Tuesday, January 17, 2017

El Ranchero Parte 4

ADVERTENCIA:
Relato Erotico Gay. Mayores de 18 años Solamente. Lenguaje y fotografías EXPLICITAS. Contenido dirigido a una Audiencia ADULTA Gay!!

Cuando finalmente el autobus se estacionó en su área asignada de la Central, yo fui de los últimos pasajeros en bajar, me había tocado uno de los asientos en la parte trasera.

--"Necesitas ayuda. . .???"

Era su voz y me hizo estremecer, levanté la mirada y lo vi frente a mi, regalándome su mejor sonrisa.

--"La ayuda que necesito no me la puede dar aquí. . ." le contesté yo guiñando un ojo.

Armando se acercó más.

--"Pero cuando estemos solos voy a darte toda la ayuda que necesites." me susurró en voz baja y tomó mi maleta con su mano izquierda. "Afuera esta mi camioneta, de ahí nos vamos al aeropuerto."

Se veia tan guapo, tan PAPACITO, pero eso no era ninguna novedad, lo interesante era su emoción al verme y lo contento que estaba con nuestro viaje.

--"Gracias por regalarme éste viaje." le agradecí yo mientras caminábamos hacia afuera de la Central.

--"No me agradezcas nada hasta que no regresemos y de verdad hayas disfrutado el viaje." exclamó él mientras yo lo seguía con rumbo al estacionamiento.

--"Yo sé que lo voy a disfrutar porque Usted va a ir conmigo." le aseguré yo. Armando volteo a verme complacido con mis palabras.

Al llegar a la camioneta, Armando colocó mi maleta a un lado de la suya y luego abrió la puerta para que yo subiera, antes de subirme me dio un apretón de nalgas.

--"Nos van a ver!!!" exclamé yo nervioso.

--"Que importa, nadie nos conoce. . . ." contestó él con una sonrisa picara y juguetona de oreja a oreja. "Conté cada día para que llegara éste momento." exclamó él cuando ya estaba yo sentado. "Y te prometo que no te vas a arrepentir de haber aceptado, de confiar en mi." me dijo y cerró la puerta.

Lo vi dar vuelta para subir a su camioneta por el otro lado, era hermoso, era un MACHO, un PAPASOTE.
Claro que NO me iba a arrepentir de haber aceptado hacer un viaje con él. Claro que confiaba en él porque él confiaba en mi, en que su secreto conmigo estaba bien cuidado.

Armando se subió a la camioneta y antes de encender el motor, tomó mi mano izquierda y me la apretó.

--"Me cuesta mucho trabajo mentirle a mi esposa e inventar una historia para estar lejos una semana contigo." exclamó él mientras su mirada estaba perdida en el volante y volvió a apretar mi mano otra vez. Yo se le apreté de regreso porque yo entendía lo que estaba pasando, yo entendía la avalancha de sentimientos encontrados que estaba viviendo.

--"Yo sé. Y mi agradecimiento es doble porque sé que no es fácil." le dije yo mientras nuestras manos seguían entrelazadas.

--"Cuando te vi bajar del autobús quise correr a abrazarte. . . y yo mismo me sorprendí. Nunca me había pasado esto con ningún hombre." me dijo con voz ronca y volteo a verme. Nuestras miradas se clavaron uno en el otro.

--"Yo nunca voy a decir nada. Su secreto conmigo esta bien cuidado." le prometí yo.

Mi telefono que yo había puesto en el asiento en medio de los dos, empezó a sonar interrumpiendo la magia del momento.

Armando me soltó la mano y bajó su mirada para ver la pantalla de mi celular, en la cual el nombre de Sergio apareció como la persona que me estaba llamando.
La mirada de Armando iba de mi telefono a mi, esperando mi reacción, ansioso por saber qué era lo que yo iba a hacer???

--"Quién es Sergio?" me preguntó cuando vio que yo no contestaba. "Por qué no le contestas?" y el tono de su voz me decía lo que él no me estaba diciendo con palabras; estaba enojado, celoso. . . estaba yo entendiendo bien el tono de su voz?? O me estaba equivocando????

El telefono dejó de sonar y la mirada de Armando estaba fija en mi, mejor dicho estaba clavada en mi, como un cuchillo en la mitad de mi ser. Se hizo un silencio por varios segundos que se interrumpió cuando el teléfono volvió a sonar. Era Sergio otra vez.

--"Por qué no contestas?"

Y esta vez no me quedaba duda, Armando estaba celoso, me lo decían sus ojos, me lo decía el tono de su voz.
La mirada de Armando era inquisidora.

Yo tomé mi celular, no tenia nada que esconder, nada que ocultar.

--"Sergio es el hijo del veterinario." le informé antes de contestar. Armando no dejaba de mirarme, no perdía ningún detalle de mis movimientos. "Hola Sergio" exclamé saludando a mi conocido desde la adolescencia.

--"Hola José!" la voz de Sergio se escuchaba más ronca por teléfono. "Solo llamaba para ver que todo esta bien. Calculé el tiempo y ya es hora de que hayas llegado a la capital del estado. Ya llegaste? Todo bien?" 

Me sorprendió su llamada, pero más me sorprendió la razón de la misma.

--"Si, ya llegué a la capital." respondí yo sosteniéndole la mirada a Armando. Se veía tan GUAPO con los celos reflejados en su rostro. ESTABA celoso. Cada gesto de su cara me lo decía. Me contuve para no colgarle a Sergio y abrazar a Armando, llenarlo de besos, de muchos besos y restregar mi cuerpo contra el suyo; de gritarle PAPACITO, MIL VECES PAPACITO.

--"Aun te falta para llegar a tu destino. Háblame cuando llegues y saber que llegaste con bien." exclamó Sergio. 

--"Gracias, Sergio. Así lo haré." le aseguré y después de despedirnos colgué. Fue una llamada breve, pero significativa, porque no había pensado en que de verdad Sergio quisiera ser mi amigo, que le interesaran mis cosas.

La mirada de Armando se había nublado de celos y coraje. Sus manos apretando el volante de la camioneta eran una indicación de que estaba tratando se controlarse.

--"Sergio y yo fuimos compañeros en la Secundaria. Nos reencontramos el otro día en la hacienda." le dije dejando mi celular a un lado y sin dejar de mirarlo. "Yo no tuve. . .  ni tengo amigos. En la escuela todos se burlaban de mi. . ." se me hizo un nudo de en la garganta, aun después de muchos años era difícil recordar aquellos tiempos que había vivido. 

El rostro de Armando cambió inmediatamente al ver los gestos de dolor en el mío, al escuchar mi voz entrecortada.

--"Sergio como todos los compañeros de la escuela no fue mi amigo, pero fue de los pocos que nunca se burló de mi."

Armando extendió su brazo derecho y me apretó fuertemente mi hombro izquierdo.

--"Lo siento, José. No debió ser fácil lo que viviste." exclamó y me hizo una señal para que me acercara. Yo voltee a ver a mi alrededor para ver si alguien nos estaba viendo. Había mucha gente entrando y saliendo de la Central de Autobuses, pero cada quien andaba en lo suyo, lo ultimo que les preocupaba era quién estaba arriba de una camioneta más entre tantas que estaban estacionadas. "No me importa si alguien nos ve, la camioneta tiene vidrios oscuros. . . Acércate, por favor!" me pidió otra vez haciendo la señal para que me acercara.

Y me apresuré a cumplir con su petición, en cuestión de segundos estaba a su lado y Armando me estrechó entre sus brazos. Me abrazó fuerte.
Su fuerza me hizo sentir respetado, pero sobretodo aceptado. Descansé mi cabeza en su pecho, en su fuerte y firme pecho. El olor de su perfume me volvía loco. Su esencia de hombre me trastornaba.
Se hizo un silencio por varios minutos, mi respiración estaba agitada y poco a poco me fui tranquilizando. Su abrazo era intenso, era perfecto.

