Mi Vecino Paco TERCERA PARTE (Final)

Y toda, absolutamente toda me la tragué. Deliciosa, abundante, tibia y rica leche de Macho. #SabrosuraTotal

Me puse de pie y esperé a que Paco recuperara su pulso normal.

--"Ya me voy antes de que mi esposa me descubra." me dijo EL subiendose el bóxer y el short.

Luego se acercó a la puerta y sin importarme nada, lo abrase por atras, me aferré a su espalda disfrutando de aquel contacto robado, de aquella alevosía de mi parte. Paco me podia rechazar en cualquier momento y me iba a doler mucho.

Pero aun así nada me importo y se lo tenia que pedir:

--"Quiero que me vuelvas a clavar la verga… pero solos tu y yo, sin tu mujer presente…"

Se hizo un silencio de varios segundos.

--"Tenemos que buscar la oportunidad…yo no me puedo escapar tan fácil… lo voy a intentar… pero recuerda que mi mujer no puede descubrirnos." me dijo EL antes de marcharse.

Aqui iniciaba una nueva etapa entre Mi Vecino Paco y Yo !!

Me acerqué a la puerta para seguirlo con mi vista, era de madrugada, EL cruzó el patio de mi casa con pasos rápidos y llenos de masculinidad.  No quería arriesgarse a que su mujer lo descubriera. Lo vi abrir la puerta que unia los patios de nuestras casas y detenerse para voltear a ver hacia la mia. Su cabeza debía ser un torbellino de sensaciones nuevas y raras. Me hubiera gustado saber que estaba sintiendo? Ayudarle con sus dudas y responderle sus preguntas. Si era verdad que nunca había estado con un hombre antes y que lo sucedido entre nosotros la primera vez fue solo para cumplir la fantasía de su esposa, era algo entendible, puesto que era un acuerdo entre ellos.
Pero había  dejado que le chupara la verga hacia apenas unos minutos…  debió ser solo por la necesidad natural que todo hombre tiene de sentir y recibir ese placer oral que el mismo cuerpo
te pide. . . y que su esposa no le daba.
No importaba la razón que EL tuviera, yo no iba a desaprovechar la oportunidad de gozarlo…de disfrutar a Mi Vecino Paco.
Después de unos segundos, EL cerró la puerta y desapareció de mi vista.

Yo apagué las luces de mi casa y me fui a dormir. Me abrasé a mi almohada. Me hubiera gustado acurrucarme al lado de Paco, dormir abrasados, sentir el calor y lo fuerte de su cuerpo junto al mio. Un sueño imposible producto de la inmensa soledad que reinaba en mi vida.
Paco en estos momentos SI estaba durmiendo abrasado, pero era su esposa la que estaba en sus brazos.
Esos brazos fuertes y firmes no eran míos, eran de ella.

A mi solo me tocaba esperar a que llegara el momento en que EL se pudiera "escapar"  para poder estar solos los dos.
Esperar por un momento a escondidas… eso era excitante e infinitamente morboso.

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ABRIL

Ya les había contado que después de haber compartido la cama con ella y con su marido, Minerva no me buscaba como antes. Quizá tenia vergüenza de lo que había pasado, quizá se arrepentía de haberme pedido que estuviera con ellos; porque aunque habíamos vivido una gran experiencia, ella estaba casi borracha, quizá el alcohol había sido la única manera para atreverse a cumplir la fantasía.
Pero una tarde de Abril ella me vino a buscar para pedirme ayuda, se veía afligida y preocupada. Y cómo no iba a estarlo si la policia había detenido a su hijo y lo habían metido a la cárcel por no pagar unas infracciones de transito.
Yo le recomendé a un amigo mío que era abogado y el cual se encargó de ayudarla a sacar a su hijo de la cárcel. Ella no quería que Paco se diera cuenta porque se iba a enojar mucho, pero yo le aconsejé decirle la verdad. Y esa tarde mientras ella y mi amigo fueron a la cárcel para sacar a su hijo, yo fui el encargado de darle la noticia a Paco de lo sucedido.

La verga se me alborotó cuando lo vi bajar de su camioneta, el uniforme de plomero le quedaba que ni pintado, el pantalon y la camisa le delineaban el cuerpo a la perfección. Me calenté con solo verlo. Estaba a punto de darle una noticia delicada y mi calentura era mas fuerte que cualquier cosa. EL se sorprendió de verme afuera de su casa.

Y tal y como Minerva lo había predicho, Paco se encabrono al saber que su hijo estaba en la carcel y que les había ocultado que tenia infracciones de transito que no había pagado. En su enojo también había dolor. Ante todo era su hijo el que estaba pasando por un mal momento.

--"En qué fallé como Padre?" se preguntó así mismo mientras entrábamos a su casa.

--"Tu no fallaste en nada!!" le contesté yo inmediatamente. Aunque era una situación familiar y yo no tenia lugar ahí, Minerva me había pedido darle la noticia porque ella no se atrevía. Yo entendí eso como un derecho a opinar. Ademas nunca imaginé ver algún día a Paco en una situación como esta y tan afectado.

EL se quitó su gorra y ese movimiento normal y común a mi me pareció infinitamente sexy y provocador. Tragué saliva y me concentré en lo que estaba pasando.

