable, pero me sacudió el cuerpo de calentura y deseo descontrolado. 

--"Esta noche te voy a hacer mía y de ahora en adelante quiero que seas mi mujercita..." Mis palabras lo hicieron suspirar y comenzó a gemir al sentir que me movía arriba de él, mi verga dura chorreando pre semen en su estomago lizo y firme. Justo en ese momento se me vino una idea a la cabeza, una idea sucia, oscura, pervertida, innombrable y caliente. "Juguemos a Los Esposos." le dije.

--"Si yo quiero jugar con Usted. Aquí en la casa no seré su hijo, seré su mujercita, su esposa...."

--"Quiero que me mames la verga." le pedí yo tomando una de sus manos para llevarla hasta mi verga. "Esta bien dura y hace mucho que nadie me la chupa." Me giré sobre la cama, quedando yo abajo y él arriba de mi. "Hace mucho que nadie me atiende..."

--"Yo te hago todo lo que quieras, soy tu nueva esposa y me encargaré de que nunca te haga falta nada, me encantas Esposo mío..."  vi lleno de fascinación como mi hijo se iba adueñando de su papel en éste juego malsano, prohibido.

--"Y Tu a mi, Muñeca..." exclamé yo observando su cara, verdaderamente se parecía a su madre y se estaba comportando como toda una mujer, se comenzó a bajar por mi cuello, lamiéndolo con la lengua, siguió después hasta mi pecho y mis tetillas, lamiéndolas en circulo y chupándolas mientras yo le metía mis dedos en su cabello pidiéndole mas y no pude evitar gemir de placer cuando él siguió bajando hasta mi ombligo. "Aaaahhhh... que rico siento...."

Finalmente llegó a mi verga y le dio un beso en la cabecita.

--"Me gustaba ver su verga cuando entrábamos a orinar a los baños públicos del cine, del supermercado..." me dijo levantando sus ojos para verme. "Y siempre me imaginaba lo sabroso que seria mamarcela, de lo chingon que seria tenerla adentro de mi boca. Que dicha la de mi Amå que la podía tener a la hora que quisiera."

--"Pero ahora tu serás mi esposa en secreto y la podrás tener cuando quieras..." le contesté excitándome con el morbo y suciedad de mis propias palabras y pensamientos. Estaba incrédulo de lo que estaba haciendo, pero no me podía detener. Mi hijo empezó a lubricar mi verga con su lengua en movimientos suaves, quizá hasta tímidos pero precisos, sabia lo que estaba haciendo y yo me entregué al placer que me daba. 

Su madre nunca me la había mamado así. La lengua de mi hijo se movía en perfecta sincronía con sus labios y su boca, intercalando movimientos y caricias; mi verga estaba dura y él se la estaba comiendo toda, la introdujo en su boca y vi como se perdía toda hasta lo mas hondo de su garganta, con una mano me acariciaba el pecho y mi estomago, con la otra las bolas. Toda su atención centrada en mi, cuidando hasta el mas mínimo detalle. Yo estaba completamente enloquecido.


--"Ooohhhh... que ricoooo..." y presioné su cabeza para que se terminara de comer mi verga completamente y me estremecí de placer cuando toda se la comió. Se veía bien cachondo con su boca llena de mi verga.
#CositaRica

Nos empezamos a mover en un movimiento de conexión completa, me lo empecé a coger por la boca y después de varios minutos tuve que hacer un esfuerzo para no venirme, su manera de apretarme la verga con su lengua y sus labios me tenia ahogado de placer.

--"Te gusta lo que te está haciendo tu esposa?"

--"Me encanta, Mi Amor..." le contesté yo siguiendo el juego de Los Esposos. Todo el entorno era sucio pero me prendía, me encendía como jamás lo había imaginado. El alcohol que traía en el cuerpo también ayudaba a que todo me pareciera bien, sin culpas ni prejuicios. "Tu si sabes chupar.... tu si sabes lo que estas haciendo."