--"En cada uno de los siguientes días que va a durar nuestro viaje, solo existiremos Tu y Yo. . . nadie más. Quiero que NUNCA olvides éste escape, ésta travesura a escondidas." me susurró mientras me estrechaba entre sus brazos. "Para mi esto tampoco es fácil, pero no puedo. . . ni quiero luchar contra éste sentimiento desconocido que has despertado en mi. La vida se va y no hay tiempo para volver a vivirla, cada segundo que se va, ya no vuelve."

--"Gracias!!" le dije yo abrazándolo con fuerza también. "Gracias por todo. . ." no pude terminar la frase completa porqué él me puso una mano en la boca para callarme.

--"No me agradezcas nada. No te estoy haciendo ningún favor en aceptarte, tu has vibrado al tacto de mi cuerpo encima del tuyo, demostrando que te gusto tal cual soy, te me has entregado sin pedirme nada, yo te acepto tal cual eres. . .te repito, no me ha sido fácil derrumbar las barreras dentro de mi, pero poco a poco lo estoy haciendo." me susurró y me restregó con fuerza contra su cuerpo.

Nos quedamos en silencio, escuchando el sonido de nuestras respiraciones. Pasaron varios minutos sin que ninguno de los dos hablara; no existían las palabras para describir el maremoto de emociones que sacudían nuestras mentes y nuestros cuerpos. Los dos en diferentes escalas estábamos viviendo algo nuevo, los dos en diferentes niveles estábamos viviendo algo desconocido. Armando estaba haciendo un esfuerzo muy grande por entender su atracción por un hombre y yo estaba feliz de ser ese hombre que lo hacia querer conocer y vivir experiencias nuevas. Lo abrazé con mas fuerza y él me dio un beso en la frente.

--"Tenemos que llegar al aeropuerto o nos va a dejar el avión. . ." exclamó Armando.

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Media hora después estábamos llegando al aeropuerto de la Capital del Estado. Cada vez se acercaba más el momento de subir al avión y yo jamas me había subido a uno; aquí es donde tengo que confesar mi miedo a subirme a uno, nunca se lo había dicho a nadie y menos se lo iba a decir a Armando, él me estaba dando la oportunidad de conocer la tierra donde habían nacido y crecido mis padres, no podía desperdiciar esa oportunidad por un miedo injustificado. 
Armando estacionó su camioneta en uno de los estacionamientos techados que se rentaban por días o semanas, luego caminamos juntos a dejar nuestras maletas para que las etiquetaran, después de pasar seguridad llegamos a la sala-puerta de aeropuerto desde donde iba a salir nuestro avión.

Yo miraba a Armando y no podía creer que él estuviera aquí conmigo, que me estuviera haciendo realidad uno de mis sueños. Mientras esperábamos para abordar, yo observaba a los demás pasajeros que estaban en la misma sala que nosotros, había un grupo de mujeres que se nos quedaba mirando, disimulaban cuando yo las sorprendía, seguramente no podían entender que un Hombre tan guapo y masculino como Armando estuviera viajando con alguien como yo, sonreí para mi mismo, porque así como ellas me miraban a mi, yo muchas veces había visto a parejas de enamorados en el pueblo, felices y contentos, y me pregunté muchas veces si algún día iba a conocer a alguien que me hiciera vivir algo así, si algún día iba a conocer a alguien que no se avergonzara de mi y paseara conmigo a su lado. . . Armando y yo no estábamos enamorados ni éramos pareja, pero lo que estábamos viviendo era lo más cercano a lo que había soñado y anhelado desde hacia mucho tiempo. Armando no parecía poner atención a las miradas de nadie, él estaba concentrado revisando emails en su iPad y platicando conmigo. Su mirada siempre atenta a nuestra platica, haciendo que mi corazón se acelerara con su manera de mirarme. PAPACITO COMPLETO.   PAPACITO HERMOSO.

Se llegó la hora de abordar, la aerolínea dividía a sus pasajeros por grupo, abordaron el grupo 1 y 2, nosotros éramos del grupo 3; los nervios se apoderaron de mi al subir al avión, Armando caminaba atrás de mi y se dio cuenta de que yo estaba nervioso; yo había estado haciendo mi mejor esfuerzo para que no se diera cuenta, para esconder mi miedo.

--"Todo va a estar bien." me dijo dándome una palmada en el hombro derecho. Por increíble que parezca, esa simple frase me ayudó a calmarme, no completamente pero un poco si; y era ese el efecto que Armando tenia en mi, con él a mi lado todo parecía más fácil. . . porque él lo hacia todo más fácil.

Cuando estuvimos sentados en nuestros respectivos asientos, a mi me tocó asiento con ventana, Armando estaba sentado enseguida de mi, en el asiento del medio. Yo giré mi cabeza para verlo a los ojos, yo tenia miedo y Armando vio el miedo reflejado en mis ojos, sin importarle que había gente a nuestro alrededor, me puso su brazo izquierdo encima de mi brazo derecho.

--"Sé que es la primera vez que viajas en avión, es natural que tengas miedo, pero relájate, vas a disfrutar la experiencia." me dijo sin dejar de mirarme, su mirada y sus palabras me transmitían confianza. Y por ridiculo que pueda parecer, también me transmitía seguridad. Eso era un efecto increíble y especial. Era efecto Armando.

--"Disculpe si estoy actuando como un niño." le dije yo avergonzado.

--"No hay nada que disculpar. Solo quiero que disfrutes cada minuto de éste viaje. Que sea inolvidable." me dijo con una de esas sonrisas de MACHO HERMOSO que tanto me gustaban de él. Se me alborotó la verga, cómo era posible que estuviera nervioso y a la misma vez me excitara sexualmente con solo verlo sonreír???

Cerré los ojos cuando el avión despegó, Armando volvió a poner su brazo izquierdo encima de mi brazo derecho y por unos breves segundos estrechamos nuestras manos. No abrí los ojos hasta que estábamos volando bien alto.

--"Acércate a la ventana y mira la espectacular vista. Disfruta de la magia de éste pájaro de acero que vuela mås alto que la nubes."


Haciendo un gran esfuerzo para aminorar mi miedo, me asomé por la ventana para ver la maravillosa vista de la que hablaba Armando. Fue mágico ver aquella imponente escena, el avión estaba volando tan alto que las nubes se veían pequeñas.
Armando me había prometido que éste viaje iba a ser inolvidable y desde que me había dado la sorpresa aquella noche en mi cuarto se había convertido exactamente en eso, en algo inolvidable. Y hasta ahora cada minuto lo había sido. JAMAS, pero JAMAS iba a olvidar que la primera vez que me había subido a un avión había sido con y Gracias a Armando.

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El vuelo para llegar a nuestro destino fue de aproximadamente 2 horas, mientras hacíamos los arreglos para recibir la llave del cuarto, yo no dejaba de admirar la impresionante vista del hotel, debía ser un lugar muy caro, algo que ni en mis mejores sueños hubiera yo podido pagar.
Me era difícil creer que Armando hubiera planeado éste viaje para mi y que estuviera gastando tanto dinero; aunque él pertenecía a una familia de clase alta y estaba acostumbrado a lugares como éste, no tenia porque gastar en alguien que solo era diversión y locura de un rato. Porque yo estaba perfectamente consciente de que esto no iba a durar para siempre. Armando estaba casado, tenia una esposa y algún día iba a tener hijos.

--"Ya tengo la llave, el botones va a llevar las maletas al cuarto." me dijo Armando interrumpiendo mis pensamientos. Me hizo una señal para que lo siguiera hasta el elevador; cuando estuvimos adentro me arrinconó contra la pared. Sentir su respiración agitada hizo que se me pusiera la verga dura. "Mañana vamos a ir a conocer el pueblo de tus padres, está a media hora de aquí en carro." me susurró al oído.

--"Aaahhhh..." gemî yo de placer al sentir  la fuerza de su cuerpo contra el mío.

--"Me tienes loco, Cabrón. . ." me susurró él al oído. "Como si fuera un pinche adolescente me la pasé contando las horas para que llegara éste día. . ." y me agarro mi mano derecha para ponerla sobre su verga, aun por encima de su pantalón de mezclilla yo podía sentir lo dura y erecta que la tenia. Tragué saliva. "Me la pones bien dura, lo sientes? Sientes lo dura que la tengo?"

