Saturday, October 18, 2014

SERIE CALIENTE: El Esposo De Mi Tia ( Episodio # 2 )


Esto no lo estaba imaginando. Esto era realidad. De verdad me estaba pasando a mi.

Mi Tio Ignacio estaba parado a un lado de su cama, me estaba sonriendo y recorría con su mirada mi cuerpo desnudo de arriba a abajo. Yo me pasé una mano por mi pecho para limpiar mi semen que cubría todo mi estomago. Nuestras miradas se encontraron y por unos segundo nos quedamos inmóviles y magnetizados con nuestros ojos clavados mutuamente.

Yo me chupé los dedos de mi mano para saborear mi propio jugo de macho y abrí mis piernas aun mas para que mi Tio me viera mejor, para que pudiera verme el culo y se imaginara lo rico que podría pasarla cuando me diera su verga.

Verlo ahí de pie, imponente y majestuoso, me calentaba infinitamente; aun con su pierna derecha enyesada, se seguia viendo como un Machote completo, deseable y hermoso.

--"Abrete mas, Cabrón. Muestrele a su Tio ese agujero que la vida le dio…" Me ordenó EL mientras jugaba suavemente con su verga que poco a poco se iba endureciendo nuevamente.

Yo no perdí tiempo en obedecer sus ordenes y agarré con mis brazos cada una de mis piernas hasta tocar mi pecho, lo que hizo que mi culo quedara totalmente disponible a la vista y deleite de mi Tio Ignacio.

--"Que culito tan mas rico tiene mi Sobrino, color rosita y apetecible… me vas a dejar que lo pruebe, Cabrón? Vas a darle un poco de esa sabrosura a tu Tio?" me preguntó mientras agarraba su calzoncillo y lo aventø hasta el sofá donde yo me le ofrecía como una perra en brama.

--"Limpiate tu leche y ven a mi cama, yo con esta pinche pierna enyesada no puedo caminar sin muletas."

Tomé su calzoncillo y antes de limpiar mi pecho, me restregué su calzoncilo en mi cara, para oler y gozar de su aroma de hombre, de semental calenturiento.

--"Te gusta como huele tu Tio, Cabrón?" su voz era ronca y entrecortada por la calentura que estaba sintiendo; era obvio que la situación lo tenia cachondo, prendido como a mi.

--"Es el olor de Macho mas delicioso que conozco, Tio" le contesté yo y me puse de pie, me empecé a limpiar el pecho con su calzoncillo mientras EL no perdia detalle de ninguno de mis movimientos. Mi verga estaba bien dura, bien parada. La suya también. EL me hizo una señal de que me metiera a su cama.

--"Si tanto le gusta, Cabrón, venga a sentirlo en vivo y a todo color, yo no le voy a decir nada a nadie." me dijo y volvió a darme esa sonrisa cachonda y lujuriosa tan suya, tan única, tan de él.

Yo caminé hasta su cama y dejé su calzoncillo a un lado. Nos quedamos viendo a los ojos y por unos segundos no supé que hacer. Pero Mi Tio ya tenia su plan. Me gustaban los Machos que tomaran la iniciativa y mi Tio era uno de ellos.

--"Quiero que me chupes la verga y las bolas, acuestate boca arriba y acercate a la orilla de la cama para que goze del olor y la fuerza de su Tio."



Seguí paso por paso cada una de sus indicaciones. Esto era real. Esto no lo estaba imaginando. Mi Tío Ignacio y yo estábamos encuerados en el mismo cuarto y haciendo las cosas que solo los hombres le saben hacer a otros hombres.

Ecucharle  gemir de placer con cada una de mis lenguetadas sobre sus testiculos y su verga no tenia precio. Un regalo de la vida invaluable para mi.

--"Que rico y que chingon se siente lo que me estas haciendo, Sobrino…Ooh…si…así..."

Y sus palabras era lo que necesitaba para perderme en esta locura de perversidad y calentura. Aqui estaba yo en la misma cama que EL había compartido infinidad de veces con mi Tia chupandole la verga y las bolas, haciendo que se estremeciera de placer absoluto y que lo disfrutara sin ninguna pena, sin ninguna culpa. 

--"Que bueno que le gusta, Tío. Cuando Usted quiera y todas las veces que quiera yo se lo hago."