Apenas le dije eso le volví a meter mi verga a su boca, pero esta vez sin piedad, con urgencia. Se la devoró toda y mi invasión en su garganta lo hizo ponerse rojo, pero no se rajó y aguantó como un verdadero campeón. Me la mamaba sin pausas, se la tragaba sin limites, sin respirar. Se la metí y se la saqué varias veces mas, pero luego de unos minutos se la tuve que sacar definitivamente porque si seguía así me iba a venir y yo quería seguir disfrutando éste encuentro, éste juego. Habían pasado muchos meses desde la ultima vez que había cogido y necesitaba disfrutar mas de ésto entre mi hijo y yo.

Lo tomé por los hombros y lo subí hasta mi, nos besamos con fuerza, con chingo de fuerzas, lengua contra lengua y lo sentí temblar, nos abrazamos y seguimos besándonos. Aun lado había quedado su timidez. Los dos estábamos participando con la misma necesidad, con el mismo deseo y ambos conocíamos nuestros respectivos personajes en éste juego obsceno pero desmedidamente caliente y tan prohibido que nada nos importaba.

--"Que sabroso se siente estar así con mi esposo..." exclamó con voz temblorosa y entrecortada por el deseo.

--"Y a mi me gusta sentir el cuerpo bien formado, joven y tibio de mi nueva esposa arriba de mi." le dije dandole unos apretones a sus nalgas, haciendo que se estremeciera de placer. "Te quiero meter la verga por atrás mi amor, a mi otra esposa no le gustaba, Tu si te vas a dejar, verdad Princesa?" y me di un giro sobre la cama para quedar arriba de él.

--"Si... es lo que mas quiero... Dame tu verga, Papacito; yo si te voy a dejar que me la metas por atrás todas las veces que quieras. Tu nueva esposa te va a complacer en todo, solo me lo tienes que pedir y yo te lo daré..." me contestó y me moví para que él echara sus piernas atrás, me volví a deleitar viendo su culito rosa, su culito hermoso, suave y delicioso. "Hazme tuya..." me pidió.

Y sus palabras aumentaron el fuego de bajeza y morbo que me quemaban, me incliné para mamarle el culo una vez mas, para disfrutar de su sabor; él presionó su trasero contra mi cara, contra mi boca, estaba gozando mis lengüetazos,  después de unos segundos ya estaba listo y lubricado, su agujero se abría y se cerraba. #CositaRicaDePapá

--"Te voy a meter mi verga por primera vez, esposa mía..."

Y él levantó mas las piernas para darme mejor acceso, yo me acerqué mas y él puso sus piernas sobre mis hombros.

--"Tu esposa está lista para ti...  Métemela toda, quiero sentirte bien adentro de mi, Papacito..."

Me escupí la verga varias veces y mi hijo con una de sus manos me desparramó equitativamente la saliva, asegurándose que mi verga estuviera bien lubricada y lista para metercela. 
Le puse la cabeza de mi verga sobre su orificio que rogaba ser penetrado, solo bastó un leve empuje y la punta de mi verga estaba adentro haciendo que él se estremeciera.

--"Aagggghhh.... siento que me esta abriendo en dos... partiendo mi cuerpo en dos....Aaaaahhh...." 

Me detuve un poco para que su culo se acostumbrara y lo besé para ayudarlo a que se relajara.


--"Respira profundo y luego sueltas... estas muy tensa, relájate mi amor, tu esposo te va a dar mucho placer...." le dije mientras le acariciaba su pecho suave, firme y terso, él respiró y cuando soltó el culo se le relajó un poco y yo aproveché para metercela mas; lo hizo varias veces y cada vez que soltaba yo se la metía mas y mas hasta que estuvo toda adentro. Que ricura era aquel culo que tenia, no solo era sabroso a mi boca y mi lengua, también estaba estrecho y mi verga se había puesto mas dura en aquel recorrido de la entrada de su túnel privado hasta mi llegada al fondo del placer.

--"Me duele pero no me la saque, Papacito chulo... tenia mucho que no me la metían, no es tan fácil encontrar alguien que valga la pena para que me cogiera..." susurró mirandome fijamente, sus ojos estaban perdidos en la calentura y el morbo de la experiencia que estábamos viviendo. 