Yo lo miré fijamente a los ojos, con vehemencia y deseo; los dos estábamos respirando agitadamente.

--"Si. . .y me gusta que se le ponga así de dura." le contesté yo sobándole por encima de su pantalón su delicioso trozo de carne, duro y erecto. Armando gimió de placer y me mordisqueo mi cuello levemente. Yo seguí sobándole la verga y le di dos apretones.

--"Parece que cuando estoy contigo vuelvo a tener 18 años. . . y solo pienso en coger, coger y volver a coger." me susurró al oído antes de que la puerta del elevador se abriera.

Y como si fuéramos dos adolescentes nos apresuramos a llegar al cuarto. 
La sangre me hervía y circulaba mas rápido que de costumbre por todo mi cuerpo, necesitaba despojarme de toda mi ropa, de estar completamente desnudo y que Armando me hiciera suyo otra vez, así como lo había hecho antes y como solo él sabia hacerlo. 
Armando abrió la puerta y me hizo una señal para que yo entrara primero, se me quiso detener la respiración al ver aquella hermosa vista.


El cuarto tenia una vista impresionante y fascinante del mar, me detuve a la mitad del cuarto sin poder creer lo que veía; Armando me abrazó por detrás y me restregó contra su cuerpo, su verga dura contra mi trasero.

--"Esto es más de lo que yo hubiera soñado." exclamé yo realmente sorprendido por todos los detalles que Armando había planeado para nuestro viaje, para nuestro escape. Algo dentro de mi me sacudió, Armando estaba haciendo cosas por mi que nunca nadie había hecho. Acaso también yo estaba sintiendo cosas mas serias por él que nunca había sentido por nadie antes.

--"Me alegra que te guste, porque aqui vamos a pasar mucho tiempo durante estos días del viaje, aquí mi verga va a marcar su territorio en tu culito y en tu cuerpo." me susurró al oído mientras me quitaba la camisa.

--"Deje su marca en todo mi cuerpo. . ." le pedí yo y me di la media vuelta para quedar frente a frente.  Armando me estaba quitando la ropa a mi y yo se la empecé a quitar a él. Aquel era el hombre que me hacia vivir un huracán de emociones que nadie podía describir ni siquiera yo que las estaba viviendo. Aquel era el hombre que me estaba regalando la experiencia más grande de mi vida. Nos quitamos la ropa con urgencia y desesperación; fue cuando tocaron a la puerta que recordamos que el Botones venia a dejar nuestro equipaje. Los dos soltamos una carcajada como si nos hubieran descubierto en medio de una travesura.

--"Metete a la cama y cubrete con la sabana mientras recibo las maletas." me dijo Armando dándome unas nalgadas. Yo corrí a esconderme en la cama y me cubrí con la sabana hasta la cabeza. Armando se metió al baño y se puso una toalla en la cintura antes de abrir la puerta.

Unos minutos después El Botones se marchó, escuché que Armando acomodaba las maletas y luego regresó a ponerle candado a la puerta; yo rápidamente me acomodé en la orilla de la cama, hice la sabana a un lado y aventé las piernas al aire, para ofrecerle mi trasero, mi culo.


Armando miraba fascinado la escena, sin perder detalle de ninguno de mis movimientos.

--"Le gusta mi agujero. . . quiere dejar su marca en mi?" le pregunté yo mientras me movía sobre la cama mostrándole mi culo. Yo estaba bien caliente, tenia ganas de Armando. PAPACITO ARMANDO.

La mirada de Armando se nubló de lujuria, morbo y calentura. Se empezó a acariciar su pecho y a jugar con su verga mientras observaba como yo me lo ofrecía sin pudor ni recato.

--"Me gusta un chingo, Cabrón. . . sigue moviéndote así, muéstrame tu culo y pídeme verga. . ."

Mi cuerpo estaba ardiendo de calentura por dentro y por fuera; me estaba quemando de deseo y de ganas de que Armando me metiera su verga. Yo me retorcía como animal en celo. Me acomodé a lo largo de la cama mostrándole mi trasero, me lo abrí tomando cada nalga para que viera mejor mi agujero. Tenia un fuego que me estaba consumiendo y solamente él podía apagarlo.

--"Todo esto es para Usted. . . necesito que me la meta, que me entierre su espada hasta el fondo..."le pedí mordiéndome los labios. Armando se fue acercando lentamente a la cama sin dejar de mirarme ni un solo instante. Seguía jugando con su verga, esa verga que me moría por tener adentro de mi/

--"Te la voy a enterrar toda porque ese culo tuyo me tiene loco. . ." exclamó él con voz ronca entrecortada por la calentura.

Yo me escupî dos dedos de mi mano y me los fui metiendo por mi agujero poco a poco, preparando el terreno para lo que se acercaba.


Primero un dedo, después otro, hasta tener los dos adentro de mi.

--"Que rico te picas el culo, Cabrón. . . " la voz de Armando no mentia y él estaba igual o más caliente que yo, su verga le babeaba pre semen. Se apretaba sus tetillas con una mano y con la otra se acariciaba su delicioso trozo de carne.

--"Quiero que me lo pique pero con su verga. . ." le pedí yo mientras seguía dedeandome.

--"Abrete ese culo.... abretelo bien que te voy a ensartar toda mi verga, quiero enterrártela completa, hasta que aúlles como perrita en brama . . ."

Yo me abrí completamente para él. Yo necesitaba a Armando adentro de mi, Armando también necesitaba estar adentro de mi. Mi culo era la funda perfecta para su espada. Nuestros cuerpos ardían y temblaban de deseo puro y descontrolado.

--"Si por favor.... deme toda su verga, entiérremela toda, completa. . . quiero sentirlo adentro de mi." le pedí con urgencia.

Armando se detuvo a la orilla de la cama, estaba respirando agitadamente, sus músculos estaban tensos y lo hacían verse más guapo y cachondo de lo que ya era, el sonido de las olas a lo lejos eran la música perfecta para el momento de calentura y lujuria que estábamos viviendo.

--"Culito rico para reventarlo a puros vergazos. . ." exclamó Armando.

--"Todo suyo. . . reviéntemelo todo, hasta que Usted quiera y como Usted lo quiera hacer. . ."


Ninguno de los dos podía esperar más, necesitábamos encontrar el alivio que solo se alcanza cuando dos cuerpos se unen de la manera más perfecta y más antigua del universo. Verga fundida en culo.
Culo lleno de verga. Perfección absoluta.
Armando se escupió varias veces su mano para lubricarse bien su verga, yo me empiné y me puse en 4 patas para que me la ensartara, mi verga estaba dura y mi culo dilatado para recibirlo.
Armando me agarrø de la cintura para acercarme a él.


Lentamente me la fue metiendo, yo gemí de placer mientras sentía cada centímetro de su palo de carne irse abriendo camino en mi agujero.

--"Aaaaahhhh. . ."

Sus gemidos y los mios se confundian en uno solo, los dos estábamos sintiendo el mismo placer y sucumbiendo al mismo morbo y a la misma lujuria.

--"Este placer que siento al estar dentro de ti, al sentir como te me entregas y me lo das todo es lo que extrañé todos estos días que estuve lejos de la hacienda. . .tu culo es el lugar perfecto para mi verga." exclamó Armando una vez que su verga estuvo bien adentro de mi.

Armando se empezó a mover, a pisotear su verga con perfecta sincronía adentro de mi.


Yo jadeaba y aullaba de puritito placer, de sentir la fuerza de aquel MACHO rompiendo mi culo a vergazos ricos y avasalladores, de esos que solo saben dar los Machos que quieren recibir placer pero que se preocupan por que tu también lo sientas. Y Armando era un Macho perfecto, Un semental con cada una de sus letras.