Y decidido a que EL nunca pudiera olvidar esta promesa que yo le acaba de hacer, me fui esmerando mas y mas en que cada una de las chupadas sobre sus bolas y sobre su verga fueran mejor y mas intensas que la anterior. 

--"Ooohh… así…asssssiiiii…. Tremenda putita que me salió mi Sobrino; y yo todo este tiempo sin saber lo que tenia en mi casa…."

--"Yo seré su puta todas las veces que Usted quiera, Tio…."

--"Sacame la leche otra vez, Cabrón… asiiii…oooh…así…"

El aroma a hombre limpio que provenía de todo su cuerpo y en especial de la entrepierna me tenia embriagado, borracho de lujuria. Y eso solo aumentó mi hambre insaciable por devorarle su verga y sus bolas. #MachoDivino

--"Quiero que me de toda su verga, Tio…"

Y sin perder tiempo alguno, mi Tío Ignacio me fue metiendo toda la verga por la boca, me dolía la garganta, pero poco a poco me fui relajando hasta permitirle el acceso completo, sus gemidos de placer me trastornaban y yo estaba decidido a que EL jamas olvidara este momento inolvidable para mi.

--"Traguese toda mi verga, Cabrón…Uuff que ricoooo…"

Y no pasó mucho tiempo cuando reconocí esa sensación de cuando sus testículos estaban tensos y llenos otra vez, EL aceleró sus empujadas de verga sobre mi garganta y en cuestión de segundos un liquido tibio y abundante llenó cada rincón de mi boca, me tragué todo su delicioso semen, sin desperdiciar una solo gota. Mi Tío se estremecía de pies a cabeza y las venas de su cuello era una prueba palpable de lo mucho que había disfrutado venirse adentro de mi boca.

EL casi no podía hablar, estaba tratando de recuperarse, pero aun así, me dijo con tono agitado y en voz baja pero entendible:

--"En 4 días por fin me van a quitar este pinche casco de yeso y podré volver a recuperar el movimiento completo de todo mi cuerpo…"

Yo me acomodé en la cama, quedando de rodillas frente a EL, con toda mi atención en sus palabras mientras me jalaba mi verga, necesitaba chorrearme y alcanzar el alivio después de este gran momento que quizá no se volveria a repetir nunca mas.

--"Y cuando ya esté totalmente recuperado, su Tío Ignacio le va a enseñar como clavan verga los hombres de verdad. Es una promesa, Cabrón."

Y aquellas palabras hicieron que yo explotara a chorros, era la promesa mas chingona que nadie me hubiera hecho jamas. Mi Tío no perdió detalle de nada, me veía con una expresión en su rostro difícil de entender y al mismo tiempo maravillado de la manera de como yo me había venido a chorros enfrente de EL. Yo le había prometido apenas unos minutos antes que seria su puta todas las veces que EL lo quisiera y EL me acababa de prometer que me daría su verga cuando estuviera totalmente recuperado. Que felicidad tan chingona llenaba mi mente y mi cuerpo.
 Inconscientemente, nos acercamos el uno al otro, el de pie a la orilla de la cama y yo arriba de ella, sin pensarlo, me tomó de mi cabeza y me acercó a su pecho, yo sin pensarlo lo abrazé al mismo tiempo que descansaba mi cabeza sobre aquel velludo, fuerte y musculoso pecho. Todo estaba en silencio. Solo el eco agitado de nuestras respiraciones se escuchaba.

--"Este será nuestro secreto, Cabrón." me dijo con voz ronca y segura. Sentí sus dedos jugar con mi cabello. Una caricia varonil, libre y exquisitamente provocativa. "Tenemos que darnos un baño y cenar. Tenemos que recuperar fuerzas. Me hiciste venirme 2 veces en menos de una hora." 

Yo levanté mi cabeza y mi mirada se encontró con la él. Otra vez tenia esa sonrisa que tanto me gustaba, que tanto me calentaba y cuando me cerró un ojo, no me quedó duda de que este seria nuestro secreto. Solo de EL y mío.

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Aquella noche después de bañarnos y cenar, cada quien se fue a su recamara a dormir. 