--"Todo va a estar bien. Nadie nace sabiendo como ser Padre o Madre. No existe un libro con instrucciones." le dije y me acerqué a EL. Quizá no debía hacerlo… pero me acerqué. Nunca me iba a cansar de ver su rostro masculino y hermoso. #MachoSabroso

--"No entiendo porqué no me dijo nada…" en su voz había dolor y tristeza. Estaba dolido porque su hijo le había escondido algo tan importante.

--"El ser humano tiene que cometer errores para aprender. Y tu hijo va a aprender." le dije yo acercandome mas. "Un amigo mío que es abogado se esta haciendo cargo. En un rato Minerva va a regresar con tu hijo."

Se hizo un silencio y no supe que hacer ni que decir… Paco tampoco hizo nada ni dijo nada. Nos quedamos mirando por varios segundos. Yo lo quería abrazar, darle consuelo pero no me atreví. No quería verme como un aprovechado para sacar partido de la situación. Mi deseo y calentura por Mi Vecino Paco estaban fuera de lugar en este momento.

Mi telefono celular sonó  y terminò con el silencio entre Paco y Yo. Era mi amigo el Abogado para avisarme que en una hora iban a dejar libre al hijo de mis vecinos.
Le di la buena noticia a Paco y me despedi. EL necesitaba estar solo para asimilar lo que había sucedido con su hijo, aparte acababa de llegar de trabajar, tenia que bañarse… yo me quería bañar con EL, pero era una locura y no iba a pasar.

Estaba apunto de salir por la puerta de atrás cuando sentí su mano fuerte y poderosa en mi brazo derecho.

--"Gracias por ayudar a mi esposa para sacar a mi hijo de la cárcel." exclamó acercandose por detrás, estábamos a solo centímetros de distancia. Yo podía sentir el calor de su cuerpo varonil, el olor mágico de su esencia masculina.

--"De nada, Vecino." le contesté yo tratando de sonar normal. No podia voltear y mirarlo porque me le iba ir encima para tocarlo, acariciarlo y besarlo. Y no debía. En este momento no se podia. Segui de espalda.

--"Gracias otra vez." me dijo dandome una palmada en el hombro.

Salí los mas rápido que pude de aquella casa. Mi corazón me latía aceleradamente, haciendo que casi me sudaran las manos. Sus palabras retumbaban en mi cabeza, en mi verga… y en mi culo.

Paco… EL no tenia ni la remota idea de cuanto lo deseaba. De como cada parte de mi cuerpo lo reclamaba…de como lo necesitaba.

PACO…

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MAYO

Lo sucedido con su hijo y la ayuda que les di a través  de mi amigo, hizo que Minerva se volviera a acercar a mi.
Eso hizo mas difícil que Paco "se pudiera escapar" para cumplir mi fantasía de estar solos EL y YO. Así que por un tiempo me tuve que llenar de paciencia para esperar y me tuve que conformar con verlo de lejos cuando llegaba del trabajo o cuando salía a cortar el zacate del patio.
También tuve que conformarme con las invitaciones a cenar a su casa que Minerva me hacia una vez a la semana. De esa manera me di cuenta que a Mi Vecino Paco y a Minerva les fascinaba el fútbol y aunque no me lo crean a mi también me gusta bastante, eso nos fue uniendo mas. Cada uno le iba a diferente equipo, lo que hizo todo mas emocionante.
Ellos me invitaban a ver los partidos en su casa y cuando nuestros equipos se enfrentaban, asábamos carne, tomábamos cerveza y pasábamos grandes tardeadas.
Vernos platicar largo y tendido a Paco y a mi durante los partidos no era raro para Minerva; yo tengo que confesar que no era facil actuar como si nada, porque cada día mi deseo por Mi Vecino Paco aumentaba incontrolablemente, sin embargo Minerva siempre estaba presente por lo que Paco y yo no podíamos estar a solas.

Un fin de semana, durante la temporada de eliminatorias de fútbol, ellos tuvieron que viajar a Mexico porque su hija dio a luz a su primer hijo, convirtiendolos en abuelos. Ese fin de semana fue eterno para mi. Estar sentado en la sala de mi casa viendo el partido, me hizo extrañar inmensamente a Paco… su sonrisa, su platica, el olor masculino de su cuerpo, su voz que automáticamente me calentaba.

PACO…

PACO… un deseo que quema por dentro y te pone el mundo de cabeza.

PACO… necesitaba sentirlo otra vez adentro de mi. Bien adentro.

PACO…

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Lo bueno de ese viaje que hicieron a Mexico, es que Minerva y su hijo se quedaron a cuidar a su hija y a su nieto. Paco regresó el Martes por la tarde solo. Yo estaba regando las plantas de mi jardín cuando lo vi llegar. Se veía chingonamente delicioso con su pantalón de mezclilla entallado, su camisa de cuadros y su sombrero. Todo lo que se ponía se le veía bien.
La adrenalina de la lujuria y el morbo se apoderó de mi. Finalmente EL estaba solo… y yo ya no tendría que esperar a que EL "se escapara."