--"Armandoooooo. . ." grité su nombre una y mil veces mientras me perforaba el culo, mientras espasmos de placer recorrían mi cuerpo y me hacían ver el cielo y las estrellas. Los dos éramos como fieras primitivas dejándose llevar por el deseo descontrolado que nos sacudía, que nos dominaba. Armando me daba nalgadas y me estiraba el cabello sin dejar un solo instante de embestir mi culo con su espada dura y perfecta. Ricura Total.

--"Me gusta mucho tu culo, José. . . no lo puedo entender, pero me vuelve loco meterte la verga por atrás y hacerte gritar de placer, Cabrón.

Pasaron varios minutos, Armando siguió taladrándome el culo como si fuera una maquina, sin darme tregua, sin descansar. En un momento inesperado, me sacó la verga y tomándome de la cintura me dio la vuelta para acostarme en la cama.

--"Quiero ver tu cara de placer cuando tienes toda mi verga adentro de ti. . ." exclamó él limpiándose el sudor que le escurría por su rostro. Era un PAPACITO total. Y de un solo me la volvió a meter, toda y hasta el fondo.

Siguió con sus embestidas contra mi culo, yo podía ver los gestos de su cara, gestos de placer infinito con cada metida y sacada que me daba.

Armando emitia sonidos de Macho cegado de deseo y morbo. Entregado al placer que le daba mi culo.

Fueron muchos minutos de intenso placer,  más de los que yo pensé pudiéramos aguantar antes de venirnos, pero al llegar al punto de no regreso, Armando aceleró sus embestidas y yo aceleré las jaladas sobre mi verga, Armando rozó mi próstata varias veces antes de venirse a chorros adentro de mi, aun cuando me la sacó estaba echando leche. RICURA DE MACHO.


Y yo exploté al mismo tiempo haciendo un charco de semen sobre mi estomago.
Armando me hizo suyo como solo él sabia hacerlo. Armando me había llenado de placer como la primera vez, como la segunda vez, como siempre, porque solo él conocía la manera de hacerme vibrar de deseo, de gozo y despojarme de mis miedos sin sentir culpa, sin sentirme menos o sentirme

--"Armando. . ." pronuncié su nombre y esta vez no fue un grito, fue un susurro cuando se dejó caer aun lado mío y nos abrazamos.

Nuestros cuerpos estaban sudados y cansados por la fiereza con la que acabábamos de coger.

--"Vamos a darnos un baño juntos." me pidió suavemente al oído.

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Nos habíamos quedado dormidos después de bañarnos, el ruido de un celular que sonø fue lo que nos despertó varias horas después, era el teléfono de Armando el que estaba sonado; él contestó y cuando lo vi caminar hasta la terraza entendí que era Sarah, su esposa la que lo llamaba.
Yo seguí recostado en la cama y traté de ignorar el vacío que sentí en la boca de mi estomago, no podía ni debía sentirme mal porque ella le llamara, era su esposa, era lógico que lo hiciera. También era lógico que él buscara un poco de privacidad para hablar con ella, que yo no escuchara la conversación entre ellos.

Estaba cayendo la noche, la brisa del mar entraba por la puerta de la terraza, se escuchaba el ruido de las olas que regularmente se hace mas intenso durante la noche. Me estiré varias veces antes de levantarme y fui a usar el baño.
Al salir vi que Armando seguía hablando por teléfono, estaba de espalda, no me podía ver, parecía estar perdido contemplando la belleza del mar y concentrado en la llamada con su mujer. Yo fui a buscar mi teléfono que había dejado cargando sobre uno de los muebles cerca de la televisión; recordé que había quedado de hablarle a Sergio para avisarle que había llegado con bien a mi destino. Me disponía a seleccionar su numero en mi lista de contactos cuando sonø mi teléfono, era Don Enrique; después de todo era bueno que Armando siguiera en la terraza porque así no se iba a dar cuenta de la llamada de su suegro, aunque en cualquier circunstancia era más fácil justificar una llamada de mi Patrón que una de Sergio.

--"Hola Patron". contesté yo en voz bajita, tomando precaución de que Armando no fuera a escuchar mi voz.

--"Hola Muchacho, hablaba para saber si ya habías llegado. Esta todo bien?" su voz seria, formal y ronca como siempre me gustaba mucho, por teléfono me seguía gustando bastante.

--"Si, Patron; ya llegué. Todo está bien y en orden." respondí yo.

--"Me alegra saber que llegaste con bien. Cualquier cosa no dudes en llamarme." me dijo Don Enrique.

--"Gracias, Patron."

Se hizo un silencio de unos breves segundos. Yo no sabia qué más decir. Fue Don Enrique quien habló primero.

--"Voy a extrañar a mi Potranca." exclamó como haciendo un esfuerzo, como que no estaba seguro de si era apropiado hablarme así por teléfono.

--"Yo voy a extrañar a mi Potro." respondí yo para hacerle saber que si era apropiado, que me gustaba que me hablara así y que nuestro juego podía continuar aunque yo estuviera lejos.

--"Su Potro la va a esperar con la bolas llenas de mecos y con rete hartas ganas de preñarla."

Las palabras obscenas de mi jefe me excitaban me calentaban.

--"Y yo voy a regresar con mi agujero listo para que me lo preñe..." exclamé yo.

Seguimos hablando por unos minutos más y luego colgamos. Esa llamada de mi Patrón me puso la verga semi erecta.

Armando seguía hablando con su esposa, lo cual me dio tiempo para llamar a Sergio.

Estuve hablando con Sergio por varios minutos y mientras hablaba con él fui a buscar agua al refrigerador pequeño que estaba del otro lado del cuarto y no me di cuenta que Armando había terminado de hablar y estaba parado esperándome a la orilla de la cama.
Sergio parecia no tener ganas de terminar de hablar porque hablaba y hablaba pero tuve que buscar el momento para colgar sin parecer grosero.

Cuando le quise decir a Armando con quien estaba hablando, él no me dejó.

--"No me tienes que dar explicaciones." me dijo con voz controlada. Yo percibí el esfuerzo que estaba haciendo para actuar normal, me acerqué a él sin saber que decirle. "Yo no soy nadie para prohibirte nada, a mi me habla mi esposa y a ti te puede hablar quien tu quieras." exclamó él cuando me paré a un lado suyo, estaba oscureciendo y no había ninguna luz encendida en el cuarto, la única luz que entraba venia de afuera, esa luz tenue iluminaba nuestros cuerpos desnudos, la escena me hizo sentir vulnerable y lo abrasé.
Lo abrasé con fuerza y Armando correspondió de la misma manera. Nos dijimos mucho sin decir una sola palabra. Nos dijimos que allá afuera había un mundo y cada uno de los dos tenia una vida hecha. Nos dijimos que aquí solo estábamos él y yo, nadie más importaba, solamente importábamos los dos.
Estuvimos abrazados por varios minutos. El eco de las olas del mar era lo único que se escuchaba.

--"Vamos a vestirnos para ir a cenar." exclamó él en voz bajita como no queriendo romper el silencio, la magia del momento; el momento de nosotros dos.

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La noche, la magica noche.
La luna, la hermosa luna.
Desde el sillon de la terraza podia observar la hermosura del mar de noche y la luna que lo cubría con su misteriosa luz.
Ustedes conocen mi fascinación por la noche porque se los he dicho muchas veces antes, pero ésta vista era única e impresionante. También era especial porque Armando me había regalado todo esto que estaba a mi alrededor. Debía ser cerca de la madrugada, Armando dormía tranquilamente y ésta era la primera vez que íbamos a dormir juntos toda la noche.
Miré el mar por ultima vez, las olas se habían tranquilizado. Todo era perfecto.
La luna, el mar y un Hombre hermoso y divino a unos pasos de mi. . . SI, todo era perfecto.
Regresé a la cama, me acurruqué a su lado y en cuestión de segundos me quedé profundamente dormido.

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Nuestro viaje estuvo lleno de inolvidables momentos, todo había superado mis expectativas, fueron días de felicidad, de placer y de alegría, pero no los voy a aburrir con cada uno de esos detalles, así que les relataré los 3 momentos favoritos del viaje más maravilloso de mi vida.