En mi caso, no pude conciliar el sueño rápidamente. Eran muchos los pensamientos que llenaban mi mente. Mi atrevimiento de mamarle la verga a mi Tío Ignacio cuando estaba durmiendo, había dado mejor resultado de lo que yo hubiera imaginado. Había valido la pena arriesgarme.  Ahora seria nuestro secreto. Y había una promesa que EL me hizo sin que nadie lo obligara: Cuando le quitaran el yeso de su pierna y estuviera otra vez caminando bien, me iba a clavar su verga por el culo. Y yo no sabia como chingados iba esperar sin volverme loco hasta que ese momento llegara. Cerré mis ojos y volví a revivir los momentos en el cuarto de mi Tío. #SabrosuraCompleta 

No recuerdo exactamente cuando me quedé dormido, lo que si recuerdo es el ruido que me despertó cerca de la madrugada. Alguien estaba abriendo la puerta de mi cuarto y bajo la luz tenue que entraba a través de la ventana, vi la figura de mi Tío Ignacio acercarse a mi cama; recargó sus muletas contra la pared y se quedó unos segundos de pie.

--"Necesita algo, Tio? Le duele algo?" le pregunté yo asustado.

--"No. Todo esta bien." Me contestó de inmediato. "Yo pensé que te ibas a ir a dormir a mi cuarto, como los primeros días cuando me cuidabas."

No sé como describirles la emoción que sacudió mi corazón al escuchar sus palabras y en un acto innato, levanté la sabana invitandolo a entrar a mi cama. Mi Tio Ignacio entendió la señal y aun batallando con su pierna enyesada, no le tomo mas que segundos para estar acostado al lado mío. Yo estaba completamente desnudo y cuando me abrazó por atrás, el calor de su piel desnuda, de su cuerpo velludo y fornido, volvieron a sacudirme el alma. Esto tenia que ser un sueño. Pero no lo era. Esto era real. Mi Tío Ignacio había dejado que le chupara la verga dos veces mas temprano y ahora venia a meterse a mi cama. Y ese abrazo era como un viaje al cielo, un sueño cumplido. Y cuando sentí  que su verga se le estaba parando, yo levanté un poco mis piernas para acomodarle el trasero lo mas cerca que se pudiera. Yo me quemaba por dentro, anhelaba infinitamente que me hiciera suyo, que me metiera su verga y ya no me hiciera esperar mas, pero tampoco quería que se lesionara su pierna y se arruinara todo lo que había ganado en estas semanas de recuperación.

--"Que rico se siente estar así." le confesé yo, sin miedo y sin culpa.

--"Hace mucho que no estaba así con alguien. A tu Tia no le gusta dormir abrazados, dice que le da calor. Y a las putas que me cojo por ahí, siempre es de rapidin, porque no tenemos tiempo para mas."

En ese momento recordé las noches desde que mi Tia se había ido; y en que EL había salido y no había regresado a dormir. Recordé a su "muñequita", seguro que ella si se dejaba dormir abrazada, pero mentirle a todas, era una estrategia de cualquier hombre. Yo quería creerle que hacia mucho que no estaba así con alguien. Después de todo, debía ser verdad que tenia mucho tiempo de no abrazar a un hombre. Porque debería haberlo hecho en el pasado?? Era de suponerse que si. Porque sino como era que se estaba dando esto entre nosotros??  Pero ahorita no era el momento para preguntar ni para averiguar. Era momento para disfrutar a tremendo macho que tenia junto a mi. 
Y casi me hace perder el aliento cuando no solamente me abrazó fuerte, sino que me empezó a besar levemente la oreja, luego el cuello hasta llegar a mi boca y apoderarse de ella.


Yo correspondí con la misma entrega, con la misma pasión. Ni en el mejor de mis sueños hubiera podido imaginar esto que estaba viviendo.

--"Me gusta como se siente tu cuerpo tibio, firme y joven junto al mío." me dijo con voz bajita, como si alguien nos pudiera escuchar.

--"A mi me gusta como se siente su cuerpo tibio, fuerte, musculoso y velludo sobre el mío."

--"Quisiera clavartela ahorita mismo, pero no quiero lastimarme la pierna. Pero muy pronto vamos a hacer lo que tanto quiero darte."

--"Yo tampoco quiero que se lastime, Tío. Yo sabré esperar."

Y así entre besos suaves y besos urgidos, nuestros cuerpos se entrelazaron y nos dormimos abrazados. 