--"Ya no vas a tener que ir a buscar por ahí, la espera se terminó porque ahora aquí esta tu esposo para darte verga cuando tu quieras, mi princesa..." le dije yo instalado en mi personaje de éste juego que nos sobrecalentaba a los dos, él me tomó la mano derecha con la cual yo le acariciaba el cuerpo y se la llevó a la boca para chuparme los dedos, haciendo que yo conociera una sensación desconocida pero cachondamente deliciosa. Me empecé a mover adentro de él, mi verga estaba perforando su estrecho agujero, poco a poco se fue relajando y dándome acceso completo. Fui subiendo la velocidad de mis movimientos, de mis clavadas.

--"Siiiii....assiiiii.... Dame mås... Dame mås, mi amor..." me pidió dejándose arrastrar por el placer que le daba yo con los movimientos de mi verga. Y seguía chupandome los dedos de mi mano, haciendo que se me erizara la piel.

Aun no podia creer que ésto estuviera pasando, pero la calentura y el deseo por lo prohibido eran mas fuerte que todos mis valores morales, el alcohol que había tomado había derrumbado muchas barreras dentro de mi, lo hacia todo mas fácil, la decisión ya estaba hecha y no había nada que pudiera detenerme; el placer que estaba conociendo valía mil veces la pena. Mi hijo me pedía mas, en su personaje de mi nueva esposa me pedía más verga y más le di. Toda mi verga se la metí.

--"Siento muy rico de estar adentro de ti, mi princesa... hacia mucho que no clavaba con una hembra así de estrecha y apretadita..." susurré yo mientras se la metía y se la sacaba.

--"Que bueno que te gusta, Papacito... eres mi nuevo dueño y me vas a tener todas las veces que quieras."

Sus palabras obscenas y las ganas reprimidas de tanto tiempo de no coger explotaron dentro de mi haciendo que mis embestidas se fueran intensificando, su estrecho agujero hacia todo mas excitante y placentero.

--"Mi otra esposa no se dejaba coger todos los días, me castigaba y solo me dejaba que se la metiera una vez a la semana y cuando le rogaba y le rogaba, se dejaba dos veces a la semana, pero nada mas." le dije yo metiéndole la verga hasta el fondo y los dedos de mi mano por la boca también hasta el fondo, haciendo que se retorciera de placer. "Estas segura que tu si me vas a dejar que te la meta todas las veces que yo quiera, Princesa...?"

--"Voy a ser la mejor de las esposas, Papacito hermoso... te voy a atender como debe de ser para que no salgas a buscar afuera de tu casa lo que aquí hay y bastante... todo para ti, nomas para ti." exclamó en un susurro que casi se ahogaba en sus gemidos de lujuria y gozo infinito. 

Su culo ya se había adaptado perfectamente al tamaño de mi verga y cada vez se abría mas y mas, entregándose completo. Aceleré las embestidas de mi verga contra aquel hermoso culo, fuente de placer indescriptible, de placer hasta hacia unas horas completamente desconocido para mi, mi hijastro se movía con mas pasión y entrega que su propia madre, ella y yo jamas habíamos cogido con esta furia y desesperación. Estábamos sudando y aullando como solo lo hacen las bestias en el momento de brama y celo, de ganas primitivas de saciar el deseo de la carne, de lo prohibido.

--"Te gusta lo que to estoy haciendo, Princesa...? le pregunté sacándole la verga y enzartandocela toda de una sola metida.

--"Me encantaaaa Papacito... no pares, dame duro, bien duroooo...." me contestó mirandome fijamente, sus ojos perdidos en el morbo, en el placer y la calentura. "Dame toda tu verga, Papi... revientame el culo y llénamelo de leche hasta que me escurra toda, quiero cagar tu leche hoy y mañana, préñame te lo pido..."

Mi presión arterial estaba a punto de explotar, mis bolas estaban duras y llenas de leche, ya no aguantaba mas, mi hijastro sabia que el momento estaba cerca y se empezó a jalar su verga con sus dedos y mano llena de mi saliva, estaba bien lubricado y listo para venirse pronto, le di varias metidas y sacadas, no pasó mucho tiempo y en cuestión de algunos segundos exploté adentro de su sabroso culo, cerré los ojos y me estremecí de pies a cabeza cuando él también se vino a chorros de semen sobre su estomago y apretó los músculos de su culo al alcanzar el climax.