MOMENTO 1

Al siguiente día, por la mañana tal y como me lo había prometido, Armando y yo íbamos en camino al pueblo de mis padres en un jeep que había rentado específicamente para el viaje.
No podia dejar de admirar el paisaje, era realmente fascinante. Un deleite a los ojos. Algo en la boca de mi estomago me hizo sentir un vacío, quizá porque me hubiera gustado hacer éste viaje con mis padres, que me enseñaran sus lugares favoritos y que me presentaran a alguno de sus familiares. Conocer su vida pasada y que me mostraran ellos mismos lo que de alguna manera eran mis propias raíces, pero la vida y el destino me habían arrebatado esa posibilidad, había quedado huérfano siendo muy chico, aveces uno crece sin saber lo injusta que puede ser la vida. Te das cuenta cuando ya estas grande, nunca como en éste momento la realización de saber que estaba solo en el mundo, sin un familiar de sangre, me estremeció fuertemente.

--"Ellos no están, pero yo estoy aquí. . ." exclamó Armando al ver que yo estaba conteniendo las ganas de llorar. Extendió su brazo y abrió su mano para que yo la estrechara con la mía y así lo hice. Me estremecí otra vez porque era casi increíble que él pudiera percibir mis emociones de una manera tan natural como lo hacia y aun más por su manera tan genuina de tratarme.

--"Gracias otra vez por éste regalo que nunca olvidaré." le dije con toda la sinceridad del mundo y le apreté la mano, él también hizo lo mismo. Sin darnos cuenta, nos quedamos agarrados de la mano y en silencio contemplando la hermosura el paisaje que nos rodeaba.

Conforme nos acercábamos, el pueblo fue apareciendo ante nuestra vista, estaba en una área rodeada de montañas. Simplemente impresionante. Mi Sueño de hacia realidad. Armando me lo hacia realidad.


--"Ya vamos a llegar." exclamé y yo mismo me sorprendí de la alegría contenida de mi voz.

Armando me apretó la mano.

--"Quisiera tomarte una foto para captar lo feliz que te ves." me dijo con una sonrisa de oreja a oreja y me volvió a apretar la mano y no me la soltaba. Parecía que éramos una pareja de verdad, solida y establecida. Era un sueño lo que estaba viviendo.


--"Es un lugar muy bello, lastima que no sé si tengo familiares aquí o no."

--"No pienses en eso. Vamos a disfrutar este pueblo. No hay un lugar de referencia de donde hayan vivido tus padres, pero sabes que aquí nacieron y vivieron hasta que se fueron a buscar una mejor vida y la encontraron en la hacienda de mi suegro. Ahí vivieron muy felices. Ahí naciste tu. Eres lo mejor que les pasaste. Ellos vivieron muy felices contigo. El destino decidió llevaremos al lado del Señor, pero no quedaste desamparado, mi suegro y su familia siempre se ha preocupado porque nada te falte. " Armando tenia razón y me enfoqué en disfrutar el pueblo y lo que tenia que ofrecer a sus visitantes. También me enfoqué en el acompañante, no podía pedir más, un tremendo macho como Armando era lo mejor del viaje.

Pasamos casi el dia completo conociendo el pueblo, recorriendo sus calles y visitando sus rincones mas destacados. Yo había leído que el pueblo original estaba del otro lado de las montañas y se había perdido bajo las aguas de una presa cercana que se había reventado a finales del siglo pasado, sus habitantes habían tenido que buscar un lugar más seguro y lo habían encontrado en lo alto de las montañas.  Le conté la historia a Armando y me llevó a conocer el pueblo que se había convertido en una enorme presa de agua.

Cuando la presa estaba llena, solo se alcanzaba a ver parte de lo que un día fuera la iglesia, de hecho en la época actual dicho edificio se usaba para medir la cantidad de agua que se almacenaba; pero se dice que en épocas de sequía se puede caminar por sus calles.

Así fue como Armando hizo realidad uno de mis sueños, conocer el lugar donde habían nacido y crecido mis padres. No sé si tenia familiares, porque mis padres habían muerto siendo yo muy pequeño; pero la vida es así y nada se puede hacer. Mi familia era Don Enrique que había empleado a mis padres por muchísimos años. Y también me había y me daba empleo a mi desde que me quedé huérfano. Su familia también era mi familia porque Doña Martita también me trataba muy bien. Sus hijas también. Y que decir de su yerno, Armando era como sacado de un cuento de esos de fantasía.

--"Ya es hora de irnos, hay que regresar el Jeep a la agencia." me dijo Armando con voz suave como tratando de no interrumpir mis pensamientos.

Regresamos a la ciudad donde no estábamos hospedando, el punto principal de nuestro escape. La ciudad costera más importante y turística de la región.


--"GRACIAS. . ." exclamé yo cuando dejamos el jeep en la agencia y nos regresamos caminando al hotel. Nos quedaba muy cerca y era un deleite poder disfrutar de la ciudad.

Armando se detuvo y me arrinconó en uno de los edificios de la muchas calles que llevaban a la playa.

--"De nada. Me hace feliz verte contento, saber que estas disfrutando mi regalo." me dijo mirándome fijamente a los ojos. Era un hombre infinitamente atractivo, se los he repetido miles de veces, pero esa mirada lo hacia verse más guapo que de costumbre; lo abrasé sin pensarlo, me tenia arrinconado en un edificio colonial y un muro impedía que la gente que pasaba nos pudiera ver. Armando me abrazó también y lo hizo con fuerza. Estuvimos abrazados por varios minutos, escuchando a lo lejos las olas del mar y a lo cerca el sonido agitado de nuestras respiraciones.

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MOMENTO 2

Otro momento de nuestro viaje que recuerdo a la perfección ocurrió al Cuarto día, habíamos regresado de estar todo el día en la playa, nos íbamos a bañar juntos pero en eso Sara la esposa de Armando le llamó, yo me metí a bañar solo para darle privacidad.
Cuando salí de bañarme Armando estaba terminando de hablar con ella. Yo me hice como que había olvidado algo en el baño y cuando volví a salir ya él había colgado. Yo no me había puesto ropa, estaba completamente desnudo.

--"Se te ve muy cachondo el bronceado que agarraste en la playa." me dijo acercándose a mi y tomándome por la cintura para restregarme contra su fuerte y delicioso cuerpo, se veía irresistible sin camisa, traía puesto solamente su short azul.

--"El bronceado se le ve mejor a Usted." le aseguré yo.

--"Me voy a bañar rapido, hay algo que quiero hacer contigo antes de ir a cenar." exclamó dándome unos leves mordiscos en mi cuello, haciendo que yo me estremeciera, Armando sabia que eso me gustaba mucho, que me calentaba bastante. "Espérame en la cama." me pidió dándome un apretón de nalgas.

Armando se metio a bañar y yo aproveché para ir a revisar mi celular, no me lo había llevado conmigo a la playa, quise saber si alguien me había llamado, tenia 3 llamadas perdidas, una era de Don Enrique y dos de Sergio.
Le llamé a Sergio pero no contestó, le dejé un breve mensaje de que todo estaba bien y que regresaba en 3 días. Luego le llamé a Don Enrique quien si contestó. Se escuchaba mucho ruido.

--"Espérame un segundo, Muchacho." me dijo. "Es que vine al pueblo a echarme unas cervezas con mi Compadre Ramiro." Después de unos segundos ya el ruido era mucho menor. "Ahora si puedo hablar contigo, me vine a esconder a los baños de la cantina."

--"No lo quiero interrumpir, Patron; solo estaba regresando su llamada. Todo está bien por acá." le dije yo.

--"No interrumpes nada, me da gusto saber que te la estas pasando bien, te merecías salir de vacaciones, nunca lo habías hecho." aseveró EL y se hizo un breve silencio que EL mismo terminó. "Sabes, en días como hoy extraño a mi Potranca. . ."

Aquella frase me calentó inmediatamente, Don Enrique estaba tomado y debía estar bien caliente, con bastante ganas de coger, la verga se me alborotó y me apresuré a meterme a la cama por si acaso salía Armando de bañarse y me fuera a ver con la verga semi erecta.