--"Buenas Tardes, Vecino!!" me saludó EL levantando su mano y sonriendome. Su sonrisa me hizo que casi corriera a abrazarlo. Era increíble el efecto que Paco tenia sobre mi, al grado de querer actuar como si fuera un adolescente, lo cual había dejado de serlo hacia muchísimos años. Pero la calentura por un Macho Sabroso como Mi Vecino Paco me estaba haciendo perder la cabeza… o mejor dicho la había perdido desde aquella noche de San Valentin cuando acepté acostarme con EL y su esposa. Ahora ya no había marcha atrás.

--"Buenas Tardes." le contesté yo levantando la mano y sonriendole de regreso. "Cómo esta el nieto?"

--"Nació grande y fuerte." contestó EL con orgullo y alegria.

GRANDE y FUERTE como el abuelo, pensé yo.

--"Que bueno. Y dónde está Minerva y tu hijo?" pregunté intrigado.

--"Se van a quedar unas semanas cuidando de mi Hija y mi nieto." me dijo EL. "Mas al rato van a jugar nuestros equipos, quieres venir a cenar a la casa?" me preguntó EL y el corazón se me quiso salir del pecho de la emoción.

--"Si, pero yo llevo la cena." le dije.

--"Esta bien. Te veo en 2 horas." me dijo y se metió a su casa.

Yo terminé de regar las plantas y me puse a preparar la cena. Me di un buen baño mientras la cena se terminaba de cocinar en la estufa.

PACO… solos Tu y yo.

PACO…

Estaba cayendo la tarde, cuando crucé el patio de atras de mi casa para ir a cenar y ver el partido con Mi Vecino Paco.

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Cuando EL abrió la puerta me le quise ir encima pero me contuve, en mis manos llevaba los contenedores de plastico con la cena. EL tambien se acababa de bañar y su aroma masculino y limpio me llegó hasta el fondo de mi ser.

--"Esta vez no me voy a tener que "escapar" porque estoy solo y libre por unas semanas." me dijo El con una sonrisa y luego le dio un trago a su cerveza.

--"He esperado este momento como no tienes idea." le confesé yo mientras ponía la cena en la mesa.

--"Quieres una cerveza?" me ofreció EL guiñando un ojo.

--"Si." le contesté yo. El frio liquido de la cerveza me iba a ayudar a relajarme y a disfrutar del gran momento que se acercaba, hasta estaba temblando en anticipación.

No le podía quitar los ojos de encima. Cuando se dio la vuelta para sacar la cerveza del refrigerador pude ver lo bien que le quedan los shorts que traía puestos; enmarcaban deliciosamente su trasero, aquellas nalgas firmes y abultadas que se antojaban comerme a mordidas.

Cuando nuestras manos se rozaron al entregarme la cerveza, una descarga eléctrica me recorrió de pies a cabeza. Jamas había deseado a un hombre como deseaba a Paco. Nuestras miradas se cruzaron, EL ya había tomado varias cervezas, lo supe por las latas vacías que estaban en el sesto de basura y por la manera tan libre y relajada con la que EL se estaba comportando, que contrastaba con su manera habitual timida y reservada.

--"Vamos a la sala, ya casi empieza el partido." me dijo con una sonrisa provocadora. Yo lo seguí sin vacilar. "Te apuesto a que mi equipo va a ganar." exclamó EL cuando llegamos a la sala.

--"Mi equipo ha ganado los últimos dos encuentros, también tiene posibilidades." le contesté yo dando una trago a mi cerveza.

--"Quieres apostar?" me retó EL.

--"Apuesta aceptada." le contesté yo seguro de que mi equipo iba a ganar. "Y que vamos a apostar?" le pregunté yo.

--"Al final del partido, Si mi equipo gana yo te digo lo que vas a tener que hacer para pagar la apuesta." me dijo dando un trago a su cerveza. "Si pierdo tu me dirás como tengo que pagarte."

Nos miramos fijamente, sus ojos brillaban de morbo, bajé mi mirada para verle su verga, estaba semi erecta debajo de aquel short que le quedaba como pintado. Tragué saliva.

--"Me gusta cuando me miras así." me dijo Paco acercandose a mi. "Desde aquella vez que nos presentó mi esposa, tu me miras así…"

Estaba tan cerca de mi, yo podía oler su aliento a cerveza, era fascinante, era provocador, mi verga se puso dura.

--"No sé como explicar lo que me pasa contigo, pero desde que te vi me gustaste mucho…" le confesé yo mirando fijamente.

--"Nunca nadie me había mirado de la manera como lo haces Tu…"

--"Eso no puede ser verdad. Eres un Semental, un Papacito y lo sabes." le dije yo y volví a darle otro trago a mi cerveza, lo frío del licor me ayudaba a calmar el fuego que me quemaba por dentro.
Paco se empezó a reír, no creía lo que estaba escuchando y yo tampoco podía creer que EL no supiera o no se viera a si mismo como lo que era: Un Semental Completo.

--"Ni cuando era joven me sentí un Semental, menos ahora…" yo le puse mi mano en su boca para callarlo.

--"No te conocí de joven, pero ahora eres el hombre mas atractivo que he conocido en mucho tiempo y cuando dijo micho tiempo hablo de muchísimos años."