Me dejé caer sobre él y me abrazó fuerte con sus manos y luego echó sus piernas sobre mi espalda también.

--"Que suerte tengo de haber encontrado un Macho como Tu." me susurró al oído mientras me acariciaba suavemente la espalda con sus manos. "Voy a ser la envidia de todas mis amigas...."

Me quedé en silencio, esperando a que mi respiración regresara a la normalidad y también me quedé en silencio porque aunque tenia bastante alcohol en el cuerpo, la realidad me sacudió: me acababa de coger a mi hijastro en medio de un juego que jamas debió haber sucedido. 
Intenté terminar con el abrazo, pero él no me dejó y me abrazó mas fuerte.

--"Los esposos deben dormir juntos, ni creas que te voy a dejar que te vayas a dormir solo..."

Mi hijastro parecia estar "jugando en serio", pero para mi el juego había terminado.

--"Esto que pasó...." no pude terminar de hablar, porque me puso una mano en la boca para callarme.

--"Sssshhhh... no digas nada, mi amor.... vamos a dormir, mañana hablamos." me dijo mientras se acomodaba en la cama para ofrecerme una almohada y un espacio enseguida del suyo.

No dije nada, aun estaba en estado de incredulidad por lo que había pasado. Mi hijastro se abrazó en mi y puso su cabeza sobre mi pecho, él se pudo quedar dormido, pero yo no. Cuando él estaba profundamente dormido, me levanté de la cama, busqué mi shorts y caminé hasta la puerta. Antes de cerrarla, lo vi dormir tranquilamente sobre su cama. Había algo que no podía negar, había sido una de las cogidas mas intensas de toda mi vida y aunque ahora me sentía culpable, la había disfrutado bastante. Muchísimo tiempo sin venirme a chorros como lo había hecho hacia menos de una hora. Le había dejado el culo lleno con mi leche de Macho.

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Al siguiente dia me levanté temprano, tratando de no hacer ruido, me bañé, me arreglé y salí de la casa. Era Domingo y descansaba, pero no quería quedarme ahí, no quería ver a mi hijo, porque aunque no lo fuera de sangre, lo era de crianza.
Traia una cruda fisica por la cervezas que me había tomado anoche y moral por lo que había sucedido también anoche. 
En qué momento se me había ocurrido jugar ése maldito juego de Los Esposos? 

Anduve dando varias vueltas por ahí, sin un rumbo fijo, fui a hacer algunas compras de material que necesitaba para mi trabajo de construcción, por unas horas logré distraerme; era después de mediodía cuando mi teléfono celular sonø, era mi hijastro, me dolió no contestarle, pero era mejor así. 
Insistió solamente una vez mas. Era muy inteligente y obviamente intuía que no quería hablar con él.
No sé ni como se me fue el tiempo, pero ya casi era de noche cuando regresé a la casa. No estaba su carro y sentí un alivio.

Mientras caminaba por el pasillo que me llevaba a mi cuarto, no pude evitar recordar algunos momentos de la noche anterior, contra mi voluntad mi verga se me alborotó, yo era un hombre bien caliente y eso siempre había sido un punto de choque entre mi esposa y yo, porque decía que yo nunca llenaba, que lo único en que pensaba era en sexo, sexo y mas sexo. Y era verdad, pero esa era mi naturaleza.
Me metí a bañar, necesitaba relajarme y el agua tibia me iba a ayudar. Cuando salí de bañarme escuché ruidos en la sala, seguramente era mi hijo. Al terminar de ponerme mi shorts, lo vi entrar a mi cuarto. Nos quedamos mirando por unos segundos, yo no sabia que decir.

--"Apá Dónde andaba? Vinieron mis abuelos a visitarnos" me dijo él como si nada. Eso ayudó a que yo me relajara un poco mas.

Sus abuelos, eran mi padres y lo querían como si fuera su nieto de verdad. Me sentí mas culpable por lo de anoche.

--"Fui a comprar un material que necesito para mañana." le contesté mientras me ponía una camisa vieja para dormir. Su mirada seguía cada uno de mis movimientos. Yo lo miraba de reojo porque no quería verlo fijamente.