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Los siguientes 4 días se me hicieron largos y eternos. Cuando estaba en la Universidad solo me la pasaba pensando en mi Tío Ignacio, de que estaba solo en la casa y lo bien que la podríamos estar pasando si yo no tuviera que venir a la escuela.
Cuando regresaba a la casa, generalmente EL estaba viendo la Tele o leyendo sus revistas y libros. Yo trataba de actuar como si nada, aunque me moría por abrazarlo y besarlo, pero tampoco me podía pasar.  Tampoco me podía equivocar y mal entender la situación, lo nuestro no era un romance, lo nuestro no era un noviazgo ni nada parecido. Lo nuestro era calentura, juego pervertido de hombres que se dan placer y nada mas.

Al llegar la noche, yo le preparaba su cena, platicábamos de cosas sin importancia y cuando cada quien se iba a su cuarto y las luces de la casa se apagaban, no transcurrían  ni 10 minutos en que Yo iba a tocar la puerta de su cuarto o EL la del mío. 
Y no perdíamos tiempo, sobraban las palabras, porque nuestras mentes se leían la una a la otra, los dos pensábamos igual y queríamos lo mismo. La noche oscura era testigo de las largas y deliciosas mamadas de verga que yo le daba a mi Tío Ignacio, de la manera como se venia a chorros cuando con mi lengua y mi garganta lo hacia alcanzar el punto máximo de inmenso placer.

--"Nunca me cansaré de que me la mames, Cabrón. La chupas bien rico…ooohhh…si…asiiii…no pare, Cabrón."



Fueron noches en la que faltaba solo una cosa para ser perfectas, sentir la verga de mi Tio Ignacio adentro de mi culo. Pero tampoco me podia quejar, chuparle la verga todas las noches y quedarme a dormir en su cama, o EL en la mia, era mas que perfecto. Sentir su cuerpo abrazado al mio no tenia precio, Cabrón. 

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Finalmente el dia en que mi Tio Ignacio acudiera al Doctor para que le removieran el casco de yeso, llegó. Yo me ofrecí a llevarlo, pero EL me dijo que uno de sus amigos le iba a hacer el favor de hacerlo para que yo no perdiera clases en la Universidad.

Y antes de que yo me fuera a la escuela y cuando estaba a punto de salir de la casa, tocaron a la puerta. Al abrir, vi a un hombre casi de la misma edad que mi Tío, debía ser el amigo que lo iba a llevar con el Doctor.
Era un hombre alto, masculino y parecía que la ropa se le iba a romper en cualquier momento de los músculos fuertes y enormes que se escondían debajo.
El olor de su perfume me llegó cuando pasó cerca de mi. Era un hombre muy amable y definitivamente muy guapo. Quizá no tan guapo como mi Tío, pero cachondo al fin de cuentas. Tenia un anillo de casado. Hombres así no pueden estar solos.
Minutos después, Mi Tío Ignacio salió de su cuarto a recibir a su amigo. Los dos eran tremendos sementales. Machos completos.

--"Ya listo, Nacho?"

--"Si. Ya no aguanto este pinche casco de yeso. En unas horas me libraré de este martirio."

--"Ya era hora. Tenemos que ir a celebrar esta noche por ahí. Hay que aprovechar que mi esposa se fue a visitar a mis suegros y tu mujer no ha regresado."

Discretamente, mi Tio Ignacio me guiñó un ojo. EL y yo teníamos otros planes para esta tarde-noche.

--"Vamos a ver que dice el doctor primero. Aunque me quite el yeso, tengo que llevarmela tranquilo, mi pierna se tiene que ajustar a todo el peso de mi cuerpo otra vez. Incluso el doctor comentó que a lo mejor tendré que seguir usando las muletas por dos o tres días hasta que recupere toda la movilidad de mi pierna y pueda apoyarme en ella completamente."

Mi Tio Ignacio me volvió a guiñar el ojo. Y yo entendí perfectamente su señal. EL no iba a ir a ninguna parte con su amigo. Esta noche EL me iba a cumplir su promesa de clavarme su verga.