Lo vi tragar saliva y su respiración estaba agitada.

--"Tampoco nadie me había hablado con esas palabras como lo haces Tu. Yo soy quien tiene que hablarle bonito a mi esposa y cuando era soltero le hablaba bonito a las mujeres con las que salía para conquistarlas… nadie me había dicho cosas así." me confesó y yo podía ver la confusión en su cara. Se hizo un breve silencio.

--"Disculpa, si no te gusta escucharme hablar así, yo no te las vuelvo a decir." le dije yo sinceramente y entendiendo que me había pasado de la raya.

--"Tu estas joven, cómo te puede gustar un viejo como yo?"

--"Es tu edad lo que te hace mas atractivo para mi, me gustan tus años y tu experiencia." le dije con sinceridad profunda y mirando a los ojos.

Se escuchó el silbato de inicio del partido de fútbol en la tele.

--"Ya va a comenzar el partido." me dijo EL separandose de mi y se fue a sentar a uno de los Sofas. Yo me senté en el otro. EL le dio un trago a su cerveza. Yo le di dos a la mia.

Vimos en silencio los primeros 10 minutos del partido, Paco me  sorprendió viendolo de reojo varias veces, yo también lo sorprendí a EL viendome a mi; pero nadie decía nada… los dos permanecíamos en silencio disfrutando nuestras cervezas y el partido; pero la tensión estaba en el aire.
Fue al minuto 12 cuando su equipo anotó el primer gol y Paco saltó del Sofá gritando de alegria. Yo lo había visto hacer eso muchas veces en los otros partidos que habíamos visto juntos, pero siempre era fascinante verlo una y otra vez y comprobar la manera de como disfrutaba del juego... no me cansaba de verlo, todo me gustaba de EL.

--"Quitate los zapatos y el pantalon." me ordenó EL después de festejar el gol. Yo me quede viendolo sacado de onda.

--"Qué?? pregunté yo

--"Por cada gol que meta mi equipo tu te vas a ir quitando la ropa que yo te diga. Y ahorita quiero que te quites los zapatos y el pantalon." me ordenó mientras se pasaba la mano por su verga que se iba poniendo dura debajo de sus shorts.

Yo me quité los zapatos y luego me puse de pie para quitarme el pantalon.

--"Cuando mi equipo anote un gol, yo te voy a decir a ti la ropa que te vas a quitar." le dije mientras aventaba mi pantalón y mis zapatos a un lado del sofá.

--"Acepto. Este es un juego justo." contestó Paco dando un trago a su cerveza y mirandome de arriba a abajo. Mis piernas estaban expuestas a su mirada, y EL me estaba mirando con morbo; debajo de mi calzoncillo mi verga estaba endurecida, bien parada y necesitaba atención. Me pasé una mano acariciandola levemente. "Tienes la verga bien dura, Cabrón. Estas bien caliente…." me dijo con voz ronca mientras EL también se sobaba su verga dura.

--"Estoy bien caliente por TI… me la pones bien dura de solo verte."

EL no dijo nada, solo seguía cada movimiento de mi mano sobre mi verga. Y en ese justo momento su equipo volvió a anotar otro gol.

--"Ahora te quitas el calzoncillo… quiero ver lo dura que la tienes."

Lentamente me bajé mi calzoncillo y mi verga saltó agradeciendo el alivio de ya no tener que estar escondida.

--"Mirala… está bien dura, así haces que me ponga por ti." le dije y me escupí la mano derecha para lubricarme mi verga y empezar a jalarmela despacito. Yo podia ver que EL también tenia la suya bien dura, se me antojaba un chingo y debajo de su shorts se veia exquisitamente provocadora y antojable. Necesitaba su verga en mi boca primero y después en mi culo.

EL contraataque de mi equipo favorito llegó y en una jugada sorpresiva le metieron gol al equipo de Paco.

--"Llegó mi turno." le dije yo con una sonrisa de morbo y felicidad. "Quiero que te quites los shorts y tu calzoncillo." le ordené yo mientras jugaba con mi verga en movimientos suaves y calientes.

Paco se puso de pie y se bajó sus shorts, no traia calzón abajo;

Su verga grande y gruesa quedo ante mi vista. El pulso se me aceleró inevitablemente, me mordi los labios, saboreando anticipadamente aquel trozo enorme de carne que tenia entre sus piernas Mi Vecino Paco.

--"Te gusta mi verga, Vecino?" me preguntó EL y sus ojos brillaban de morbo y deseo.

--"Es la verga mas sabrosa que conozco." contesté yo inmediatamente sin dejar de mirar aquella hermosa verga, mi cuerpo se estremeció de ganas infinitas de tenerlo adentro de mi.

Los dos estábamos casi desnudos, solo teníamos nuestras camisas puestas, de la cintura para abajo estábamos completamente encuerados, la escena era completamente caliente, morbosa y excitante.

--"Chupamela como me la chupaste la otra noche en tu casa." me pidió EL y no me lo tuvo que decir dos veces. Caminé hasta EL y me puse de rodillas.

--"Había estado esperando este momento como no tienes idea, Vecino." le dije yo sin ningún miedo ni pudor.