--"Yo también extraño a mi Potro." le dije en voz bajita.

--"Traigo bastante leche guardada, son muchos días de no hacer nada." me dijo Don Enrique y la verga se me terminó de poner bien dura.

--"Guárdeme toda esa leche, Patron. No se la vaya a dar a nadie mas. . ." le pedí yo con vehemencia. "Yo se la saco todita cuando regrese. . . su potranca va ir con el agujero bien necesitado de atención." exclamé yo. Mentí un poquito, pero no podía decirle que a mi culo le estaban dando todos los días. Y mucho menos que era su yerno quien me estaba dando verga.

--"No se preocupe mi Potranca chula, yo me voy a aguantar hasta que regrese. . . su Potro la va a esperar con las bolas bien llenas de leche y la verga lista para que me la saque toda."

--"Le prometo que va a valer la pena la espera. . ." le aseguré yo.

Seguimos hablando por unos dos minutos más y justo cuando terminamos, Armando salió de bañarse y vio cuando yo colgaba. Se veía CHINGONAMENTE PAPACITO envuelto en su toalla blanca a la cintura. Yo estaba en la cama cubierto con las sabanas, tratando de ocultar la ereccion que me había provocado su suegro.
Por su mirada y el movimiento de su cuerpo yo comprendí que se moría por preguntarme con quién estaba hablando, pero no se atrevía porque estaba haciendo un esfuerzo por de verdad respetar lo que me había dicho de que yo era libre de hablar con quien yo quisiera.

--"Estaba hablando con el Patron, quería saber cómo iba todo." le dije yo para tratar de aminorar la tensión que había entre los dos. Y para ganar tiempo para que se me bajara la parazon de verga que traía.

Armando se me quedó viendo fijamente y yo me empecé acariciar el pecho con una mano y con la otra mi verga. Armando seguía sin hablar, solamente me miraba.
Yo le hice una señal para que se metiera a la cama conmigo, él caminó lentamente hacia mi.

--"Te gusta mi suegro, verdad?. . . " me preguntó con voz ronca y una mirada que si fuera un cuchillo yo lo hubiera tenido en medio del pecho.

Yo lo miré sorprendido y no supe qué contestar. No era posible que Armando hubiera escuchado la conversación que yo había tenido con su suegro.

--"Contéstame. . . Te gusta mi Suegro? . ." me volvió a preguntar, su paciencia estaba por agotarse y quería una respuesta. Su mirada me retaba y su voz me condenaba.

Yo alzé mi cabeza hacia arriba y correspondí a su mirada retadora. Yo también lo reté.

--"Don Enrique es un hombre muy atractivo que ya quisieran muchas. . . y muchos gays como yo." le respondí finalmente.

Vi que la vena del cuello del lado izquierdo le saltaba del coraje. Tuve miedo de su reacción.

--"Quieres cogerte a mi suegro? Quieres que él te reviente el culo a vergazos, verdad. . .??" me preguntó tirando las sabanas de la cama al suelo, dejándome descubierto y vulnerable ante él. Yo seguí acariciando mi verga, la adrenalina del momento era de morbo y de lujuria al mil. "Te estoy haciendo una pregunta, Cabrón. . .  CONTESTAME!!!!"

--"Al Patron no les gustan los hombres, a mi solo me tiene cariño por ser el hijo de la pareja de empleados que entregaron su vida a la hacienda." le contesté yo rápidamente tratando de calmarlo. Estaba mintiendo pero no podía decirle la verdad. No era justo por Don Enrique, no podía revelar lo que yo tenia con el Patrón, no podía hacerle eso a su suegro.

Armando se desprendio de la toalla y la tiro al suelo quedando completamente desnudo, su verga estaba semi erecta. PAPACITO RICO y SABROSOTE; él también estaba excitado con la situación, con el morbo de la platica que estábamos teniendo.

--"Te hace falta verga??? Por eso fantaseas con la de mi suegro??? Por eso se te pone dura mientras hablas con él por teléfono??

Armando me estirø de las manos sacándome de la cama.

--"Don Enrique nunca se va a fijar en un hombre y mucho menos en mi. . ." exclamé yo mientras Armando me sacaba de la cama.

--"Pero te gusta. . . te he observado desde que te conocí, así como muchas veces te descubrí mirándome a mi, te he descubierto viéndolo a él. Quieres que mi suegro te meta la verga!!!!"

--"La unica verga que quiero y que me gusta es la suya." le contesté yo tratando de abrazarlo pero el puso una mano para que no me acercara.

--"Aquí hay bastante verga, Cabrón... arrodillate a mamar hasta que llenes. . . A MAMAR, CABRON!!!!!"

Y me tomø de los hombros empujándome hacia abajo, para que me bajara a mamar.

--"Dame esa boca, Cabrón. . . es mía y quiero que me mames la verga hasta que yo quiera. . . que te hartes de verga para que no se te olvide quien es tu dueño!!!"



Me estaba perforando la garganta con cada una de sus embestidas, era una tortura exquisita. Yo debía tener mi presión arterial desbocada. Se me querían salir las lagrimas al sentir la invasión de su verga destrozando mi garganta.

--"Que rico se te va toda y hasta el fondo. . . se siente bien chingøn tener una boca como la tuya disponible para lo que yo quiera, pinche Cabrón. . ."

Me la metia y me la sacaba con brusquedad, me tenia agarrado de la cabeza para perforarme bien la garganta. Para asegurarse de que se me fuera toda y enterrármela lo más profundo que se pudiera.

--"Ahora quiero que me chupes el culo y las bolas. . ." me ordenó después de varios minutos de cogerme por la boca. "Subete a la cama, yo me voy a sentar en tu cara para que me pases la lengua por el culo y luego por las bolas. . . RAPIDO, Cabrón!!!!!"

Me subí rapidamente a la cama y Armando también se subió y se sentó en mi cara, restregándome su trasero contra mi boca para que le pasara mi lengua por su raja de macho; se la empecé a lengüetear con chingo de hambre, con ganas de culo de macho perfecto, culo de Armando. Rico culo recién bañado, limpio y fresco. Sabrosura de macho, Sabrosura de Papacito.

--"Aaaaaahhhh. . . "

Sus gemidos de placer con cada lengüetazo que le daba fueron el impulso ideal para subir de intensidad mis lamidas, se lo chupé largo y profundo, que ricura era poder saborear aquel culo de macho de machos. Que ricura era poder hacerlo gemir de placer completo y natural. Que ricura hacerlo rendirse al placer de mi lengua comiéndole su culo. Fue como un buffet donde se puede comer hasta llenar, y yo comí culo de Semental hasta estar bien lleno. Le chupé las bolas que estaban duras y llenas. Armando se arqueaba de placer y más me refregaba su trasero en mi cara. Estuvimos muchos minutos así. De vez en cuando el me acariciaba mi verga que estaba chorreando pre semen. Y con mi propio liquido se lubricó uno de sus dedos para metérmelo por mi culo. No le fue difícil prepararme, dilatarlo para su verga.

--"Dime qué quieres?. . ." me preguntó rato después de estármelo picando con su dedo.

--"Quiero su verga. . . quiero que me la meta. . . quiero toda su carga de leche. . . quiero que me llene el culo con su lechita tibia y calientita, hasta que se quede bien seco." le rogué con urgencia.

Armando me restregó su trasero varias veces mas y le di las lengüetadas y lamidas mas intensas que le había dado nunca antes.

--"Te la voy a clavar toda. . ." exclamó mientras se acomodaba en la cama, encima de mi, cara a cara. "Tu culo es mío y de nadie más. . . " casi me besa en la boca, pero no lo hizo. Se me quiso parar el corazón de la emoción.

--"Tome mi culo, es todo suyo. . ."

--"Escupe mi mano." me ordenó y yo se la escupí varias veces, él también la escupió; con su saliva y la mía se lubrico su verga, luego levantó mis piernas y se las colocó en su hombro.