Yo me despedi y me fui. Mientras iba en camino a la Universidad, no podia dejar de pensar en lo que podría pasar esta noche cuando mi Tío ya no tuviera su casco de yeso y su pierna fuera libre otra vez.
Esta noche yo le iba a dar mi culo y tenia que ser la entrega mas completa, mas chingona que yo le hubiera dado a alguien.  Yo quería que mi Tío se volviera loco de deseo y placer cuando con su verga me  perforara mi agujero. Que mi culo fuera el mejor que se hubiera cogido jamas.  
La tension sexual entre nosotros dos estaba en su máximo punto. Esta noche por fin nos íbamos a desquitar de días de espera. De toda la calentura que estaba contenida dentro de mi cuerpo.
Yo le iba a enseñar que no había mejor lugar para su verga que mi culito. #AhuevoCabron

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Creo que nunca había visto el reloj tantas veces como hoy. Cada segundo, cada minuto de cada hora me parecieron eternos. Fue muy difícil concentrarme en las clases; pero lo bueno que era Viernes y que cuando regresara a la casa, mi Tío Ignacio y yo íbamos a pasar la mejor de las noches, al menos para mi lo iba a ser.
Cuando finalmente se terminó la ultima clase, yo salí volando de la Universidad. Quería llegar a la casa lo antes posible, pero antes pasé rápido a una farmacia a comprar condones y lubricante. No tenia ni idea de si mi Tio iba a querer clavarmela a pelo, yo nunca antes me había dejado meter la verga si no era con condón, pero por mi Tio Ignacio yo estaba dispuesto a todo, me moría por sentir su trozo de carne completamente y la sola idea de que fuera sin condón me calentaba como no tienen idea.

Al llegar a la casa, no estaba preparado para lo que el destino me tenia reservado. Al dar vuelta a la esquina de la cuadra, vi la camioneta de mi Padre estacionada enfrente de la casa de mi Tio Ignacio. Mi corazón palpitaba aceleradamente en anticipación a la cogida con mi Tio y se aceleró mas cuando vi que mi Papá estaba de visita. Yo no contaba con esto. Debía darme alegria verlo. Pero por qué había llegado sin avisar?
Y tampoco contaba con que mi Tia estuviera de regreso en la casa. Su casa. Cuando entré, mi Papá y mi Mamá estaban sentados en la sala tomando refresco y viendo la telenovela. A ambos se le alegró el rostro al verme, sus abrazos y efusividad eran sinceros. Yo correspondî, después de todo me daba gusto verlos.
Busqué lo mas discretamente posible con mi mirada a mi Tío Ignacio.

--"Trajimos a tu Tia para que se reconciliara con tu Tio." me informó mi madre. "Esta separación no podía continuar. Ahorita están hablando en su recamara. Nosotros te estábamos esperando para que vayas con nosotros a casa de unos primos que nos invitaron a pasar el fin de semana con ellos."

--"No puedo ir. Voy a ir a una fiesta de cumpleaños de un amigo de la Universidad hoy en la noche." les dije sin pensarlo. Era una mentira. No sé ni porque la dije. Quizá porque aun pensaba que de alguna manera u otra mi Tío Ignacio y yo íbamos a encontrar el modo de que EL me cumpliera su promesa.

Mis Padres no tuvieron mas que aceptar mi excusa. Cuando ellos se fueron, mis Tíos aun seguían encerrados en su recamara. Yo no pude controlar mis impulsos de ir a averiguar que estaba pasando. La puerta de su cuarto estaba cerrada, pero yo me acerqué lo mas que pude para tratar de oír algo.
No fue fácil escuchar, pero algunos de los sonidos que venían detrás de la puerta eran inconfundibles, el rechinado de la cama era la señal inequívoca de que Mi Tío Ignacio se estaba cogiendo a su mujer. Esa mujer era mi Tia y era su esposa. La esposa del hombre que me había prometido cogerme a mi.

Yo parecía un gato enjaulado en mi cuarto. No podía dejar de imaginarme las escenas de lo que estaba pasando en el cuarto de mis Tíos. Me estaba auto-torturando y no lo podía evitar.
Me metí a bañar, me arreglé para salir a la calle. Yo no podia seguir encerrado en mi cuarto, ni mucho menos iba a poder con la frustración que sentía. No tenia una idea clara de a donde ir. Pero si de lo que quería. Y yo quería verga. Era obvio que por esta noche no iba a poder tener la verga mas hermosa que yo conocía y que mas deseaba adentro de mi. Pero encontrar otra no iba a ser tan difícil. No seria lo mismo, pero al menos me ayudaría a apaciguar la calentura que sentía.

Salî de mi cuarto y cuando pasé frente al de mis Tios, otra vez me acerqué a la puerta sin poder evitarlo.

--"Verdad que extrañaste las cogidas que te doy, muñeca?"