--"Esta bien dura y lista para ti… Llegale, Cabrón. Acabatela a lengüetazos y mamadas…mira como la tengo."

La tomé con mi mano.

Grande y Dura. Hermosa, venuda y jugosa.
La empecé a recorrer con mi lengua desde la puntita de su cabeza hasta llegar a sus bolas, Paco empezó a gemir, eran sonidos de placer llenos de masculinidad. Después de unos segundos de estar chupandocela, sentí y probé el pre semen que empezó a salir de su verga. Liquido sabroso, salado y delicioso.

--"Desde que nos presentó mi esposa, vi como me mirabas, con disimulo, pero cuando ella se descuidaba, Tu siempre volteabas a verme, Cabrón!!" dijo EL casi en un susurro, su voz era ronca y bajita.

--"Me gustas desde que te conocí y desde entonces te convertiste en el hombre mas cachondo y guapo que he conocido…" le confesé yo mirando directamente a sus ojos. Yo de rodillas y EL de pie.

--"Sigue chupando…" me pidió Paco agarrandome de las orejas. "Me gusta como te ves con la boca llena de mi verga dura, me gusta como me miras mientras me la chupas…me gusta sentir tu lengua recorrer mi tronco de arriba hacia abajo…."

Y de arriba hacia abajo se la volví a recorrer con mi lengua una y otra vez, haciendo que Paco subiera de volumen sus quejidos de placer, era increíble y chingon verlo y escucharlo.
Pero después de varios minutos de chuparle, lamerle y devorarle la verga, eso ya no era suficiente, yo quería darle mas. Y esta vez mi recorrido a lengüetazos tenia que ir mas allá. Me fascinaba su sabor d empacho, el olor perfecto de su entrepierna y sus bolas.

--"Mmmm… así, si así… no pares, Cabrón." me dijo con voz entrecortada.

Cada palabra suya era como una cobetada de gas que se lanza al fuego para hacerlo mas grande, mas peligroso, mas avasallador; exactamente así aumentaba el fuego que corría por mis venas y que hacia estallar mi deseo desenfrenado por Mi Vecino Paco. Seguí lamiendo sus bolas furias y llenas de leche por unos segundos mas, no podía desperdiciar esta oportunidad de estar a solas con EL.

--"Sientate…" le pedí yo señalando el sofa que estaba a sus espaldas.

Paco me mirø por unos breves segundos y luego hizo lo que le pedía, en ese momento mi equipo metió otro gol, era el gol del empate.

--"Quitate la camisa…" le ordené yo sin quitarle la vista de encima, no me cansaba de mirarlo, de disfrutar viendo su cuerpo de Macho Completo y Sabroso.

Paco me sonrío con morbo y lujuria mientras se quitaba su camisa. Quedó totalmente desnudo. Era un Semental y en este momento era mio, solamente mio.
Me hizo una seña para que me acercara y se la siguiera chupando. Caminé a gatas, lentamente hasta donde estaba EL, como un animal salvaje al acecho de su víctima, solo que mi víctima no era una presa fácil, era un tigre imponente y cachondamente caliente, provocador y sabroso… bien sabroso; requeria de una excelente ataque para rendirse ante mi. Mis ojos estaban clavados en su verga gruesa, grande y dura, su verga era mi meta, su verga era mi objetivo de ataque.

--"Aquí está lo que quieres…." exclamó Paco, provocandome, incitandome a devorarlo.

--"Te voy a sacar toda esa leche que traes…"

--"Traigo bastante, mis bolas están a punto de explotar… sacamela toda, Cabrón!!"

Me acerqué para meterme entre sus piernas fuertes y firmes. EL se acariciaba su verga erecta, urgida de atención. No había pasado ni un minuto de que se la había estado chupando y mi boca se saboreaba aquel magnifico trozo de carne como si nunca lo hubiera probado. Lo que me sucedía con Mi Vecino Paco y la manera como me calentaba iba mas allá de cualquier explicación lógica.
Abrí mi boca y saqué mi lengua, Paco me dio unos golpecitos con su verga en mi cara y después en mi lengua, provocando, haciendome esperar.

--"Ruegame que te deje chuparmela… RUEGAME, Cabrón."

--"Dame tu verga, Papito Sabroso…. Dejame chupartela otra vez." le supliqué yo, le rogué.

EL sonrió suciamente, perversamente.

--"Así no, Cabrón… ruegame de verdad, suplicame que te deje chuparme la verga, demuestrame que de verdad es la verga mas chingona que has tenido."

--"Dame tu verga, Papacito… dejame sentirla adentro de mi, la necesito un chingo, no me la niegues… dame tu lechita, la quiero toda."

Paco volvió a sonreir, complacido.

--"Cometela toda… deslechame, Cabrón!!"

--"Me la quiero comer por la boca, pero también por mi culo…"

--"Estoy listo para darte verga por la boca y por el culo. Esto apenas comienza, la noche es larga." y sin decir mas, me la metió por la boca y toda me la comí. Mi garganta sintió el impacto de aquella invasion sorpresiva. Paco se apoderó de mi boca con embestidas de verga precisas y expertas. Necesitaba calmar sus ganas y mi boca era el vehículo para llegar a la meta y chorrearse. No pasó mucho tiempo cuando sentí una explosion de liquido tibio y abundante.