--"Entiérremela toda. . . quiero que me haga su puta."

Mi suplica sucia y sin tapujos desató el morbo y la lujuria de Armando; me dio varias y leves bofetadas mientras me la iba metiendo.

--"Si. . . una puta, eso es lo que eres una pinche puta calenturienta." y de un solo me la metió, haciéndome aullar de dolor y de place al mismo tiempo. "Que ricooooooo se siente mi verga adentro del culo de mi putaaaaa!!!!!"

--"Rompamelo todito. . . es para Usted nomas!!!" grité yo mientras me retorcía sobre la cama como perra en brama.

Armando se empezó a mover adentro de mi con decisión y urgencia, él también estaba igual de caliente que yo, no pasaron muchos minutos y aceleró sus metidas y sacadas, era como alcanzar el cielo con cada uno de sus movimientos fuertes y posesivos sobre mi cuerpo; él era mi dueño. MI PAPACITO. MI ARMANDO.

--"Que rico culo, que rico se siente mi verga adentro.... eso es un culooooo. . . AAaaaaahhhhh....  "

--"Mejor el agujero de un hombre que la panocha de mujer, verdad?" le pregunté yo mientras me lo perforaba sin piedad y nuestros cuerpos se quemaban en el fuego del placer más antiguo del universo.

--"Siii. . . nunca pensé que lo iba a decir, pero Siiii. . . desde que probé el tuyo me volví loco. . .  Siiii, me gusta tu culo, me gusta más que la panocha de mi mujer. . ." exclamó y aumentó de intensidad sus embestidas, pensé que sus clavadas no podían ser más fuertes pero se volvieron misiles sin tregua, era como sacar su rabia de reconocer que le gustaba más el culo de un hombre que la panocha de una mujer, era un descubrimiento que lo aniquilaba por dentro, con miles de barreras por derrumbar pero el placer que sentía valía la pena cualquier sacrificio.

--"Mi culo es todo suyo. . . .  haga con el lo que Usted quiera. . ." le dije yo mirándolo fijamente, para que cualquier duda que pudiera sentir de estar conmigo desapareciera, para que cuando me comparara con su esposa, ella no tuviera ninguna oportunidad de ganar.

La mirada de Armando se oscureció de placer, de morbo descontrolado. Me sacó la verga en un movimiento inesperado.

--"Ponte boca abajo. . . levanta el trasero y abrete el culo para que te entre toda mi verga... te la voy a enterrar toda de nuevo y te voy a preñar el culo, Cabrón!!!"

Yo me acomodé boca abajo y él se dejó caer sobre mi.

--"Repíteme que tu culo es todo mío y solamente mío. . . REPITELO OTRA VEZ, CABRON!!!!'

--"Mi culo es todo suyo. . . solamente suyo. . ." le dije yo mientras me agarraba las dos nalgas abriendo mi agujero para que me metiera su verga, para que me diera lo que tanto me gustaba.

Armando me la ensartó toda, mi culo estaba esperándolo en total desesperación y sus embestidas me hicieron gritar de placer, de infinito y puro placer.

--"Te voy a dejar el culo destrozado, quiero que te duela un chingo y que recuerdes que yo soy el único que te puede dar verga, Cabrón. . . Por muy pinche perrita calenturienta que eres, el único que te puede satisfacer soy yo y tu agujero no lo va a usar ningún otro hijo de la chingada, ENTENIDO???"

--"Siiiiiii. . ." grité enloquecido de placer mientras aquel hermoso Macho me la metía y me la sacaba como si fuera una maquina de taladrar, perforando mi agujero para su placer y gozo absoluto.

--"Puedes ir dejando tus miados como perra por toda la hacienda, pero aunque otros perros se te acerquen, no les vas a dar nada, yo soy el único y nadie mas. . ." me dijo y me agarrø del cabello para someterme más a su invasión de vergazo tras vergazo.

La cogida que Armando me estaba dando era tan fuerte que la cama del hotel cinco estrellas estaba rechinando, y ese ruido era como música celestial a mis oídos, era el complemento para nuestros cuerpos unidos que se entregaban uno al otro sin limites ni reglas.

--"Ya te viniste, Cabrón!!!. . . " Armando metio su mano por debajo de mi pecho y se dio cuenta de que me había venido. "Así te gusta que te traten verdad, como perra en celo y te chorreas como puta."

--"No aguanté. . .su verga adentro de mi me hizo venirme sin tocarme a mi mismo. . ."

--"Yo te voy a seguir rompiendo el culo hasta que te lo deje bien preñado. . ."

Me la siguió clavando hasta que sentí que su cuerpo completo se puso tenso.

--"Ya viene. . .  ya vieneeee toda mi leche. . ." gritó él.

--"Demela toda,  deme toda esa leche . . . O si ya viene. . . OOoohhhhh. . . préñeme el culo. . ."

Y el culo bien preñado me dejó, su leche bien calientita me llenó cada rincón de mi culo.



--"Te dejé bien Preñado, Cabrón. . . me sacaste toda la carga de leche que traía." me susurró al oído mientras me la sacaba y me abrazaba por atras. Nuestros cuerpos sudados y cansados.

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MOMENTO 3

La escena del cuarto de baño. . . Dos adultos jugando a ser dos adolescentes, dejándose llevar por las emociones, la sensaciones y los sentimientos.
Disfrutando la locura antes de regresar al camino de la cordura.

Entré al baño y lo vi completamente desnudo, como lo había estado la mayoría del tiempo durante nuestro viaje, sin embargo cada vez que lo veía así era como si fuera la primera vez, la perfecta simetría de su cuerpo me atraía con un magnetismo imposible de describir. ARMANDO, mi ARMANDO, no. . . no era mi ARMANDO, tenia dueña. . . pero aquí yo era su único dueño.

--"Se que estas ahi parado. . .viéndome y con esa sonrisa picara. . ." exclamó él mientras se afeitaba.

--"Obvio que sabe que estoy aquí. . . el espejo es su complice para que me vea. . ."

Los dos soltamos la carcajada al mismo tiempo y me apresuré a abrazarlo por atrás, me impregné de su esencia, de su olor perfecto de hombre completo, de su marca registrada, de la marca ARMANDO.
Luego de unos segundos él me tomó de la cintura y me sentó sobre el lavabo del baño, en un impulso de niño chiflado empecé a llenar su pecho con la espuma de afeitar.

Y en un acto más inesperado, Armando también empezó a llenarme de la misma espuma, jugando como si fuéramos 2 niños. No pasó mucho tiempo en que el juego pasó de una travesura para convertirse en algo erotico y sexual.
Su verga estaba dura y la mía también.

--"No sé cómo pasó pero me tienes intoxicado, mi sangre hierve al tenerte cerca y solo piensa en cogerte. . ."

--"A mi me pasa exactamente lo mismo con Usted. Lo veo y solo quiero que me la meta, que me haga suyo." le aseguré con total honestidad.

Armando me tomó por la cabeza e inesperadamente nuestras bocas quedaron a solo centímetros de distancia, yo quería besarlo pero no me atreví. Los dos estábamos temblando.

--"Nunca he besado a un hombre en la boca. . ." me confesó él con voz nerviosa. "Pero quiero besarte a ti, quiero explorar tu boca con mi lengua. . ."

--"No se detenga. . . libere sus prejuicios y dejese llevar, yo nunca le voy a decir nada a nadie. . .yo también quiero conocer sus besos. . ." y no me dejó terminar de hablar porque me acercó más y me besø, sus labios se apoderaron de los míos.

Un beso lleno de desesperación que lentamente fue subiendo de intensidad. ARMANDO me estaba devorando con su boca, metiéndome la lengua y explorando mi lengua y mis labios. Los dos éramos como dinamita y solo necesitábamos estar cerca para explotar. Y nuestro beso era una explosión que ya nadie podía controlar.

--"Quiero coger. . . quiero meterte la verga, no me canso de tu culito, me tienes loco." me dijo después del avasallador e inesperado beso.

Me acomodé para que me la metiera y él no perdió tiempo en clavármela.