--"Dejaron la invitación para la Quinceañera de Susi. Le están ayudando a mis tíos a repartir las invitaciones"

El resto de la conversación fue trivial y sin importancia. Me dejé caer sobre la cama mas calmado porque mi hijo no tenia ningún reclamo para mi y porque tampoco quería seguir con el juego de anoche. 
Pero muy en el fondo de mi, yo estaba seguro que sus palabras y frases de anoche eran mas que un juego. Al parecer me había equivocado.

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Como todos los dias cuando iba a trabajar, me levanté temprano, me di un baño y fui a la cocina a preparar algo para desayunar, al pasar por el cuarto de mi hijo escuché ruidos y sin poderlo evitar me acerqué, la puerta estaba semi cerrada y pude ver que se estaba arreglando para ir a la Universidad. Estaba de espalda y traía puesto solamente su calzoncillos color blanco que le acentuaban su tremendo trasero. Quise seguir expiandolo, pero haciendo un gran esfuerzo me fui a la cocina; mi verga estaba poniéndose dura al recordar lo delicioso que había sido cogerme a mi hijastro. Lo delicioso que había sido jugar a Los Esposos. Sacudí mi cabeza como si con eso pudiera borrar lo sucedido.
Decidi desayunar fuera y salí de la casa. No podía permitir que mi morbo me superará. No podía ni debía pensar en mi hijastro de manera sexual.

Sin embargo una cosa es lo que uno quiere y otra muy distinta lo que termina haciendo. Conforme fueron pasando los días, fue difícil concentrarme en mi trabajo porque no podía dejar de pensar en él. De verdad necesitaba conseguirme una hembra por ahí para coger y que me quitara las ganas, porque todos los días que llegaba a mi casa tenia que hacer un esfuerzo brutal para no ceder a mi deseo prohibido. Mi hijastro facilitaba las cosas para que todo volviera a la normalidad, pero sin embargo yo podía ver en su mirada que la situación también había cambiado para él. También tenia el mismo conflicto que yo.

Así pasaron los meses sin volver a hacer nada.

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Llegó el dia de la Quinceañera de mi sobrina Susi, la única hija de mi hermana mayor. La fiesta se iba a llevar acabo en su rancho cerca del pueblo donde habíamos nacido. Se hacían 2 horas para llegar en carro. Mi hijastro y yo habíamos quedado de viajar en un solo coche y lo hicimos en mi camioneta.
Cuando llegamos al rancho el Viernes por la mañana, toda la familia estaba ahí, solo tenia un hermano y una hermana, éramos solamente 3, todos estaban casados y con hijos. Yo era el único "separado" y que no iba a estar con su esposa. Me sentí un poco mal, pero rápidamente dejé a un lado cualquier pensamiento negativo al volver a ver a toda mi familia reunida. Mis Padres estaban felices de vernos a todos juntos.
Todos trataban a mi hijastro como si fuera mi hijo de sangre. 

Conforme fue transcurriendo el dia, siguieron llegando mas invitados, así pude volver a ver a primos y primas que hacia mucho no veía. También llegó una de mis ex-novias de la juventud, se llamaba Raquel y había quedado viuda, tenia una hija y un hijo producto de su matrimonio. Raquel se había casado con un hombre muy rico que había conocido mientras estudiaba para enfermera en la capital del país. Al parecer el señor tenia problemas con el corazón y había muerto hacia 4 años. No pude evitar sentir nostalgia al volver a verla. Seguía siendo una mujer hermosa, la madurez le había sentado muy bien.
Que cosas tenia la vida, yo estaba separado de mi mujer y ella estaba viuda. Nos saludamos con la misma alegría de siempre. Mi esposa solía ponerse celosa de ella, decía que a Raquel se le iban los ojos cada vez que me veía y que se mojaba toda conmigo. 
En un momento durante la platica justo antes de la comida, vi que mi hijo nos observaba desde la otra mesa donde estaba compartiendo con sus primos; por breves segundos nuestras miradas se encontraron y me pareció ver un destello de tristeza enmarcada en una sonrisa fingida.
Estaba celoso de verme con Raquel??  Su madre siempre se ponía celosa de ella. Traté de no darle importancia al hecho y me concentré en la conversación que estaba sosteniendo con mi ex-novia de hacia muchos años atrás.