Era la voz de mi Tio. Me mordi los labios para contener mi coraje y sin pensar en las consecuencias, abrí la puerta de su recamara tratando de no hacer ruido. Ellos estaban tan ocupados cogiendo después de todo el tiempo que estuvieron separados que no escucharon un leve ruido que hice al abrir un poco la puerta para verlos.
Justo en el momento en que mi Tio Ignacio se venia a chorros enfrente de mi Tia que estaba de rodillas frente a EL.
Ella le acababa de chupar la verga y estaba disfrutando de su leche tibia y deliciosa como yo lo había hecho mientras ella no estaba. Mi Tio la tenia agarrada del cabello para que se tomara todo su jugo de macho.


Cerré la puerta y ellos ni cuenta se dieron de que los había visto. Con la vista casi nublada por la rabia que me carcomía salí de la casa. Esta rabia nunca la había sentido antes y estaba mal. 
Muy Mal.
Lo que recién había visto en aquella recamara era lo mas normal entre una pareja que se acaba de reconciliar. Ellos eran marido y mujer. Se amaban. 

Iba tan concentrado y mis pensamientos que no me di cuenta del hombre que se bajó del carro deportivo de color negro que estaba estacionado frente a la casa, hasta que el casi me gritó me percaté de su presencia.

--"Muchachooo."

Yo voltee a verlo. Era el amigo que había llevado a mi Tío al doctor esta mañana. Se veía mas guapo. Mas interesante.

--"Esta tu Tio Nacho?" 

--"Si. Pero ya regresó mi Tia hoy en la tarde."

Su cara cambio un poco, pero no mucho. Como que le dio gusto que su amigo se hubiera reconciliado con su esposa. Parecía que al único que no le había dado gusto era a mi. Y me sentí mal. Pero no sabia como evitarlo.

--"Me da gusto por el Nacho. Nunca se habian peleado y separado por tanto tiempo como esta vez." dijo él con una voz sincera.

--"A mi también." le contesté yo tratando de sonar convincente.

--"Nunca nos han presentado. Me llamo Carlos y tu? me pregunto él.

--"Yo me llamo Edgar" le respondi 

Carlos me dio su mano y cuando intercambiamos el saludo, su mano era fuerte y varonil. Tenia una sonrisa atractiva, no como la de mi Tío Ignacio, pero muy atractiva definitivamente.

--"Yo venia a invitar al Nacho a irnos por ahi para celebrar que ya lo dieron de alta, pero como esta ocupado será en otra ocasión." me dijo Carlos mientras me miraba de arriba a abajo. "Quieres que te de un aventón a algún lado."

--"La verdad es que no tengo ni idea de a donde ir. Solo quería salirme de la casa para no estorbarles a mis Tios. Usted entiende"

--"Claro que entiendo. Y no me hables de Usted. Dime Carlos. Soy mayor que tu, pero no un anciano tampoco."

Y su carcajada me hizo reir a mi también. Y claro que no era ningún anciano. Era un hombre maduro y muy atractivo. Dedicado a su cuerpo al juzgar por sus imponentes músculos. 

--"Yo si tengo una idea de a donde ir. Y podemos ir juntos si tu quieres salir a divertirte con un anciano." me invitó mientras sonreía burlandose de su propio chiste.

Yo voltee a ver la casa y en especifico la ventana del cuarto de mi Tios. Esta noche mi Tio Ignacio y yo debíamos estar encuerados en su cama o en la mia, pero encuerados solos EL y yo. Sin embargo no era así. Por ahora no podia ser así y yo tenia que aceptarlo como los Machos.

--"Vamos." le dije decidido a olvidarme aunque fuera por un rato que no tendría el calor del cuerpo desnudo de mi Tío arriba del mío y mucho menos su verga que tanto me gustaba….

C O N T I N U A R A el próximo VIERNES 24 de Octubre….!!!!

Un Adelanto del Episodio 3


--"Quiero que me preñe el culo, Tio. Ya no aguanto mas."

--"Voy a castigarte ese culito como nunca nadie te lo ha castigado, Cabrón. Su Tio le va enseñar lo que es tener una reata de verdad adentro de su culito sabroso."








1 comment:

  1. sencillamente bueno, muchas veces la realidad supera la fantasia , relato abrazador y caliente. estupendo como el que lo escribe, jejeje

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