--"Así, Cabrón… beba hasta la ultima gota."

Devoré cada gota de su leche, sabrosa, estaba sediento, había pasad mucho tiempo desde la ultima vez que había probado su liquido preciado, salado y único.
Lo dejé vacío. Seco.

--"Como quisiera que mi esposa me mamara la verga con la misma entrega con que lo haces Tu…"

--"Aquí estoy yo, Vecino. Cada vez que quiera que se la chupen aquí estoy yo…" le dije dando unas lamidas mas a su verga, para asegurarme que quedara bien limpia.

Yo quería jalarme la mia y venirme ahí mismo, pero decidí esperar. Yo quería darle mucho placer a Mi Vecino Paco, para que jamas olvidara éste momento.

--"Levanta las piernas." le pedí yo.

Paco lo pensò por varios segundos antes de hacer lo que le pedía.

Le apreté sus bolas haciendo que se arqueara de placer, su verga estaba semi erecta, pero el apretón lo hizo retorcerse sobre el sofa, haciendo que su trasero quedara a centímetros de mi cara y de mi boca; saqué mi lengua y se la pasé por su raja de Macho, eso lo hizo estremecerse, con mis manos le agarré cada nalga para abrir mas espacio y lengüetear su culo y con cada lengüetazo, con cada lamida fue como llegar al paraíso prometido, que rico culo tenia, que sabor tan delicioso. CHINGONAMENTE delicioso.

--"Oooohh… Cabrón, nunca me lo habían hecho…" su voz era masculina como siempre pero ahogada en el placer que estaba sintiendo, rendido ante el tormento de placer que yo le estaba dando. Intensifiqué las lamidas, los lengüetazos para que jamas olvidara lo que le estaba haciendo, para que recordara el antes y el después de conocernos. Para que comparará y regresara a pedirme mas, mucho mas.

Su equipo metió un gol, faltaba poco para que terminara el primer tiempo.

--"Quitate la camisa…" me ordenó EL. "Y sigue haciendo lo que estés haciendo allá abajo."

Le volvi a lamer su culo sabroso por unos minutos mas, Paco aullaba de placer y su verga se volvió a poner dura, bien dura.

--"Dame verga por el culo, Papacito Sabroso…. metemela toda, perforame el culo hasta no aguantes mas y revientes adentro de mi, llenandome con tu lechita tibia y sabrosa…"

--"No recuerdo a nadie que haya disfrutado de mi verga como lo haces TU…" me dijo contento y sorprendido. "Te lo voy a reventar, Cabrón, a vergazos duros y fuertes, te lo voy a reventar. Y te lo voy a llenar de leche. Así como se hace con las putas de la calle. "

--"Es todo tuyo, has lo que quieras…. todo lo que tu quieras."

Paco se puso de pie y me avento sobre el sofa, yo me agarré las piernas para echarmelas hacia atras, ofreciendole mi agujero. Me estaba muriendo por sentirlo adentro de mi otra vez.

--"Te la voy a clavar duro y tupido, mañana no vas a poder caminar, Cabrón."

Y aquella noche, Mi Vecino Paco, bajo los efectos del alcohol, pero sobretodo bajo los efectos de la calentura, el morbo y el deseo me la volvió a clavar, volví a sentir el dolor que te desgarra el alma cuando su verga gruesa y grande se apoderó de mi agujero con dominio absoluto.

--"Aguanta mi verga, Cabrón…. tu culito se siente bien rico y bien chingon y no te la voy a sacar hasta que te lo llené con mi leche, esta noche eres mi perra y yo hago contigo lo que quiera…"

--"No pares, Papacito…. no pares hasta que me llenes el agujero con tu leche."

Paco y Yo perdimos la noción y la cordura, nos entregamos a la calentura de nuestros cuerpos unidos, complementados. Sus gemidos y los mios se mezclaron en una sinfonia celestial. Sus embestidas sobre mi culo fueron subiendo de intensidad, ya era inevitable, nuestros cuerpos estaban fundidos y no ibamos a detenernos hasta alcanzar la cuspide juntos, hasta chorrearnos total y completamente.

--"Eres un Macho completo, Vecino y tu verga es la mejor que he tenido, en mi boca y en mi culo."

--"Tus contracciones anales contra mi verga me vuelven loco, me gusta como aprietas el culo, Cabrón."

Y apretando los músculos de mi culo, le di varios apretones mas, haciendo que se viniera a chorros.

--"Paaaccoooo…." grité su nombre y lo abrazé del cuello. "Ooohh… Paco, siento tu lechita caliente llenando cada rincon de mi agujeroooo… Paaccoooo damela todaaaaa…"

Yo me empecé a jalar mi verga que había ignorado por un buen rato, Paco seguía metiendo y scando su verga, haciendo que me viniera a chorros gigantescos de semen.

--"PACOOO… grité su nombre otra vez y mucha veces mas. EL sonrió satisfecho, feliz.

--"Hacia mucho que alguien me había hecho sentir tan bien, tan importante…." exclamó EL con voz bajita.

--"Tu eres un Semental completo, Vecino. Como yo, debe haber muchas y muchos que te miran con deseo y lujuria…. Gracias por esta noche." le dije sinceramente.

Se hizo un silencio mientras EL me sacaba lentamente su verga. Solo el ruido de los narradores del partido se escuchaba. Su equipo volvió a meter otro gol. Era el final del primer tiempo y su equipo iba ganando.

--"No tienes porque dar las Gracias. Esta noche no ha terminado… vamos a cenar y quiero que después me vuelvas a dar tu agujero, ese serå mi postre, Cabrón."

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No tengo que decirles que fue la noche mas larga y feliz de mi vida. PACO y yo volvimos a coger como desesperados después de cenar, justo a la mitad del segundo tiempo. Cuál equipo ganó?
El equipo de Paco. Yo perdi la apuesta.

--"Como voy a pagar por haber perdido?" le pregunté yo antes de regresarme a mi casa.

--"Cuando mi esposa regrese, quiero cogeremos a los dos al mismo tiempo. Perdiste y tienes que pagar la apuesta!!" me dijo con una sonrisa picara y morbosa.

--"Y como le vas a hacer para que Minerva acepte?"

--"Eso dejamelo a mi." me dijo cerrandome un ojo. "Pero mientras ella regresa, aprovechemos el tiempo que voy a estar solo."

Y así fue como Mi Vecino Paco y yo aprovechamos la ausencia de su esposa para coger todos los días, me di banquete mamando la verga, chupandole el culo y obviamente dejando que me reventara el mio.

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JUNIO

Una tarde después de ir a cenar con mi amigo Cesar, encontré una carta que habían metido por debajo de la puerta principal de mi casa.
Si, ya se lo que se están imaginando. Y si, era una carta de Minerva, la esposa de Mi Vecino Paco. Me invitaba a su fiesta de cumpleaños y como regalo me pedia que aceptara estar con ella y con su esposo.

"A mi Paco y a mi nos gustaría repetir la experiencia de San Valentin, ese seria mi mejor regalo de cumpleaños, Vecino."

Había llegado el momento de pagar mi apuesta, eso Minerva no lo sabia. Ese era un secreto entre su marido y yo.

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La fiesta de cumpleaños de Minerva fue el segundo Sábado de Junio. Una fiesta familiar, amena y muy concurrida.
Nadie de los invitados imaginaba lo que iba a pasar en la recamara matrimonial de aquella casa una vez que todos ellos se fueran, todos los invitados menos yo. Yo me iba a quedar para pagar mi apuesta. Era una situación común para todos los que estaban ahí, pero para Paco y yo no. Había un secreto morboso y lleno de placer que solo EL y yo conocíamos.

--"Ya quiero que la fiesta se termine." me dijo Paco en un momento a solas y a escondidas adentro de su casa. "Quiero cogerte a ti y a mi esposa. No he cogido ni me han chupado la verga desde la ultima vez que estuve contigo." me susurró al oído.

--"No entiendo cómo tu esposa no sabe aprovechar a un Macho como Tu."

El resto de la fiesta se me hizo eterno. No podía seguir esperando a que todos los invitados se fueran y nos dejaran solos. Una cosa que llamó mi atención fue que Minerva estaba tomando mucho, era la festejada, pero ya eran muchas cervezas, me quedó claro que eso le daba valor para hacer tríos con su marido.

Eran cerca de las 11 de la noche cuando finalmente todos los invitados se marcharon y el hijo de Paco y Minerva se había ido a pasar el fin de semana a casa de unos amigos.
Estábamos los tres solos.

--"Te voy a "prestar" a mi marido, pero esta es la ultima vez, Vecino." me dijo Minerva mientras abría una lata de cerveza, ya había perdido la cuenta de cuantas se había tomado. "Vamos a la recamara, Paco nos está esperando…"

Al llegar al cuarto, vi a Paco sentado a la orilla de la cama, con los pantalones hasta la rodilla y acariciando y jugando con su verga. Nos miró fijamente a su esposa y a mi. Nos guiñó el ojo a ambos.

--"Mira, Viejo… aquí te traigo la sorpresa que te dije. Nuestro Vecino aceptó acostarse con nosotros otra vez para celebrar mi cumple." exclamó Minerva acercandose a su marido. "Yo sé que te gustó cogerte el culo del Vecino."

--"Mientras Tu estés de acuerdo, yo no tengo problema, Vieja." le aseguró Paco y me guiñó el ojo otra vez. Minerva no pudo ver las señas con las que nos comunicábamos su marido y yo porque se dio la vuelta para quitarse la blusa y bajarse el pantalón. Un movimiento que calentó de inmediato a Paco que la agarro de la cintura y la subió a la cama.

EL estaba tomado, pero no tanto como Minerva. Su verga estaba bien dura y yo ya no aguantaba las ganas de irme encima y darle una buena mamada como las que a EL le gustaba que yo le diera, pero Minerva se la empezó a chupar y yo me tuve que quedar viendo. No supe que hacer. Paco le estaba chupando la vagina y ella gritaba de placer.

--"Encuerate, Vecino y subete a la cama con nosotros." me pidió Minerva mientras se comia la verga de su esposo. "Mira como esta jugando mi viejo con mi panochita!! Quieres que también juegue con tu culito? Yo le doy permiso para que juegue contigo."