--"Que guapo y grande está Rafael!!" me dijo Raquel mientras volteaba a ver a mi hijastro, quien se llamaba Rafael. "Cuantos años tiene?"

--"18 años." contesté yo dandole un trago a mi cerveza.

--"Igual que mi hijo Joel." exclamó ella.

Tratando de no verme obvio, voltee a ver de reojo a mi hijo, no solamente era guapo, también era inteligente y un volcán de fuego en la cama, habíamos cogido solamente una vez y no podía dejar de pensar en aquella noche. El sentimiento de culpa no era mas grande que el deseo prohibido que estaba escondido adentro de mi cuerpo y de mi mente.
Segui la conversación con Raquel tratando de desviar el típico acerca de mi hijastro.

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--"Tenemos casa llena." me dijo mi hermana al llegar la noche. "Voy a tener que pedirte que compartas cuarto con Rafa" me pidió ella. 

Me puse nervioso, hacia mucho tiempo desde que mi hijo y yo habíamos compartido una cama, solo de imaginar tenerlo a unos centímetros de distancia me hizo casi sudar.

--"No te preocupes, hermana." mentí yo. "Si quieres nos podemos ir a quedar al hotel de San Blas que esta cerca de aquí." le sugerí yo.

--"Claro que no." me contestó ella indignada. "La casa es grande y ya tengo a todos acomodados. Todos van a tener que compartir cuarto."

La fiesta iba a ser mañana Sábado, iban a ser dos noches de compartir cuarto. Dos noches de tortura. Le di un trago a mi cerveza. 

--"Estas tomando mucho." me regañó mi hermana. "Vas andar bien borracho para la fiesta."

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Después de la cena, cada quien se fue retirando a sus respectivos cuartos, solamente mis hermanos, dos de mis primos y yo nos quedamos tomando afuera de la casa. Yo estaba cansado y de verdad quería irme a dormir, pero no me sentía preparado para compartir la cama con mi hijo. Decidí quedarme a platicar y dejar que el tiempo pasara para que él se durmiera y no tener que enfrentar una situación difícil.

Desde afuera se veia que casi todas las luces de la casa estaban apagadas, cuando el cansancio y el sueño me derrotaron, me despedí y me fui al cuarto.
Todo estaba a oscuras y en silencio.
Sentí cierto alivio, me quité las botas y la camisa tratando de no hacer ruido, de no despertarlo.
Por unos segundos no sabia si quitarme el pantalón o no, decidí que no iba a poder dormir a gusto si no me lo quitaba, pero me quedé con mis calzoncillos puestos, la noche estaba medio fresca, así que me metí entre las sabanas tratando de no moverme mucho y dejando un espacio prudente entre mi hijo y yo.
No se movia, por lo que asumí que estaba profundamente dormido. Cerré mis ojos para tratar de dormirme y descansar.
No sé cuanto tiempo pasó, pero desperté por que me dieron ganas de ir a orinar, estaba bien cansado y no quería pararme, pero eso me sacaba por haber tomado mucho, cuando removí la sabana, accidentalmente destapé a mi hijastro y vi que estaba desnudo, me quedé paralizado observando su sabroso trasero y su rico culito rosa. 

Tragué saliva y como pude me levanté de la cama sin hacer ruido. Mi verga estaba dura y mi mente se nubló con la deliciosa imagen del trasero perfecto de mi hijo.

Yo recordaba perfectamente el sabor de su culito, el placer que había sentido al meterle mi verga y deslecharme en él. 
Batallé para orinar, mi verga estaba bien dura y la tarea no fue fácil. El ruido del toilette debió despertar a mi hijo, porque cuando regresé a la cama, él estaba boca arriba y con la verga bien dura.

Me percaté de que estaba temblando y las manos me sudaban.
Mi hijastro me hizo una señal para que me metiera en la cama mientras removía la sabana y quedar completamente desnudo ante mis ojos.

--"Necesito a mi esposo... me ha tenido muy abandonada." exclamó él en voz baja. "Ya no le gusto? Mi culito ya no le gusta, Papacito?" me preguntó mientras se acariciaba el pecho y su verga erecta. "Quiero jugar a Los Esposos otra vez, Papi..."