--"Aaaaaahhhh. . .  Siiiii. . . asiiiiii. . .  entierremela toda. . ." le pedi yo casi a gritos.

--"Aqui te va toda. . . no hay mejor lugar para mi verga que tu culo."


Y como dos desquiciados volvimos a coger, porque para mi culo no había mejor verga que la de Armando. ARMANDO mil veces ARMANDO.
Me volvió a marcar con su liquido de Semental. Me volvió a hacer suyo como solamente él sabia hacerlo. Luego nos metimos a bañar y bajo el agua tibia de la regadera  le cabalgué la reata, reata de MACHO COMPLETO. MACHO en toda y cada una de sus letras.

--"Nunca olvidaré este viaje. Nunca." le dije cuando regresamos a la cama para recuperar energía.

--"Ya somos dos. Yo mismo estoy sorprendido de lo que me ha pasado contigo. . . y no cambio ni cambiaré nada de lo que ha sucedido." me susurró antes de quedarnos profundamente dormidos.




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DESPUES DEL VIAJE. . .
Había pasado un mes desde mi regreso del viaje con Armando. Estaba nuevamente de regreso en la hacienda, ésta era mi tierra, ésta era mi casa. El viaje había sido inolvidable y extraordinario, se había cumplido mi sueño de conocer la tierra donde habían nacido mis padres.
Pero ésta hacienda era mis orígenes, aquí había vivido desde que estaba en el vientre de mi madre.

El tiempo pasaba volando, hacia ya un mes del escape de Armando y mío, todos los días desde mi regreso revivía los momentos a su lado. Jamas los iba a olvidar. JAMAS. Originalmente Don Enrique había quedado de ir por mi a la Central de Autobuses a mi regreso del viaje, pero una emergencia familiar lo había hecho irse a la capital, por lo que Sergio había ido por mi, a petición del mismo Don Enrique.
Me sorprendí al verlo afuera esperándome, pero no me disgustó para nada. Desde que nos habíamos reencontrado, siempre traía puesto su sombrero, pero ese día no, y se veía igual o más guapo que de costumbre. Antes de llevarme de regreso a la hacienda me invitó a comer, la comida haba estado deliciosa, las enchiladas de mole que hacían en la fonda del pueblo eran simplemente únicas, también me invitó al cine, pero yo estaba tan cansado que no había aceptado. Quedamos que otro día íbamos a ir.
Y ese dia era hoy, era Sábado, todo en la hacienda estaba en completa tranquilidad. Don Enrique no había regresado de la Capital y con Armando solamente mantenía comunicación por mensaje de texto y me llamaba una o dos veces a la semana.

Tenia ya un mes de no tener sexo, extrañaba a Armando y también extrañaba a Don Enrique, pero ellos estaban ocupados con sus familias, como era lógico. Y también era lo correcto. Ellos seguramente tenían sexo con sus esposas cuando les daba gana. Dudaba mucho que tuvieran un mes sin coger.

Me miré al espejo una vez mas antes de salir de mi cuarto, quería verme bien para Sergio. Quería gustarle???
Me sorprendí yo mismo con la pregunta pero más me sorprendí con la respuesta, SI, quería gustarle, quería que me viera atractivo.  Mi pantalón negro ajustado remarcaban mis piernas y mi trasero; la camisa de cuadros de color gris hacia un contraste adecuado para resaltar el color de mi piel, modestia aparte, me veía bien.
Manejé hasta el pueblo en mi carro, Sergio me estaba esperando en el estacionamiento del cine. Me estacioné al lado de su camioneta, la había llevado a lavar y se veía bien imponente, pero más imponente estaba él, tragué saliva cuando lo vi bajarse, ponerle llave y dirigirse a mi carro.

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La ida al cine y después a comer nos acercó más a Sergio y a mi. Luego me invitó a conocer su cabaña que estaba a las afueras del pueblo.


Como Veterinario que era, Sergio criaba ganado en su cabaña, específicamente cría de borregas.

--"Espero que te haya gustado la película." exclamó Sergio mientras me mostraba su casa por dentro. Era pequeña, pero para él solo era más que suficiente, ademas tenia ese calor acogedor que él le había sabido dar.

--"Estuvo buena. Me gustó mucho." le aseguré yo.

Estuvimos platicando por mucho rato, la platica entre Sergio y yo fluía como si fuéramos amigos de toda la vida. Se llegó la noche y era momento de regresar a la hacienda. Sergio salió a despedirme.

--"Oh no." exclamé yo al darme cuenta de que una llanta de mi carro se había desinflado y estaba ponchada.

--"No te preocupes, yo te la cambio, traes una llanta de repuesto?" me preguntó y fue cuando recordé que Don Enrique me había comprado una pero fue después de la compra del carro y yo no la había subido a la cajuela.

--"Si, pero la dejé en la hacienda." le contesté yo preocupado y sin saber qué hacer. "Ahora que voy a hacer?"

--"Te puedo llevar a la hacienda, aunque estoy un poco tomado y no creo que sea lo más seguro." exclamó Sergio, quien en verdad había estado tomando desde que llegamos a su cabaña. "Te puedes quedar a dormir aquí y mañana vamos por la llanta de repuesto a la hacienda."

Yo me le quedé viendo sin saber qué decir.

--"Tu duermes en mi cuarto y yo me quedaré en la sala." me dijo.

Así fue como pasé la primera noche con Sergio, pero NO me acosté con él, solamente dormimos bajo el mismo techo, pero en camas separadas.
Sergio era un caballero y no me faltó nunca al respeto. Aunque con las ganas que yo traía de coger confieso que me hubiera gustado que lo hubiera hecho.

Al siguiente dia, el Domingo después de prepararle un rico desayuno, que era lo mínimo que podía hacer por él, después de todas las molestias que le estaba causando, Sergio me llevó a la hacienda a levantar la llanta de repuesto para mi carro.

Era un hermoso dia, soleado, radiante. Las tierras de la hacienda era un disfrute a los ojos de cualquiera.


El sol hacia que todo brillara en su máximo esplendor. Aquí había nacido y aquí quería morir. No era el dueño legalmente, pero amaba estas tierras como si fueran mías.

Cuando llegamos a la Casa Grande, el pulso se me aceleró al ver  las camionetas de Don Enrique y la de Armando que estaban estacionadas en su lugar acostumbrado.
No sabia que ellos iban a regresar pronto. No tenia idea de que iban a regresar ayer o hoy. No tenían que avisarme, pero si que era una sorpresa.

Me bajé de la camioneta de Sergio y cuando iba camino a la puerta principal de la Casa Grande, escuché los trotes de caballos.
Eran Armando y Don Enrique que regresaban de algún recorrido por la hacienda. Las miradas de ambos clavadas en mi.


Sergio se bajó de su camioneta para saludarlos. Ellos correspondieron a su saludo con cordialidad, Don Enrique fue el primero en desmontar su caballo y saludarlo de mano. Armando trataba de actuar con normalidad, pero la vena saltada de su cuello lo delataba.
Don Enrique invitó a Sergio a pasar a la casa. Yo abrí la puerta rápidamente para que entraran, el primero en entrar fue Sergio.

--"Mi Potranca no pasó la noche en su corral, la busqué y no estaba." me dijo en voz bajita Don Enrique cuando pasó frente a mi antes de entrar a la Casa Grande.

Yo no respondí porque no me dio tiempo, se metió rápidamente a la casa, ademas Armando venia caminando hacia mi también.

--"Saliste desde ayer a buscar Macho y parece que tu amigo de la escuela estaba disponible. . ." me dijo Armando haciendo un esfuerzo por contener su rabia. "En un mes que estuve lejos fue suficiente para que me remplazaras. Eres rápido. . ."

Sus palabras eran como una daga que me desgarraba el alma, el desprecio en su mirada el veneno que hacia más profunda la herida.


C O N T I N U A R A . . .

No se pierdan el próximo episodio, porque ahora si llega el final !!!!
Con quién se quedará José???
La respuesta llega MUY PRONTO !!!!