Me quedé viendo como Paco dedeaba la parte mas intima de su esposa, mi verga estaba dura. Me fui desvistiendo mientras observaba aquel matrimonio calentarse mas y mas.

--"Ven a mamarle la verga a mi marido." exclamó Minerva mientras disfrutaba de los dedos de su esposo adentro de su parte.

Me quite la ropa lo mas rapido que pude y me subi a la cama con ellos. Paco estaba en el medio de Minerva y yo. Y la misma atencion que le estaba dando a ella me la empezó a dar a mi. Con una mano dedeaba a su esposa y con la otra buscó mi culo para hacer lo mismo.

No pude evitar agarrarme las nalgas para abrirle el camino y que tuviera acceso directo a mi agujero, mis gemidos de morbo y placer se mezclaron con los que estaba haciendo Minerva al estar viviviendo lo mismo que yo.

Paco se fue calentando mas y mas e intensifico las dedeadas que nos estaba dando.

--"Ooohhhh… así… si así… que ricooo !!" casi grité yo.

--"Te gusta lo que te esta haciendo mi marido, verdad Vecino?" me preguntó Minerva dandole una ultima lamida a la verga de Paco.

--"Si, Vecina. Me gusta lo que hace con mi trasero." le contesté sin prejuicios ni miedos.

--"Entonces ayudame a chuparle la verga, a lubricarla para que nos la clave a los dos…" exclamó ella apretando con su mano la verga dura de su esposo. Yo me agaché para empezar a chuparcela… Paco gimió intensamente, disfrutando las succiones de mi boca.

--"Oooohhh…. "

--"Nuestro Vecino sabe mamar verga como a ti te gusta, verdad Viejo?" le preguntó Minerva mientras se desnudaba completamente.

Paco no contestó a su pregunta, pero sus sonidos de placer respondieron por EL. Estuve mamandocela por varios minutos mas.

--"Quiero que me la metas, Viejo… cogeme como solo tu sabes." le pidió Minerva a su marido acostandose en el otro lado de la cama y mostrandole su parte.

--"Chupacela un poco mas, Vecino; para que me la meta…. necesito que me la meta. Y luego que te la meta a ti." Minerva estaba ardiendo de ganas y deseo por su marido, le di unos últimos lengüetazos a la verga de Paco.

--"Ahi te va Vecina, tu marido esta listo para clavartela…"

Y lo vi moverse como tigre dominando su territorio, dispuesto a devorar a su presa.

La acercó mas a EL para empezar a chuparle su panochita, su parte que ella le entregaba sin reservas.

Minerva estaba bien húmeda, deseprada por tenerlo adentro. Gritaba como perra en brama.

--"Metemela toda, Paco. Hazme lo que solo tu sabes…" le suplicó ella.

Y Paco hizo exactamente lo que su esposa le pedía. Yo observaba cada movimiento suyo sin perder detalle alguno. Después de ella seguía yo.

--"Así Viejo, metemela toda… hace tanto que no lo hacíamos…"

Y poco a poco se la fue metiendo… poco a poco ella se la fue comiendo. 

--"En un ratito te presto a mi Paco, Vecino…." exclamó Minerva en un susurro.

Yo me acosté a un lado de ella y aventando mis piernas al aire, era mi forma de alistarme para recibir a Paco, de esperar mi turno de tenerlo adentro de mi. 

Y cuando mi turno llegó, el presión arterial se aceleró sin remedio alguno. Paco se la sacó a su esposa.

--"Ahorita regreso a seguir dandote verga, Vieja… dejame atender tambien al Vecino…"

Y antes de metermela, me pasó su mano fuerte y rasposa por mi raja de macho, masajenado el terreno, tentando, explorando….

--"A mi marido le gusta tu trasero, Vecino…" susurró Minerva mientras se dedeaba ella misma su parte mas intima. "Cogetelo ya, Viejo. Clavale tu verga en ese agujero que está hambriento de ti.

Y Paco tampoco podia esperar mas, yo veía en su mirada que también quería clavarmela toda y hasta el fondo. 

Y con sus moviemientos precisos y expertos así lo hizo.

--"Damela toda, Vecino… dame tu verga, PACO." grité yo ignorando a Minerva. La verdadera dueña de aquel hermoso Macho que me estaba llenando con su verga mi agujero como nadie sabia hacerlo, SOLO EL… EL y nadie mas.

--"Esta es la ultima vez que te presto a mi marido, Vecino…." me informó Minerva dentro de su borrachera.

Lo que ella no sabia y NO DEBIA saber nunca era el secreto que compartíamos su marido y yo. Un secreto que yo nunca iba a revelar.

PACO… se fue haciendo adicto a las mamadas de verga que yo le daba y Minerva nunca lo iba a saber.

PACO… me buscaba a escondidas de su esposa para pedirme mi culo y eso Minerva tampoco lo iba a saber.

PACO… 

PACO…. MI VECINO PACO !!

F I N

MUY PRONTO llega MAS ALLA DEL FINAL de MI VECINO PACO… Un regalo para todos los que disfrutaron de éste relatoCALIENTE.