Yo me quité mis calzoncillos y los arrojé al suelo, no le contesté, solo me subí a la cama y le puse mi verga enfrente.

--"No tiene idea de cuanto he extrañado su verga, esposo mío..." susurró en voz entrecortada y bajita.

Yo temblaba de los pies a la cabeza. No podía combatir éstas ganas sucias y prohibidas por volver a estar con mi hijastro.

--"Chupame la verga... mira como estoy, princesa..."

Le pedí en voz baja, para que nadie nos pudiera escuchar en los cuartos de a lado; él no perdió tiempo en llevarse mi verga a su boca, yo gemí de placer cuando su lengua y sus labios tibios fueron recorriendo mi verga desde la cabeza hasta el tronco.

--"Aaaaahhh...." una sensación exquisita me invadió el cuerpo completo.  "Ooooh... Que rico. Escupe mi verga... así mero, mi amor, lubricala bien y cométela toda..." susurré tomándolo por las orejas y empujando para que se comiera toda mi verga. "No hagas mucho ruido porque nos pueden escuchar..." le pedí. 

--"No me vuelvas a castigar tanto tiempo sin darme tu verga, Papacito..." exclamó él después de varias lengüetadas y succionadas a mi verga.  "O acaso te encontraste una mejor hembra por ahí?" me preguntó y se volvió a devorar mi verga. Así estuvo por varios minutos, afuera se escuchaban ruidos de puertas que se abrían y se cerraban, nadie se imaginaba lo que estaba pasando en nuestro cuarto, la atmósfera era la idónea para enmarcar el morbo del juego prohibido que estábamos jugando mi hijo y yo.

--"No... no he encontrado ni buscado a otra hembra." le respondí yo y le ensarté la verga hasta el fondo de su garganta. 

--"Lo vi muy entretenido con la Sra. Raquel..."

--"Está celosa mi princesa?"

--"No. Porque yo sé que ella no le puede ofrecer un agujero joven, estrecho y apretado como el mio..."

Su comentario provocador, obsceno y sucio me provocaba de mil maneras. Lo tomé de los hombros y lo levanté hasta tenerlo enfrente de mi. Tenia los labios hinchados de mamarme la verga. No pude contenerme mas y lo besé con deseo desmedido.

--"Yo me pregunto si mi princesa anduvo buscando verga por ahí todo éste tiempo que no hicimos nada..." quise saber yo luego del beso de bestias en brama que nos acabábamos de dar.

--"No... después de probar su verga, no puedo pensar en tener otra que no sea la suya..." me contestó en voz baja mientras me chupaba las tetillas. "Aunque ofertas no me faltaron, como su Compadre Lalo que fue un día a la casa a buscarlo y Usted no estaba, andaba tomado y me dijo que yo tenia unas nalgas mas ricas que las de su mujer..."

Sentí un coraje y una rabia dentro de mi al escuchar aquella revelación. Primero porque mi Compadre Lalo se había pasado de lanza con mi hijo y segundo porque me dieron celos de que alguien mas quisiera cogerselo.

--"Te gusta mi Compadre Lalo?" le pregunté yo tomándolo por el cuello con fuerza y restregando contra mi. "Te acostaste con él? Dejaste que te metiera la verga?" él hizo un gemido de dolor y fue cuando me di cuenta que lo estaba lastimando sin querer, aminoré la fuerza con la que sujetaba su cuello. Me hervía la sangre de solo imaginar que alguien mas lo pudiera acariciar, besar y hacerle todo lo que se dejaba hacer por mi. De que le hiciera a otro lo que me hacia a mi.

--"El único que quiero que me de una cogida como la que me dio la otra noche, hace meses, es Usted esposo mío..."

Me complació escuchar su respuesta.

--"Antes de clavartela por atras, te quiero mamar ese rico trasero que tienes, princesa..." le dije yo dandole varias lengüetadas en el rostro, el cuello y en las orejas. "Quiero preparar con bastante saliva ese agujero antes de meterte toda mi verga... para que sepas quién es tu dueño..." 


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Aqui te dejo el enlace al PRIMER Final:


Aquí te dejo el enlace al SEGUNDO Final: